perspectivas alimentarias | No.1, abril 2005 | |
sistema mundial de información y alerta sobre la agricultura y la alimentación(SMIA) | ||
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Productos alimenticios básicos
El primer pronóstico de la FAO relativo a la producción mundial de trigo en 2005 es de 612 millones de toneladas, 15 millones de toneladas menos que el volumen récord obtenido en 2004 pero todavía muy por encima de la media de los últimos cinco años. Aunque es posible que la superficie mundial de trigo supere a la del año anterior, es probable que los rendimientos vuelvan a acercarse a la media quinquenal después de los niveles excepcionalmente elevados alcanzados en 2004. A nivel regional, sólo en Asia se pronostica un aumento de la producción, pero no lo suficiente para compensar las reducciones previstas en todas las demás regiones. Cuadro 4. Produccíon de trigo (millones de toneladas)
Habiéndose terminado la recolección de las últimas cosechas de 2004 en el hemisferio sur, la estimación más reciente de la FAO sobre la producción mundial de trigo en 2004 se ha vuelto a revisar al alza a 626,8 millones de toneladas, un 12 por ciento más que en 2003 y un nuevo nivel sin precedentes. En el Lejano Oriente asiático, las condiciones atmosféricas invernales han sido favorables para la cosecha de trigo de 2005 en China, donde la superficie sembrada con trigo de invierno ha aumentado, según las estimaciones, en aproximadamente un 5 por ciento, o sea 1 millón de hectáreas, con respecto al año pasado como consecuencia de los precios atractivos y de unas condiciones favorables para la siembra. En la India, se señala que la superficie sembrada con trigo de invierno es marginalmente inferior a la del año anterior debido a una diversificación de los cultivos a favor de las semillas oleaginosas. Las lluvias generalizadas recibidas el mes pasado en el norte de la India fueron beneficiosas para los cultivos, que se cosecharán a partir de abril. Suponiendo un tiempo normal durante el resto de la temporada, es probable que la producción de 2005 aumente a 74-75 millones de toneladas. También se prevé un aumento de la producción de trigo en el Pakistán, gracias a un incremento de la superficie sembrada en respuesta al sostenimiento de los precios por parte del Gobierno y a unas buenas perspectivas para los rendimientos debido a las lluvias generalizadas recibidas últimamente. Los pronósticos más recientes apuntan a una producción de casi 21 millones de toneladas. En los países de la CEI asiática, la superficie total sembrada con trigo se estima en 15,4 millones de hectáreas, sólo marginalmente superior a la del año anterior, y se señala que la situación de los cultivos es buena. En base a las informaciones actuales acerca de la superficie, las condiciones atmosféricas y la situación de los cultivos, la producción total de esos países debería de aumentar algo este año con respecto a los 21,6 millones de toneladas del año pasado. En el Cercano Oriente asiático, las perspectivas para la cosecha de trigo de 2005 que se recogerá a partir de abril y mayo han mejorado durante el invierno gracias a unas nevadas y lluvias generalizadas. La producción del Afganistán debería de aumentar sensiblemente tras la cosecha reducida a causa de la sequía del año pasado. En la República Islámica del Irán, se prevé que la producción se mantendrá cercana al nivel récord del año pasado, ya que además de las condiciones atmosféricas muy favorables la superficie plantada volvió a aumentar en atención a la política gubernamental de autosuficiencia en trigo1/. También se considera probable un aumento de las cosechas de este año en Iraq y Turquía, dadas las condiciones de crecimiento favorables. En África del Norte, las perspectivas para la cosecha de trigo de invierno de 2005, que se recogerá a partir de mayo y junio, son generalmente favorables. En Marruecos, las lluvias recientes mejoraron las condiciones en el sur y el oeste del país, afectados anteriormente por una racha seca prolongada. Según los pronósticos, en 2005 la producción total de trigo de la subregión disminuirá con respecto al nivel récord de 17,5 millones de toneladas del año pasado, pero manteniéndose muy por encima de la media quinquenal. En el África oriental, la cosecha de la campaña de 2005 está a punto de recogerse en el Sudán, cuya producción probablemente disminuya algo con respecto a la buena cosecha del año anterior, debido principalmente a las limitaciones sufridas a causa del aumento de los costos del combustible. Aunque todavía es demasiado pronto para pronosticar la producción de 2005 en otras partes de la subregión, es probable que el retorno a una situación normal después de la campaña particularmente favorable del año pasado, especialmente en Etiopía el principal país productor, implique una apreciable merma con respecto a la excelente producción total de 3,5 millones de toneladas obtenida en 2004. En el África austral, las perspectivas para la siembra de la campaña de 2005 a partir de mayo son inciertas, debido a los precios internos relativamente bajos. La estimación final de la FAO sobre la cosecha de trigo de 2004, recogida en noviembre del año pasado, se cifra en 1,9 millones de toneladas, lo que denota una recuperación de aproximadamente un 4 por ciento con respecto a la producción afectada por la sequía del año anterior. Alrededor del 90 por ciento del total se atribuye a Sudáfrica, donde la producción aumentó cerca de un 10 por ciento con respecto a la del año pasado, aunque se mantuvo todavía por debajo de la media de los últimos cinco años. En América Central y el Caribe, la recolección de la cosecha principal del trigo de invierno de regadío de 2005 en México está a punto de comenzar en los estados productores nordoccidentales de Sonora y Baja California. La producción de México se pronostica provisionalmente en 2,7 millones de toneladas, volumen ligeramente superior al de la producción de la misma temporada del año pasado, debido a un aumento tanto de la superficie plantada como de los rendimientos. En América del Sur, la producción total de trigo de 2004, recogida hasta febrero en las principales zonas productoras del sur de la subregión, se estima en un volumen sin precedentes de más de 25 millones de toneladas, alrededor de un 7 por ciento más que los buenos resultados del año anterior. En Argentina, Brasil, Chile y Uruguay se obtuvieron cosechas sin precedentes o abundantes debido a un aumento de la superficie plantada y a un tiempo generalmente favorable durante el período de crecimiento. En América del Norte, las perspectivas iniciales apuntan a una mengua de la producción de trigo en 2005. En los Estados Unidos, el informe del USDA “Prospective Plantings” del 31 de marzo indica una disminución del 4 por ciento de la superficie plantada con trigo de invierno con respecto al año anterior, debido principalmente al mal tiempo imperante durante la siembra de otoño. Sin embargo, los agricultores han indicado que aumentarán la superficie sembrada con trigo de primavera en alrededor de un 4 por ciento, y en alrededor de un 2 por ciento la superficie plantada con trigo duro. Como consecuencia, se prevé que la superficie total sembrada con trigo en los Estados Unidos disminuirá alrededor de un 2 por ciento con respecto al año anterior. Suponiendo rendimientos situados en torno a la media de los últimos cinco años, hipótesis probable a juzgar por las condiciones reinantes hasta ahora, la FAO pronostica la producción total en alrededor de 55 millones de toneladas, frente a los 58,7 millones de toneladas obtenidos en 2004. En el Canadá, la cosecha de trigo es principalmente de primavera y se siembra en mayo y junio. Los pronósticos iniciales apuntan a un incremento de la superficie total de trigo. Sin embargo, los rendimientos deberían volver a los niveles medios tras los niveles altos registrados el año pasado, pronosticándose provisionalmente que la producción total de trigo descenderá en 2005 a aproximadamente 24 millones de toneladas, alrededor de un 6 por ciento. En Europa, los primeros indicios apuntan a una disminución en la producción total de trigo de 2005 de alrededor de un 5 por ciento con respecto a la excelente cosecha del año pasado, en el supuesto de que los rendimientos vuelvan a situarse en niveles medios. En la Unión Europea, con excepción de España y Portugal, el tiempo invernal ha sido hasta ahora satisfactorio. En España y Portugal, donde la sequía ha predominado desde la siembra en otoño del año pasado, la llegada de algunas lluvias al final de febrero y en marzo ha mejorado un poco las condiciones de humedad. Según los pronósticos, la superficie total de trigo sembrada en los 25 países miembros para la cosecha de 2005 disminuirá marginalmente con respecto al año anterior, ya que el aumento de la superficie sembrada con trigo blando se verá casi compensado por una reducción apreciable de la sembrada con trigo duro. En la subregión balcánica, se señalan condiciones atmosféricas invernales generalmente satisfactorias. En Rumania, sin embargo, las fuertes heladas caídas a principios de marzo causaron algunos daños a los cultivos. Según las estimaciones, la superficie sembrada con trigo de invierno aumentó tanto en Bulgaria como en Rumania, pero la superficie final que se recogerá en el último país se presenta ahora un tanto incierta. Se prevé que los rendimientos en ambos países disminuirán con respecto a los niveles excelentes del año pasado. En los países de la CEI europea, las condiciones atmosféricas invernales han sido generalmente favorables para los cultivos en fase de latencia. Una cubierta de nieve superior a la media protegió los cereales de invierno contra la destrucción invernal y proporcionará humedad abundante para el desarrollo de los cultivos de primavera. La superficie total sembrada con trigo (de invierno y primavera) para la cosecha de 2005 cubrirá, según los pronósticos, un total de 31,2 millones de hectáreas, cerca de 1 millón de hectáreas más que el año pasado. Los primeros informes apuntan también a la probabilidad de que los rendimientos se mantengan por encima de la media quinquenal, de manera que todos los informes apuntan actualmente a otra buena producción en la subregión, semejante al nivel de alrededor de 65 millones de toneladas del año pasado. En Australia, la cosecha de trigo de 2004 terminada recientemente se estima oficialmente en 20,4 millones de toneladas, alrededor de un 20 por ciento menos que la producción sin precedentes del año anterior. La siembra de la cosecha de trigo de 2005 comenzará en Australia en abril y mayo.
Según los pronósticos actuales, en la actual campaña comercial 2004/05 (julio/junio) el comercio mundial de trigo2/ alcanzará los 103 millones de toneladas, 2,5 millones de toneladas más de lo que se había previsto y un volumen mucho más cercano al de la campaña anterior. La revisión al alza de este mes se debe principalmente a un aumento de los pronósticos de las importaciones de Afganistán, la UE, y la Federación de Rusia. Para los países en desarrollo como grupo, las importaciones totales de trigo se cifran en 82 millones de toneladas, 7 millones de toneladas más que en la campaña anterior. En Asia, las importaciones totales de trigo se cifran en cerca de 50 millones de toneladas, casi 9 millones de toneladas, o sea un 21 por ciento más que en la campaña anterior y un volumen marginalmente inferior al nivel récord alcanzado en 1999/2000. Las importaciones de trigo de China (Continental), que según los pronósticos se duplicarán en la presente campaña representan casi la mitad del aumento previsto en las importaciones de todos los países asiáticos. A pesar del incremento del 6 por ciento de la producción de trigo de China en 2004, la fuerte demanda de trigo de calidad, así como los precios internacionales relativamente bajos, continúan favoreciendo el aumento de las importaciones de trigo. Según los pronósticos, las importaciones de trigo del Afganistán se acercarán a 1,6 millones de toneladas, 1,3 millones de toneladas más que en 2003/04. La razón que explica el aumento de las importaciones de la presente campaña es la fuerte merma de la producción interna de trigo tras la cosecha sin precedentes obtenida en 2003. Pakistán es otro país asiático en el que se pronostica un fuerte aumento de las importaciones en la presente campaña, de 1,3 millones de toneladas a 1,5 millones de toneladas, el volumen mayor registrado desde 1999/2000. Ello se debe principalmente al bajo nivel de las existencias remanentes de la campaña anterior y a una producción inferior al objetivo obtenido en 2004. En cambio, es probable que las importaciones de trigo de la República Islámica del Irán, considerada tradicionalmente como uno de los principales importadores del mundo, sean insignificantes debido a otra excelente cosecha obtenida en 2004 (véase la nota especial en la página 10). A diferencia de la situación registrada en Asia, se pronostica que las importaciones de trigo de Europa disminuirán apreciablemente en la presente campaña, debido a una fuerte recuperación de la producción en algunos países, además de la ampliación de la UE de 15 a 25 países3/. Las importaciones totales de la UE25 se pronostican en 5,5 millones de toneladas, 1 millón de toneladas más que en el informe anterior. El aumento respecto al informe anterior se basa en un incremento de los compromisos de importación, que para principios de marzo se acercaban a 5 millones de toneladas. En África, las importaciones totales de trigo se cifran en 25 millones de toneladas, igual que en 2003/04. Como consecuencia de unas cosechas generalmente buenas obtenidas en casi todos los principales países productores de trigo, se considera que las importaciones de la mayoría de los países del África estarán por debajo del nivel del año anterior. Una excepción es Kenya, donde el aumento de las importaciones de trigo se pone de manifiesto en las importantes compras de trigo a la Argentina (400 000 toneladas) efectuadas en lo que va de la presente campaña. En América Central y el Caribe, es probable que las importaciones ligeramente mayores efectuadas por México, compensen la disminución de las compras del Brasil. En México, la razón principal que explica el aumento de las importaciones durante la presente campaña es la merma de la producción de 2004. En el Brasil, donde la producción disminuyó con respecto al nivel sin precedentes del año anterior, las importaciones deberían alcanzar los 4,8 millones de toneladas, 300 000 toneladas menos que lo indicado en el informe anterior y 800 000 toneladas menos que en la campaña anterior. Se prevé que la disminución de las exportaciones de trigo del Brasil mantendrá su mercado interno en equilibrio, aún contando la disminución de las importaciones y de la producción. Según los pronósticos, los envíos de trigo de los cinco principales exportadores de trigo se recuperarán sensiblemente en la presente campaña, con un aumento de los suministros exportables en todos los países, salvo Australia y los Estados Unidos, donde la producción descendió de forma pronunciada en 2004. En la UE los suministros exportables han aumentado apreciablemente gracias a una fuerte recuperación en todos los países miembros productores de trigo. Sin embargo, el euro sólido, unido a los altos costos de transporte han hecho que el trigo de la UE fuera menos competitivo en los mercados mundiales, dando lugar a un constante incremento de las subvenciones a la exportación por parte de la UE. Las exportaciones de la Argentina han aumentado en la presente campaña debido a un incremento de los suministros. Es probable que las ventas de trigo de Australia disminuyan ligeramente con respecto al año anterior a causa de una mengua de la producción, pero se mantendrán todavía en un nivel alto debido a la gran abundancia de existencias remanentes de la campaña anterior. En cuanto a los otros exportadores, Ucrania y la Federación de Rusia pueden exportar más trigo en la presente campaña, debido a una fuerte recuperación de su producción tras las malas cosechas obtenidas en 2003.
El pronóstico relativo a la utilización total de trigo en 2004/05 ha aumentado en 4 millones de toneladas desde el informe anterior a 618 millones de toneladas, 17 millones de toneladas más que en la campaña anterior y ligeramente superior a la tendencia decenal. La utilización total destinada al consumo humano se mantiene sin modificaciones respecto al informe anterior en torno a los 434 millones de toneladas, pero superior en más de un 1 por ciento al volumen de la campaña anterior, con lo que el consumo medio por habitante se mantiene estable en 68 kilogramos para el mundo en su conjunto, 61 kilogramos para los países en desarrollo y 95 kilogramos para los países desarrollados. La utilización de trigo para pienso alcanzará, según las previsiones, los 114 millones de toneladas, cerca de un 10 por ciento más que en la campaña anterior. El incremento se debe principalmente a una cantidad mayor de piensos de calidad inferior, debida al aumento de la producción mundial y a la disminución de los precios.
El pronóstico relativo a las existencias mundiales de trigo para las campañas que terminan en 2005 se ha aumentado en 2,2 millones de toneladas desde el informe anterior a 164 millones de toneladas. Ello representaría un incremento de cerca de 4 millones de toneladas respecto de los reducidos niveles de apertura, e indicaría la primera expansión de las existencias mundiales en cinco años. Las existencias totales de trigo de los cinco principales exportadores se cifran en cerca de 49 millones de toneladas, 2 millones de toneladas más que en el informe anterior. En este nivel, el porcentaje mundial de las existencias de los principales exportadores de trigo al cierre de las campañas de 2005 se acerca al 30 por ciento, frente a sólo un 24 por ciento al comienzo de las campañas, lo que indica una considerable mejora en los suministros mundiales. Es en Europa donde está previsto el aumento mayor de las existencias de trigo de la presente campaña, debido a una recuperación de la producción en algunos países. Se pronostica que las existencias totales de trigo de Europa alcanzarán los 32 millones de toneladas, 12 millones de toneladas más que en la campaña anterior. Según los pronósticos, sólo en la UE las existencias de trigo alcanzarán los 20 millones de toneladas. La abundante producción de trigo en los nuevos miembros de la UE, sobre todo Hungría, ha dado lugar a mayores ofertas a la intervención de la UE, que a principios de marzo superaban los 5 millones de toneladas. También se prevén más existencias finales en Ucrania y la Federación de Rusia en vista de las excelentes cosechas obtenidas. En cambio, es probable que las existencias de trigo de China alcancen los 49 millones de toneladas, aproximadamente 5 millones de toneladas menos que sus reducidos niveles de apertura. Puede que la recuperación de la producción de trigo de China en 2004 y el aumento de las importaciones no sean suficientes para satisfacer la demanda interna total, y sea necesaria una nueva reducción de sus existencias durante la presente campaña.
Los abundantes suministros exportables de la presente campaña debidos a una producción mundial de trigo sin precedentes unida a una demanda mundial de importación generalmente débil continúan deprimiendo los precios internacionales. En marzo, el trigo No.2 de los Estados Unidos (duro rojo de invierno, f.o.b.) alcanzó un promedio de 157 dólares EE.UU. por tonelada, 5 dólares EE.UU. menos por tonelada desde noviembre y también 14 dólares EE.UU., o sea un 8 por ciento, menos por tonelada que en el período correspondiente de 2004. En la UE, tras un rápido incremento de las ofertas a la intervención, la Comisión de la UE volvió a introducir los reembolsos a la exportación (subvenciones) por primera vez en dos años. Los reembolsos a la exportación de la UE se concedieron en un principio (a inicio de febrero) a 4 euros por tonelada, pero, dado los precios mundiales bajos y el fortalecimiento del euro, aumentaron a 6 euros por tonelada y después a 10 euros por tonelada (a principios de marzo). Debido a un ligero fortalecimiento del dólar estadounidense al final del mes, la UE rebajó el reembolso a las exportaciones a casi 4 euros por tonelada. En el Chicago Board of Trade (CBOT) los futuros de trigo continuaron comercializándose por debajo de los niveles del año anterior. Sin embargo, el equilibrio generalmente más difícil entre la oferta y la demanda de trigo en los Estados Unidos sirvió de apoyo en cierta manera a los futuros de trigo en las últimas semanas. A finales de marzo, los contratos de futuro de trigo para julio de 2005 se cotizaron a 126 dólares EE.UU. por tonelada, 25 dólares EE.UU. menos todavía por tonelada que en el período correspondiente de 2004.
La producción mundial de cereales secundarios en 2005 se pronostica en 944 millones de toneladas, un 8 por ciento menos que el volumen sin precedentes del año pasado pero todavía ligeramente superior a la media de los últimos cinco años. Este primer pronóstico es, sin embargo, muy provisional ya que la mayor parte de las cosechas tienen que sembrarse todavía en los principales países productores del hemisferio norte. Cuadro 5. Produccíon de cereales secundarios (millones de toneladas)
La estimación de la producción mundial de cereales secundarios en 2004 se ha revisado al alza a 1 026 millones de toneladas, un 10 por ciento más que el buen nivel alcanzado el año anterior. Un resultado debido principalmente a las cosechas abundantes obtenidas en los Estados Unidos, la UE y China. En el Lejano Oriente asiático, las cosechas de 2005 están a punto de plantarse en China y la India, los principales países productores. Sin embargo, unas indicaciones muy iniciales apuntan a otro incremento de la superficie plantada con maíz en China (Continental) ya que el Gobierno continúa aplicando políticas agrícolas de sostenimiento para aumentar la producción de cereales y a la vez los ingresos de los agricultores. Todavía es demasiado pronto para hacer un pronóstico de la producción de la India en 2005 porque depende mucho del comportamiento de las lluvias monzónicas, que todavía no han comenzado. Sin embargo, de ser favorables las condiciones atmosféricas es probable que la superficie plantada aumente porque la fuerte demanda de piensos y los altos precios del maíz deberían constituir un incentivo para que los agricultores siembren y aumenten el uso de semillas híbridas. En Filipinas, ya está sembrada la cosecha de maíz de la temporada secundaria, de la que se espera una buena producción. En 2004, el país alcanzó una producción récord de maíz atribuida a una mayor utilización mayor de semillas de mejor calidad. En los países de la CEI asiática, la superficie plantada con cereales secundarios de invierno (principalmente cebada) ha aumentado con respecto a 2004 a poco más de 3,3 millones de hectáreas, y se señala que la situación de los cultivos es buena. El maíz y la cebada son los dos principales cereales secundarios de la subregión. El año pasado, la subregión obtuvo una cosecha inferior a la media de 4,2 millones de toneladas de cereales secundarios, y las primeras indicaciones apuntan a una cosecha mayor para este año. En el África del Norte las condiciones de crecimiento para la cosecha de cebada de invierno de 2005, que se recogerá a partir de abril, han sido hasta ahora satisfactorias en la mayoría de los países. Gracias a las operaciones de lucha se logró conjurar la amenaza que representaba para los cultivos la infestación de langostas del desierto. En Egipto, el mayor productor de maíz de la subregión, la siembra de maíz debería comenzar en abril. En el África occidental, se están realizando los preparativos de la tierra en las zonas costeras del Golfo de Guinea para la siembra de las cosechas de cereales secundarios de 2005. La temporada de cereales secundarios de 2004 se caracterizó por las graves infestaciones de langostas del desierto en el Sahel, que causaron serios daños localizados a los cultivos y pastizales, principalmente en las zonas septentrionales. Se estima que en Mauritania, el país más afectado, la producción de cereales de 2004 ha disminuido en un 44 por ciento con respecto al año anterior. La producción total obtenida en los nueve países del CILSS se estimó en cerca de 12 millones de toneladas, un 15 por ciento menos que la cosecha récord del año anterior pero todavía de nivel medio. En cambio, las condiciones de crecimiento han sido generalmente favorables en los países costeros del Golfo de Guinea, donde se ha terminado de recoger la segunda cosecha de maíz de 2004/05. Según las estimaciones, la producción de cereales secundarios será superior a la media en todos los países, salvo Côte d’Ivoire, Liberia y Sierra Leona, donde los disturbios civiles pasados o presentes impidieron o continúan impidiendo las actividades agrícolas. En el África Central, está a punto de comenzar la siembra de los cereales secundarios de 2005. Se ha terminado de recoger la recolección de la segunda cosecha de maíz de 2004, estimándose una producción total de cereales secundarios de la subregión superior a lo normal. En la República Centroafricana, se prevé que la producción de cereales se recuperará algo, como consecuencia del aumento de la superficie plantada debido a una situación de seguridad mejorada y a la distribución de insumos agrícolas. En el África oriental, la producción total de cereales secundarios de 2004 se estima en aproximadamente 21 millones de toneladas, alrededor de un 5 por ciento menos que el año anterior pero todavía por encima de la media de los últimos cinco años. En Etiopía, aunque todavía no se ha recogido la cosecha secundaria “belg” la producción de la temporada principal fue buena y se pronostica que la producción total aumentará un 13 por ciento con respecto al año anterior, a un nivel superior a la media de 8,9 millones de toneladas. En Tanzania, la producción total de cereales secundarios de 2004 se estima en alrededor de 4 millones de toneladas, muy por encima del nivel del año anterior y alrededor de un 17 por ciento más que la media. Las perspectivas para la cosecha de maíz de la temporada principal de 2005 ya sembrada en las zonas de precipitaciones uní modales han mejorado gracias a unas lluvias favorables. En el Sudán, la cosecha principal de cereales secundarios de 2004 disminuyó cerca de un 45 por ciento con respecto al nivel muy superior a la media de 2003, debido a unas lluvias irregulares y a los disturbios civiles. En Kenya, la cosecha total de maíz de 2004/05 se estima en alrededor de 2,1 millones de toneladas, un 21 por ciento menos que el año anterior, como consecuencia del tiempo desfavorable. En Eritrea, la producción de cereales secundarios de 2004, estimada en 80 000 toneladas, es alrededor de un 22 por ciento inferior a la media, debido principalmente a la sequía y a los desplazamientos. En Somalia, las estimaciones más recientes cifran la producción total de cereales secundarios en 265 000 toneladas, un 2 por ciento menos que el año anterior. En Uganda, las estimaciones provisionales indican una producción de cereales secundarios de 2004 de alrededor de 1,8 millones de toneladas, volumen ligeramente superior al de 2003 pero inferior en un 4 por ciento al nivel medio. En el África austral, las perspectivas para la producción total de cereales secundarios de 2005 de la subregión, que se recogerá a partir de abril y mayo, son favorables, y la producción se pronostica en 18,4 millones de toneladas, la mayor desde el 2000 y superior a la media de los últimos cinco años. Ello se debe principalmente a la buena cosecha obtenida en Sudáfrica, el principal productor de la subregión, donde el primer pronóstico oficial para el maíz, el cultivo básico principal, se cifra en 10,5 millones de toneladas, un 11 por ciento más que la media quinquenal. En otras partes, las perspectivas son variadas, previéndose cosechas inferiores a lo normal en Botswana, Lesotho, Namibia, Swazilandia y Zimbabwe, pero normales y superiores a lo normal en el resto de la subregión. En América Central y el Caribe, se han terminado de recoger las cosechas de cereales secundarios de la temporada secundaria de 2004. La producción total en 2004 se estima en un nivel sin precedentes de 33,4 millones de toneladas, debido principalmente a una buena cosecha de maíz obtenida en México. En cambio, en Cuba, Guatemala, Honduras y Nicaragua se estiman producciones menguadas como consecuencia de unos períodos prolongados de tiempo seco. En América del Sur, ha comenzado la recolección de la cosecha de cereales secundarios de 2005 en los importantes países productores del sur de la subregión. El pronóstico más reciente de la FAO apunta a una producción de aproximadamente 78 millones de toneladas, muy superior al nivel del año pasado y cercano al volumen récord de 2003. En la Argentina, el pronóstico oficial relativo a la cosecha principal de maíz se ha revisado al alza a 18,5 millones de toneladas, debido a unas condiciones atmosféricas mejoradas tras las rachas secas registradas anteriormente en algunas partes. De cumplirse el pronóstico, la producción de maíz estaría muy cerca de la producción sin precedentes de 1998. En el Brasil, ha comenzado la recolección de la cosecha de maíz de la temporada principal en los importantes estados productores meridionales de Río Grande do Sul, Paraná y Minas Gerais, y se prevé que la producción disminuirá en alrededor de un 7 por ciento con respecto a la cosecha de la misma temporada del año pasado. Mientras tanto, la siembra de la cosecha de maíz de la segunda temporada (safrinha) ha comenzado en el estado centro oeste de Mato Grosso y las intenciones de siembra apuntan a una superficie inferior a la media de 2,7 millones de hectáreas. En total, la producción de maíz de 2005 se pronostica provisionalmente en alrededor de 39 millones de toneladas, muy por debajo de la buena cosecha del año pasado. En los países andinos, una limitada humedad del suelo en las zonas costeras de Ecuador y Perú está retrasando las actividades de siembra de la cosecha de maíz de la temporada principal de 2005. También ha afectado negativamente a las perspectivas de siembra la preocupación de los agricultores por la posibilidad de una segunda temporada de sequía consecutiva. En América del Norte, la siembra de la mayor parte de la cosecha de maíz de 2005 comenzará en los Estados Unidos a partir de abril. El informe del USDA, “Prospective Plantings” del 31 de marzo, indica un aumento del 1 por ciento de la superficie sembrada con maíz. Sin embargo, la previsión de un regreso a los rendimientos tendenciales después de los niveles excelentes alcanzados el año pasado supondría una merma importante de la producción con respecto al nivel récord de 2004. En el Canadá, también se prevé que la producción de cereales secundarios (que en su mayor parte se sembrarán en los próximos meses) disminuirá algo en 2005, como consecuencia de la reducción de la superficie plantada con cebada y el retorno a rendimientos medios después de los excelentes niveles obtenidos el año pasado para todos los cereales secundarios. En Europa, después de la abundante cosecha obtenida el año pasado, los primeros informes para 2005 apuntan a una reducción general de la superficie plantada, que, unida a un retorno a los rendimientos normales después de los niveles excepcionalmente altos alcanzados en 2004, podría hacer retroceder la producción situándola en torno a la media de los últimos cinco años. En la UE, se prevé una reducción de la superficie total sembrada con cereales secundarios como respuesta a los cambios de política que restablecieron el requisito del 10 por ciento de detracción de tierras e hicieron que en algunas de ellas se pasara de la producción de cereales secundarios a la producción de trigo. En los Balcanes, también se prevé una reducción de la superficie sembrada después de los excedentes obtenidos el año pasado. En los países de la CEI europea, la superficie total sembrada con cereales secundarios se pronostica provisionalmente en 29 millones de hectáreas, alrededor de un 3 por ciento menos que en 2004. En Australia, las perspectivas para la cosecha de cereales secundarios de verano de 2005 (principalmente sorgo) son muy favorables, debido a las buenas lluvias recibidas en las principales zonas productoras. Se estima que la superficie total de sorgo y maíz ha aumentado en alrededor de un 24 por ciento a casi 800 000 hectáreas.
El pronóstico relativo al comercio mundial de cereales secundarios en 2004/05 (julio/junio) no ha cambiado desde el informe anterior, permaneciendo en 102,5 millones de toneladas. Este volumen es inferior que el de la campaña anterior, aunque la ampliación de la UE y, por consiguiente, la exclusión del comercio interno entre los nuevos países miembros de la UE, representa la mayor parte de esta disminución aparente4/. Según los pronósticos, las importaciones totales de los países en desarrollo aumentarán en 2,3 millones de toneladas a 70 millones de toneladas. En cuanto a los cereales secundarios tomados por separado, las importaciones mundiales totales de maíz se pronostican en alrededor de 77 millones de toneladas, de los cuales las de los países en desarrollo se estiman en 53 millones de toneladas, 1 millón de toneladas más que en la campaña anterior. Se pronostica que el comercio de la cebada se acercará a los 16 millones de toneladas, de los cuales los países en desarrollo importarán alrededor de 12,5 millones de toneladas, 1 millón de toneladas más que en la campaña anterior. Con respecto a otros cereales secundarios, se prevé que las importaciones de los países en desarrollo se mantengan en gran medida inalteradas con respecto a la campaña anterior. Los suministros más abundantes de trigo forrajero, el aumento de la producción en 2004 y el crecimiento más lento de la demanda de piensos son factores que se han conjugado para reducir la demanda de importaciones de cereales secundarios en algunos países de Asia, como Indonesia, Israel, Japón y la República de Corea. Sin embargo, se prevé que Arabia Saudita aumente sus compras de cebada, mientras la República Islámica del Irán y China aumentarían sus importaciones de maíz. En África, se pronostica que las importaciones de maíz de Kenya se duplicarán en la presente campaña a 1,2 millones de toneladas, como consecuencia de una producción de maíz inferior a la media y de un equilibrio más ajustado entre la oferta y la demanda interna. Es probable que las importaciones de la mayoría de los otros países de África se mantengan constantes en los niveles del año anterior. También es probable que en la mayor parte de América Latina y el Caribe las importaciones de cereales secundarios se mantengan en los niveles de la campaña anterior o que aumenten sólo ligeramente. En cambio, se pronostica que las importaciones totales de Europa disminuirán de forma pronunciada. El pronóstico se basa sobre una acusada disminución en la UE como consecuencia de la fuerte recuperación de la producción de la presente campaña así como de la abundancia de suministros de trigo de baja calidad destinado a piensos. Sin embargo, se pronostica un aumento de las importaciones de la Federación de Rusia, debido al aumento de las compras de centeno a causa de una producción interna muy escasa. Los suministros exportables totales de cereales secundarios se han recuperado en la presente campaña a causa del aumento de la producción mundial en 2004. En la UE, es probable que el aumento de los excedentes incremente las exportaciones, sobre todo de cebada y centeno. Se prevé un aumento de las exportaciones de maíz de la Argentina. A pesar de la cosecha récord de maíz obtenida este año en los Estados Unidos, el mayor exportador mundial de maíz, y aunque los envíos del país pudieran aumentar ligeramente en el ejercicio julio/junio, es probable que disminuyan en la campaña comercial agosto septiembre, debido en parte a una demanda mundial débil y a la competencia con otros exportadores. Por el contrario, para China y Brasil se vaticinan fuertes descensos de las ventas. En 2003/04, los dos países exportaron conjuntamente 17,5 millones de toneladas de cereales secundarios, pero dado los equilibrios más ajustados entre su oferta y demanda internas, se pronostica que sus exportaciones combinadas alcanzarán sólo los 9 millones de toneladas en la presente campaña, lo que representa una disminución de cerca del 50 por ciento. Con respecto a otros países, se prevén mayores ventas de cebada y centeno de Ucrania, donde los suministros son abundantes y la demanda de los países vecinos es fuerte, pero las ventas de maíz de la República de Sudáfrica probablemente disminuyan pese al descenso de los precios debido en parte a un rand sudafricano fuerte.
Según los pronósticos, la utilización total mundial de cereales secundarios alcanzará los 983 millones de toneladas en 2004/05, 37 millones de toneladas, o sea casi un 4 por ciento, más que en la campaña anterior. El consumo humano se pronostica en 176 millones de toneladas ligeramente superior al de la campaña anterior, lo que permite que el nivel medio mundial per cápita se mantenga inalterado en alrededor de 28 kg. El uso de piensos representa la mayor parte de la utilización total y se pronostica que alcanzará los 627 millones de toneladas, 27 millones de toneladas más que en la campaña anterior. La mayor parte de este aumento probablemente tenga lugar en los Estados Unidos, la UE y Ucrania, debido a una fuerte recuperación de sus suministros internos. Otra esfera importante de crecimiento es el uso industrial, principalmente la expansión rápida y continua de la producción de etanol en los Estados Unidos, el principal productor de etanol basado en cereales, que deriva del maíz el 98 por ciento de su producción de etanol, y el resto del sorgo. En los últimos años, la utilización total de cereales para la producción de etanol ha aumentado en el país a un ritmo tal que para 2004/05 la industria interna de etanol ha llegado a ser el tercer mercado mayor para el maíz, después de los piensos internos y las exportaciones. En 2004, la producción nacional de etanol aumentó a casi 3 500 millones de galones, lo que requirió un volumen sin precedentes de 40 millones de toneladas de maíz (y más de 1 millón de toneladas de sorgo). Esto representó casi el 17 por ciento del uso interno del maíz y representaría alrededor de un 9 por ciento de la utilización mundial de maíz.
Según los pronósticos actuales, las existencias mundiales de cereales secundarios para las campañas agrícolas que terminan en 2005 alcanzarán los 189 millones de toneladas, 41 millones de toneladas, o sea un 29 por ciento, más que los niveles muy reducidos de apertura y también 9 millones de toneladas más de lo que se había informado en diciembre. El aumento desde el informe anterior se debe al incremento pronunciado en las estimaciones relativas a la producción de 2004. El incremento previsto en las existencias mundiales de la presente campaña se debe a las cosechas superiores a la media o excelentes obtenidas en algunos de los principales países y regiones productores. Las mayores reposiciones se pronostican para los Estados Unidos y algunos países de Europa y China. De cumplirse los pronósticos actuales, las existencias totales de cereales secundarios de los cinco principales exportadores deberían de duplicarse con respecto a la campaña anterior situándose en 84 millones de toneladas, lo que representa un 45 por ciento del total mundial. Otra novedad digna de señalarse es el incremento, por primera vez en cuatro años, previsto en las existencias de China. Gracias a una recuperación de la producción de 2004 en China, también se prevé que las existencias aumentarán en ese país, acercándose a los 51 millones de toneladas, aproximadamente 4 millones de toneladas más que en su nivel de apertura.
Los precios del maíz aumentaron algo desde el informe precedente pero todavía son más bajos que los de la campaña anterior. Las cosechas abundantes y los grandes volúmenes de suministros exportables continuaron pesando sobre los precios internacionales del maíz durante la presente campaña. En marzo, el precio del maíz de los Estados Unidos (No.2 amarillo de los Estados Unidos) alcanzó un promedio de 100 dólares EE.UU. por tonelada, 6 dólares EE.UU. más por tonelada desde noviembre, pero 29 dólares EE.UU., o sea casi un 22 por ciento, menos por tonelada que en el correspondiente mes del año pasado. También en el mercado de futuros de los Estados Unidos, los futuros de maíz continuaron moviéndose en la Bolsa de Chicago en niveles más bajos que el año pasado a pesar del apoyo ocasional recibido de la soja y de un dólar estadounidense débil. A finales de marzo, los futuros para julio de 2005 se cotizaron a 87 dólares EE.UU. por tonelada, alrededor de 35 dólares EE.UU. menos que los valores correspondientes del año pasado.
Desde el último informe, el pronóstico de la FAO relativo a la producción total de arroz de 2004 se ha reducido en 5 millones de toneladas a 605 millones de toneladas (404 millones de toneladas en equivalente de arroz elaborado) al haberse cuantificado mejor los efectos de los problemas meteorológicos de finales del año pasado, sobre todo en Camboya, China (Continental) y Laos. Pese a esta reciente reducción, sin embargo, la producción arrocera mundial de 2004 sería todavía mayor en un 3,8 por ciento a la de 2003 y la segunda más abundante hasta ahora. De entre los productores principales, China terminará la temporada con un aumento del 12 por ciento de la producción pese a las pérdidas ocasionadas últimamente por la sequía a la cosecha del arroz tardío. En cambio, se pronostica que la producción de la India disminuirá ligeramente con respecto a 2003 debido a unas sequías e inundaciones localizadas. Cuadro 6. Produccíon de arroz (millones de toneladas)
La campaña de 2005 está muy avanzada en el hemisferio sur y en la zona ecuatorial, donde algunos países ya han comenzado a recoger sus cosechas de arroz. El pronóstico provisional de la FAO para la producción de 2005 se cifra en 614 millones de toneladas, un 1,5 por ciento más que la estimación revisada para 2004. En el hemisferio norte, donde se produce la mayor parte del arroz mundial, la campaña de 2005 todavía no ha comenzado, de manera que las perspectivas actuales para la producción mundial son muy provisionales. En Asia, pese a las pérdidas de arroz causadas por la marejada que azotó Sumatra en diciembre del año pasado (véase la Nota especial sobre el tsunami), el objetivo de producción fijado por el Gobierno de Indonesia para 2005 ha sido sólo marginalmente inferior a los resultados sin precedentes obtenidos el año pasado. Según se prevé, la producción de Sri Lanka, otro país afectado por el tsunami, se recuperará en 2005, debido a un tiempo favorable. La cosecha principal Maha, que se está recogiendo ahora, se cifra en 1,9 millones de toneladas, un 16 por ciento más de lo obtenido de la misma cosecha, afectada a causa de la sequía, en 2004. También son positivas las perspectivas en Malasia. En el África austral y oriental, se prevé que la producción de Madagascar aumente a 3,4 millones de toneladas, debido a un incremento de la superficie plantada en respuesta al alza de los precios internos y a las lluvias abundantes recibidas en los dos últimos meses. En Malawi y Mozambique, unas rachas secas registradas en las partes meridionales durante febrero han empeorado las perspectivas para una recuperación de la producción arrocera con respecto a los niveles afectados por la sequía de 2004. En Tanzania, unas lluvias tardías e irregulares recibidas en las principales zonas productoras de las tierras altas del norte han afectado negativamente a la superficie sembrada con arroz y a los rendimientos. En América del Sur, las encuestas oficiales realizadas en la Argentina apuntan a un incremento del 4 por ciento de la superficie plantada, lo que, unido a unos rendimientos mejores, impulsaría la producción en un 8 por ciento. En el Brasil, los pronósticos oficiales indican una producción de arroz semejante a la de la abundante cosecha del año pasado, ya que el aumento de la superficie plantada compensó el retorno a rendimientos normales. Se señala que en el Uruguay la limitada disponibilidad de agua para riego se ha traducido en una disminución del 10 por ciento de la superficie plantada, lo que podría reducir la producción a 1,1 millones de toneladas. En el Ecuador y el Perú el tiempo seco imperante actualmente está retrasando las operaciones de siembra de la cosecha de arroz de 2005. En Guayana, es probable que el sector, que depende mucho de las exportaciones destinadas al mercado de la UE, se vea perjudicado por el descenso de los precios de exportación previsto bajo el nuevo régimen de políticas arroceras de la UE aplicado en septiembre de 2004. En Australia los pronósticos oficiales apuntan a una contracción del 20 por ciento de la producción arrocera en 2005, ya que en las zonas productoras la insuficiencia de las precipitaciones limitó nuevamente este año los cultivos. En los principales países productores de Asia, donde la cosecha de arroz de 2005 todavía no se ha plantado, se prevé una recuperación de la producción en 2005 en los países afectados por importantes anomalías meteorológicas en 2004, en particular Bangladesh, Camboya, la India, Nepal, y Tailandia, acuciados a menudo por la necesidad de reconstituir las reservas internas de arroz. Según se prevé, en la República Islámica del Irán, el Pakistán y Filipinas, la producción continuará la tendencia ascendente de los últimos años. En Viet Nam , el Gobierno, que se ha comprometido a mantener constante la superficie sembrada con arroz, está apuntando a un incremento sólo marginal de la producción a 36 millones de toneladas. De forma análoga, se prevé un incremento moderado del 1,4 por ciento de la producción en China, a 182,5 millones de toneladas, ya que el aumento de los costos de los insumos puede limitar los efectos de incentivo de los precios. En cambio, los pronósticos oficiales ya indicaron una merma de la producción del Japón en 2005, de conformidad con las actuales políticas gubernamentales. Análogamente, la ampliación del acceso a los mercados para las importaciones debería de deprimir el sector en la República de Corea. Entre los países africanos situados al norte del Ecuador, se prevé que la producción se recuperará en el Chad y Malí. Están previstos aumentos ulteriores en Egipto, Nigeria y el Senegal, con pocos cambios en otras partes ya que el alza de los costos de los insumos básicos, especialmente los fertilizantes, puede neutralizar los efectos positivos de los precios internos interesantes. En otras partes, como en Costa Rica, Cuba, Nicaragua y Panamá, la producción de 2005 debería recuperarse con respecto a los niveles reducidos por la sequía y las plagas del año pasado, mientras los pronósticos oficiales en México apuntan a una disminución marginal. En base a los pronósticos oficiales, se prevé también una mengua de la producción en los Estados Unidos, debido a una disminución de los precios al productor y a unas condiciones de crecimiento menos favorables.
La FAO ha aumentado levemente su pronóstico relativo al comercio del arroz en 2005 a 25,8 millones de toneladas, lo que significaría un descenso del 3 por ciento respecto de la cuantía comercializada en 2004. Una gran parte de la contracción del comercio del arroz de este año debería derivar de una acusada reducción de las exportaciones de Tailandia, con respecto al nivel excepcionalmente alto de 10,1 millones de toneladas exportadas en 2004. Dada la escasa producción obtenida en 2004 y el consiguiente ajuste de los precios, se prevé que el país exportará 8,5 millones de toneladas, que es todavía el segundo nivel más alto registrado hasta el momento. Según los pronósticos, los envíos de Viet Nam aumentarán ligeramente este año a 4,1 millones de toneladas, pese a la sequía que está afectando actualmente a la segunda cosecha. La buena campaña de 2004 debería permitir al Pakistán incrementar sus exportaciones, pese al aumento de los aranceles de importación registrado últimamente en sus mercados tradicionales del África oriental. Es posible que se recuperen este año las exportaciones de China (Continental), gravemente limitadas por la falta de disponibilidades en 2004. Sin embargo, el pronóstico de 1,4 millones de toneladas es inferior a los volúmenes medios de exportación, dados los resultados relativamente moderados de la producción de 2004. También se prevé un aumento de las exportaciones de los Estados Unidos en 2005, sostenidas por el descenso previsto en los precios internos, el acceso mejorado a América Central y el Caribe y la débil competencia de Australia. Pese a la decepcionante cosecha de 2004, se prevé que las ventas de la India estarán en torno a los 2,5 millones de toneladas, volumen sólo marginalmente inferior al del año pasado, ya que el fortalecimiento previsto de los precios mundiales deberá permitir al país seguir siendo competitivo, especialmente en el mercado del arroz sancochado. De entre los otros exportadores tradicionales, se prevé que Egipto mantendrá sus exportaciones a un alto nivel, 750 000 toneladas. En América del Sur, Argentina podría potenciar los envíos, aunque ello podría suponer la necesidad de conquistar nuevos mercados fuera de la región. En cambio, en Guayana y Uruguay las exportaciones podrían disminuir. Las ventas de arroz de Australia continuarán viéndose restringidas por una disponibilidad interna muy limitada, después de tres años de precipitaciones inferiores a lo normal recibidas en las zonas productoras de arroz. Según se prevé, la demanda de importación se mantendrá activa en el curso del año en algunos de los principales países importadores de arroz, a pesar de que en algunos casos predominan las restricciones a las importaciones. En particular, se prevé que las entregas a Indonesia aumenten a 1,2 millones de toneladas. Aún cuando el Gobierno ha prorrogado hasta junio la prohibición de las importaciones de arroz, la empresa comercial estatal Bulog está examinando la posibilidad de comprar arroz en el mercado mundial para evitar las escaseces derivadas de las actuales condiciones de sequía que afectan a la cosecha secundaria. Se prevé que preocupaciones semejantes impulsarán las importaciones de Bangladesh, donde se han señalado fuertes aumentos de los precios. En Filipinas, la Corporación Nacional de Alimentos ha contratado cuantiosas compras en los últimos meses. En total, se pronostica que el país comprará 1,1 millones de toneladas en 2005, 1 millón de toneladas más que el año pasado. Según fuentes oficiales, se prevé que las importaciones de la República de Corea aumentarán a 226 000 toneladas. Al principio de este año el Gobierno concluyó un acuerdo con nueve países miembros de la OMC para mantener el arroz dentro del marco de la “disposición del trato especial” de la OMC por otros diez años. A cambio de eso, se comprometió a ir ampliando progresivamente hasta 2014 el contingente mínimo de importación hasta el equivalente del 7,9 por ciento del consumo interno, o sea 408 700 toneladas, y permitir inmediatamente que el 10 por ciento de las importaciones se comercialice en los negocios minoristas. En cambio, se prevé que las importaciones de China (Continental) descenderán aproximadamente a 500 000 toneladas, frente a las 761 700 toneladas registradas en 2004. También es probable que desciendan algo en la República Islámica del Irán. Las perspectivas actuales para las importaciones de los países africanos apuntan también a una contracción general, debida principalmente al aumento de los precios mundiales y de los fletes, agravado, en algunos casos, por la devaluación de las monedas internas. Según las perspectivas actuales, se prevé una disminución de las entregas de arroz a Benin, Camerún, Madagascar, Nigeria y Sudáfrica. A partir de la aplicación del protocolo de la Unión Aduanera del África oriental, de 1 de enero de 2005, Kenya, Tanzania y Uganda aumentaron los aranceles sobre las importaciones de arroz a 75 por ciento, una decisión que, según las previsiones, deprimirá las exportaciones de este año. La mayoría de los países de América Central y el Caribe mantendrán un nivel relativamente alto de importaciones, en particular Cuba, Haití y Nicaragua, afectados por problemas meteorológicos en 2004. Brasil, en cambio, basándose en el aumento de las existencias y en las previsiones actuales de una cosecha superior a la media, importará menos este año, e incluso exportará, según está anunciando. También se prevé una disminución de las compras de los Estados Unidos, mientras Australia podría necesitar entrar en el mercado para la compra de por lo menos 100 000 toneladas para cubrir sus necesidades internas y mantener al mismo tiempo un volumen mínimo de exportaciones. En el resto del mundo, se prevé que las importaciones de la UE aumenten a casi 1 millón de toneladas. Los aranceles de la UE para las importaciones de arroz elaborado y descascarillado acusaron una fuerte baja en septiembre del año pasado a 65 euros por tonelada y 175 euros por tonelada, respectivamente, debido a una reducción del 50 por ciento en el precio oficial de compra de arroz. Las negociaciones con algunos interlocutores comerciales indujeron a la UE a acordar ulteriores reducciones arancelarias a partir del 1 de marzo de 2005. Según el acuerdo, los tipos arancelarios aplicados a las importaciones de arroz descascarillado se revisarán sobre la base de los volúmenes importados durante un período de seis meses. Según se prevé, este año las importaciones de la Federación de Rusia se mantendrán en torno a las 470 000 toneladas, pese al reciente anuncio de que el país impondrá un arancel de 70 euros por tonelada durante nueve meses. Esto reemplaza el arancel anterior del 10 por ciento, que hasta enero estuvo también sujeto a un valor mínimo de 30 euros por tonelada.
Las existencias mundiales de arroz al cierre de las campañas comerciales 2004/05 se estiman en 97 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior a la estimación anterior de 99 millones de toneladas. La revisión se debe principalmente al empeoramiento de las perspectivas para la producción en China, que dio lugar a una disminución de la estimación de las existencias arroceras del país al final de la campaña de 2004. En comparación con sus niveles de apertura, las existencias mundiales disminuirían en 6 millones de toneladas, lo que significa que la producción en 2004 fue insuficiente para satisfacer el consumo y hubo que recurrir a las reservas para colmar el déficit. Se prevé que durante la campaña 2004/05 reducirán sus existencias la mayor parte de los exportadores tradicionales, incluidos China, Egipto, la India, Pakistán y Tailandia, aunque Viet Nam podría mantenerlas cerca de sus niveles de apertura y los Estados Unidos aumentarlas a un nivel récord de 1,3 millones de toneladas. Con respecto a los importadores, es probable que las existencias terminen disminuyendo en Indonesia y Nigeria, pero cambiarán poco en Filipinas y la República Islámica del Irán, y aumentarán en Brasil, Japón y la República de Corea.
Los precios internacionales del arroz se fortalecieron en 2004, y el índice de precios de la FAO para el arroz (1998-2000=100) alcanzó un promedio de 104 puntos para todo el año, el nivel más alto desde 1998, y 22 puntos más que en 2003. Entre las distintas categorías, las cotizaciones del arroz índica de alta calidad aumentó en un 20-30 por ciento con respecto a 2003. El aumento fue aún más fuerte en el caso del arroz índica de calidad inferior, y los precios del Thai A1 Super aumentaron 56 dólares EE.UU. por tonelada, o sea un 37 por ciento, entre 2003 y 2004. En el caso del arroz japónica y aromático los aumentos fueron más contenidos. Los precios se han mantenido en una tendencia alcista desde noviembre de 2004, con el índice estable en 106 puntos en enero y marzo, 5 puntos más que en noviembre y 3 puntos más que en diciembre. La firmeza de los precios se debió a las malas condiciones atmosféricas imperantes durante la cosecha secundaria de arroz en algunos de los principales países productores, que suscitaron temores acerca de una posible rigidez del mercado en los próximos meses. En el sector del arroz índica de alta calidad, el precio del Thai 100% B pasó de 265 dólares EE.UU. por tonelada en noviembre a 294 dólares EE.UU. por tonelada en las tres primeras semanas de marzo. Las cotizaciones del Thai A1 Super también aumentaron alrededor de 15 dólares durante el período. A diferencia de la mayoría de las otras procedencias, las cotizaciones para el arroz originario de los Estados Unidos descendieron en los últimos cuatro meses, a raíz de la excelente cosecha obtenida en 2004 y del aumento de las existencias internas. Se prevé que los precios internacionales del arroz seguirán aumentando en los meses venideros, ya que los suministros tienden a escasear en algunos de los principales países exportadores.
Pasando a niveles no registrados desde principios de los años noventa, el índice de la FAO para los precios internacionales de la carne ponderado en función del comercio exterior, alcanzó un promedio de 102 puntos en 2004, frente a una media de 90 puntos en 2003. La presión de los precios a principios del año se debió a las enfermedades de animales y a las preocupaciones acerca de la inocuidad de los alimentos que limitaron los suministros exportables de algunos de los principales mercados asiáticos, afectados por la gripe aviar, y de América del Norte a raíz tanto de los brotes de gripe aviar como de los informes acerca de la presencia de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB). A medida que los mercados se fueron abriendo gradualmente durante el curso del año, los precios internacionales de la carne, particularmente para la carne de aves de corral y de vacuno, experimentaron una cierta disminución; pero en 2004 sus precios medios aumentaron un 22 y 14 por ciento, respectivamente, respecto a los niveles del año anterior.
En 2004, los mercados mundiales de la carne se caracterizaron por una considerable inestabilidad, ya que los brotes de enfermedades de animales indujeron a los gobiernos a adoptar políticas para proteger sus sectores ganaderos, que incluyeron la prohibición de importar, controles sanitarios más estrictos en la frontera y reglamentaciones internas más rigurosas. Mientras la producción mundial aumentó en un 2 por ciento, el cierre masivo de mercados dio lugar a una disminución estimada en un 1 por ciento del comercio mundial de carne, la primera disminución desde mediados de los años ochenta. Los brotes de enfermedades de animales, combinados con la evolución de los tipos de cambio, produjeron un cambio apreciable en las pautas comerciales que ha favorecido el aumento del comercio de la carne procedente de América del Sur. Entre tanto, las preocupaciones acerca de la inocuidad de los alimentos indujeron a cambiar la composición de los productos comercializados, como fue el caso de los países con gripe aviar que aumentaron sus exportaciones de productos cocinados para obviar las prohibiciones del comercio de carne fresca/refrigerada. En 2005, se prevé una cierta recuperación del consumo de carne, a medida que los mercados se abran y aumenten los suministros exportables, dando lugar a una posible baja de algunos precios. Sin embargo, las perspectivas para el mercado de la carne en 2005 se verán influenciadas sobremanera por las preocupaciones acerca de la inocuidad de los alimentos a raíz de las víctimas humanas registradas en Asia a causa de la gripe aviar y de la EEB, y por la situación de las enfermedades de animales en muchos países, la variación de los tipos de cambio, y las novedades en materia de políticas de producción y comercio. En particular, las perspectivas para el comercio dependerán de la solución satisfactoria de algunos problemas que se presentan actualmente en el comercio como callejones sin salida, a saber: la administración de los contingentes en la Federación de Rusia; las reglamentaciones mínimas sobre los riesgos de EEB en los Estados Unidos, que influirán sobre el comercio transfronterizo de ganado entre los Estados Unidos y el Canadá; la actividad comercial de los Estados Unidos que incluye la imposición de derechos antidumping contra los cerdos canadienses; y el marco normativo que servirá para reanudar el comercio de carne de vacuno entre los Estados Unidos y el Japón. Además, el comercio de la carne de ave se verá influenciado por la inminente decisión preliminar de la OMC acerca de los derechos de la UE para la importación de pollos salados que en 2003 pasó de 15,4 por ciento a 75 por ciento. Cuadro 7. Estadísticas mundiales sobre la carne1
1 Estadísticas de la carne más pormenorizadas están disponibles en Internet como parte de la Web de la FAO (www.fao.org) en la siguiente dirección URL : http:/www.fao.org/es/ESC/en/20953/21014/index.html
2 Incluye la carne (fresca, refrigerada, congelada, preparada y envasada) equivalente en peso en canal; excluye los animales vivos, los menudos y el comercio dentro de la UE-15.
Nota: Total calculado a partir de datos no redondeados.
Se estima que la producción mundial de carne aumentará un 2,8 por ciento en 2005 a 264,7 millones de toneladas, sostenida por los fuertes precios de la carne y los precios débiles de los piensos, que han disminuido en más del 20 por ciento respecto a los niveles de principios de 2004. Aunque según las proyecciones los suministros de carne aumentarán tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, se prevé que cerca del 80 por ciento del aumento de 7 000 toneladas de la producción de 2005 se registrará en los países en desarrollo, concentrándose principalmente en Asia, que representa más del 40 por ciento de la producción mundial de carne. La cuota de la producción mundial de carne de los países en desarrollo debería aumentar hasta alcanzar el 58 por ciento, frente al 43 por ciento de principios de los años noventa. Según las previsiones, en 2005 la carne de bovino experimentará los aumentos de producción más fuertes, de hasta 3,1 por ciento, a 63,5 millones de toneladas. Un incremento previsto tras el estancamiento del crecimiento en 2004, a pesar de que en los países en desarrollo las cabañas acusan niveles bajos sin precedentes. Aunque en América del Norte y Australia las cabañas siguen limitadas, se supone que los precios fuertes darán lugar a una ligera recuperación de los sacrificios y de la producción, mientras en la UE se prevé una merma de la producción debida a la reforma de la PAC que ha rebajado los pagos a los productores. Lo cual, sin embargo, podría verse parcialmente compensado por la eliminación gradual propuesta por la UE del plan para animales de más de treinta meses (OTMS)5/ en el Reino Unido, que podría aumentar la producción total en más de 185 000 toneladas. También se prevé un incremento importante de la producción de carne de ave en 2005, pero la gripe aviar todavía persiste en Asia. La producción avícola mundial debería de aumentar en 2005 en un 2,8 por ciento. El consumo de carne de ave en Asia, que en 2004 arrojó un descenso sin precedentes a 27,2 millones de toneladas, debería de recuperarse en 2005, llevando la ingesta regional per cápita al nivel de 2003, anterior a la gripe aviar, de 7,4 kg per cápita. Sin embargo, los brotes persistentes de gripe aviar N5N1, que se propaga más rápidamente en climas más fríos, continúan siendo un problema en algunos de los ocho países asiáticos que han comunicado oficialmente a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) la existencia de brotes desde finales de 2003. Desde principios de 2004 han muerto o se han sacrificado más de 140 millones de aves en la región (o sea un 20-25 por ciento de las existencias de Viet Nam y Tailandia), lo que se traduce en una disminución del 3 por ciento de la producción asiática. Entre tanto, las cuestiones relativas a la salud humana continúan causando preocupación en todo el mundo ya que el virus ha matado al menos a 47 personas desde su primera erupción en Asia a finales de 2003. Se pronostica que la producción de carne de cerdo aumentará un 2,6 por ciento a 103,4 millones de toneladas. El mercado mundial se verá sostenido por unas perspectivas económicas sólidas en Asia, que darán lugar a un incremento del 3-4 por ciento de la producción en China, Japón, Filipinas y Viet Nam . En los países desarrollados, se prevé que la producción se mantenga estable, ya que el incremento registrado en América del Norte se verá compensado por una merma en la producción europea. Entre tanto, es probable que la producción mundial de carne de ovino aumente también en un 3,3 por ciento, sostenida por los fuertes incrementos registrados en los países en desarrollo que representan casi tres cuartas partes de los suministros mundiales. Tras dos años de crecimiento limitado, el consumo de carne per cápita puede alcanzar los 41,7 kg en 2005, sostenido por un crecimiento económico relativamente firme y la recuperación de la confianza de los consumidores, particularmente en los países en desarrollo. Hay, sin embargo, gran incertidumbre con respecto a las perspectivas para el consumo de carne en Asia debido a la confirmación por parte del Japón de su primer caso de la variante humana de la enfermedad de las vacas locas (la variante Creutzfeldt-Jakob es una manifestación humana de la encefalopatía espongiforme bovina).
Según las previsiones, las perspectivas para una recuperación del consumo de carne, combinadas con un acceso mayor a los mercados debido a que algunos países van abriendo gradualmente las fronteras tanto para la carne vacuna norteamericana como para algunos productos asiáticos sometidos a tratamiento térmico, sostendrán el comercio mundial de carne en 2005. Se pronostica que el comercio de la carne crecerá en un 4 por ciento a 20,1 millones de toneladas, tras la disminución del 1 por ciento experimentada en 2004. En general, las repercusiones manifestadas ampliamente en los mercados de las enfermedades de animales continuarán acelerando el desplazamiento de las cuotas del mercado exportador hacia los productos sudamericanos. En particular, la continua suspensión comercial de los productos vacunos procedentes de América del Norte (debida a la EEB) y de los productos avícolas de los países asiáticos afectados por la gripe aviar sostendrán el cambio de orientación del mercado. Es probable que la cuota de mercado mundial para las exportaciones de carne sudamericanas aumente otro punto porcentual tras haber alcanzado en 2004 el 29 por ciento (37 por ciento para la carne vacuna y 35 para la carne de ave). Y con toda probabilidad Brasil, que representó el 24 por ciento de las exportaciones mundiales de carne en 2004, mantendrá su posición de mayor exportador de carne, tomando la delantera en el sector de la carne vacuna y compitiendo con los Estados Unidos como el mayor exportador de carne de ave. Pese a la escasez de suministros en los países desarrollados y a la previsión de que continuará la prohibición japonesa de importar carne de bovino de los Estados Unidos, en 2005 las exportaciones aumentarán según las proyecciones un 5 por ciento a 6,3 millones de toneladas, con una demanda mayor prevista en la UE, México, la República de Corea y los Estados Unidos. Estados Unidos es el principal importador mundial de carne de vacuno, y con el crecimiento más rápido, que representa casi la mitad del aumento de más de 1,3 millones de toneladas registrado en las importaciones desde mediados de los años noventa. Aunque representa una cuarta parte de las importaciones mundiales en 2004 y 2005, continúa siendo también el segundo exportador, si bien en 2005 sus exportaciones se mantendrán en niveles bajos sin precedentes por falta de un acuerdo con el Japón sobre la presentación de los registros de nacimiento del ganado para la carne de vacuno exportada de los Estados Unidos. Es probable que la continua falta de competencia de los Estados Unidos en los principales mercados de carne de vacuno en 2005 fortalezca las exportaciones de Australia, América del Sur y de otros exportadores más pequeños como la India y Nicaragua. Entre tanto, en la UE, los altos precios de la carne de vacuno, combinados con una moneda fuerte y la limitación de los contingentes destinados a la Federación de Rusia, su mercado principal, no solamente impedirán cualquier recuperación de sus exportaciones sino que consolidará su posición de importador neto. Según se prevé, la cuota de las exportaciones de los países en desarrollo alcanzará el 48 por ciento en 2005, casi el doble de la de 2000. Pero este incremento del 8 por ciento de las proyecciones se sitúa muy por debajo del crecimiento medio de casi el 25 por ciento registrado en los últimos tres años. Tras un descenso del 4 por ciento experimentado en 2004, se prevé que el comercio total de la carne de ave aumente un 5 por ciento en 2005 a 8,2 millones de toneladas, ya que los principales países exportadores, como los Estados Unidos y el Brasil, fortalecen la producción y las exportaciones para responder a una activa demanda interna y a los precios internacionales relativamente altos. Además, algunos exportadores no tradicionales, como Chile, Malasia y Filipinas, continuarán exportando carne de ave a mercados asiáticos que tienen precios altos, como Japón, la República de Corea y Singapur, que están rechazando los productos frescos/refrigerados procedentes de Tailandia y China, sus principales proveedores. Es probable que las prohibiciones vigentes en los países importadores limiten las exportaciones de la región a menos de 1 millón de toneladas, volumen ligeramente superior a las exportaciones en 2004, pero todavía cerca de un 50 por ciento menor que el volumen de 1,8 millones de toneladas exportado en 2002. Entre tanto, se prevé que, tras la disminución del 17 por ciento en 2004, las importaciones asiáticas se recuperen a 3,3 millones de toneladas, volumen inferior al de 2003 anterior al brote de la gripe aviar. También está previsto un aumento de la demanda mundial de importación de la región centroamericana y caribeña, en la que México figura como el cuarto importador de carne de ave y hay un mayor acceso al mercado de Cuba. A medida que se recupera la demanda de carne de vacuno y de ave, se prevé una reducción de los aumentos relativamente fuertes del comercio registrados en 2004 por el sector de la carne de cerdo. Según las previsiones, el comercio mundial de la carne de cerdo se mantendrá prácticamente inalterado, ya que aumentará menos del 1 por ciento en 2005 hasta alcanzar los 4,5 millones de toneladas. Los informes sobre la no activación de la salvaguardia japonesa para la carne de cerdo sostendrán el mercado, pero es probable que descienda la demanda de importaciones asiáticas, tras el aumento del 13 por ciento registrado en 2004, al fortalecerse las perspectivas para la producción regional. Mientras se prevé un crecimiento moderado de las exportaciones norteamericanas, es probable que los envíos de otros países se vean limitados por los contingentes bajos vigentes en la Federación de Rusia y el alza de los precios. El comercio de los productos de carne de ovino debería de alcanzar las 750 000 toneladas, lo que representa un aumento del 4 por ciento, al coincidir la fuerte demanda de América del Norte y Asia con un incremento de los suministros en Oceanía, como consecuencia del aumento de los rebaños y de los pesos en canal. Pero las importaciones de los Estados Unidos pueden verse limitadas por un dólar EE.UU. más débil y una ligera recuperación de los rebaños. 2. Incluida la harina de trigo en equivalente en grano. 3. Las importaciones de la UE arrojan una disminución con respecto a la campaña anterior a causa también de su ampliación, cuyas repercusiones en las cifras del comercio se examinaron en las Perspectivas Alimentarias de junio de 2004. 4. En las Perspectivas Alimentarias de junio de 2004 se examinaron las repercusiones de la ampliación de la UE en las cifras del comercio. 5. La OTMS es un programa del Reino Unido ejecutado en respuesta a la crisis de la EEB, que prohíbe el consumo humano de carne derivada de animales que en el momento de ser sacrificados sean mayores de 30 meses de edad. |