P�gina precedenteIndiceP�gina siguiente


La conservaci�n de la diversidad biol�gica como elemento de la gesti�n forestal sostenible: normas y pr�ctica en Polonia

K. Rykowski

Kazimierz Rykowski es profesor de
silvicultura y jefe del Departamento de
Ecolog�a Forestal y Protecci�n del
Medio Ambiente, Instituto de
Investigaci�n Forestal,
Varsovia, Polonia.

En los �ltimos diez a�os, las leyes y la pr�ctica en Polonia han hecho hincapi� en la conservaci�n de la diversidad biol�gica, como uno de los aspectos b�sicos de la gesti�n forestal sostenible.

El proceso de transici�n en los pa�ses de Europa central y oriental, con sus muchos cambios pol�ticos, econ�micos, sociales e institucionales, afecta tambi�n al sector forestal. Se est�n adoptando nuevas pr�cticas, normas y pol�ticas forestales en consonancia con los acuerdos internacionales, las recomendaciones y las estrategias derivados de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) en 1992, en particular el Programa 21, los "Principios Forestales", el Convenio sobre la Diversidad Biol�gica (CDB), la Convenci�n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim�tico (CMNUCC), las recomendaciones del Grupo Intergubernamental sobre los Bosques (GIB) y el Foro Intergubernamental sobre los Bosques (FIB), las medidas de aplicaci�n de las Conferencias Ministeriales sobre Protecci�n de los Bosques en Europa (celebradas en Estrasburgo, Francia, en 1990; Helsinki, Finlandia, en 1993; y Lisboa, Portugal, en 1998) y la estrategia forestal de la Uni�n Europea. En consecuencia, la conservaci�n de la diversidad biol�gica de los bosques ocupa un lugar central, no s�lo como imprescindible para la conservaci�n de la naturaleza, sino como uno de los componentes esenciales para la gesti�n forestal sostenible.

Los bosques cubren alrededor del 29 por ciento de la superficie de Polonia y, junto con las tierras agr�colas, dominan el paisaje, creando un h�bitat favorable para la fauna y la flora nativas. El nivel de transformaci�n humana de los bosques polacos es variable, pero la extensi�n de los bosques naturales y seminaturales es todav�a significativa.

Pinus sylvestris regenerado naturalmente en Polonia, pa�s del pino

E. DMYTERKO

En este art�culo se presentan los principales principios de la conservaci�n de la biodiversidad forestal seg�n las normas y la pr�ctica forestales en Polonia, con especial atenci�n a la conservaci�n en los bosques productivos. Se revisan primero las causas b�sicas de la p�rdida de biodiversidad forestal en Europa central y oriental y algunos de los principios te�ricos de la biodiversidad que determinan el establecimiento de objetivos de gesti�n y conservaci�n.

CAUSAS B�SICAS DE LA P�RDIDA DE DIVERSIDAD BIOL�GICA EN LOS BOSQUES

Gran parte de la p�rdida de biodiversidad en los bosques de Europa central y oriental puede atribuirse a la obsesi�n por el r�pido crecimiento econ�mico. Son factores coadyuvantes la contaminaci�n del aire, el agua y el suelo; el desarrollo industrial y agr�cola y la urbanizaci�n, que han fragmentado la cubierta forestal; y tal vez lo m�s importante, las pr�cticas de explotaci�n forestal intensiva centradas sobre todo en la producci�n de madera. Esta orientaci�n ha llevado a sustituir los bosques mixtos y de frondosas (tipos de bosques naturales en las llanuras de Europa central) por monocultivos de con�feras muy productivos. El paso de los bosques mixtos naturales a las plantaciones de especie �nica, junto con pr�cticas intensivas como aclareos en gran escala, retirada rigurosa de �rboles muertos y recolecci�n antes de la madurez, han tenido efectos negativos para la biodiversidad forestal. La diversidad biol�gica se ha contra�do tambi�n al sustituirse la sucesi�n natural por la regeneraci�n artificial y la competici�n dentro de las especies con la selecci�n artificial.

El modelo de "bosque normal" introducido en Europa en el siglo XIX sustituy� la explotaci�n aleatoria por la gesti�n "racional" de los recursos forestales, y engendr� una obligaci�n de regenerar los espacios deforestados. Este modelo ha protegido a Europa contra la p�rdida de cubierta forestal y ha permitido que la tendencia al aumento de la cubierta forestal contin�e hasta hoy. Pero si bien evit� cambios cuantitativos, los introdujo cualitativos. Al transformar los variados bosques naturales existentes en una serie de espacios arbolados uniformes, el modelo de bosque normal produjo graves interferencias en la complejidad biol�gica estructural y en la diversidad de especies de los ecosistemas forestales naturales, as� como en su heterogeneidad natural y su variabilidad espacial y temporal.

Ello no obstante, los bosques de Europa central y oriental siguen conteniendo algunos de los componentes m�s valiosos y bien representados de la fauna y la flora europeas. Los bosques son tambi�n objeto de una legislaci�n para la protecci�n de la naturaleza en la regi�n (Rykowski, Matuszewski y Lenart, 1999).

Un �rbol muerto dentro de un rodal aumenta la biodiversidad forestal; en Polonia, la retirada de �rboles muertos en virtud de una gesti�n orientada a la producci�n intensiva ha repercutido negativamente sobre la biodiversidad forestal

E. DMYTERKO

POSTULADOS TE�RICOS Y PROBLEMAS NO RESUELTOS

Los seres humanos son los �nicos usuarios de la naturaleza que la manipulan conscientemente. Al regular los mecanismos de producci�n primaria (mediante la silvicultura y la gesti�n forestal), el hombre regula el desarrollo de los ecosistemas e influye sobre la abundancia de formas de vida, dentro de los l�mites de las actuales condiciones ecol�gicas.

La idea de que "la diversidad crea diversidad" es verdad s�lo parcialmente. Una falta de referencia a escalas temporales y espaciales, de �ndice exactos y en especial de un nivel de referencia para la diversidad deseada u �ptima crea algunas dudas sobre el concepto de diversidad biol�gica como filosof�a rectora de la protecci�n de la naturaleza. La diversidad dentro de una categor�a de plantas, animales o microorganismos puede limitar la diversidad en otra; el aumento de la diversidad local puede mermar la diversidad en la diversidad del paisaje entre ecosistemas situados en una regi�n m�s amplia; un aumento de la diversidad de especies puede producir una menor diversidad de ecosistemas; un aumento de la diversidad gen�tica intraespec�fica puede reducir el n�mero de especies; etc.

Los cambios en la diversidad biol�gica a niveles tr�ficos individuales tienen una importancia variable y determinan procesos y estados diferentes, a menudo contradictorios, en el ecosistema. Sistemas decadentes pueden presentar una alta diversidad de heterotrofos, mientras que sistemas no decadentes pueden estar limitados a unas pocas especies de productores. Una baja diversidad biol�gica puede ser signo de vigorosos procesos de crecimiento (ecosistemas j�venes, fases iniciales de sucesi�n), es decir un fen�meno positivo; mientras que una alta diversidad biol�gica, por ejemplo de microorganismos, puede significar un predominio de procesos de deterioro o una decadencia del sistema, es decir un fen�meno negativo.

Que la diversidad tenga efectos positivos o negativos sobre la sostenibilidad de los ecosistemas, es un viejo problema no resuelto de la ecolog�a. La sostenibilidad del sistema no es tanto funci�n de la diversidad como de la complejidad; en otras palabras, es funci�n no s�lo del n�mero de elementos, sino sobre todo del n�mero de v�nculos internos entre esos elementos. Los sistemas con baja diversidad de especies pueden ser tan sostenibles como los sistemas con especies abundantes si tienen una alta complejidad interna. Es discutible, pues, que la diversidad biol�gica sea un indicador v�lido de una situaci�n deseable para cada tipo de bosque en cada zona clim�tica.

Espacios no forestales como tierras de cultivo, prados, huertos, estanques, jardines y asentamientos humanos aparecieron tras la retirada de los bosques. Dan testimonio de la mano de la humanidad en la formaci�n de la diversidad biol�gica. Los bosques recuperar�an esos espacios si la actividad y la interferencia humanas cesaran durante bastante tiempo. En tal caso, la sucesi�n natural espont�nea har�a m�s uniforme la naturaleza en la zona clim�tica templada, o sea que reducir�a la diversidad biol�gica a nivel del paisaje. La diversidad a nivel del paisaje consiste en la coexistencia de sistemas complejos y simples.

Los ecosistemas forestales "artificiales" no han de ser clasificados necesariamente de forma negativa. La gesti�n de tales espacios, en los que puede haber especies introducidas, desempe�a un papel importante en la estructura y el mantenimiento de la diversidad. Conjuntos que son artificiales en el momento de su creaci�n, son a partir de entonces objeto de procesos naturales. Una buena gesti�n de esos procesos puede hacer comparables tales bosques a ciertos ecosistemas naturales. La riqueza biol�gica podr�a disminuir si se detuviera la actividad humana.

La estrategia de conservaci�n de la biodiversidad de los bosques debe ser parte de un sistema general de protecci�n de la naturaleza, que constituye un proceso continuo en la relaci�n entre la poblaci�n y la naturaleza. Tal proceso empieza hoy con bosques primarios protegidos y reservas estrictas y contin�a con bosques productivos y administrados hasta plantaciones madereras y plantaciones que utilizan especies gen�ticamente mejoradas y producci�n cl�nica. Hay diferencias en los valores ecol�gicos, econ�micos y sociales de los bosques a lo largo del proceso; la biodiversidad forestal no se mantendr� nunca por obra exclusiva de una red creciente de zonas protegidas. El actual sistema de protecci�n de la naturaleza que se inici� en el siglo XIX, basado en la delimitaci�n de zonas protegidas frente a los sistemas de producci�n y en el abandono de las actividades econ�micas en aqu�llas, no siempre es eficiente (a veces la protecci�n queda en el papel) y es hoy insuficiente. El sistema divid�a netamente la naturaleza en dos categor�as: la protegida por la ley y las zonas carentes de tal protecci�n. Actualmente la silvicultura tiene a su disposici�n un instrumento operacional -la gesti�n forestal sostenible- para mantener y desarrollar la biodiversidad en todos los bosques, y no s�lo en las zonas forestales protegidas.

La empresa que ha de acometerse en el futuro es establecer un sistema de conservaci�n para toda la naturaleza que est� integrado con la actividad social y econ�mica de la humanidad, teniendo en cuenta las condiciones locales y regionales, as� como los derechos e intereses de las comunidades locales. Debe respetar los acuerdos mundiales sobre conservaci�n y uso de la naturaleza, que exigen la armonizaci�n del desarrollo econ�mico con la protecci�n del medio ambiente (Estrategia Mundial de Conservaci�n [UICN, PNUMA y WWF, 1980]), la protecci�n del medio ambiente como parte integrante de los procesos de desarrollo (Declaraci�n de R�o sobre Medio Ambiente y Desarrollo [CNUMAD, 1992]) y la necesaria vinculaci�n entre conservaci�n de la diversidad biol�gica y uso de sus elementos (CDB, 2001). No es posible separar la naturaleza de la poblaci�n. El estado de la naturaleza no se juzga por el n�mero o la extensi�n de las zonas protegidas, sino por la prudencia de los m�todos de gesti�n y la sostenibilidad del uso de los recursos naturales.

ESTRATEGIA DE POLONIA PARA LA CONSERVACI�N DE LA BIODIVERSIDAD FORESTAL

La biodiversidad forestal est� directa e indirectamente relacionada con todas las principales actividades forestales: desde la gen�tica y el tratamiento de semillas, pasando por las distintas fases de mejora gen�tica, cultivo y protecci�n de �rboles (contra plagas, enfermedades, incendios), hasta la recolecci�n y el uso. La influencia de estas actividades sobre la biodiversidad, que no suele apreciarse hasta pasado bastante tiempo, afecta a todos los niveles de la biodiversidad: gen�tica, especies, ecosistema y paisaje. En el �ltimo decenio, las leyes y las pr�cticas forestales de Polonia han hecho fuerte hincapi� en la necesidad de que la conservaci�n de la biodiversidad tenga en cuenta todos estos niveles de diversidad.

Los principios de estabilidad, expansi�n, protecci�n y uso sostenible de los bosques son la base de los principales programas y pol�ticas forestales: el Programa de conservaci�n de recursos gen�ticos forestales y mejora selectiva de �rboles forestales en Polonia para los a�os 1991-2010 (1991), la Pol�tica polaca de protecci�n general de recursos forestales (1997), la Pol�tica forestal nacional (1997) y la Estrategia de protecci�n de la biodiversidad forestal. Sostienen asimismo las iniciativas especiales de Polonia para la conservaci�n de la biodiversidad forestal, los Planes de promoci�n de conjuntos forestales y de protecci�n de la naturaleza (a que se hace referencia m�s adelante), as� como las actividades de ejecuci�n pr�ctica como el Programa para el aumento de la cubierta forestal (1995).

La Pol�tica forestal nacional (1997) promueve la conservaci�n de la biodiversidad forestal se�alando los siguientes objetivos:

Los ecosistemas forestales "artificiales" no han de clasificarse necesariamente en t�rminos negativos; aunque esta plantaci�n de pinos tenga menos diversidad que un bosque natural, no ha venido a sustituir a un bosque, sino a un sistema agr�cola menos diverso, y desempe�a un papel importante en la estructura y el mantenimiento de la diversidad

K. RYKOWSKI

Diversidad gen�tica

El mayor o menor acervo gen�tico de especies arb�reas forestales es una cuesti�n importante en la conservaci�n, pues determina no s�lo las caracter�sticas �tiles de las especies, sino tambi�n su capacidad para adaptarse a condiciones ambientales cambiantes, y en consecuencia su supervivencia a largo plazo. Se est� desarrollando una estrategia de conservaci�n de la diversidad gen�tica de todas las especies del ecosistema forestal, paralelamente con la actual pol�tica de selecci�n de rodales para la recolecci�n de semillas.

El Programa de conservaci�n de recursos gen�ticos forestales y mejora selectiva de �rboles forestales en Polonia para los a�os 1991-2010 traz� objetivos espec�ficos para aumentar la superficie de rodales de conservaci�n in situ (rodales para semillas, huertos de semillas cl�nicas, viveros de pl�ntulas, pruebas de la descendencia y �rboles excepcionales), todos los cuales est�n protegidos por la ley.

Se prefiere la conservaci�n ex situ cuando los recursos gen�ticos forestales est�n amenazados de extinci�n o agotamiento, sobre todo por cambios ambientales. Se incluye en este concepto:

La conservaci�n ex situ se facilita mediante una red de infraestructura t�cnica que comprende 21 centros de extracci�n de semillas y diez servicios de almacenamiento de germoplasma.

El Banco de Genes Forestales de Kostrzyca, primero de la regi�n, establecido por los Bosques Estatales de Polonia (con ayuda financiera del Fondo para el Medio Ambiente Mundial [FMAM]), tiene una funci�n especial en la estrategia de conservaci�n ex situ. El banco recoge recursos gen�ticos de todos los rodales de semillas seleccionados, de los �rboles excepcionales y de los �rboles m�s viejos de Polonia (con m�s de 200 a�os), as� como de algunos arbustos amenazados y de la cubierta vegetal de rodales forestales y, en particular, los recursos gen�ticos amenazados de las monta�as Sudetes y de todos los parques nacionales polacos.

Diversidad de especies

En lo tocante a las especies, la conservaci�n forestal en Polonia se dirige a la cubierta vegetal potencial de un paraje determinado, en particular a los organismos para los que el bosque es un h�bitat esencial y los que colonizan zonas de transici�n entre el bosque y los espacios vecinos (campos, praderas, lagos o r�os, etc.). La estrategia presta especial atenci�n a la conservaci�n de especies silvestres ind�genas de la fauna y la flora forestales. Se reconoce que las especies arb�reas nativas son la base de la composici�n de especies de los bosques; no obstante, se ve en las especies "domesticadas" (introducidas) un posible elemento enriquecedor y una extensi�n de la diversidad biol�gica. Esto es especialmente importante a la luz de los probables cambios clim�ticos mundiales, que pueden producir cambios en la distribuci�n natural de los �rboles y por consiguiente en los conceptos "ind�gena" o "natural".

Otros elementos de la estrategia de conservaci�n de la diversidad de especies forestales son:

La estrategia de conservaci�n de la diversidad de especies forestales tiene tambi�n en cuenta la especial necesidad de proteger especies amenazadas de extinci�n, seg�n un decreto dictado por el Ministro de Protecci�n del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Bosques (1995). El decreto menciona 19 especies de animales protegidos; para 15 de ellas, los bosques viejos (con m�s de 120 a�os) son el biotopo natural. El decreto estipula dos zonas de protecci�n en torno a espacios de cr�a y presencia permanente de esas especies.

Diversidad del ecosistema

La diversidad del ecosistema forestal es funci�n de la diversidad del paraje. Por ello el examen de las condiciones del suelo y el paraje da la informaci�n b�sica para la planificaci�n forestal y el desarrollo de sistemas forestales biol�gicamente diversificados y estables. Los estudios de tipolog�a forestal y clasificaci�n de asociaciones de plantas, as� como la descripci�n de los parajes y los rodales, son importantes como base para propiciar la diversidad biol�gica y protegerla en todos los niveles. A nivel del ecosistema, la descripci�n de las agrupaciones de plantas (estructura, proporci�n de especies, densidad del ramaje, mezclas y calidades) es tan importante como el conocimiento del lugar.

Para distinguir los ecosistemas forestales representativos que deben conservarse en Polonia, es necesario considerar las caracter�sticas geobot�nicas y clim�ticas del pa�s, la frecuencia de asociaciones vegetales subatl�nticas, boreales y end�micas y el grado de naturalidad de las asociaciones forestales. Esta distinci�n se basa actualmente m�s en asociaciones forestales naturales que en tipo del terreno. Polonia distingue las siguientes asociaciones de plantas forestales como objetivos para la protecci�n:

Para proteger los bosques seleccionados como ecol�gicamente importantes, la corta anual permisible debe establecerse en ciclos rotativos para cada especie seg�n las necesidades de la silvicultura, por ejemplo 130 a 180 a�os para el pino, 120 a 140 a�os para la picea, etc.

La estrategia polaca de conservaci�n de la biodiversidad recomienda una configuraci�n m�s regular de las zonas de transici�n (ecotonos), los parajes lineales y los bosques de frondosas a lo largo de r�os y arroyos, teniendo en cuenta el papel de cada zona para el mantenimiento y enriquecimiento de la biodiversidad. Debe prestarse tambi�n especial atenci�n a las lindes de los boques, en particular las contiguas a pantanos, lagos o r�os, praderas y cinturones agr�colas. Los planes de gesti�n forestal deben contener reglas para el mantenimiento de esos bordes mediante una forestaci�n suplementaria y el ensanchamiento de la zona l�mite de ecosistemas superpuestos. La estrategia aspira as� a proteger la microestructura espacial de cada paraje y los mosaicos naturales.

Diversidad del paisaje

La conservaci�n del paisaje ha llevado a la "regionalizaci�n" de la silvicultura; el pa�s se divide en una serie de unidades territoriales diversas con arreglo a un sistema jer�rquico en tres niveles:

Para la gesti�n forestal sostenible y para la conservaci�n de la biodiversidad forestal a nivel del paisaje, lo m�s importante es formular principios operacionales de silvicultura paisajista basada en el ecosistema.

Los bosques inundados son zonas de alta diversidad biol�gica y son objeto de especial protecci�n en Polonia

M. GRZYB

La gesti�n forestal debe:

 

Iniciativas especiales

Se han promovido en Polonia dos iniciativas especiales para conservar la biodiversidad forestal: los Complejos forestales promocionales (CFP) y los Planes de protecci�n de la naturaleza (PPN).

El concepto de CFP, en la l�nea de otras iniciativas forestales modelo, est� concebido para mostrar pr�cticas de gesti�n forestal sostenible en una superficie mayor que la unidad de gesti�n forestal tradicional en Polonia (el distrito forestal) y para promover la conservaci�n de la biodiversidad mediante el uso inteligente de los bosques. Los CFP empezaron a instaurarse en Polonia en 1994; los 11 CFP suman un total de unas 480 000 ha (alrededor del 7 por ciento de los bosques del pa�s) (v�ase el mapa). Son representativos de los diversos h�bitats forestales naturales y de la historia natural, y var�an por sus condiciones, las especies que componen los rodales, la estructura y las funciones de los ecosistemas forestales y el potencial productivo, as� como por el contexto social y econ�mico.

Bosques que son objeto de diferentes formas de protecci�n de la naturaleza en Polonia

R. HILDEBRAND

Los objetivos de los CFP en relaci�n con la biodiversidad son:

La tarea fundamental de los CFP es formular nuevos planes de gesti�n forestal y ajustar los actuales a nuevas obligaciones. Los CFP desempe�an tambi�n un importante papel educativo, mediante senderos en la naturaleza, exposiciones forestales y de historia natural y museos que informan al p�blico sobre el ecosistema forestal y sus funciones m�ltiples.

Los Planes de protecci�n de la naturaleza, establecidos por un reglamento de 1996, tienen vinculaciones pr�cticas todav�a mayores que los CFP con la estrategia de conservaci�n de la biodiversidad forestal. Los PPN son parte integrante de los planes rutinarios de gesti�n forestal; son de inter�s para todos los bosques y se sit�an a nivel operacional. Se concibieron para proteger la naturaleza en todos los bosques, no s�lo en las zonas protegidas, y se refieren al paisaje. Requieren la elaboraci�n de mapas especiales y la identificaci�n del papel y el lugar de los bosques de la regi�n (por ejemplo, parques nacionales, reservas naturales y zonas de paisaje protegido); las amenazas a los bosques; y las acciones propuestas para conservar la naturaleza. Los PPN promueven la pr�ctica de gesti�n forestal en armon�a con los principios de protecci�n de la naturaleza mediante medidas como las siguientes:

De los 438 distritos forestales de Polonia, unos 215 tienen ya su PPN, y otros 97 PPN est�n en preparaci�n.

CONCLUSIONES

Una de las cuestiones m�s discutidas en los foros internacionales que tratan de la biodiversidad forestal es el establecimiento de nuevas zonas forestales protegidas. Se pregunta lo que realmente se necesita: �m�s zonas protegidas, o zonas mejor protegidas?

Se establecen zonas forestales protegidas principalmente para conservar y mantener procesos ecol�gicos. Los procesos m�s importantes en cuanto a sostenibilidad y resistencia, as� como por la estabilidad de una alta diversidad biol�gica bien adaptada a las condiciones locales, son la selecci�n natural, la adaptabilidad, la supervivencia y la evoluci�n sostenible en condiciones de constantes cambios ambientales e intervenci�n humana.

As� pues, teniendo en cuenta las amenazas que pesan sobre los bosques del mundo (cambio clim�tico, destrucci�n de la capa de ozono y crecimiento de la poblaci�n humana), es evidente que en Europa central y oriental algunas nuevas zonas merecen protecci�n por razones de evoluci�n. Se trata de zonas deforestadas por la contaminaci�n industrial, la explotaci�n indebida de los recursos, los grandes incendios forestales o las tormentas. La protecci�n de estas zonas dar� oportunidades para desarrollar y mantener procesos ecol�gicos naturales y espont�neos de sucesi�n y para aprender de ellos, pues son m�s importantes para las venideras generaciones humanas y arb�reas que los viejos bosques de hoy.

En este contexto, la estrategia general de conservaci�n de la biodiversidad forestal en Europa central y oriental podr�a ser la siguiente (por orden de preferencia y urgencia):

Bibliograf�a


P�gina precedenteInic�o de p�ginaP�gina siguiente