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Fomento de la participación de las ONG en la silvicultura: Un ejemplo del Senegal

Organizaciones no gubernamentales

Jill Carr-Harris es Coordinadora del Proyecto Arbol en el Servicio de Enlace de las Naciones Unidas con las organizaciones no gubernamentales, Nueva York.

HUERTO DOMESTICO DE UN AGRICULTOR LOCAL EN EL SENEGAL indicación para las ONG de que los árboles son importantes

Durante el Año Internacional del Bosque, en 1985, la FAO se está esforzando de modo especial por fomentar la participación de las organizaciones no gubernamentales en los planos internacional, regional, nacional y local. Este articulo demuestra en términos concretos cómo las organizaciones no gubernamentales pueden desempeñar un papel importante en las actividades forestales durante dicho año y después.

· Los grupos que se ocupan del desarrollo o las organizaciones no gubernamentales dedicadas a servicios surgen a menudo como respuesta de la población a la falta de bienes y servicios que debe aportar el gobierno. Los modos en que una organización no gubernamental actúa en un contexto socioeconómico determinado son diversos, pero en el Africa afectada por la sequía en muchas de sus actividades están actualmente motivadas por un imperativo en materia de desarrollo: aliviar el hambre y lograr la autosuficiencia alimentaria.

Esta preocupación fundamental ha evolucionado en muchas partes del Africa subsahariana como respuesta orgánica a la sequía y a la desertificación subsiguiente. Con una población cada vez mayor, que depende de una base de recursos cada vez menor, varios grupos indígenas responden con actividades contra la desertificación. La conservación de las cuencas fluviales, el enriquecimiento del suelo y la restauración de la cubierta arbórea no son actividades totalmente nuevas para las organizaciones no gubernamentales locales en los programas de desarrollo rural. De hecho, la reforestación, la plantación de árboles y las técnicas agroforestales se consideran cada vez más como parte de sus programas ordinarios. Sin embargo, muchas organizaciones no gubernamentales carecen de los conocimientos técnicos necesarios para participar en dichas operaciones forestales, que han correspondido tradicionalmente a los departamentos forestales de los gobiernos.

Esos departamentos han venido trabajando cada vez más en contacto con los grupos locales en sus proyectos de silvicultura comunitaria ejecutados en el último decenio. Sin embargo, la plantación, el cuidado y el crecimiento de los árboles requiere un periodo prolongado, que a menudo no coincide con los planes oficiales normales ni con las líneas generales de gestión de los proyectos actualmente en curso. Debido a la necesidad cada vez mayor de una ordenación forestal, las comunidades locales deben realizar muchos de esos esfuerzos de plantación. Ello explica por qué las organizaciones no gubernamentales colaboran con las comunidades para aumentar las actividades relativas a las arboledas comunitarias y a la agrosilvicultura.

En otras palabras, las organizaciones no gubernamentales y los grupos locales podrían ayudar a los extensionistas forestales en la tarea de establecer contactos con las comunidades locales, sobre todo en zonas donde no hay proyectos forestales oficiales. Las organizaciones no gubernamentales podrían realizar tareas de extensión y capacitación, usando técnicas didácticas innovativas adaptadas a las comunidades y obteniendo recursos materiales y financieros, a menudo a través de canales independientes. Además, esas organizaciones pueden con frecuencia integrar las técnicas de ordenación forestal en sus planes generales de desarrollo de la comunidad, y pueden concentrarse en las operaciones forestales relacionadas con los huertos para las aldeas o los hogares, la construcción de pozos y los programas de alfabetización. Las organizaciones no gubernamentales pueden establecer vinculaciones gracias a la flexibilidad que tienen en su trabajo dentro de las comunidades, flexibilidad de la que a menudo los gobiernos carecen.

Para ensayar la capacidad potencial de las organizaciones no gubernamentales, se estableció un programa experimental en el Senegal. Mediante una consulta del Gobierno y de las organizaciones no gubernamentales para determinar el papel de éstas en el desarrollo forestal, se demostraron claramente las posibilidades de colaboración futura en los proyectos. Al examinar la acción necesaria en el futuro, se perfiló la gama de actividades de las organizaciones no gubernamentales. También se prestó atención a la relación entre esas actividades y la autosuficiencia alimentaria, dada la amplitud de la actual crisis en Africa.

La consulta del Senegal

Del 20 al 27 de febrero de 1985 se celebró en Dakar, Senegal, una reunión sobre la participación de las organizaciones no gubernamentales en las actividades de reforestación, organizada por una entidad nacional senegalesa denominada CONGAD (Conseil des organisations non gouvernementales d'appui au développement). En una activa semana de visitas, seminarios y reuniones, se reunieron 38 representantes de las organizaciones no gubernamentales de Senegal y otros participantes de Burkina Faso, Ghana, Kenya, Mauritania y Níger.

La consulta se celebró en un momento oportuno. En 1984, el Gobierno del Senegal por conducto del Ministerio de Protección de la Naturaleza y del Servicio de Aguas y Bosques había lanzado un programa importante de lucha contra la desertificación, sin precedentes en la historia del Senegal. En el contexto de la desertificación mundial, y concretamente en los ocho países gravemente afectados del Sahel, el Gobierno consideró su misión ampliar los programas forestales nacionales del último decenio para incluir un mayor refuerzo institucional, sobre todo en la esfera de la participación comunitaria en la silvicultura.

Esta importante iniciativa del Gobierno había surgido en los últimos siete años debido a la gran devastación causada por la sequía. Los proyectos de silvicultura comunitaria establecidos en la zona del maní, como el proyecto Precoba, son buenos ejemplos de los esfuerzos del Gobierno para que las comunidades locales participen en los programas y para asegurar el crecimiento y la protección de los árboles estableciendo planes adecuados de incentivos para la población local. Mediante programas de «alimentos por trabajo» 20 comunidades rurales participan en las operaciones de preparación del suelo y de plantación.

Dentro del programa forestal nacional, esos proyectos basados en la comunidad parecen tener un efecto importante, aunque su escala no es suficiente para ayudar al Gobierno a lograr los objetivos fijados en materia de plantación. Por ejemplo, en 1 983 se plantaron 5 100 ha de árboles mediante participación popular, en comparación con 4 700 ha plantadas por el Gobierno. No obstante, ello dista mucho de satisfacer las necesidades creadas por el aumento de la población y la demanda de leña en el país que, según las estimaciones oficiales, requiere 50 000 ha anuales (Dirección de Aguas, Montes y Fauna Silvestre, 1984).

Como respuesta parcial a esas dificultades, el Ministerio del Medio Ambiente del Senegal organizó una gran conferencia africana contra la desertificación que se celebró en julio de 1984. Tomando la iniciativa de establecer nuevas estrategias, el Gobierno del Senegal puso de relieve la importancia de la participación local en una campaña general contra la desertificación, y señaló la función de las organizaciones no gubernamentales en ese esfuerzo (Gobierno de Senegal, 1984).

Esa conferencia preparó el terreno para la consulta de las organizaciones no gubernamentales sobre reforestación, celebrada en el Senegal en febrero de 1985. Percatándose de la oportunidad de la consulta de las organizaciones no gubernamentales, el PNUD emprendió una evaluación de esas organizaciones en el Senegal mientras se celebraba la reunión sobre la desertificación. Se llegó a la conclusión de que un número considerable de esas organizaciones eran participantes efectivos o potenciales en actividades forestales (Proyecto Arbol Nu/SEONG, 1985).

Sin embargo, hubo otro factor que hizo posible esta consulta. Antes de 1981, muchas de las organizaciones no gubernamentales que existían en el Senegal eran grupos de base local, que respondían a necesidades locales inmediatas. Aunque la Fédération des organisations non-gouvernementales du Sénégal (FONGS) actuaba entonces como coordinadora de la información entre muchos de los grupos rurales, por su naturaleza era muy descentralizada. Muchas de las organizaciones no gubernamentales, incluidas las que aparecieron en los primeros años del decenio de 1980, comenzaron a colaborar y se organizaron en una red nacional denominada CONGAD. Como entidad de ámbito nacional que constaba entonces de 33 organizaciones no gubernamentales en proceso de establecimiento, la CONGAD tenía la misión de reforzar los vínculos entre los grupos miembros y entre los diferentes organismos oficiales y otras organizaciones no gubernamentales externas. La CONGAD, federación flexiblemente estructurada de organizaciones no gubernamentales nacionales y extranjeras que actuaban en el Senegal, podía organizar reuniones para fomentar la comunicación de información, pero no participaba ella misma en ningún programa a nivel de campo.

Por lo tanto, la CONGAD podía encargarse de reunir a los miembros y a los representantes oficiales correspondientes en una consulta y, lo que es más importante, prestar asistencia para el establecimiento de un comité forestal nacional de organizaciones no gubernamentales, si sus miembros le daban el mandato para ello.

Aunque muchos de los miembros de la CONGAD habían participado en actividades forestales, la propuesta de establecer un comité forestal nacional necesitaba algún tipo de precedente.

Para prestar asistencia a la CONGAD, un grupo de Kenya dedicado a cuestiones relacionadas con la energía, denominado KENGO (Kenya Energy NGOs), envió a la consulta cuatro representantes de lengua inglesa en calidad de especialistas. KENGO se estable ció en 1981 con la misión de transferir asistencia técnica y material a los grupos afiliados, y coordinar información y programas de capacitación sobre prácticas agroforestales y técnicas de conservación de la energía.

Resultados

La consulta del Senegal llevó a un consenso sobre los objetivos del proceso, que eran fomentar la coordinación de las actividades forestales de las organizaciones no gubernamentales y la colaboración entre esas organizaciones y los gobiernos en los programas de reforestación; las actividades forestales a nivel de campo; el apoyo de los donantes a las actividades de esas organizaciones y los intercambios interregionales entre ellas. Una vez decidido por las organizaciones no gubernamentales y otras entidades participantes, el proceso de consulta podría institucionalizarse luego mediante un comité compuesto por personal de esas organizaciones y de las entidades oficiales.

El objetivo de la reunión era que los participantes hicieran recomendaciones específicas a fin de que el comité de seguimiento pudiera preparar propuestas concretas de proyectos y presentarlas a los organismos donantes. A fin de asegurar el interés de éstos en más proyectos forestales de organizaciones no gubernamentales, los donantes no presentes durante toda la reunión se reunieron con los participantes el último día para celebrar deliberaciones oficiosas.

En vista de lo limitado del tiempo disponible para formular recomendaciones específicas y viables, fue necesario proceder con rigor en la organización de la consulta. Cada participante tuvo la oportunidad de evaluar proyectos forestales mediante giras de campo para visitar proyectos de repoblación forestal. Se evaluaron cinco lugares en la zona saheliana más árida y en la cuenca del río Senegal, y cinco en la parte centro sur de la zona del maní. Después de registrar cuidadosamente los perfiles de cada lugar, los participantes volvieron a Dakar para tres días de seminarios intensivos. A ellos siguieron dos series de seminarios: la primera se centró en el modo en que las organizaciones no gubernamentales podrían contribuir más efectivamente a la reforestación a nivel de las aldeas, y la segunda sobre el modo en que podrían aumentarse los proyectos de las organizaciones no gubernamentales y fomentarse el apoyo a esos proyectos.

INVESTIGACIONES SOBRE LAS CONDICIONES EN LAS ZONAS ARIDAS los grupos juveniles locales intentan ayudar

ARBOLEDA COMUNAL, PROYECTO PRECOBA fomentado por el Gobierno del Senegal

Algunos de los problemas técnicos planteados tanto en el campo como en los seminarios fueron los siguientes:

· ventajas de plantar eucaliptos en vez de especies indígenas;

· problemas de la disponibilidad de semillas y agua;

· necesidad de mejorar las técnicas agroforestales con el mayor uso de especies arbóreas polivalentes.

También se prestó atención a varios problemas sociales a nivel de campo, como:

· falta de programas de alfabetización en las zonas en que se prestaba la asistencia técnica;

· falta de capacitación en los idiomas locales para grupos que realizaban gran parte de las actividades de horticultura, plantación y preparación de los alimentos, principalmente grupos femeninos y juveniles;

· falta de adaptación de los proyectos forestales a los sistemas agroforestales tradicionales de los pastores y de los agricultores sedentarios.

Después de identificar algunos de los problemas, se estudiaron recomendaciones para la acción concreta de las organizaciones no gubernamentales. En los seminarios se suscitaron a menudo controversias sobre los métodos y sistemas. Por ejemplo, en la cuestión de compensar a la población por la plantación de árboles, bien directamente o bien mediante ayuda alimentaria, algunos consideraron que ese era un factor limitativo y podía prescindirse de él, mientras que otros lo consideraron un incentivo necesario para movilizar la participación rural particularmente entre los agricultores marginales.

Otra esfera en que se manifestó un considerable desacuerdo en algunos debates de los grupos de trabajo fue si las actividades a nivel popular pueden emprenderse sólo por iniciativa de la población misma, o si organizaciones no gubernamentales externas pueden influir efectivamente en una comunidad y motivar a la población para la plantación de árboles. Ello provocó varías cuestiones en cuanto al mejor tipo de técnicas de capacitación.

Otra cuestión que planteó considerables debates fue si la capacitación y la enseñanza debían centrarse en un sector de la comunidad, - como los grupos femeninos, o más bien en toda la comunidad. También se debatió la cuestión de la capacitación de las mujeres como extensionistas en el contexto de los derechos de la mujer, por ejemplo, los derechos económicos: la dificultad de las mujeres para conseguir la financiación necesaria a fin de establecer viveros, locales y en consecuencia, para aprender algunas prácticas de gestión de la tierra; o sobre cuestiones jurídicas: los problemas de iniciar un programa de reforestación cuando los sistemas de tenencia de la tierra están determinados por los consejos de las aldeas, formados sobre todo por hombres.

No obstante, a pesar de diferencias en los métodos, hubo consenso en que la capacitación ofrecida por las organizaciones no gubernamentales debe apartarse de la estructura tradicional de los proyectos, si en las actividades correspondientes no se incorporan las necesidades de los beneficiarios y si con ellas no se logra la autosuficiencia en la producción de leña y de alimentos. El Grupo apoyó unánimemente esta opinión, que se manifestó claramente desde el principio.

Los participantes consideraron que, para emprender más proyectos forestales, era necesario un método sistemático de catalogación de los proyectos llevados a la práctica con éxito. Por lo tanto, debía establecerse una red institucionalizada de organizaciones no gubernamentales. Una red permanente pondría en contacto a grupos de las zonas rurales con técnicos de las organizaciones no gubernamentales y de los gobiernos, los cuales podrían ofrecer programas de capacitación o extensión.

Particularmente válidos en esos debates sobre la coordinación de la información y el establecimiento de redes al respecto, fue la participación de KENGO y de Groupement des aides privées (GAP) del Níger. Ambas organizaciones tienen considerable experiencia en la mediación entre los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales. KENGO ha colaborado con el Ministerio de Energía realizando actividades de extensión para el Gobierno en las comunidades rurales, mientras que GAP es el mecanismo consultivo entre el Gobierno y la comunidad privada de voluntarios en general.

Recomendaciones. Uno de los resultados más importantes de la consulta fue la capacidad de las organizaciones no gubernamentales para identificar la gama de actividades forestales en que podrían intervenir, tanto en el Senegal como en otras partes de Africa. Teniendo en cuenta sus propias limitaciones, pudieron formular cuatro recomendaciones viables:

· la creación de un comité de seguimiento que pueda continuar las consultas con los diversos departamentos del Gobierno;

· el establecimiento de un proyecto experimental para fomentar las relaciones de trabajo sobre el terreno con el Gobierno;

· el examen de un programa de capacitación que establezca vínculos más apropiados entre los grupos de especialistas y los grupos locales en una región determinada del Senegal; y

· la organización de más intercambios entre los expertos de las organizaciones no gubernamentales africanas.

Además de ser una primera reunión entre el Gobierno, los donantes y las organizaciones no gubernamentales del Senegal, esta fue una oportunidad única para observar, sintetizar y recomendar nuevas alternativas para la reforestación desde el punto de vista del desarrollo de la comunidad. Las organizaciones no gubernamentales, que son en general partidarias de la autosuficiencia y la autonomía alimentarias, tienen sobre un desarrollo viable y sobre la ordenación del uso de la tierra una concepción que se pondrá sin duda de relieve en los proyectos de plantación de árboles, a fin de que éstos tengan un efecto a largo plazo en los futuros programas forestales nacionales.

Sin embargo, es absolutamente necesario que el servicio forestal responda al impulso creado. El comité de las organizaciones no gubernamentales encargado del seguimiento de las actividades forestales puede continuar las consultas con el Gobierno, pero si el servicio forestal no responde a sus propuestas con actividades técnicas, las consultas terminarán en un punto muerto. Durante la primera consulta ha resultado evidente que la falta de conocimientos técnicos y de gestión de los proyectos es una limitación grave para muchas organizaciones no gubernamentales. El que ellas mismas reconozcan esas deficiencias es un primer paso en la dirección adecuada.

DIRECCIÓN DE AGUAS, MONTES Y FAUNA SILVESTRE (SENEGAL) 1984. Rapport introductif. Conferencia preparatoria de la campaña nacional de Reforestación. Dakar, Senegal, Ministerio de la Protección de la Naturaleza.

GOBIERNO DE SENEGAL 1984. Informe resumido de la Conferencia Interministerial sobre la lucha contra la desertificación, 18-24 de julio de 1984, Dakar, Senegal.

PROYECTO ARBOL, NU/ONGs (NUEVA YORK) 1985. Senegal: A case study. Informes sobre la evaluación de la capacidad de las organizaciones no gubernamentales para proyectos forestales antes de la consulta.

WILLIAMS, PAULA 1985. Mobilizing popular tree-planting efforts (articulo publicado por el Institute of Current World Affairs, 10 de marzo de 1985).


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