![Página precedente](back.gif)
![Indice](toc.GIF)
![Página siguiente](next.GIF)
![](part1.jpg)
ANALISIS MUNDIAL
I. Situación agrícola actual: hechos y cifras
1. PRODUCCION AGROPECUARIA EN 1995
- A escala mundial, 1995 fue un año de estancamiento de la producción agropecuaria, pues el total de la producción agrícola y ganadera creció a un ritmo estimado de sólo el 0,2 por ciento, tras el aumento del 2,8 por ciento registrado en 1994. Este estancamiento general fue consecuencia de unos resultados inferiores a lo normal en la mayor parte de las regiones de países desarrollados y en desarrollo, y a la práctica ausencia de cambios en el volumen total de los países en transición.
- El factor que más influyó en la evolución de la producción agrícola en 1995 fue el descenso del 8 por ciento en la producción agrícola y ganadera de los Estados Unidos, donde la cosecha de cereales, en particular, disminuyó más de un 20 por ciento por efecto de las malas condiciones atmosféricas. En lo que respecta a los otros grandes países productores desarrollados, la producción agrícola total de la Unión Europea continuó la tendencia descendente de los últimos años, aunque en forma marginal (-0,3 por ciento, frente al -2,3 por ciento de 1994). Por el contrario, la producción de Australia creció un 12,8 por ciento, lo que contrarrestó con creces la fuerte caída de 1994.
- En lo que respecta a los países en transición, 1995 representó el final del descenso de la producción agropecuaria en general que duraba desde el comienzo de las reformas económicas, ya que el total de la misma se mantuvo prácticamente sin cambios con respecto al nivel de 1994. Este resultado se debió principalmente a la expansión de la superficie cultivada en varios grandes países productores, como Polonia, que registró una recuperación parcial tras la cosecha de 1994 que mermó notablemente la producción, y Rumania. Por el contrario, la producción continuó descendiendo en algunas de las grandes repúblicas de la ex Unión Soviética, como Rusia, Ucrania y Kazakstán.
- En todas las regiones de países en desarrollo, a excepción del Africa subsahariana, los resultados de la producción agropecuaria fueron peores que los de 1994. Igualmente, en todas las regiones de países en desarrollo, salvo el Lejano Oriente y el Pacífico, se registraron tasas de crecimiento de la producción agrícola y ganadera inferiores a las del crecimiento demográfico.
- Si bien se mantuvo muy por debajo del crecimiento demográfico regional, el aumento del 2,4 por ciento de la producción agropecuaria en el Africa subsahariana en 1995 (2,1 por ciento el año anterior) fue el más elevado de todas las regiones de países en desarrollo. Este pequeño crecimiento fue consecuencia de resultados muy diversos en los distintos países. La grave sequía registrada en Africa austral redujo fuertemente la producción agropecuaria en Botswana (-5,5 por ciento), Lesotho (-38,8 por ciento), Namibia (-7,2 por ciento), Zambia (-5 por ciento) y Zimbabwe (-17,4 por ciento), así como en Sudáfrica (-14,4 por ciento). Se consiguieron tasas moderadas de expansión en la mayor parte de los países del Africa occidental, central y oriental. Se registraron fuertes aumentos de la producción agropecuaria en Mozambique (+17,2 por ciento), Burundi (+12,8 por ciento), Angola (+9,4 por ciento), Malawi (+6,5 por ciento) y Uganda (+5,7 por ciento). En Nigeria, según las estimaciones, la producción ha crecido en forma moderada (1,3 por ciento).
![](w1358s02.jpg)
- En el Lejano Oriente, el crecimiento de la producción agrícola se desaceleró notablemente en 1995, descendiendo al 1,8 por ciento, nivel ligeramente superior a la tasa de crecimiento demográfico. Ello se debió en gran parte a la fuerte desaceleración del crecimiento de la producción agropecuaria en China, que fue de sólo el 1,6 por ciento (6,2 por ciento en 1994), el crecimiento interanual más bajo desde 1989. En lo que se refiere a los otros grandes países productores, se registró un fuerte crecimiento en Bangladesh (+7,9 por ciento), Myanmar (8,8 por ciento) y Pakistán (+6,3 por ciento), y también, aunque en menor medida, en Malasia, Nepal y Viet Nam. Por el contrario, hubo fuertes pérdidas de producción en Camboya y Laos, debido a inundaciones catastró-ficas.
- El crecimiento de la producción agropecuaria se desaceleró también en América Latina y el Caribe, donde descendió del 4 por ciento en 1994 al 1,8 por ciento en 1995. Ello fue consecuencia, sobre todo, de la contracción del 4-5 por ciento en la producción de México, la desaceleración del crecimiento de la producción en Argentina, Brasil, Ecuador, Perú, Venezuela y Chile -aunque en este último país el crecimiento continuó siendo vigoroso-, y un nuevo descenso de la producción agropecuaria en Cuba, que continuó la tendencia a la baja iniciada en 1992. La mayor parte de los países de las subregiones de América Central y el Caribe obtuvieron resultados deficientes o modestos, con las notables excepciones de Nicaragua y Guyana, donde el crecimiento fue aproximadamente entre el 5 y el 6 por ciento. Los crecimientos más decididos de la producción agropecuaria regional en 1995 se registraron en países donde esta producción reviste importancia secundaria, como Bolivia, Nicaragua y Paraguay.
- En el Cercano Oriente y Africa del Norte, el crecimiento de la producción descendió al 1,7 por ciento, lo que significa que por segundo año consecutivo estuvo muy por debajo del crecimiento demográfico. Después de haberse recuperado en 1994 de la grave sequía del año anterior, Marruecos tuvo que soportar de nuevo otra sequía en 1995, lo que provocó un descenso de la producción estimado en el 23 por ciento. La producción bajó también en Jordania (5 por ciento) y, en menor medida, en Iraq, Libia, Arabia Saudita y Túnez. Por el contrario, aumentó un 7,5 por ciento en Argelia, lo que le permitió recuperarse parcialmente de dos años sucesivos de descenso. Se obtuvo también una fuerte expansión (8 por ciento) de la producción en Sudán, mientras que Egipto, Siria y Turquía consiguieron aumentos moderados.
2. SITUACIONES DE ESCASEZ Y DE EMERGENCIA ALIMENTARIAS
- Al menos 26 países de todo el mundo padecen actualmente situaciones agudas de escasez alimentaria que requieren ayuda alimentaria excepcional y/o de emergencia. Más de la mitad de ellos se encuentran en Africa. Aunque las necesidades de ayuda alimentaria del Africa subsahariana disminuyeron en 1994/95, una vez más no se pudo atender a una parte considerable de ellas. Ello se debe a la reducción de los suministros mundiales de ayuda alimentaria. Según estimaciones, el total de los envíos de ayuda alimentaria en 1995/96 descendió a los niveles más bajos de los 20 últimos años. Si se produce una fuerte subida de los precios mundiales de los cereales, los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA) de la región encontrarán graves dificultades para resolver el problema del déficit de alimentos recurriendo a las importaciones.
- A pesar de algunas buenas cosechas, continuará necesitándose ayuda alimentaria de urgencia en el Africa oriental a lo largo de 1996. En Rwanda, aunque en los últimos meses las condiciones atmosféricas han sido favorables, la producción de alimentos continúa siendo muy inferior a los niveles anteriores a la guerra civil y aproximadamente 1 millón de personas sigue necesitando ayuda alimentaria. En Burundi, las perspectivas de las cosechas se han deteriorado debido a la inseguridad y a nuevos desplazamientos de la población. Unos 2,4 millones de personas refugiadas y desplazadas en la región de los Grandes Lagos continuará necesitando asistencia de emergencia durante 1996. En el sur del Sudán, a pesar de una mejora general de la producción, persisten las dificultades alimentarias y los disturbios civiles, y la inseguridad continúa dificultando las actividades de socorro. En Somalia, debido a la reducción de la producción de cereales y la persistente inseguridad, se prevé un deterioro de la situación del suministro de alimentos, especialmente a partir de mayo, en que las existencias estarán a punto del agotamiento. Se necesita también ayuda alimentaria para grupos vulnerables en Etiopía y Eritrea.
- En el Africa occidental y central, son pocas las perspectivas de recuperación de la producción de alimentos en Liberia, donde los disturbios civiles continúan dificultando la producción de alimentos y las iniciativas de socorro. La inseguridad y los conflictos internos continúan también obstaculizando la producción alimentaria en Sierra Leona. En el resto de esta subregión, la situación del suministro de alimentos es por lo general estable, aunque hay dificultades localizadas de abastecimiento en varias zonas con déficit tradicionales de alimentos en Burkina Faso, Chad, Malí y el Níger.
![](w1358s03.jpg)
- Aunque en muchos países del Africa austral se prevé una cosecha abundante, gran parte de la producción deberá destinarse a reponer las mermadas existencias después de las malas cosechas del año pasado. A pesar de la recuperación, la situación del suministro de alimentos en Angola continúa siendo especialmente difícil, ya que, según las previsiones, la producción permitirá cubrir menos de la mitad de las necesidades alimentarias del país y hay un gran número de desplazados internos. La situación es también problemática en Zambia, donde las existencias se encuentran en un nivel críticamente bajo y las importaciones comerciales están obtaculizadas por los altos precios, las dificultades de transporte y el bajo poder adquisitivo de los hogares.
El elevado costo de las importaciones comerciales dará también como resultado problemas de suministro alimentario en Lesotho, Malawi y Mozambique.
- En lo que respecta al resto del mundo, sigue habiendo problemas de producción de alimentos en Afganistán, debido a la escasez de insumos, los daños sufridos por la infraestructura y la inseguridad y el desplazamiento de personas, que, junto con los indigentes y los repatriados, necesitan todavía asistencia internacional durante los próximos meses. En Iraq, la situación alimentaria y nutricional se ha deteriorado todavía más y ha llegado a una fase crítica, debido a las dificultades encontradas por el Gobierno para financiar las importaciones. Las raciones de alimentos subvencionadas representan menos de la mitad de las necesidades de energía de la población, son de baja calidad y carecen de proteínas animales y micronutrientes. En el Líbano, las Naciones Unidas han efectuado un llamamiento de asistencia humanitaria y socorro de urgencia para 20 000 familias durante tres meses, a raíz de los recientes conflictos en el sur.
- En la República Popular Democrática de Corea las graves inundaciones de 1995, el bajo volumen de asistencia y la incapacidad del Gobierno de importar alimentos en condiciones comerciales han provocado una situación difícil, y se necesitará una importante iniciativa internacional para evitar el peligro de inanición, antes de la próxima cosecha de octubre. También en Mongolia la escasez de insumos y las dificultades económicas continúan obstaculizando la producción de alimentos y las importaciones comerciales, lo que ha dado lugar a que el suministro de alimentos sea muy escaso. La situación se puede agravar todavía más como consecuencia de los numerosos incendios registrados recientemente. En Laos, las inundaciones provocaron fuertes pérdidas en las cosechas de 1995, lo que ha dado lugar a graves situaciones de escasez alimentaria en varias provincias, por lo que se necesitará ayuda de urgencia.
- En Haití, aunque la situación de los suministros de alimentos está mejorando, las importaciones comerciales continúan encontrando dificultades y se necesita todavía asistencia internacional para poder atender las necesidades internas.
- En Bosnia y Herzegovina, aunque la situación del suministro de alimentos ha mejorado algo desde el acuerdo de paz de noviembre de 1995, como consecuencia de la reanudación de las actividades comerciales y de la mayor facilidad de acceso a las zonas donde se requiere ayuda alimentaria, 1,9 millones de refugiados y personas afectadas por la guerra necesitan todavía asistencia alimentaria de urgencia en 1996.
- En Armenia, la situación del suministro de alimentos continúa mejorando debido a la intensificación del comercio y la asistencia de los donantes. No obstante, parte de la población padece una grave escasez de recursos para adquirir alimentos, y se continúa necesitando asistencia alimentaria tanto para ellos como para los refugiados y los desplazados internos. En Azerbaiyán y en Georgia, aunque se prevé cierta recuperación de la producción de alimentos en 1996, la situación del suministro de alimentos continúa siendo difícil debido a los problemas económicos y a la reducción de las importaciones.
- En Tajikistán, la situación del suministro de alimentos es extremamente grave, y en ausencia de ayuda internacional las poblaciones más vulnerables podrían correr riesgo de inanición.
3. SUMINISTROS, UTILIZACION Y EXISTENCIAS ACTUALES DE CEREALES
- La producción de cereales de 1995 se estima en 1 904 millones de toneladas, cifra aproximadamente un 3 por ciento por debajo de la de 1994 y muy inferior a la tendencia. Este descenso se debe a la fuerte caída de la producción de cereales secundarios, en particular en los Estados Unidos y en la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que contrarrestó con creces el aumento de la producción de trigo y arroz. La producción mundial de trigo aumentó un 4 por ciento con respecto a la escasa cosecha del año anerior, debido sobre todo a una fuerte recuperación de la producción en Australia después de la sequía de 1994 y las cosechas más abundantes recogidas en Asia y Europa. La producción de arroz aumentó también casi un 4 por ciento en 1995, con lo que alcanzó un nivel sin precedentes.
- Según las previsiones, las existencias mundiales de cereales de las campañas agrícolas que finalizan en 1996 descenderán por tercer año consecutivo, situándose en 260 millones de toneladas, un 16 por ciento menos que el volumen del comienzo de las campañas y el más bajo desde 1981. Si se confirman las previsiones, las existencias de cereales serían sólo un 14-15 por ciento de la utilización tendencial en 1996/97, muy por debajo del 17-18 por ciento que la Secretaría de la FAO considera el nivel mínimo de garantía para la seguridad alimentaria mundial. La mayor parte del descenso correspondería a los cereales secundarios, pero se prevé que los remanentes de trigo y arroz caerán por debajo de sus niveles iniciales, ya bajos.
- Las perspectivas de 1996 apuntan a una recuperación de la producción mundial de cereales, que alcanzará los 2 015 millones de toneladas. La producción de trigo será de unos 571 millones de toneladas, un 4,4 por ciento más que en 1995. Con ello se recuperará la línea tendencial tras una producción inferior a la misma en los dos últimos años. Se prevén cosechas más abundantes de arroz en la mayor parte de las regiones en respuesta a la escasez de los suministros mundiales y a los elevados precios internacionales del trigo. La producción mundial de cereales secundarios en 1996 aumentará, según las previsiones, un 10,5 por ciento con respecto a la escasa cosecha del año pasado, y alcanzará los 883 millones de toneladas. Si se confirma ese volumen, la producción sería superior a la tendencia pero todavía algo inferior a la cosecha récord de 1994. El grueso de la recuperación tendrá lugar en países desarrollados, en particular en América del Norte, pero se prevén también cosechas notablemente más abundantes en Africa y en la CEI. En lo que respecta al arroz, suponiendo que las condiciones de crecimiento sean tan favorables como en 1995, la producción de arroz en 1996 podría ser de aproximadamente 560 millones de toneladas, es decir, semejante a la del año anterior.
![](w1358s04.jpg)
- Si se cumplen los actuales pronósticos, la producción de cereales sería suficiente para atender las necesidades de consumo previstas en 1996/97. No obstante, la situación de la oferta y la demanda se mantendría bastante equilibrada en 1996/97, ya que el aumento previsto permitiría sólo una modesta reposición de las reservas de cereales, tras su fuerte reducción en la actual campaña. Por ello, aun suponiendo un período vegetativo normal, los indicios actuales permiten suponer que la seguridad almentaria mundial continuaría siendo precaria, con unas reservas de cereales inferiores a los niveles mínimos de seguridad, al menos durante otro año.
4. ASISTENCIA EXTERNA A LA AGRICULTURA
- La tendencia descendente de la asistencia externa a la agricultura continuó en 1994, último año del que hay datos disponibles. El total de los compromisos con destino a este sector en precios constantes de 1990 descendió a 9 898 millones de dólares EE.UU., un 11 por ciento por debajo del año anterior y nada menos que un 23 por ciento por debajo de los 12 881 millones de dólares EE.UU. de 1990. Al mismo tiempo, la parte de la asistencia externa a la agricultura en el total de la financiación oficial para el desarrollo descendió desde el 13 por ciento en 1990 a aproximadamente el 10 por ciento en los últimos años.
- El significativo descenso de los compromisos con destino a la agricultura en 1994 fue resultado de una reducción real del 30 por ciento en los compromisos bilaterales, que descendieron a sólo 3 550 millones de dólares EE.UU. Esta reducción se vio compensada sólo en parte por una aumento real del 5 por ciento de los compromisos multilaterales, que alcanzaron la cifra de 6 348 millones de dólares EE.UU. en 1994. No obstante, a pesar de este aumento el total de los compromisos multilaterales con destino a la agricultura se mantuvo en 1994 muy por debajo de los niveles registrados antes de 1993.
- Mientras que la parte de los compromisos en condiciones concesionarias en el total de los compromisos a la agricultura se han mantenido fundamentalmente sin cambios, en un nivel próximo al 70 por ciento, desde 1990 a 1994, la parte de las donaciones disminuyó significativamente durante ese período. El total de éstas bajó de 5 240 millones de dólares EE.UU. en 1990 a sólo 1 675 millones de dólares EE.UU. en 1994, según las estimaciones. Esta tendencia negativa se observó en las donaciones tanto bilaterales como multilaterales.
- La mayor parte de los grandes donantes multilaterales contribuyó al aumento de los compromisos multilaterales destinados a la agricultura en 1994. Los bancos regionales de desarrollo elevaron sus compromisos de 1 409 millones de dólares EE.UU. en 1993 a 1 771 millones de dólares en 1994; los del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) subieron de 234 a 396 millones de dólares EE.UU., y los del Banco Mundial de 3 343 a 3 488 millones de dólares EE.UU. Los compromisos conjuntos del PNUD/FAO/GCIAI registraron un moderado ascenso, de 627 a 648 millones de dólares EE.UU. La asistencia multilateral de la Organización de Países Productores de Petroleo (OPEP), por el contrario, bajó fuertemente, desde 166 a 45 millones de dólares EE.UU.
- No obstante, en el caso de los bancos regionales de desarrollo, el Banco Mundial y PNUD/FAO/GCIAI, el aumento estimado en 1994 representa sólo una recuperación parcial con respecto a los fuertes descensos de los compromisos a la agricultura durante los años anteriores, y en el caso de todas estas instituciones los compromisos efectuados en 1994 continúan siendo inferiores al nivel de 1993 y mucho más bajos que los de 1990. Unicamente en el caso del FIDA la fuerte ampliación de los compromisos en 1994 ha situado éstos por encima del nivel de 1990.
- En lo que respecta a la distribución regional de las corrientes de asistencia, el volumen de los compromisos a los países asiáticos disminuyó más pronunciadamente que los destinados a otras regiones durante 1990-93. En 1994, las repúblicas de la ex Unión Soviética se convirtieron en destinatarias de un volumen significativo de asistencia al sector agrícola; el monto de los compromisos, según estimaciones preliminares, fue de 110 millones de dólares EE.UU.
![](w1358s05.jpg)
- Los datos correspondientes a 1995 son todavía incompletos y se refieren únicamente a los compromisos de asistencia externa con destino a la agricultura procedentes de fuentes multilaterales. En el Informe anual del Banco Mundial de 1995 se señala un descenso del 32 por ciento en los compromisos de dicha institución con destino a la agricultura, en un contexto de crecimiento del 8 por ciento en el total de los compromisos del Banco. De la misma manera, en las relaciones de préstamos del Banco Asiático de Desarrollo se observa un descenso del 19 por ciento en los compromisos destinados a la agricultura.
5. CORRIENTES DE AYUDA ALIMENTARIA EN 1995/96
- El total de los envíos de ayuda alimentaria en cereales durante 1995/96 (julio/junio) se estima en 7,6 millones de toneladas. En años anteriores las cifras habían sido las siguientes: 9,2 millones de toneladas en 1994/95, 12,6 millones de toneladas en 1993/94 y 15,2 millones de toneladas en 1992/93.
- Según las previsiones, los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA) recibirán aproximadamente 6,5 millones de toneladas, es decir el 85 por ciento del total de la ayuda alimentaria en cereales, parte semejante a la que recibieron el año anterior. Si se confirman esos niveles, los envíos de ayuda alimentaria en forma de cereales con destino a los PBIDA constituirán aproximadamente el 8 por ciento del total de sus importaciones de cereales previstas para 1995/96, incluidas las compras comerciales, lo que representa un fuerte descenso con respecto al 11 por ciento de 1994/95 y el 13 por ciento de 1993/94. Dentro de la categoría de PBIDA, los países del Africa subsahariana continúan siendo los principales destinatarios de ayuda alimentaria, ya que reciben más del 30 por ciento del total.
- En marzo de 1996 las contribuciones a la Reserva Alimentaria Internacional de Emergencia (RAIE) habían alcanzado un total de 922 000 toneladas de cereales y 245 000 toneladas de otros productos alimenticios, mientras que las contribuciones a las operaciones prolongadas de refugiados del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en 1995 ascendían a unas 504 000 toneladas de cereales y 61 000 toneladas de otros productos destinados a la alimentación.
El total de los compromisos de nueve donantes a la RAIE de 1996 había representado un total de 280 000 toneladas de productos alimenticios básicos, volumen semejante al que se había comprometido en esas mismas fechas del año pasado. Además de las contribuciones a la RAIE, se han prometido unas 225 000 toneladas de alimentos con destino a operaciones prolongadas de refugiados durante 1996.
- En marzo de 1996, las promesas a los recursos ordinarios del PMA con destino al bienio anterior, 1993-94, sumaban 1 001 millones de dólares EE.UU., es decir, casi el 67 por ciento del objetivo de 1 500 millones de dólares EE.UU. del total de las promesas, unos 651 millones de dólares se habían prometido en productos y 350 millones en efectivo. Durante el bienio 1995-96, el total de las promesas efectuadas hasta el mes de diciembre había llegado a un total de 649 millones de dólares, que representan aproximadamente el 43 por ciento del objetivo de 1 500 millones de dólares EE.UU. De dicho total, unos 426 millones de dólares EE.UU. se habían prometido en productos y 223 millones en efectivo.
![](w1358s06.jpg)
6. PRECIOS AGRICOLAS INTERNACIONALES
- Los precios de los cereales alcanzaron niveles sin precedentes durante la campaña de 1995-96 como consecuencia de la escasez de producción, bajos niveles de existencias y demanda de exportaciones relativamente firme. A finales de mayo de 1996, los precios internacionales del trigo habían bajado ligeramente en comparación con sus niveles sin precedentes del mes de abril, pero eran todavía de 100 dólares EE.UU. por tonelada -un 60 por ciento -superiores al período correspondiente del año anterior. Como quedan todavía varios meses para las grandes cosechas de maíz, una fuerte demanda, sobre todo de maíz de los Estados Unidos, impulsó los precios a niveles superiores. A finales de mayo, los precios internacionales del maíz eran de casi 95 dólares EE.UU., un 80 por ciento más altos que los del año anterior.
- Los precios internacionales del arroz fueron relativamente débiles en los cinco primeros meses de 1996 en comparación con los niveles tan altos alcanzados en el segundo semestre del año anterior. El descenso de los precios se debió en gran parte a la disminución de la demanda en Bangladesh, República Popular de China e Indonesia tras la recuperación de la producción en esos países. En lo que se refiere a los diferentes tipos de arroz, los precios que más bajaron fueron los de las calidades inferiores. Por el contrario, los precios del arroz de calidad superior se mantuvieron más firmes, sostenidos en el primer trimestre del año por las compras efectuadas específicamente para el festival de primavera chino y, posteriormente, por la subida de los precios de exportación del arroz de los Estados Unidos en previsión de la reducción de la superficie ocupada en Estados Unidos por la cosecha de arroz de 1996.
- La subida de los precios de los aceites y grasas iniciada en junio de 1994 se detuvo durante el segundo semestre de la campaña de 1994/95, y los precios de algunos aceites comenzaron a descender, ya que se prevé un aumento del volumen de las existencias de final de campaña y son prometedoras las perspectivas de las cosechas de 1995/96 . Durante la primera mitad de la campaña de 1995/96, los precios internacionales de la mayor parte de los aceites y grasas bajaron todavía más debido a las abundantes reservas al comienzo de la campaña y a la previsión de que el total de los suministros sería de nuevo superior al total del consumo. No obstante, los precios del aceite de soja subieron durante la segunda mitad de la campaña debido a la reducción de los suministros y a la fuerte subida de los precios de los cereales, que compiten con la soja por la tierra. Los precios de las harinas oleaginosas durante toda la campaña de 1994/95 se mantuvieron aproximadamente un 6 por ciento por debajo de la media de 1993/94, debido a que los suministros continuaron siendo abundantes y siguió el descenso del número de cabezas de ganado en la ex Unión Soviética y en los países de Europa oriental. Durante la campaña de 1995/96 los precios de las harinas de soja, colza y girasol subieron considerablemente, impulsados por una reducción de los suministros totales de harinas oleaginosas, la sostenida demanda de productos pecuarios y unos coeficientes más favorables entre los precios de la harina y los cereales.
- La subida de los precios mundiales del azúcar, inicada en 1994, alcanzó el máximo de los cinco últimos años durante el primer trimestre de 1995. El precio diario del Convenio internacional del azúcar (CIA) llegó a un máximo de 15,45 centavos de dólar EE.UU. por libra (0,45 kg) en el mes de enero. Las previsiones de un gran excedente de producción en 1995/96 provocaron una fuerte caída en agosto y septiembre. En cambio, los precio subieron ligeramente entre octubre y marzo de 1996, sobre todo como consecuencia de la escasa disponibilidad de azúcar blanco de alta calidad de la Unión Europea (UE) y el retraso en las exportaciones de varios países productores de caña. El precio ha descendido considerablemente desde abril de 1996, alcanzando el nivel más bajo de los dos últimos años -10,50 centavos de dólar por libra- durante la primera semana de mayo, debido a la llegada al mercado de un mayor volumen de azúcar exportable.
- Los precios mundiales del café se fortalecieron en 1994 y se mantuvieron altos hasta el mes de mayo de 1995. No obstante, en la medida en que las abundantes cosechas de Colombia, México y Uganda compensaron las pérdidas brasileñas, en junio de 1995 se inició un movimiento descendente de los precios, que duró todo el año. Durante los cuatro primeros meses de 1996 la media de los precios fue de 2 336 dólares EE.UU. por tonelada, cifra más de un tercio inferior a su nivel más alto del pasado abril.
- Tras los significativos aumentos de 1995, los precios del cacao se mantuvieron en su nivel más alto durante seis meses. Los altos precios se debieron a la reducción de los suministros en todo el mundo como consecuencia del constante descenso de la producción en el Brasil. Aunque la producción aumentó en Côte d'Ivoire y en Ghana en 1995, los precios continuaron subiendo, alcanzando su nivel más elevado en abril de 1996, en que la demanda se mantuvo firme y los suministros disminuyeron.
- Los precios mundiales del té volvieron a bajar en 1995 como consecuencia de una producción sin precedentes en varios de los principales países productores y la débil demanda de importaciones. Tras descender a un mínimo histórico en julio de 1995, en que se alcanzó el precio más bajo de los veinte últimos años, los precios se recuperaron significativamente hasta llegar a
1 745 dólares EE.UU. por tonelada en los cuatro primeros meses de 1996. No obstante, los precios mundiales del té continúan sometidos a una presión a la baja a corto plazo debido a la débil demanda de importaciones.
- Los precios mundiales del algodón, basados en el índice Cotlook «A» para marzo de 1996, son unos 6,5 centavos de dólar EE.UU. por libra más bajos que el precio medio de 1995, y considerablemente inferiores a los precios máximos alcanzados durante el primer trimestre de 1995. El Comité Consultivo Internacional del Algodón (CCIA) estima que la producción mundial de 1995/96 aumentará un 1,8 por ciento, con lo que alcanzará los 19 millones de toneladas. Según las previsiones, el consumo crecerá aproximadamente un 2 por ciento. Al final de la campaña de 1995/96 (agosto/julio) las existencias mundiales se estiman en 8,11 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 2 por ciento con respecto al año anterior. Las importaciones mundiales de 1995/96 disminuirán casi 500 000 toneladas con respecto a las de 1994/95, y volverán a descender otras 300 000 toneladas en 1996/97. China continúa desempeñando un papel decisivo en el comercio mundial del algodón. El CCIA prevé que, en conjunto, el aumento de la producción superará las necesidades de consumo, lo que dará lugar a una acumulación de existencias, pero las oscilaciones de los rendimientos, los problemas asociados a enfermedades y plagas y la competencia entre los precios de los distintos cultivos, sobre todo los cereales, influirán en la producción a medio plazo.
![](w1358s07.jpg)
7. PESCA: COLOCACION DE LAS CAPTURAS Y COMERCIO
- En 1994 las capturas mundiales de peces y crustáceos como resultado de las actividades de pesca y de acuicultura alcanzó un volumen récord de 109,6 millones de toneladas. La producción de 1994 representa un aumento sin precedentes de 7,3 millones de toneladas, es decir, aproximadamente el 7,2 por ciento, con respecto a los 102,3 millones de toneladas de 1993. El pescado empleado para obtener harina y aceite representó un volumen estimado de 33,5 millones de toneladas en 1994, lo que constituye el volumen más alto nunca utilizado para usos no alimentarios y representa un aumento del 18 por ciento con respecto a los 29,3 millones de toneladas de 1993. El volumen utilizado para el consumo humano creció también, pasando de 72,9 millones de toneladas en 1993 a aproximadamente 74,8 millones de toneladas en 1994, lo que dio lugar a un pequeño aumento de los suministros per cápita.
- A la producción marina correspondieron 5,4 millones de toneladas del aumento, y a la producción continental el resto, 1,9 millones de toneladas. El crecimiento de la producción en aguas marinas se debió casi en su totalidad a los mayores rendimientos de la pesca de captura, que registraron un incremento de 4,9 millones de toneladas, debido sobre todo a las capturas de anchoveta efectuadas por Perú y Chile en el Pacífico sudoriental, mientras que la maricultura consiguió un aumento de 450 000 toneladas. Por el contrario, el crecimiento de la producción continental se debió sobre todo a la acuicultura, cuya producción aumentó 1,7 millones de toneladas, mientras que la pesca de captura continental sólo aumento 250 000 toneladas. Casi todo el crecimiento de la producción pesquera en aguas continentales tuvo lugar en Asia.
- El aumento de las capturas en aguas marinas corresponde sobre todo a la anchoveta, población que fluctúa enormemente según la evolución de la corriente de El Niño. Este aumento no se contradice en absoluto con la afirmación de la FAO en el sentido de que la mayor parte de las especies sometidas a pesca están ahora plenamente explotadas o sobreexplotadas, y que las posibilidades de aumentar a largo plazo los rendimientos globales de la pesca de captura son sumamente limitadas. Estimaciones preliminares relativas a 1994 indican un nivel total de producción semejante al de 1995, lo que representa un aumento de la producción acuícola y un descenso en los rendimientos de la pesca de captura.
- Según análisis recientes, la proporción de las grandes poblaciones cuyas capturas se encuentran en fase descendente ha aumentado de forma constante a lo largo de varios decenios. Se requiere más que nunca una ordenación eficaz a fin de estabilizar la biomasa y mejorar los resultados económicos. Para ello habrá que tomar decisiones difíciles, por lo que los Estados Miembros deberán establecer la infraestructura necesaria para evaluar y ordenar sus pesquerías y acomodar sus capacidades de ordenación a las especificadas en el Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO y otros instrumentos internacionales recientemente aprobados.
- En 1994 continuó la tendencia hacia el aumento de la producción en los países en desarrollo y la contracción de la misma en los países desarrollados, sobre todo en las economías en transición, entre las que figuran las repúblicas de la ex Unión Soviética y de Europa oriental. La producción de los (PBIDA) ha prolongado la pauta de crecimiento rápido, que ha alcanzando un promedio del 6,9 por ciento anual desde 1988. No obstante, esta cifra es engañosa en cuanto ese crecimiento se ha producido fundamentalmente en los PBIDA de mayor producción, como China (promedio del 12 por ciento en 1988-94), India (6 por ciento), Indonesia (6 por ciento), Filipinas (2 por ciento), Bangladesh (5 por ciento) y Marruecos (5 por ciento).
- China, principal productor desde 1989, consiguió una producción récord de 20,7 millones de toneladas en 1994. Del aumento de 3,2 millones de toneladas, más de 1 millón corresponde a la producción acuícola de cinco especies de carpa, y el resto a numerosas especies cultivadas (principalmente en aguas continentales) y algunas especies naturales (sobre todo marinas), como el pez sable, las macarelas y, en particular, el pez lima, cuya producción había disminuido notablemente entre 1988 y 1993. La producción de anchoa japonesa descendió por primera vez e invirtió la rápida tendencia al crecimiento observada desde el comienzo de esa pesquería en 1990 hasta su máximo de 560 000 toneladas en 1993.
- Durante el pasado decenio (1984-94), la acuicultura mundial aumentó su producción a un ritmo medio del 9,4 por ciento, frente al 2,6 por ciento de la producción de carne en el sector de la ganadería y del 1,7 por ciento en el total de la pesca de captura. Entre 1984 y 1994 el crecimiento de la producción acuícola ha sido mucho más rápido en los países en desarrollo que en los desarrollados; desde 1984, el total de la producción ha crecido un 188,7 por ciento en los países en desarrollo frente al 24,6 por ciento de los países desarrollados. Los países en desarrollo y los PBIDA continuaron dominando la producción en 1994, llegando a representar el 86 y el 75 por ciento de la producción total, respectivamente.
- En 1994, el total de la producción mundial de la acuicultura sumó 25,5 millones de toneladas (21,7 por ciento del total de los desembarques de la pesca mundial), con un valor de 39 800 millones de dólares EE.UU. frente a los 10,4 millones de toneladas y los 13 100 millones de dólares EE.UU. de 1984. En 1994 la producción estuvo distribuida, en función del peso, como sigue: peces de aleta, 51,2 por ciento; plantas acuáticas, 27,1 por ciento; moluscos, 17,2 por ciento; crustáceos, 4,2 por ciento; otros, 0,3 por ciento.
- En la actualidad, la mayor parte de la producción acuícola de peces de aleta dentro de los PBIDA se basa en el cultivo de peces de agua dulce herbívoros u omnívoros de escaso valor en comunidades rurales, dentro de sistemas de explotación semiintensiva o extensiva, con utilización de entre moderada y baja de insumos. Estos sistemas producen gran cantidad de peces destinados al consumo humano y de precio asequible, con destino a los mercados nacionales y al consumo interno. Por el contrario, aproximadamente el 60 por ciento de la producción de peces de aleta en países desarrollados se basa en el monocultivo de especies carnívoras de alto valor en sistemas de producción intensiva.
- El comercio internacional de productos pesqueros aumentó aproximadamente un 14 por ciento en 1993 y 1994, y el valor de las exportaciones alcanzó un total de 47 000 millones de dólares EE.UU. Los países en desarrollo representaron una parte cada vez mayor de esa cifra, habiendo llegado casi a igualar el total de los países desarrollados. La balanza comercial positiva de los países en desarrollo, con un total de 15 500 millones de dólares EE.UU. en 1994, y la balanza comercial negativa de los países en desarrollo, de 20 000 millones de dólares EE.UU., crecieron con respecto a 1993 un 15 y un 20 por ciento, respectivamente. El aumento total fue resultado del crecimiento del volumen de las exportaciones y del valor unitario de la mayor parte de los productos destinados al consumo humano; ello representó una inversión de la tendencia descendente de los valores unitarios observada en 1993.
![](w1358s08.jpg)
- Por segundo año consecutivo, Tailandia fue el principal país exportador de pescado en todo el mundo, con exportaciones por un valor total de 4 200 millones de dólares EE.UU. en 1994, es decir, un 23 por ciento más que en 1993. Japón mantuvo su posición como principal importador, con importaciones con un valor total de 16 100 millones de dólares EE.UU. en 1994, que representaban el 31 por ciento de las importaciones mundiales.
8. PRODUCCION Y COMERCIO FORESTALES
- La característica más importante de los mercados de productos forestales de 1995 fue la firme subida de los precios de la pasta y el papel en los mercados internacionales, que alcanzaron un máximo en octubre de 1995. Durante ese mes, la pasta Northern Bleached Softwood Kraft, producto de referencia del sector, se cotizó a 1 000 dólares EE.UU. por tonelada, es decir, un 50 por ciento por encima del precio alcanzado en el período correspondiente de 1994. Posteriormente, al debilitarse la demanda de papel y aumentar la nueva capacidad de fabricación de pasta de papel, los precios de ésta y los del papel, aunque en menor medida, disminuyeron rápidamente, hasta situarse un 30 por ciento por debajo del máximo de febrero de 1996 en el caso de la pasta, a pesar de los recortes de la producción encaminados a reducir los suministros. Los altos precios registrados durante gran parte de 1995 elevaron el valor total del comercio, sobre todo en el caso de los países desarrollados que dominan las exportaciones de estos dos productos. Mientras que el valor del comercio total de productos forestales ha aumentado, según las estimaciones, un 8 por ciento, el de la pasta y el del papel crecía aproximadamente un 15 por ciento.
- La producción mundial de madera en rollo alcanzó un total de 3,47 millones de m3 en 1995, es decir, aproximadamente un 1 por ciento más que en 1994. Gran parte de este crecimiento marginal se debió a la expansión, impulsada por la demanda, de madera para leña, fuente de energía dominante en muchos países en desarrollo. La producción mundial de madera en rollo industrial, por el contrario, se mantuvo en el bajo nivel de 1,55 millones de m3, muy inferior al volumen de 1990. Ello se debió fundamentalmente al desbaratamiento de la producción en la Federación de Rusia, donde se estima que las extracciones de madera en rollo han disminuido otro 15 por ciento. El descenso se debió también a la débil actividad del sector de la construcción en los países industrializados, principal mercado de los productos mecánicos de madera; por ejemplo, la construcción de nuevas casas en los Estados Unidos disminuyó un 9 por ciento, y el descenso fue semejante en el Japón y en algunos países europeos. Además, el suministro de troncos continuó acusando los efectos de las restricciones impuestas a la extracción en los bosques públicos de la costa occidental de América del Norte y en algunos países tropicales asiáticos de gran importancia en este sentido, debido a preocupaciones ambientales. En 1995 algunos países africanos, por ejemplo Côte d'Ivoire y Gabón, comenzaron a intensificar también las restricciones relativas a la extracción de madera y su exportación.
- Las partículas y la madera para pasta representaron una excepción entre los productos derivados de la madera en rollo en 1995: conocieron un marcado crecimiento, impulsado por el dinámico sector de la pasta de madera, que, durante la mayor parte de 1995, consumió más partículas y madera para pasta, a pesar de la subida de sus precios. El crecimiento más importante correspondió a las exportaciones de madera para pasta de países de la ex Unión Soviética con destino a Escandinavia, las virutas de madera procedentes de Chile (cuyo volumen creció un 35 por ciento) y el comercio de virutas de madera en general.
- La producción mundial de madera aserrada en 1995 continuó su prolongado descenso, situándose aproximadamente en 409 millones de m3, es decir, un 20 por ciento menos que en 1990. Este descenso ininterrumpido ha sido resultado en parte de la caída constante de la producción en la ex Unión Soviética y especialmente en la Federación de Rusia. Los grandes productores de Europa y América del Norte han mantenido por lo general la producción del año anterior en lo que se refiere a la madera aserrada de coníferas lo que ha dado lugar a un sobreabastecimiento, grandes volúmenes de existencias y, por consiguiente, presión a la baja sobre los precios en Europa a finales de 1995. Se produjo también un nuevo crecimiento de las exportaciones canadienses de madera aserrada de coníferas, que aumentaron un 4 por ciento, sobre todo con destino a los Estados Unidos. En 1996 se firmó un acuerdo comercial entre el Canadá y los Estados Unidos con el fin de reducir un 10 por ciento -lo que representaría un valor comercial aproximado de 7 000 millones de dólares EE.UU. al año- las exportaciones canadienses de madera aserrada de coníferas con destino a los Estados Unidos.
- La producción de madera aserrada de coníferas de países templados aumentó ligeramente con respecto al volumen de 1994, debido a la mayor demanda de los sectores en renovación y reestructuración. Este producto está comenzando a sustituir en forma significativa, en los grandes mercados consumidores, a las importaciones de madera aserrada tropical.
- La producción de madera aserrada tropical en 1995 parece haber descendido en forma marginal, ya que varios países productores tropicales han introducido restricciones a la extracción y exportación de madera. El comercio de madera aserrada tropical disminuyó de nuevo en 1995 debido a que los grandes productores asiáticos continuaron reduciendo deliberadamente las exportaciones y desviando los suministros hacia la elaboración de productos con mayor valor añadido con destino a la exportación.
- La producción mundial de tableros a base de madera continuó su tendencia ascendente y, según las estimaciones, alcanzó un volumen de 146 millones de m3 en 1995, es decir, un 3 por ciento más que en 1994. El año se caracterizó por las fuertes inversiones en nueva capacidad de producción, sobre todo de paneles de fibras de densidad media (MDF) y paneles de fibra orientada (OSB), que están sustituyendo en parte a otros paneles tradicionales, como los contrachapados y tablones de partículas. La inversión en nueva capacidad de producción de MDF u OSB continúa, a pesar de ciertas dudas sobre si esta expansión está justificada por la demanda futura probable. La producción total de contrachapados aumentó sólo en forma marginal, debido a la débil demanda de los mercados internacionales, aunque se registró un notable rebrote de las exportaciones de contrachapados de madera tropical de Malasia (que aumentaron un 30 por ciento), probablemente a expensas de las exportaciones de Indonesia, que disminuyeron de forma marginal. Las exportaciones canadienses de OSB crecieron en forma considerable.
![](w1358s09.jpg)
- La producción mundial de papel y cartón alcanzó en 1995 un total estimado de 280 millones de toneladas, lo que representa una subida del 4 por ciento y la continuidad de la tendencia ascendente iniciada en 1982. Algunos de los principales países productores de Europa occidental y Asia registraron un fuerte crecimiento. Este fue algo más moderado en América del Norte y Escandinavia. La demanda se mostró especialmente estable en el caso de las calidades destinadas a impresión y escritura, y los precios subieron fuertemente. El precio del papel de pasta química sin recubrir, por ejemplo, era en agosto de 1995 un 32 por ciento más alto que el año anterior. En la última parte de 1995, en cambio, la demanda de papel se debilitó, sobre todo en Asia, lo que dio lugar a la acumulación de existencias (a pesar de los recortes de producción) y a un rápido descenso de los precios. El comercio se mantuvo firme en los primeros nueve meses de 1995 pero, con la excepción del papel prensa, luego disminuyó en forma pronunciada.
![](w1358s10.jpg)
- La producción mundial de pasta de madera alcanzó en 1995 un total estimado de 159 millones de toneladas, es decir, un 3 por ciento por encima del satisfactorio nivel de 1994. La evolución de este sector fue muy semejante a la del sector del papel. Durante los nueve primeros meses la demanda mundial de pasta de madera fue elevada, y las tasas de operación muy altas. En consecuencia, los precios registraron una fuerte subida, situándose aproximadamente un 50 por ciento por encima del nivel de 1994. Ello dio lugar también a una mayor eliminación de pasta de madera, una intensificación del comercio de la pasta y virutas de madera y a la subida de precios de la pasta de madera y otros insumos, incluido el papel recuperado. Después de octubre, en la medida en que disminuyó la demanda de papel y crecieron las reservas, aumentaron también las existencias de pasta de madera de los productores, los precios bajaron rápidamente y muchas fábricas declararon cierres temporales para reducir las existencias. En febrero de 1996 los precios de la pasta de madera eran aproximadamente un 30 por ciento más bajos que en el máximo anterior. El comercio, que había crecido fuertemente durante la mayor parte de 1995, descendió claramente como consecuencia de la fuerte caída de la demanda de pasta y de papel.
![Página precedente](back.gif)
![Inicìo de página](top.GIF)
![Página siguiente](next.GIF)