L-A. Baer
Lars-Anders Raer, de origen saami, es vicepresidente del Consejo de los Saami (organización no gubernamental que agrupa a los miembros de este pueblo que viven en Rusia, Noruega, Finlandia y Suecia) y presidente de la Unión de los Saami de Suecia. Vive en Jokkomokk, Suecia.
Se estima que la zona ártica está habitada por 2 millones de indígenas. La mayoría de ellos viven en la región de los bosques boreales conocida como la taiga. En el presente artículo se estudian el modo de vida de los saami dedicados a la cría de renos, principalmente en Suecia, y los efectos que los cambios en las modalidades de uso de la tierra y la silvicultura industrial han producido sobre ellos.
Los saami constituyen la población indígena de Laponia, que ellos llaman Sápmi, y que abarca parte de lo que es ahora Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia. Son el grupo étnico más antiguo que sobrevive en los países nórdicos y en la península de Kola, y probablemente también en Europa. Los restos arqueológicos más remotos hallados hasta ahora (en su mayor parte trampas para cazar animales) a lo largo de la costa del océano Artico, en el norte de Noruega, tienen unos 10000 años de antigüedad. Hace unos 9000 años, casi toda Escandinavia estaba libre de hielo. Se han encontrado vestigios que demuestran una ocupación humana posterior en toda Sápmi.
El idioma saami pertenece a la familia de las lenguas urálicas, que comprende dos unidades lingüísticas principales: la samoyeda y la ugro-fínica, en la que se incluye el saami.
La población de los saami se estima oficialmente en unos 70000 habitantes (35000 en Noruega, 17000 en Suecia, 5000 en Finlandia y 2000 en Rusia), aunque es difícil estimar el verdadero tamaño de su población, ya que no existe ningún censo global y a los distintos países donde viven les interesa mantener bajas las estimaciones. Sin embargo, hay indicios de que podaran llegar a 100000.
La zona de asentamiento actual de los saami puede dividirse en cuatro o cinco regiones geográficas naturales: la costa ártica, Finnmark, la cordillera de los montes altos con sus estribaciones orientales, los montes bajos con profundos valles cubiertos de bosques, los bosques boreales del norte de Suecia y Finlandia, y la península de Kola.
En el pasado, esta zona se extendía hasta mucho más al sur, pero al igual que otras poblaciones indígenas, los saami han tenido que retirarse ante el avance agresivo de la civilización. Los saami eran un pueblo tradicionalmente nómada o seminómada y tenían una cultura estrechamente vinculada a la caza del reno.
Zona de bosques boreales en Suecia
Vivían en pequeñas comunidades y, al estar muy dispersos, pronto se encontraron en minoría en casi todas las zonas expuestas a la inmigración. Sin embargo, hay excepciones: algunos distritos municipales del norte de Finlandia y Noruega siguen teniendo una mayoría saami.
HISTORIA DE LOS SAAMI
La historia de este grupo es la historia de la adaptación humana al clima ártico y a la naturaleza, que ha sido el fundamento de una sociedad con sus tradiciones culturales y religiosas, así como de la reciente evolución de sus relaciones con el bosque.
Desde el principio, los saami fueron un pueblo de pescadores y cazadores, principalmente de renos, con una visión integrada de la relación entre el hombre y la naturaleza. La comunidad se basaba en la sii'da, integrada por una o varias unidades (no necesariamente familiares), cada una de las cuales estaba dotada de su propia administración y poseía su propio territorio de caza y pesca La sii'da era depositaria de los derechos colectivos y propietaria de la tierra y de sus recursos, y decidía el modo en que se utilizaban y distribuían.
La colonización de Laponia, la explotación de sus recursos por otros pueblos y el comercio entre éstos y los saami se iniciaron en los albores de la Edad Media y se intensificaron durante los siglos XIII y XIV. La soberanía sobre la región fue reclamada por varios Estados a los que los saami se vieron obligados a pagar impuestos. Más tarde se produjo la cristianización.
Con el tiempo, los países que habían reclamado para sí mismos Laponia se repartieron el territorio de los saami. El primer paso fue el establecimiento en 1751 de la frontera entre Suecia y Dinamarca - Noruega, que dividía Laponia a lo largo de una cadena montuosa desde Jämtland a Finnmark. En 1809, se estableció la frontera entre Suecia y Finlandia y en 1826, la que separó a Noruega y Rusia, con lo que se completó la división de Laponia.
A pesar de la colonización y la división política de su territorio, los saami lograron mantener un considerable grado de independencia, al menos en las zonas bajo dominio sueco. En el codicilo al tratado por el que se estableció la frontera entre Suecia y Dinamarca-Noruega, se garantizó a los saami la propiedad de las tierras y aguas. Un año más tarde, en 1752, las disposiciones del codicilo adquirieron fuerza de ley mediante una sentencia del tribunal de apelación de Svea.
La zona sombreada indica la región habitada por los saami
Renos cruzan a nado un río para llegar a una zona boscosa durante el verano
La base del modo de vida tradicional de los saami era la del bosque forestal o taiga. Los primeros colonizadores que llegaron en los siglos XVI y XVII eran agricultores sedentarios que se enfrentaron a los saami sobre todo por el uso de la tierra. Sin embargo, en esa época el impacto humano sobre el bosque se centraba principalmente en las zonas costeras y a lo largo de los ríos. Los saami seguían teniendo a su disposición grandes extensiones de tierra en estado natural.
La llegada de la industrialización
La condición jurídica de los saami y su derecho a la tierra y el agua, estipulados en tiempos del rey Gustavo Vasa, se mantuvieron inalterados hasta mediados del siglo XIX, época de profundos cambios en la economía, la legislación social, la cultura y la ciencia, no sólo en Suecia sino también en otros países. Durante la revolución industrial, la demanda de materias primas aumentó enormemente. Laponia, que hasta entonces se había considerado una tierra de nadie desprovista de valor, pasó a ser la reserva de materias primas de Suecia, como lo eran Africa y la India para Inglaterra. El bosque boreal de los saami se convirtió de pronto en un recurso que podía someterse a una explotación técnica y económica.
Cuando la industria forestal empezó a crecer en el siglo XIX, el paisaje forestal sufrió profundos cambios. Entre 1850 y 1900, el volumen de la madera cortada en el territorio de los saami se multiplicó por 20, procediéndose a entresacar los ejemplares de mejor calidad sin preocuparse por regenerar los bosques.
El régimen tradicional de propiedad de la tierra y el agua de los saami había pasado a ser un obstáculo para la explotación de los recursos naturales de Laponia, a saber el hierro, los bosques y la energía hidráulica. Como resultado de maniobras de grupos poderosos, en 1886 se aprobó en Suecia una ley por la que la propiedad de los saami se reducía a una especie de usufructo sobre los pastizales de los renos, los terrenos de caza y las zonas de pesca. Esta interpretación, fruto de la nueva mentalidad de la época, privó a los saami de sus derechos de decisión sobre las tierras y el agua.
Los defensores de esta política la justificaron con una ideología racista que afirmaba que era una «verificación científica» de la teoría darwinista de la selección natural y la supervivencia de los más aptos. Según ellos, la cultura y la raza suecas eran muy superiores a la raza primitiva de los saami con su cultura. «Un lapón es un lapón» es una expresión de principios del siglo XX, usada para indicar la diferencia entre razas y culturas superiores e inferiores. En esa época, los primeros intentos de los saami por organizarse de una forma moderna fueron reprimidos enérgicamente.
En el siglo XX, la explotación forestal con fines comerciales ha causado profundos cambios en el uso de todas las tierras boscosas, prescindiendo de su historia anterior. Durante los últimos cuarenta años, la tala ha sido prácticamente el único método de extracción de la madera, aunque se han introducido elementos de sostenibilidad, como la reducción de las dimensiones de la zona sometida a corta en un momento determinado y la conservación de árboles portagranos. En el territorio de los saami, el primer ciclo de rotación de la explotación forestal extracción de árboles de edad madura y posterior regeneración artificialestá prácticamente ultimado. Gracias a las políticas de regeneración y ordenación, el plantel sigue aumentando y hoy en día es mayor que nunca, aunque quedan muy pocos bosques boreales vírgenes en Suecia, ya que se ha explotado más del 97 por ciento de la superficie forestal productiva.
En Suecia, el sector forestal emplea a unas 110000 personas, representa el 16 por ciento del valor total de la producción industrial y ocupa el primer lugar en lo que respecta a las exportaciones. Tanto la industria forestal como los sindicatos constituyen grupos poderosos en la sociedad sueca, al menos en comparación con los saami dedicados al pastoreo de rebaños de renos.
EL USO DE LOS RECURSOS FORESTALES
Los saami han utilizado tradicionalmente los bosques con diversos fines, entre ellos la caza, la recolección de alimentos y leña, la extracción de materias primas y la cría de renos, siendo esta última actividad, de lejos la más importante.
Según la legislación sueca, sólo los saami tienen derecho al pastoreo de renos. De los 17000 saami que viven en Suecia, unos 3000 viven de actividades relacionadas con la cría del reno. De los 4 ó 5 millones de renos que existen en el mundo. unos 850000 se encuentran en el territorio de los saami, y de ellos unos 250000 en Suecia. La superficie total de la zona de pastos de los renos en este país es de unos 137000 km2 (es decir el 35 por ciento del territorio nacional), concentrados en la región de los bosques boreales.
Existen dos modalidades de pastoreo de renos en Suecia. Entre los saami que viven en las zonas forestales, se ha establecido una forma de cría por la que los renos permanecen en el bosque durante todo el año. Por el contrario, los saami de las montañas se desplazan de las zonas de pastos de verano en la alta montaña cerca de la frontera con Noruega a los pastos de invierno en los bosques boreales situados al este, llegando en ocasiones hasta las costas del golfo de Botnia. Los miembros de la comunidad tienen también derecho de caza y pesca.
En los últimos 30 años, los saami han perdido grandes zonas de pastizales en favor de otras actividades económicas. Las técnicas forestales modernas, en particular las prácticas de desmonte y labranza del suelo para mejorar su calidad con miras a la reforestación, destruyen los líquenes que crecen a ras de tierra, los cuales constituyen el principal alimento de los renos durante el invierno, y cambian el modo en que se deposita la nieve, de ferina que a los renos les resulta más difícil escarbar para llegar a los líquenes que cubren el suelo. Por otra parte, los líquenes que cuelgan de los árboles sólo crecen en los ejemplares más antiguos, de los que quedan pocos, debido a las prácticas forestales suecas. Además, la industria forestal moderna requiere una red de caminos forestales que están fragmentando las tierras donde pastan los renos, lo que a su vez se ha traducido en un fraccionamiento de los rebaños y ha obligado a los saami a procurarse equipo moderno, como vehículos para nieve, motocicletas para todo terreno y helicópteros, para poder vigilar los animales.
En 1600, tres países diferentes recaudaban impuestos en la zona septentrional de Sápmi
Protección jurídica de las tierras de pastoreo de los renos
Desde que en 1886 se aprobó la primera ley sobre la cría de renos, los pastizales han sido objeto de protección para impedir que se destinaran a otros tipos de uso. Los pastores tradicionales tienen derecho a apacentar sus rebaños de renos en tierras públicas y privadas, así como a utilizar los terrenos boscosos como han venido haciéndolo tradicionalmente y a practicar la pesca y la caza. Sin embargo, los efectos de la legislación no han sido del todo positivos. Por ejemplo, se ha establecido una diferenciación entre los saami dedicados a la cría de renos y los sedentarios que viven sobre todo de la pesca, con lo que estos últimos han perdido sus derechos tradicionales sobre las tierras y los bosques.
Existen también discrepancias importantes entre el espíritu de la ley y su aplicación. Por ejemplo, a mediados del decenio de 1980, algunas aldeas saami llevaron a los tribunales a una empresa estatal, la Domanverket, que había infringido la ley desmontando algunas tierras destinadas a la cría de renos en el condado de Norrbotten. Las aldeas perdieron la causa al dictaminarse que la legislación no se aplicaba a aquellas actividades forestales en las que la tierra no se destinaba de modo permanente a tipos de uso incompatibles con el pastoreo de los renos.
Los derechos de uso de los recursos naturales han sido una fuente de constante conflicto entre los saami dedicados a la cría de renos y los propietarios de tierras, especialmente en la zona meridional del condado de Jämtland. A comienzos de 1990, algunas importantes empresas forestales y propietarios de tierras acudieron a los tribunales alegando que los derechos consuetudinarios relacionados con el pastoreo de invierno no excedían de los límites territoriales de los saami. En 1990, el Consejo Nacional de los saami elevó una petición al Gobierno en la que declaraba lo siguiente:
«La mera apertura de un sumario representa una amenaza contra las industrias y la cultura de los saami en la zona. Entre los demandantes figuran unos 700 propietarios de tierras y tres empresas forestales que no tendrán problemas económicos para hacer frente al pleito. Los fondos de que disponen los saami para financiar un pleito son sumamente limitados, teniendo en cuenta que serán necesarias largas investigaciones y que se tardará muchos años en pronunciar una sentencia.»
En 1992, el Parlamento sueco aprobó una nueva ley en la que se estipulaba claramente que: los propietarios de bosques no podían cambiar el uso de la tierra de modo que impidiera, aunque fuese por breve tiempo, la cría de renos. Sin embargo, los saami afirman que la protección que otorga la ley es más aparente que real. Según la legislación, el propietario que se dispone a emprender una explotación forestal en gran escala está obligado a consultar a las aldeas de los saami, pero una vez efectuada la consulta es libre de hacer lo que desee, por lo que los saami tienen poca influencia sobre el modo en que se aprovechan los bosques.
Los saami vigilan sus rebaños de renos en vehículos para la nieve
En 1993 los saami llegaron a un arreglo con las empresas por el que podían seguir utilizando las tierras de éstas durante el invierno siempre que redujeran el tamaño global de sus rebaños de renos, pero los propietarios siguieron adelante con el pleito. En febrero de 1996, el tribunal del distrito de Sveg sentenció que los saami no tenían derechos consuetudinarios al pastoreo de los renos durante el invierno. Los saami han presentado recurso ante el Tribunal de Apelación y el juicio, que no es sólo una cuestión jurídica, sino también política, terminará probablemente en el Tribunal Supremo.
ACTIVIDADES POLITICAS DE LOS SAAMI
El fin de la segunda guerra mundial y la Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en 1948, que facilitó la organización de los saami, representaron un momento decisivo. La política oficial sueca no pudo seguir sustetándose en valores racistas, y en 1950 se fundó la Unión Nacional de los Saami de Suecia.
Actualmente, los saami de Finlandia, Noruega y Suecia gozan de cierto ;reconocimiento como pueblos indígenas con derechos políticos dentro de los distintos países. En comparación con otros pueblos indígenas, han recorrido un largo camino, aunque todavía existen discriminaciones. Los derechos de los saami han sido menospreciados tanto en nombre del comunismo como en el de la democracia. Los derechos a la tierra y al agua que los saami consideraban suyos desde miles de años se han puesto en discusión. Las exigencias políticas de este grupo son sencillas: quieren tener derecho a adoptar decisiones sobre cuestiones que afectan a su vida, su cultura y sus tierras, al igual que otros muchos pueblos indígenas de todo el mundo.
En 1986, la 13a Conferencia de los Saami aprobó el Programa de los saami para el medio ambiente. En él se señala que estas personas son un pueblo indígena que vive en Sápmi desde tiempos 5 inmemorables, cuidando y respetando la tierra y el agua. También se pone de manifiesto que el medio ambiente es muy, frágil y que tanto éste como las actividades económicas de aquella comunidad han sufrido los efectos de una colonización por parte del resto de la sociedad.
En el programa político sobre el medioambiente se declara: «Tenemos un derecho inalienable a mantener y desarrollar I nuestras actividades económicas y nuestras comunidades en consonancia con nuestras prácticas comunes y deseamos conservar nuestras tierras, recursos naturales y patrimonio nacional para las generaciones futuras.»
Talla de piedra de los saami, en la que se distingue la imagen de un reno