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La FAO y los grupos indígenas

K. Andersson y H. Ortiz-Chour

Krister Andersson e Hivy Ortiz-Chour son funcionarios asociados del cuadro operativo del Programa bosques, árboles y población de la FAO, con sede en Roma, Italia.

Dos ejemplos de actividades realizadas en colaboración aplicando el Programa bosques,
árboles y población de la FAO.

La promotora del FTPP, Sr. Rosario León, asiste a un grupo de yuracaré en la preparación de un plan de ordenación forestal

Un número considerable de grupos indígenas viven en zonas forestales o sus cercanías. Estas comunidades son las primeras en aprovechar los productos forestales y, a menudo, establecen sus propias normas e instituciones para regular el modo de utilizar el bosque. La labor realizada por entidades locales u organizaciones como la FAO para incrementar el acceso local a los recursos forestales ha resultado ser constructiva y ha redundado en una ordenación forestal sostenible, legitimando así la función de esos grupos como administradores forestales responsables.

Este artículo presenta dos ejemplos de América Latina que ilustran la forma en que el Departamento de Montes de la FAO está aplicando nuevos métodos de trabajar junto con las comunidades indígenas que viven en el bosque, una colaboración que ha resultado provechosa tanto para la FAO como para los distintos grupos indígenas interesados. En el primer ejemplo se describe una experiencia de colaboración técnica con una comunidad indígena que vive en Bolivia, a lo largo del no Chapare; en el segundo ejemplo se expone el proceso consultivo llevado a cabo con grupos indígenas de América Central que sirvió de base para el IV Congreso Forestal de América Central, que se celebró en San Pedro Sala, Honduras, en septiembre de 1995.

COOPERACION TECNICA CON GRUPOS INDIGENAS DE BOLIVIA

En octubre de 1991, como parte del programa de la FAO sobre silvicultura comunitaria, el Programa bosques, árboles y población (FTPP), un equipo boliviano local realizó un estudio entre las comunidades que viven a lo largo del río Chapare en Bolivia. El estudio se concentraba en la importancia de los bosques para el mantenimiento de los medios de subsistencia de los grupos indígenas que viven en esa zona. Entre los grupos que participaron en ese estudio figuraba la población yuracaré, comunidad que vive en el bosque (véase el mapa).

Los miembros de la comunidad yuracaré expresaron su preocupación por la nueva política del Gobierno sobre la utilización de la tierra Con dicha política se establecieron demarcaciones de tierras para crear zonas protegidas a lo largo del río Chapare que delimitaban la zona forestal habitada por esa población. Los yuracaré tradicionalmente se mueven en una zona muy extensa. Ese plan de vida histórico, que impedía la explotación excesiva de los bosques fue modificado considerablemente al crearse las zonas protegidas Con la limitación del acceso a los bosques y sin ningún tipo de reconocimiento jurídico de derechos del usuario de los bosques, los yuracaré no veían cómo podía garantizárseles el suministro de alimentos, medicinas y otros productos forestales esenciales.

Los representantes de la comunidad pidieron a la promotora del FTPP nacional en Bolivia, Sra. Rosario León, que les proporcionara asistencia técnica para poder cumplir con los requisitos jurídicos y técnicos inherentes a los procedimiento para obtener derechos sobre su territorio Se esperaba que su grupo lograra adquirir el control oficial sobre el bosque protegí do y se le concediera el reconocimiento del Estado como usuario y administrado legítimo del bosque. Esta petición a la FAO fue él punto de partida de una asociación duradera.

Ante la propuesta de plan de ordenación presentada conjuntamente con los yuracaré, los funcionarios provinciales de servicio forestal estatal de Bolivia (Centro de Desarrollo Forestal - CDF) acepta ron la invitación de trabajar con el FTPP para ayudar a las comunidades en la evaluación de la ordenación forestal vigente y: desde 1994 han participado directa mente en el proceso de planificación de la ordenación local. Cada dos meses, u; equipo conjunto del FTPP y del CDF de cinco profesionales pasa tres semanas e' la zona de Chapare para ayudar a la comunidades en la labor de seguimiento del plan de ordenación.

Por intermedio del equipo boliviano del FTPP, la FAO junto con el CDF está ofreciendo asesoramiento técnico para la elaboración de planes de ordenación forestal. Adaptando en función del grupo usufructuario una metodología elaborada por el Programa de investigación sobre recursos e instituciones forestales (IFRI) (véase el recuadro, pág. 32), la población yuracaré ha realizado un plan de ordenación forestal que tiene en cuenta las instituciones indígenas tradicionales para el aprovechamiento del bosque. Se han redactado documentos que recogen la historia de las poblaciones de la zona y la importancia que para las mismas tienen los recursos forestales.

La estructura, directrices y prácticas sistemáticas destinadas a la administración conjunta de los recursos forestales están ultimados. El obstáculo con que se tropieza en este momento es la habilitación jurídica para otorgar a las comunidades derechos exclusivos de uso y la responsabilidad oficial de la administración de los bosques. Aunque las autoridades estatales (bolivianas no han aprobado todavía la solicitud de derechos de uso ni el plan de ordenación, gracias a la colaboración de la FAO con los yuracaré se han obtenido resultados importantes que se exponen a continuación.

Experiencias de un trabajo en colaboración

La experiencia con la población yuracaré no debe considerarse un mero servicio de extensión de la FAO a un grupo marginado, sino más bien una relación mutuamente provechosa que ha permitido a la Organización obtener nuevos conocimientos acerca del funcionamiento de las instituciones indígenas en lo que concierne a la administración local de los recursos forestales. Esas experiencias han contribuido también a entender mejor la importancia de las bases jurídicas de la silvicultura comunitaria. Las enseñanzas obtenidas de esta colaboración han sido sumamente valiosas para la labor normativa del Departamento de Montes de la FAO en materia de administración comunal de recursos forestales y para los aspectos jurídicos de la silvicultura comunitaria.

Bolivia: zona donde viven los yuracaré

Preparación de un mapa del pueblo, un elemento de la colaboración entre el FTPP y los yuracaré

Un grupo de trabajo conjunto del FTPP y del servicio forestal nacional que controla las condiciones del bosque en la zona ocupada por los yuracaré

En el marco del FTPP se ha tenido la oportunidad de probar sobre el terreno los instrumentos de evaluación rural participatoria referida a la población yuracaré, utilizando su tradición en lo que se refiere a símbolos, comunicación y lenguaje típicos de su cultura. Esta metodología permite reducir las divergencias y romper los obstáculos de comunicación entre los encargados del desarrollo y los grupos indígenas. Las experiencias ganadas mediante este proceso de validación constituyen una importante aportación para las actividades del Departamento de Montes de la FAO en materia de silvicultura comunitaria.

Al incorporar el servicio forestal en las actividades del FTPP se impartió a tres funcionarios forestales capacitación en la metodología del IFRI y en la aplicación de instrumentos de participación para la silvicultura comunitaria. El nuevo tipo de relación que se ha instaurado entre los grupos indígenas y el servicio forestal ha cambiado mucho con respecto al que existía anteriormente, que se caracterizaba por una actitud de desconfianza. Con la nueva colaboración, el plan de ordenación forestal es una labor de preocupación común para ambas partes. Las comunidades, por su parte, han aumentado sus conocimientos en lo que concierne a los aspectos técnicos de la silvicultura: cómo cultivar algunas especies provechosas, cómo establecer un sistema de seguimiento para evaluar la calidad del bosque a lo largo del tiempo, etc.

Reuniones consultivas organizadas por el FTPP con un grupo de mujeres de Quepos Costa Rica, con vistas al Congreso Forestal de América Central

Quedan por resolver las dificultades de carácter jurídico relativas al sistema de tenencia de la tierra. Hasta que no se formalice por ley una estructura adecuada para la administración conjunta de los recursos forestales, las comunidades no podrán estar seguras de que los bosques que utilizan serán suyos para poder administrarlos y protegerlos también en el futuro.

LA SILVICULTURA COMUNITARIA EN AMÉRICA CENTRAL

En septiembre de 1995 se celebró en San Pedro Sala, Honduras, el IV Congreso Forestal de América Central. En esa reunión intergubernamental se examinaron los problemas relacionados con la silvicultura comunitaria. El tema de la participación constituyó uno de los asuntos principales del debate. Las organizaciones populares desempeñaron una función esencial presentando sus puntos de vista sobre el desarrollo de la silvicultura comunitaria en la región. Antes de la celebración del Congreso, la Coordinadora Indígena Campesina de Agroforestería Comunitaria (CICAFOC) y el Consejo Consultivo Regional de Mujer y Desarrollo Forestal (CCRMDF) habían convocado a sus miembros en reuniones consultivas a nivel nacional, con el fin de elaborar un programa de desarrollo en el que se reflejaran las prioridades y preocupaciones de los miembros. El. Programa bosques, árboles y población de la FAO dio su apoyo a las reuniones preparatorias populares que se celebraron en los siete países de la subregión.

Los orígenes de la CICAFOC y del CCRMDF

En 1994, el promotor del FTPP para Centroamérica, Carlos Brenes, organizó una reunión en la que más de 60 representantes de cooperativas nacionales intercambiaron sus experiencias en materia de actividades forestales. Entre los principales temas que se presentaron figuraban la ordenación de recursos naturales, métodos de producción, adaptaciones de conocimientos científicos a los conocimientos prácticos locales y la comercialización. Desde hace dos años, la CICAFOC ha venido desempeñando una labor de unificación de los grupos de base a nivel regional promoviendo debates a nivel nacional con el fin de definir prioridades, directrices y actividades futuras para someterlos al examen de los encargados de elaborar proyectos y políticas. La Asamblea General del Consejo Centroamericano de Bosques y Areas Protegidas (CCAB-AP) ha aprobado el plan de acción regional de esa organización.

En los preparativos del Congreso Forestal Centroamericano, el FTPP reconoció el hecho de que las representantes de las mujeres no estaban suficientemente integradas en los grupos nacionales y en las consultas de la CICAFOC. Para abordar esta cuestión, el FTPP pidió al CCRMDF que promoviera algunas reuniones consultivas paralelas con los grupos de mujeres con los que el FTPP había trabajado en los cinco últimos años. Se organizaron así diez reuniones locales con la participación de más de 500 mujeres de diferentes grupos étnicos, organizaciones locales y proyectos forestales.

Gracias a ese procedimiento, las mujeres tuvieron la oportunidad de compartir sus experiencias en materia de ordenación forestal, cultivos, medicinas tradicionales, ordenación de la fauna y flora silvestres, artesanía, etc. En septiembre de 1995, conjuntamente con el Congreso Forestal que se celebró en San Pedro Sala, se organizó un seminario regional con mujeres agricultoras y grupos indígenas. Con el apoyo del FTPP, las participantes elaboraron un documento que se presentó al Congreso Forestal.

Entre las principales cuestiones figuraban las siguientes:

· identificar mecanismos a nivel oficial y extraoficial en que se reconociera el valor de las mujeres en las actividades productivas y reproductivas;

· revisar las políticas nacionales a fin de garantizar a las mujeres el derecho a poseer tierras, acceso a los créditos y asistencia técnica;

· examinar los programas de capacitación en agrosilvicultura para asegurarse de que incluyan aspectos relacionados con la diferencia de sexo;

· pomover proyectos forestales para que se reconozca la importancia de las actividades domésticas y, en general, la carga de trabajo de las mujeres, y para que se les respalde en sus esfuerzos por reducir la violencia doméstica e institucional.

Programa de investigación del IFRI

El Programa de investigación sobre recursos e instituciones forestales internacionales (IFRI) es un programa mundial orientado a la investigación científica de las relaciones entre la población y el bosque. En el ámbito de ese programa se ha elaborado una base relacional de datos en la que se integran aspectos socioeconómicos de las instituciones de usuarios de tierras forestales con información biotécnica de los recursos forestales. Tres profesionales bolivianos han realizado un curso de capacitación en la Universidad de Indiana, Estados Unidos, en la aplicación de métodos particulares y la gestión de bases de datos, y junto con el FTPP han establecido tres centros de investigación donde las comunidades locales y los investigadores han aunado sus esfuerzos para sistematizar la información sobre las tierras forestales administradas a nivel local. La metodología aplicada por el IFRI ha resultado muy apropiada para la planificación conjunta de la ordenación forestal por la importancia que se ha dado tanto a la gestión como a los aspectos biotécnicos de la ordenación forestal. A los miembros comunitarios y a los extensionistas se les han asignado funciones complementarias de expertos, en que la comunidad se encarga de proporcionar información esencial sobre las instituciones y los conocimientos tradicionales. [Para una descripción más detallada de la metodología del IFRI y de cómo se aplica en un contexto de sistematización de conocimientos sobre la ordenación de los recursos forestales de propiedad común, véase Unasylva, 46(180): 1011.]

Por intermedio de la CICAFOC y el CCRMDF los agricultores de ambos sesos (principalmente población indígena) cuentan con un espacio oficial donde poder debatir problemas de carácter forestal y una vía directa para llegar a los encargados de tomar las decisiones en la región. Ambas instituciones están ahora reconocidas por la CCAB-AP como grupos consultivos y son invitados a la Asamblea General a la que asisten todos los representantes del proceso inherente al Programa nacional de acción forestal, así como los directores de los servicios forestales. Participan también en el Comité Consultivo del TFPP. En la actualidad, tanto la CCAB-AP como el FTPP están apoyando la iniciativa de unificar las dos organizaciones.

Resultados del proceso consultivo

El resultado más importante del proceso consultivo y aun del mismo Congreso Forestal fue el haber reconocido, respetado e integrado en la labor de ordenación los conocimientos indígenas. En el congreso y en las reuniones que lo precedieron se consiguió aunar en un esfuerzo conjunto a técnicos, encargados de adoptar decisiones, agricultores de ambos sexos y grupos indígenas con el fin de decidir los medios más apropiados para administrar los recursos naturales. Se establecieron criterios generales para la ordenación de los recursos naturales, y las organizaciones locales propusieron los elementos que se debían tener en cuenta al elaborar proyectos, políticas y estrategias, que se incluyeron luego en el documento de políticas del Congreso Forestal.


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