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Tradiciones y recientes progresos realizados en la investigación sobre silvicultura tropical en Indonesia

J. Kartasubrata y K.F. Wiersum

La evolución de la investigación sobre silvicultura como respuesta a los nuevos objetivos de la ordenación forestal.

Junus Kartasubrata y Kornelis Freerk Wiersum están respectivamente asociados al proyecto de PROESA de Bogor, en Indonesia, y con la Universidad de Agronomía de Wageningen en los Países Bajos.

Nota: El presente artículo es una adaptación, que cuenta con el debido permiso, de un documento preparado para el seminario sobre silvicultura tropical de la conferencia celebrada con motivo del centenario de la IUFRO en Berlín, del 1° al 3 de septiembre de 1992. El texto original completo ha sido publicado por Wood, Vanclay y Wan Razali Wan Hohd (1993).

Cabe distinguir cuatro fases en las investigaciones sobre silvicultura de Indonesia: i) la era de la teca (18501920) dedicada a la producción por parte de las potencias coloniales; ii) la era de las plantaciones forestales (1920-1970) orientada a las plantaciones forestales para la producción de madera y a la ordenación de las cuencas hidrográficas; iii) la era de la ordenación de los bosques higrofíticos naturales (a partir de 1970), en que la atención se centró en la silvicultura para la producción sostenible de madera procedente de dichos bosques, consistente en un sistema donde se integraba la silvicultura y las técnicas de extracción, y iv) la era del desarrollo forestal comunitario que comenzó a finales de los años setenta y en la que participaba la población rural para la ordenación de los recursos forestales. En consecuencia, se dedica una gran atención a los sistemas de producción y a las especies de árboles preferidas por los campesinos, ya se cultive en tierras privadas o en tierras forestales. Estos sistemas de silvicultura se caracterizan por basarse en especies múltiples de edades desiguales, y pueden también incluir una combinación de árboles y cultivos agrícolas.

Cuando empezó la explotación de las islas exteriores se centró/a atención en los bosques naturales

La descripción de estas fases de la investigación sobre silvicultura se hace en función los supuestos en los que estas se basaban y la responsabilidad por la ordenación forestal; las cuestiones relativas a los recursos forestales y las prácticas sobre silvicultura, y los métodos y principios utilizados para examinar estas cuestiones. Durante las primeras fases, las investigaciones se orientaron a evaluar las nuevas prácticas de silvicultura, si bien durante la reciente fase de silvicultura comunitaria, se evaluó también la aplicación de las nuevas prácticas por parte de los gestores forestales. Esto provocó importantes cambios metodológicos, y la investigación se realizó en cooperación con la población local, en lugar de con los investigadores forestales aislados.

Temas de la investigación sobre silvicultura

En 1849 la designación de los primeros técnicos forestales coloniales no sólo constituyó el inicio de las actividades forestales controladas por el Estado en Indonesia, sino que también pueden considerarse como el comienzo de un esfuerzo sistemático para mejorar los cultivos de árboles destinados a la producción de madera. Al principio, los experimentos sobre silvicultura se realizaban de forma no sistemática, en combinación con las prácticas destinadas a mejorar la ordenación forestal. En 1913 se fundó un instituto oficial de investigaciones forestales que en los decenios siguientes se convirtió en uno de los principales centros de investigación forestal de los trópicos.

Una plantación de Shorea spp. con espacios de 2 x 2 metros

De acuerdo con las políticas forestales prevalentes, las investigaciones sobre silvicultura se centraron en primer lugar en el cultivo de la teca. Hasta los años setenta, la mayor parte de las investigaciones sobre silvicultura se orientaron a las actividades de plantación forestal como el principal modelo de silvicultura. Los trabajos de investigación se concentraron en prácticas de establecimiento y mantenimiento de plantaciones, e incluían la regeneración artificial, la extirpación de malas hierbas, el aclareo y la protección contra plagas y enfermedades. Las investigaciones se orientaron de manera especial al estudio de la influencia de los factores bióticos y abióticos en el crecimiento de las especies arbóreas comerciales. Si bien se prestó alguna atención a los posibles efectos de los cultivos protectores y los árboles de sombra sobre los árboles destinados a la producción de madera, en general se consideró que las masas forestales mixtas eran demasiado complejas y costosas (Van Alphen de Veer, 1953) y, en consecuencia, la mayor parte de las investigaciones forestales se orientaron hacia las plantaciones en régimen de monocultivo.

Cultivo intercalado de Calliandra sp. con mandioca

La situación de los conocimientos sobre silvicultura tal como existían en Indonesia a finales de los años cuarenta se refleja en el libro de texto sobre silvicultura de Beekman (1949). Más del 60 por ciento de dicha obra se dedica a descripciones, desde el punto de vista de la silvicultura, de las cuatro especies de árboles comerciales más importantes: Tectona grandis, Altingia excelsa, Pinus merkusii y Eusideroxylon zwageri. Desde entonces, se ha recogido una gran cantidad de información sobre otras especies y sobre los importantes adelantos realizados en el campo de las plantaciones forestales, por ejemplo la selección de árboles (Soerianegara, 1974) y las relaciones simbióticas entre árboles y microorganismos (Smits, 1983). La información ha estado dominada por la opinión de que los monocultivos son técnica y económicamente superiores que las masas forestales mixtas. Sin embargo, y a pesar del hecho de que desde 1950 se ha difundido la idea de su posible repercusión en las propiedades del suelo y en la resistencia contra las plagas y las enfermedades (Steup, 1955), la mayor parte de las investigaciones sobre plantaciones parecen centrarse en los monocultivos.

La decisión adoptada en 1966 de explotar los bosques higrofíticos tropicales de otras islas constituyó una importante fase nueva en lo que respecta a las investigaciones sobre silvicultura. La atención se dirigió a los bosques naturales en lugar de concentrarse solamente en la regeneración artificial, y se amplió para que incluyera técnicas destinadas a estimular la regeneración natural de las familias arbóreas deseables, por ejemplo Dipterocarpaceae. Surgió entonces un nuevo principio: la extracción maderera no se consideraba ya una mera explotación sino también una importante práctica de silvicultura. En las investigaciones se comenzó a dedicar atención especial a la competencia entre las distintas especies arbóreas y las relaciones sinérgicas entre los árboles y los otros componentes del ecosistema (Soerianegara, 1973; Soerianegara y Kartawinata, 1985; Smits, 1983).

Del cultivo taungya al cultivo agroforestal plenamente rotatorio

Los importantes cambios que están surgiendo actualmente en los métodos de investigación sobre la silvicultura, como respuesta al marco organizativo de la silvicultura comunitaria, pueden ilustrarse mediante el análisis histórico de las investigaciones sobre el cultivo taungya en Indonesia.

El sistema taungya, consistente en la intercalación temporal de los cultivos alimentarios que realizan los agricultores locales en las jóvenes plantaciones forestales, constituye una técnica de aplicación común en Indonesia. Se utilizó par primera vez en el decenio de 1870 para establecer plantaciones de teca en Java central, y se convirtió en una práctica muy difundida Durante el siglo XX se usó para establecer plantaciones de Pinus merkusii, Agathis dammara, Altingia excelsa y Swietenia macrophylla.

El cultivo taungya se ha considerado un media eficaz de repoblación forestal, y se estimaba subsidiaria su contribución a mejorar el bienestar de la población local las investigaciones se orientaron hacia el efecto de los distintos cultivos sobre la teca y la eficacia de dicha práctica, en comparación con otras técnicas de regeneración (Coster y Hardjowasono, 1935). Tal como describe Beekman (1949), los objetivos específicos eran los siguientes:

· reducir los costos de establecimiento de plantaciones de teca y obtener ingresos de la agricultura durante la primera fase de la plantación;

· mejorar el mantenimiento de las mesas de árboles jóvenes mediante la escarda intensiva,

· bonificar las tierras baldías con la agricultura antes de establecer las plantaciones de árboles;

· ayudar a solucionar la escasez local de buenas tierras agrícolas.

En los años setenta, se examinó la posibilidad de mejorar el componente agrícola del sistema taungya (Kartasubrata, 1979; Wiersum, 1982). Se empezó a trabajar para conseguir un mejor equilibrio entre las necesidades para el desarrollo de la comunidad local y una producción de madera eficaz para hacer frente a las necesidades comerciales. Se intensificó el cultivo taungya mediante la introducción de variedades de alto rendimiento, la fertilización y medidas encaminadas a la protección de cultivos acompañadas de mejoras en la preparación de la tierra y en el trabajo del suelo. El mejoramiento de las prácticas de cultivo aumentó la producción de arroz de secano de 700-1 000) kg/ha a 2 000-3 000 kg/ha y se obtuvieron aumentos similares en la producción de maíz. Los cultivos arbóreos se beneficiaron también de la fertilización. En los estudios posteriores se estudió la posibilidad de aumentar el espaciamiento de los árboles dedicados a la producción de madera a fin de prolongar el período agrícola. En general, la intensificación de las prácticas taungya produjo beneficios tanto a los agricultores como a los servicios forestales, y en 1990 el sistema se aplicaba en el 75 par ciento de la superficie total sometida a repoblación forestal de Java (Simon y Wiersum, 1992).

Durante la era de la silvicultura comunitaria las investigaciones se desplazaron de nuevo hacia los sistemas de producción y las especies arbóreas preferidas por la población rural, tanto en los bosques estatales como en los privados, y se incluían las especies dedicadas a la producción de madera, de fruta y las destinadas a objetivos múltiples. Gradualmente se llegó a la conclusión de que en Indonesia existen múltiples sistemas de silvicultura local gestionados por los propios agricultores. Muchos de los sistemas de silvicultura local preferidos por la población indígena se caracterizan por las masas de árboles mixtas por su integración con cultivos agrícolas que pueden proporcionar una gran cantidad de productos útiles para los hogares, que van desde la leña y el material de construcción hasta productos comestibles para la población y el ganado, y productos medicinales. Además, estas plantaciones mixtas proporcionan protección contra las pérdidas de producción debidas a las plagas, enfermedades y al mal tiempo. Actualmente se reconoce plenamente la importancia de estos sistemas locales para la silvicultura (Wiersum, 1980; Michon y Bompard, 1987). En varios estudios se han descrito las características y la dinámica de estos sistemas en lo que respecta a la silvicultura (Wiersum, 1982; Wienstock, 1983; Berenschot, Filius y Hardjosoediro, 1988), pero sólo recientemente han comenzado las actividades para adaptar dichos sistemas o crear otros análogos a través de la investigación (Kartasubrata, 1990 y 1991; Bratamihardja, 1990).

A medida que se incorporan las prácticas agroforestales a las de silvicultura, pasan también a formar parte de las investigaciones correspondientes varios métodos de investigación procedentes de la agronomía. Por supuesto, muchas cuestiones relativas a la investigación se ocupan de la interacción de las distintas especies (tanto arbóreas como agrícolas) y de cómo dirigir los procesos de la silvicultura en las plantaciones mixtas y de edades desiguales. Además de esta ampliación de los temas de investigación sobre silvicultura, es evidente que la nueva orientación de la silvicultura comunitaria puede terminar por tener importantes repercusiones a un nivel más general de la metodología de investigación.

¿Ha surgido un nuevo paradigma para las investigaciones sobre silvicultura?

En muchas partes del mundo en desarrollo las investigaciones convencionales sobre silvicultura se basaban en el supuesto de que la ordenación forestal real la realizaría un servicio profesional y estaría bajo control estatal. El control estatal sobre las zonas forestales garantizaba la existencia de grandes dependencias de ordenación en las que las prácticas se realizaban en zonas relativamente extensas. En consecuencia, las investigaciones sobre silvicultura podían basarse en un núcleo sólido de conocimientos profesionales y en una compresión general del objetivo, es decir, obtener mayor cantidad de productos comerciales a costos aceptables y sin un deterioro indebido de la productividad del lugar, así como la protección de las cuencas hidrográficas y del suelo.

Cultivos agroforestales en régimen de rotación plena

A pesar de la generalizada aceptación del cultivo taungya intensificado, resulta evidente que esta práctica no ha resuelto los problemas de la intensa presión demográfica sobre las zonas forestales de Java. En consecuencia, se está ensayando actualmente una nueva práctica forestal llamada cultivo agroforestal de rotación plena. La práctica se basa en el principio de intercalar cultivos durante todo el ciclo de crecimiento, desde la siembra hasta la recolección. Los cultivos agrícolas que se permite plantar a los agricultores no se limitan a los cultivos anuales, sine que incluyen también los árboles frutales y los destinados a objetivos múltiples, hasta un 20 par ciento de la masa forestal la combinación más eficaz depende tanto de las condiciones del terreno y del tipo de especies madereras existentes, como de las condiciones socioeconómicas de los agricultores encargados de gestionar los cultivos intercalados. Para garantizar el éxito de los sistemas adaptados a las condiciones locales, se han perfeccionado nuevos sistemas en la metodología de las investigaciones sobre silvicultura (Kartasubrata 1990 y 1991) que incluyen: ensayos de silvicultura específicos para coda localización basados en estudios de diagnóstico; la participación de grupos de agricultores en la gestión de los experimentos en lugar de realizarlos en condiciones controladas par los investigadores; y la evaluación de los experimentos sobre la base de los dates sobre producción cuantitativa e información cualitativa según las opiniones de los agricultores.

El estudio de diagnóstico constituye una parte esencial de la metodología de las investigaciones. El objetivo del estudio es permitir la planificación de los ensayos ateniéndose a los problemas específicos del lugar en vez de a los problemas científicos de carácter general. Los objetivos del análisis son: evaluar los beneficios que los aldeanos han obtenido de los bosques así como las opiniones locales sobre la forma en que podrían aumentarse estos beneficios de manera sostenible; entender la dinámica social que subyace a las necesidades de los distintos grupos de usuarios forestales, y descubrir las prácticas locales de ordenación forestal y utilización de los bosques.

Los resultados de este estudio sirven como base para preparar los ensayos prácticos realizados en distintas localizaciones experimentales. Se han creado grupos de agricultores para facilitar la preparación y gestión de estos ensayos, cuyo objetivo es no solamente fomentar la cooperación entre los investigadores y los agricultores locales. sine también estimular la autoconfianza de los agricultores en la ordenación forestal y en las actividades de desarrollo comunitario. Se recogen dates cuantitativos sobre la supervivencia y crecimiento de los árboles forestales y de los cultivos agrícolas en distintas condiciones de espaciamiento de árboles, fertilización y sistemas de poda y aclareo, así como sobre las tasas de erosión. Se recogen también otros dates sobre la participación de los agricultores en el experimento (por ejemplo, en relación con la situación socioeconómica y el funcionamiento de los grupos de agricultores (Kartasubrata, 1990 y 1991).

Estos supuestos básicos se mantuvieron intactos, aun cuando los estudios se extendieron de las plantaciones forestales a los bosques naturales. Sin embargo, en el contexto de la silvicultura comunitaria estos supuestos no son ya válidos. Gran parte de las nuevas investigaciones sobre silvicultura pueden sólo basarse parcialmente en conocimientos recogidos mediante métodos científicos «tradicionales». En contraste, mucha de la información existente sobre la viabilidad de sistemas de cultivo de árboles de edad desigual y especies mixtas está almacenada en los conocimientos empíricos de la población que utiliza los sistemas locales existentes para la ordenación de los bosques y las actividades agroforestales. Por lo tanto, las investigaciones silvícolas dentro del contexto de la silvicultura comunitaria tienen que combinar los conocimientos científicos y la práctica empírica local. El uso de los sistemas de ordenación forestal por la población indígena está a menudo determinado por su localización. La identificación de posibilidades de utilización de técnicas mejoradas debería basarse por lo tanto en un análisis del problema en relación con la localización más que en una determinación general de los problemas científicos. Así pues, resulta necesario realizar estudios de diagnóstico para recoger información sobre la presencia y funcionamiento de prácticas locales de silvicultura y sobre los problemas de ordenación que percibe la población local.

En segundo lugar, no solamente puede alterarse la base de conocimientos para el cambio en la investigación, sino también el objetivo de la ordenación forestal. Las comunidades locales tienen a menudo objetivos diferentes que los técnicos forestales profesionales en lo que respecta a la gestión de los recursos forestales; por ejemplo, pueden desear elevar al máximo la producción de productos múltiples para la subsistencia (incluidos muchos productos forestales no madereros) en lugar de aumentar al máximo la producción de bienes industriales. O bien pueden preferir administrar los bosques con miras a obtener insumos de sus empresas agrícolas en lugar de para la producción directa de productos finales tangibles. Estos objetivos pueden variar según la situación socioeconómica y cultural. Existe por lo tanto la necesidad de especificar cuidadosamente los objetivos de la gestión, teniendo en cuenta las opiniones de todos los que participan y, basándose en estos objetivos, preparar planes adecuados de ordenación forestal y regímenes de silvicultura.

El rotén se utiliza para hacer cestos

El contexto cambiable de las investigaciones sobre silvicultura requiere adaptaciones de los métodos de planificación, diseño y evaluación. Anteriormente se ha mencionado la importancia de realizar estudios de diagnóstico. Mediante los diseños experimentales se deberían reconocer los diferentes objetivos de la ordenación de los gestores forestales locales y sus preferencias por determinadas mezclas de especies, configuraciones de las plantaciones y técnicas de mantenimiento. Habría que dedicar la debida atención al hecho de que, a menudo, la opinión de los agricultores sobre los buenos resultados de un sistema no se basa en el rendimiento de un único componente, sino más bien en el rendimiento general del sistema. En consecuencia, tal vez no resulte apropiado poner a prueba los distintos tratamientos mediante un análisis factorial de las características de producción, tal como se hace generalmente en las investigaciones convencionales sobre silvicultura, sino que podría resultar más útil evaluar los ensayos basándose en las evaluaciones de los pobladores sobre la utilidad y carácter práctico de los sistemas y técnicas. Estos nuevos sistemas aplicables al diseño y evaluación de ensayos de silvicultura parecen tener las mayores posibilidades de éxito cuando los estudios se realizan en cooperación con los gestores locales y no con los investigadores profesionales del ramo que trabajan aisladamente. Para ajustar la situación experimental al caso práctico, puede ser necesario realizar estudios en condiciones controladas por los agricultores en lugar de en condiciones controladas por los investigadores.

Conclusión

La investigación sobre silvicultura en Indonesia tiene más de 100 años de historia. Entre los cambios más importantes introducidos en los sistemas de investigación puede citarse el de haber pasado de monocultivos de árboles de edad equivalente a bosques naturales y a plantaciones forestales de especies múltiples y edad desigual y a sistemas agroforestales. Esta evolución en el objeto que se estudia tuvo importantes repercusiones sobre la elección de técnicas de silvicultura donde se tenían también en cuenta los modelos ecológicos en que se basaban los estudios. Durante un largo período de tiempo, las investigaciones en muchas de las zonas tropicales, incluida Indonesia, estaban determinadas por el supuesto de que la ordenación forestal sólo podía ser llevada a cabo por profesionales forestales y con control estatal sobre las tierras forestales. En estos supuestos se centraba la atención casi exclusivamente en perfeccionar técnicas eficaces para la producción de madera y de otros productos industriales (que era reflejo de la opinión vigente en aquel tiempo de que el «desarrollo» era sinónimo de «industrialización»). Desde finales de los años setenta, esta opinión ha comenzado gradualmente a cambiar, y la investigación se ha orientado también hacia los sistemas forestales que proporcionan productos de subsistencia para los habitantes de las aldeas, donde la responsabilidad de la gestión se encuentra en manos de las comunidades locales y de agricultores privados. Estos nuevos supuestos sobre el alcance de la ordenación forestal han introducido importantes cambios en el planteamiento general con respecto a la investigación. En un principio, la investigación se basaba exclusivamente en los conocimientos científicos, y se realizaba en condiciones sometidas a control científico y centradas en la viabilidad técnica de las prácticas silvícolas basadas no solamente en la investigación científica sino también en los conocimientos empíricos, de la población local estudios se basan a menudo en una combinación de conocimientos científicos y empíricos y los experimentos se realizan conjuntamente por los investigadores y los habitantes de la localidad. El objetivo final es perfeccionar técnicas de silvicultura que permitan una ordenación sostenible de los bosques y que satisfagan objetivos múltiples.

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