Habida cuenta de la necesidad de suministrar alimentos inocuos a todos los lactantes[5], la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) convocaron una reunión sobre Enterobacter sakazakii y otros microorganismos presentes en los preparados en polvo para lactantes en la Sede de la OMS en Ginebra (Suiza) del 2 al 5 de febrero de 2004. Esta reunión formaba parte de las actividades de la FAO y la OMS relativas al suministro de asesoramiento científico al Codex y sus Estados Miembros y se convocó en respuesta a una solicitud expresa de asesoramiento científico sobre esta cuestión por parte del Comité del Codex sobre Higiene de los Alimentos (CCFH). Presidió la reunión el Dr. John Cowden, del Centro Escocés para las Infecciones y la Higiene del Medio. El Dr. Martin Cole actuó de relator. Esta reunión contó con la asistencia de un total de 16 expertos de 12 países, que participaron a título personal y no como representantes de sus gobiernos, empleadores o instituciones. Hubo también dos representantes de la industria de los preparados para lactantes sólo con fines de intercambio de información general; no participaron en la elaboración final de las conclusiones y las recomendaciones.
La reunión contó con el respaldo de varios documentos de información sobre cuestiones epidemiológicas y microbiológicas relativas a los microorganismos en los preparados en polvo para lactantes, las prácticas de la industria en la fabricación de estos productos, la variedad de productos y su preparación para el consumo (Apéndice A). Antes de la reunión se organizó un grupo que celebró un breve debate electrónico con objeto de examinar posibles enfoques en la evaluación del riesgo que plantean los microorganismos patógenos en los preparados en polvo para lactantes; el resultado de este debate se utilizó como material de apoyo para esta reunión. El debate electrónico fue convocado por el Director del Centro Colaborador de la OMS en los Países Bajos para la evaluación del riesgo de patógenos en los alimentos y el agua y estuvo acompañado de una reunión de los participantes con experiencia en esta esfera. Durante las deliberaciones de la reunión se examinaron algunos otros documentos y datos pertinentes presentados en respuesta al llamamiento público de la FAO/OMS solicitando datos (Apéndice B).
Los Estados Unidos de América señalaron a la atención de la 35a reunión del CCFH la cuestión de los patógenos, y en particular de E. sakazakii, en los preparados para lactantes. Al plantear esta cuestión, los Estados Unidos habían presentado también un perfil del riesgo de E. sakazakii en los preparados en polvo para lactantes para su examen por el Comité. Al mismo tiempo, en la 24º reunión del Comité del Codex sobre Nutrición y Alimentos para Regímenes Especiales (CCNFSD) se pidió que el CCFH revisara el Código Internacional de Prácticas Recomendado de Higiene para Alimentos para Lactantes y Niños (CAC, 1979), a fin de abordar las preocupaciones que despertaban los patógenos que podían estar presentes en los preparados para lactantes. En consecuencia, en la 35º reunión del CCFH se estableció un grupo de redacción para iniciar la revisión de este código. El Comité observó que, además de E. sakazakii, había algunos otros patógenos motivo de preocupación que podían estar presentes en los preparados en polvo para lactantes, como Clostridium botulinum, Staphylococcus aureus y otras enterobacteriáceas, que tal vez habría que tener presentes al revisar el código. Al examinar el perfil del riesgo de E. sakazakii en los preparados en polvo para lactantes, el Comité consideró que se podría mejorar mediante la incorporación de información procedente de otras fuentes, por ejemplo la industria. Sin embargo, al mismo tiempo se reconoció que todavía había muchas lagunas en relación con la presencia de E. sakazakii en los preparados en polvo para lactantes. Así pues, el Comité pidió a la FAO y la OMS que convocaran lo antes posible una reunión de expertos sobre patógenos motivo de preocupación en los preparados en polvo para lactantes, en particular Enterobacter sakazakii y Clostridium botulinum.
Mientras tanto se ha actualizado el perfil del riesgo preparado por el CCFH[6] para incluir información adicional. Contiene información básica sobre la epidemiología de los microorganismos asociados con los preparados en polvo para lactantes que despiertan preocupación en relación con la inocuidad de los alimentos. Además de E. sakazakii, se ocupa de otras enterobacteriáceas, incluida Salmonella, así como de otras especies de Staphylococcus y Clostridium. También se presta atención a la fabricación y el uso de los preparados. Sólo se esbozan las cuestiones relacionadas con los lactantes faltos de peso y los lactantes en unidades de cuidados intensivos. Otros temas que se plantean son el uso de preparados en polvo para los niños nacidos de madres VIH-positivas y los problemas que afrontan los países en desarrollo, como la disponibilidad de agua potable.
El Canadá dirige el grupo de redacción para la revisión del Código de Prácticas de Higiene para Alimentos para Lactantes y Niños (CAC, 1979). Este grupo de redacción del Codex está examinando el código para determinar su idoneidad, establecer la necesidad de una orientación adicional e identificar cuestiones específicas relativas a los preparados en polvo para lactantes que habría que incluir. Esto supone la identificación de los microorganismos patógenos y oportunistas más pertinentes y el suministro de orientación al respecto en el ámbito del código.
El CCFH no definió con exactitud el objetivo de la reunión de expertos solicitada, pero dejó clara la necesidad de disponer de información adicional sobre E. sakazakii. Sin embargo, dado que E. sakazakii y otros microorganismos que se consumen en los preparados en polvo para lactantes afectan a un grupo de población susceptible de recién nacidos y lactantes y pueden provocar enfermedades graves y con peligro de muerte, es necesario combatir este riesgo. De conformidad con los principios recomendados para la interacción eficaz entre quienes se ocupan de la gestión del riesgo y quienes asesoran sobre él (FAO/OMS, 2002), la FAO y la OMS establecieron contacto con los dos grupos antes mencionados para garantizar la complementariedad de la labor en curso y asegurar que proporcionaran el asesoramiento científico solicitado.
Los objetivos de la reunión fueron los siguientes:
Examinar la información científica disponible sobre las consecuencias para la salud humana de la ingestión con los preparados en polvo para lactantes de microorganismos motivo de preocupación y la información sobre esos microorganismos (en particular su presencia en los preparados); examinar brevemente los sistemas actuales de producción, distribución y preparación de fórmulas en polvo para lactantes; preparar un informe sobre la situación de la ciencia, con inclusión de los efectos en la salud publica, las medidas actuales de control y las lagunas importantes en la base de conocimientos.
Determinar enfoques que se pudieran utilizar para evaluar el riesgo asociado con la presencia de microorganismos que despiertan preocupación en los preparados en polvo para lactantes y para reducir el riesgo.
Utilizar un enfoque concertado, analizar la eficacia de las prácticas actuales con respecto a la protección de la salud pública e identificar posibles opciones de reducción del riesgo (evaluar y comparar la eficacia siempre y cuando sea posible).
En el presente informe se resumen las deliberaciones, los resultados y las conclusiones de la reunión.
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[5] Una recomendación
relativa a la salud pública de ámbito mundial es que la
alimentación durante los seis primeros meses de vida debe consistir
exclusivamente en la lactancia materna, a fin de que consigan un crecimiento,
desarrollo y salud óptimos. Después, con objeto de satisfacer sus
necesidades nutricionales en evolución, los lactantes deben recibir
alimentos suplementarios adecuados desde el punto de vista nutricional e
inocuos, manteniéndose la lactancia materna hasta la edad de dos
años o más. Los lactantes no amamantados requieren un
sucedáneo idóneo de la leche materna, por ejemplo un preparado que
se ajuste a las normas aplicables del Codex Alimentarius. La información
suministrada a este respecto a las madres y otros miembros de la familia que
necesiten utilizarla debe contener instrucciones adecuadas para la
preparación apropiada e información sobre los peligros para la
salud de una preparación y utilización no correctas (OMS,
2002). [6] Disponible actualmente en ftp://ftp.fao.org/codex/ccfh36/fh04_12e.pdf. |