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III. EXAMEN SELECTIVO DE LOS PLANES NACIONALES DE ACCION


Incorporación de componentes y consideraciones relativos a la nutrición en los planes y programas de desarrollo
Cómo garantizar la seguridad alimentaria familiar
Protección de los consumidores mediante una mejor calidad e inocuidad de los alimentos
Fomento de la lactancia natural
Cómo combatir la carencia de micronutrientes
Prevención de enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación
Evaluación, análisis y seguimiento de las situaciones relativas a la alimentación y la nutrición

35. Hasta la fecha, la FAO y la OMS han recibido más de 70 planes nacionales de acción, junto con más de 145 informes de países en los que se evalúan las actividades y los progresos realizados por estos para alcanzar los objetivos de la CIN. Los planes examinados se refieren a una gran variedad de cuestiones y representan una selección de objetivos y opciones de estrategias específicos de los países. La mayor parte de los planes siguen el modelo de los principales temas y directrices normativas del Plan de Acción Mundial y proporcionan un marco general para mejorar la nutrición desde una perspectiva multisectorial. Una minoría de países han sobrepasado el límite de establecer estrategias y programas de base amplia y están preparando programas y proyectos detallados que incluyen una cronología precisa, unos objetivos alcanzables y unos presupuestos adaptados a la realidad (por ejemplo Cuba, Guinea, Laos, Filipinas, Samoa Occidental y Namibia). Sin embargo, en la etapa actual en la mayor parte de los proyectos o planes finales no se detallan las actividades específicas ni se determinan los recursos necesarios para dar cumplimiento a las estrategias o programas esbozados.

36. La mayor parte de los países están determinando los objetivos concretos para mejorar la situación nacional en lo que se refiere a alimentos y nutrición dentro de un determinado marco cronológico, en su mayoría antes del año 2000. En su mayor parte, se han determinado las actividades específicas para alcanzar dichos objetivos que, sin embargo, no han sido suficientemente perfiladas en lo que respecta a su ejecución. Los objetivos más frecuentes son: aumento del aporte energético diario por encima o hasta un cierto nivel; reducción de la malnutrición infantil; reducción o eliminación de la carencia de vitamina A, yodo e hierro; promoción de la lactancia natural; reducción de las enfermedades ocasionadas por los alimentos o por la contaminación y adulteración de los mismos; aumento del comercio de productos alimenticios; adopción de leyes, reglamentos y normas en relación con los alimentos; fomento de dietas y modos de vida sanos; y aumento de las tasas de cobertura para la vigilancia de la nutrición de los grupos vulnerables.

37. Si bien los planes nacionales de acción reflejan una rica variedad en lo que respecta a los criterios específicos de los países y sectores en relación con la nutrición, existe una considerable repetición de temas concretos dentro de los planes y entre ellos. La mayoría de los países en desarrollo indican que necesitan apoyo urgente para aumentar la capacidad local a fin de formular, ejecutar y supervisar las actividades en materia de alimentación y nutrición. Muchos países, sobre todo de Africa, reconocen la deficiencia de componentes relacionados con la seguridad alimentaria en sus planes nacionales de acción e indican que se necesitan programas detallados de seguridad alimentaria, en los que se incorporen medidas para aumentar la disponibilidad de alimentos, mejorar la calidad y la inocuidad de los mismos, reducir las deficiencias de micronutrientes y proporcionar información sobre alimentación y nutrición y servicios de información y alerta. Por lo que se desprende de sus planes y de los informes de los países, cabe deducir que éstos reconocen actualmente el papel fundamental de la agricultura para mejorar la nutrición, pero que tienen dificultad en convertir esa comprensión en actividades específicas en los sectores de la alimentación y la agricultura, así como en integrar las cuestiones relativas a la nutrición en los programas de desarrollo agrario. Los países indican que para hacer frente plenamente a estas cuestiones se necesitará un mayor apoyo de la FAO.

Incorporación de componentes y consideraciones relativos a la nutrición en los planes y programas de desarrollo

38. Los países indican que los actuales órganos coordinadores encargados de integrar la nutrición en los planes y programas de desarrollo carecen frecuentemente de capacidad y de recursos suficientes y que la proliferación de órganos y comités especiales encargados de incrementar la cooperación y la coordinación intersectoriales, induce a menudo a la dispersión de los ya escasos recursos y capacidades. Por lo tanto, muchos países, manifiestan la necesidad de reforzar los mecanismos de coordinación existentes para aumentar el efecto a largo plazo de los programas de desarrollo sobre nutrición. Países como Kenya, Namibia, Myanmar y Samoa occidental prevén la creación de una organización general coordinadora que preste apoyo a la colaboración intersectorial y proporcione asistencia técnica en la formulación de políticas y la elaboración, ejecución y seguimiento de los programas. Se espera que estas organizaciones funcionen como vehículos para la integración de los temas de nutrición en los planes y programas generales y sectoriales y desempeñen un importante papel en la difusión de la información pertinente en materia de alimentación y nutrición.

39. Filipinas y Sudán pueden tomarse como ejemplos de los esfuerzos desplegados para intensificar el impacto de los programas de desarrollo sobre nutrición. Dichos países están preparando actividades de capacitación para mejorar la capacidad de los ministerios correspondientes y de otras organizaciones pertinentes a nivel nacional y local a fin de integrar los componentes relativos a la nutrición en sus programas. Mauritania y otros países han previsto elaborar manuales y módulos de capacitación. Muchos países indican asimismo que los planificadores y autoridades competentes carecen de la conciencia y comprensión de los problemas que plantean la alimentación y la nutrición y de los mecanismos necesarios para abordarlos. Países como Filipinas, Samoa Occidental y Sudán proponen por lo tanto que se utilice la defensa de la nutrición como instrumento para sensibilizar a las autoridades y a los planificadores a fin de que tengan en cuenta los problemas de nutrición en los planes y programas sectoriales. La evaluación del impacto nutricional debería proporcionar pruebas útiles para la defensa, en lo que se refiere a las políticas, de cómo las mejoras en el campo de la nutrición contribuyen a conseguir beneficios mayores en otras inversiones sociales (escolaridad) y a aumentar la productividad agrícola. Para intensificar la nueva formulación de recomendaciones adecuadas en materia de políticas, los países necesitan reforzar su capacidad de evaluación del impacto de las políticas y programas de desarrollo sobre la nutrición. La evaluación de las políticas debería permitir identificar los cambios normativos necesarios para reforzar los posibles efectos sobre la nutrición y mitigar los efectos negativos, lo que a su vez debería contribuir a establecer un marco normativo nacional más coherente y a fomentar la coordinación de la política intersectorial.

40. Benin y varios otros países señalan que la adopción oficial de planes de acción nacionales y el reconocimiento por los organismos de desarrollo pertinentes son imprescindibles para la aceptación del tema de la nutrición como componente básico e indicador del impacto de los programas de desarrollo. Por lo tanto, los países instan a los organismos de desarrollo a que integren las cuestiones y problemas relativos a la nutrición en los programas de asistencia al desarrollo. En los países desarrollados, el incorporar componentes y cuestiones relacionadas con la nutrición en las políticas y programas nacionales supone sobre todo establecer conexiones entre los consumidores, los productores, las autoridades competentes y los legisladores. Algunos países indican que las autoridades y los legisladores tendrían que crear un medio que posibilitara a los agricultores y a la industria alimentaria para facilitar la disponibilidad de alimentos a precios abordables y que se adapten a las directrices dietéticas, manteniendo al mismo tiempo o aumentando la competitividad comercial de forma coherente con un desarrollo sostenible desde el punto de vista ecológico.

Cómo garantizar la seguridad alimentaria familiar

41. La mayor parte de los planes nacionales proporcionan orientaciones y recomendaciones generales en materia de políticas para integrar componentes y cuestiones relativas a la nutrición y a la seguridad alimentaria en los planes y programas de desarrollo, en lugar de esbozar actividades bien definidas a nivel macroeconómico y en sectores específicos. Muchos países en desarrollo han expresado la necesidad de contar con planes y programas amplios de seguridad alimentaria, y de recibir apoyo a través de programas tales como el Programa Especial sobre Producción de Alimentos en Apoyo de la Seguridad Alimentaria en los Países de Bajos Ingresos con Déficit de Alimentos. Las estrategias propuestas en sus planes nacionales de acción son tan numerosas y diversas como las causas que las provocan. Solamente unos pocos países como Namibia y Viet Nam están aprovechando la oportunidad que les proporciona la CIN para establecer políticas amplias y programas de acción para la seguridad alimentaria y la nutrición. Ecuador, Venezuela y otros países prevén preparar tales políticas y programas nacionales como una actividad incluida en el plan nacional de acción para la nutrición.

42. Al identificar las estrategias y esferas prioritarias de acción para garantizar la seguridad alimentaria, Sudán, Tanzania y otros países hacen referencia a las políticas nacionales existentes sobre seguridad alimentaria y a las directrices para la mitigación de la pobreza, la seguridad alimentaria y la supervivencia infantil. En general, estas políticas abarcan una gran variedad de opciones estratégicas, que van desde la aplicación de instrumentos de gestión macroeconómicos como los mecanismos de fijación de precios, subvenciones a la producción y al consumo, incentivos, salarios mínimos y controles del déficit presupuestario, hasta sistemas más específicamente relacionados con los sectores correspondientes como el desarrollo y transferencia de tecnología agrícola, la investigación y la extensión agrarias, la protección del medio ambiente y el desarrollo industrial.

43. Hay otras actividades tales como la creación o refuerzo de las dependencias de seguridad alimentaria y nutrición en determinados ministerios e instituciones, cuyo objetivo básico es facilitar asistencia en la formulación de políticas y programas, y la determinación y evaluación de sus efectos. Se espera también que estas dependencias se encarguen de verificar el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición. Sudán, Viet Nam y otros países prevén el apoyo a la creación de políticas y programas mediante el establecimiento y perfeccionamiento de sistemas de información y alerta para la alimentación y la nutrición. El que los programas estén más orientados a la acción implica la creación de infraestructura material, la reducción de las pérdidas postcosecha, la multiplicación de semillas, el fomento de la acuicultura, la agrosilvicultura, y el desarrollo de huertos familiares y escolares. Es importante señalar que, mediante el desarrollo de planes nacionales de acción, se están incorporando los elementos y las cuestiones relativas a la nutrición en estas actividades, aumentando así sus efectos al tiempo que se puede evaluar su repercusión en la nutrición.

44. Entre los países desarrollados, el tema de la seguridad alimentaria no se aborda explícitamente ya que sus planes se centran sobre todo en la inocuidad de los alimentos, en los hábitos alimentarios y los aspectos de la nutrición relacionados con la salud. Australia y Nueva Zelandia indican que la seguridad alimentaria implica la adopción de prácticas agrícolas ecológicamente sostenibles en un medio de comercio internacional cada vez más competitivo. Determinan la necesidad de evaluar la extensión y analizar las causas de la inseguridad alimentaria entre las minorías y los grupos vulnerables y de elaborar criterios para valorar las modalidades y los niveles de inseguridad alimentaria en los hogares. Nueva Zelandia señala la importancia estratégica de la seguridad alimentaria ante acontecimientos que evitarían o reducirían la importación de alimentos o reducirían grandemente la disponibilidad de los mismos en el país.

45. Es importante observar que varios países (por ejemplo Namibia, Madagascar y Lesotho) están estableciendo conexiones en sus planes nacionales de acción entre las estrategias para garantizar la seguridad alimentaria y los criterios para combatir las deficiencias de micronutrientes o mejorar la calidad e inocuidad de los alimentos. Esto refleja claramente la comprensión de que, con actividades tales como la diversificación agrícola, la promoción de pequeñas agroindustrias, la elaboración, conservación y comercialización de los alimentos, el establecimiento de huertos escolares y familiares y la educación en materia de nutrición se tiene la posibilidad de contribuir a mejorar la seguridad alimentaria.

Protección de los consumidores mediante una mejor calidad e inocuidad de los alimentos

46. En muchos países en desarrollo y de reciente industrialización, el mejorar la calidad e inocuidad de los alimentos se ha convertido en una esfera de acción prioritaria para garantizar la debida protección al consumidor y fomentar el comercio interior e internacional. Entre los planes nacionales de acción se incluyen estrategias para superar las limitaciones de la capacidad local que van desde reforzar la infraestructura nacional para el control de los alimentos (incluidas las instituciones, el marco jurídico, los recursos humanos y los servicios de inspección) hasta capacitar a los fabricantes, elaboradores y manipuladores de alimentos, y educar e informar al consumidor.

47. Las enfermedades transmitidas por los alimentos, señaladas en la CIN como una causa importante de la falta de salud y un factor subyacente de la malnutrición, siguen siendo un problema principal de salud pública en todo el mundo. Encuestas realizadas en países industrializados indican que la incidencia anual estimada de estas enfermedades excede del 10 por ciento de la población. Los casos notificados de algunas enfermedades transmitidas por los alimentos en esos países revelan también una tendencia creciente.

48. Los datos de países en desarrollo son escasos y no dan una idea precisa de la situación real. Sin embargo, la incidencia y prevalencia elevadas de enfermedades diarreicas entre lactantes y niños -debidas, hasta en un 70 por ciento de los casos, a alimentos contaminados- indican una situación alarmante en lo que respecta a la inocuidad de los alimentos, que exige medidas urgentes. En los pocos países que mantienen una supervisión de las enfermedades de origen alimentario, como por ejemplo Venezuela, puede observarse que la incidencia de estas enfermedades está aumentando también en los países en desarrollo. Un análisis de los informes y planes nacionales de acción preparados por los estados miembros confirma esta conclusión. Casi todos los países en desarrollo, especialmente los situados en Africa, han reconocido sus graves problemas en relación con la inocuidad de los alimentos, expresando su preocupación por la fuerte contaminación de éstos con contaminantes microbiológicos y químicos.

49. En la mayoría de los países en desarrollo, la formación y perfeccionamiento de personal que se encarga del control de los alimentos, la industria y el comercio se consideran esferas prioritarias de acción. A tal efecto, se hace referencia a la necesidad de intensificar los esfuerzos y las instituciones de capacitación. Muchos países, especialmente de Africa, dan también una gran importancia al valor nutricional y económico de los alimentos tradicionales y en sus planes esbozan estrategias para desarrollar y mejorar las técnicas de elaboración y almacenamiento de los alimentos locales.

50. Muchos países de Asia y algunas regiones de Africa reconocen el impacto económico y nutricional del sector alimentario no estructurado. Sus planes nacionales de acción proporcionan estrategias específicas para mejorar, controlar y verificar la calidad e inocuidad de los alimentos en dicho sector. A este respecto, Egipto, Sudán y Samoa occidental entre otros, plantean el tema de facilitar el acceso de los hogares al agua potable y contar con una infraestructura adecuada en lo que respecta a la venta de alimentos callejeros como una cuestión importante.

51. Dada la mayor liberalización del comercio en todo el mundo, una gran parte de los países hacen hincapié en la necesidad de intensificar las actividades de control de calidad de los alimentos con fines de exportación e importación. Se espera que con ello se proporcione un marco adecuado para la expansión del control de los alimentos y de otros servicios de control al consumidor en los mercados nacionales. Países como Egipto, Lesotho, Samoa occidental, Myanmar, Hungría y Camboya y otros muchos dedican una gran atención a la preparación y promulgación de leyes, reglamentos y normas en relación con los alimentos que sean internacionalmente reconocidas, mientras que varios países desarrollados y la mayor parte de los países en desarrollo, prevén la introducción, el refuerzo de la certificación de los productos alimenticios, sistemas de calidad y laboratorios.

52. En los países desarrollados, se da gran importancia a las actividades relacionadas con el etiquetado y la composición de los alimentos. En esta última esfera, se prevén actividades para reforzar las redes de bases de datos regionales sobre composición de los alimentos. Igualmente importante es la promoción de sistemas de calidad de los alimentos como el HACCP (Análisis de riesgos y de los puntos críticos de control) en la Unión Europea y en otros países industrializados mediante programas de capacitación e información.

53. Muchos países están preparando instrumentos jurídicos especiales para regular el enriquecimiento de alimentos. Por ejemplo, Madagascar, Côte d'Ivoire, Myanmar, la República Dominicana, Nicaragua, Swazilandia y Lesotho han adoptado medidas de control de los alimentos en apoyo del enriquecimiento de aquéllos con micronutrientes y sobre todo la yodación de la sal.

Fomento de la lactancia natural

54. La CIN reafirmó el objetivo mundial de una salud y nutrición maternoinfantiles óptimas que se establece en la Declaración de Innocenti: deberá darse a todas las mujeres la posibilidad de practicar la lactancia natural exclusiva y todos los lactantes deberán ser alimentados exclusivamente con leche materna desde su nacimiento hasta los cuatro o seis meses de edad. Por consiguiente, los niños continuarán siendo amamantados al tiempo que reciben alimentos complementarios apropiados y suficientes hasta los dos años de edad o más.

55. La prevalencia y duración de la lactancia natural ha aumentado en algunas partes del mundo, como por ejemplo Australia, Canadá, los Países Bajos y Suecia, a menudo como resultado directo de los programas de apoyo y promoción en el plano nacional y a otros niveles. Sin embargo, lamentablemente la tendencia a la lactancia natural continúa descendiendo en otras partes del mundo, con frecuencia en zonas donde la alimentación con leche materna es crucial para la supervivencia del lactante, como por ejemplo, Brasil, Nigeria y Yemen. Datos recogidos recientemente en 44 países (procedentes sobre todo de las Encuestas Demográficas y de Salud) sobre la lactancia natural exclusiva entre los O y los 4 meses revelan porcentajes en descenso y un abandono de los modos de alimentación óptimos. Las tasas de lactancia natural exclusiva a los cuatro meses de edad varían entre el 41 por ciento en Botswana y el 4 por ciento en Burkina Faso, en la región de Africa. En muchas partes del mundo, una alimentación suplementaria precoz y una breve duración de la lactancia natural con un destete brusco siguen siendo la norma. Las tasas de lactancia materna en esos 44 países a los 12-15 meses de edad varían entre el 97 por ciento en Burkina Faso y el 30 por ciento en México. La alimentación con leche materna en el segundo año de vida varía entre el 85 por ciento en Rwanda y el 7 por ciento en la República Dominicana.

56. En un período de tiempo notablemente breve, la Iniciativa de los Hospitales Amigos de los Niños ha movilizado a las autoridades nacionales de al menos 159 países, donde se han seleccionado 14 000 servicios hospitalarios y de maternidad encargados de promover la lactancia natural con el fin de alcanzar el objetivo operacional de la Declaración de Innocenti. En los países en desarrollo en 1995, se han seleccionado como centros amigos de los niños 13 976 hospitales y servicios de maternidad. Sólo en China, a finales de 1994 se habían designado centros amigos de los niños unos 900 hospitales y servicios de maternidad, acercándose de este modo al objetivo nacional de 2 000 hospitales amigos de los niños para mediados del decenio.

Cómo combatir la carencia de micronutrientes

57. Los trastornos por carencia de yodo (TCY) son la causa más frecuente a nivel mundial de lesiones cerebrales evitables en el feto y el lactante y de retraso en el desarrollo psicomotor del niño de corta edad. La OMS estima que los TCY constituyen actualmente un problema importante de salud pública en 118 países donde 1 571 millones de personas viven en zonas con carencia de yodo y corren por consiguiente un riesgo, y 651 millones de personas sufren de hecho bocio. Aproximadamente la mitad de los casos mundiales de bocio se registran en Asia (regiones de Asia sudoriental y Pacífico occidental de la OMS), pero también hay 89 millones de personas afectadas en Africa y el 11,3 por ciento de la población europea sufre todavía bocio.

58. Informes recientes indican que en los 118 países sobre los que actualmente se dispone de información relativa a los TCY por ejemplo China y países de América Latina, Asia sudoriental y Africa-, se están realizando progresos tangibles en la yodación universal de la sal, que es la intervención nacional más viable para prevenir y combatir estos trastornos. Treinta y siete de estos países han implantado la yodación universal y otros treinta y seis han iniciado medidas de algún tipo. Sin embargo, 39 países no han adoptado medida alguna y se carece de información respecto de los seis restantes. Se están realizando esfuerzos para estimular la adopción de medidas, cuando no existen, con el fin de completar la yodación universal de la sal y vigilar los programas para asegurar la sostenibilidad. A pesar de la magnitud del problema, es realista prever la eliminación de los TCY como problema importante de salud pública para el año 2000.

59. Se estima que más de un cuarto de millón de niños quedan ciegos cada año a causa de una carencia de vitamina A. Las estimaciones de la base de datos del sistema de información de la OMS sobre carencias de micronutrientes para 1994 indican que, actualmente, 3 millones de niños como mínimo muestran cada año signos de xeroftalmía clínica. Esta cifra es considerablemente inferior a las estimaciones de 14 millones de niños para 1985. El evidente avance en la reducción del riesgo de una malnutrición causante de ceguera se debe indudablemente tanto al éxito de los métodos a breve plazo basados en la distribución de complementos de vitamina A en países con una gran población de niños afectados, por ejemplo Indonesia y la India, como a una distribución más equitativa de los programas económicos y sociales para aliviar la pobreza y las condiciones asociadas con la privación, las cuales a menudo precipitan la carencia clínica.

60. Aunque la carencia clínica de vitamina A muestra una tendencia descendente, la OMS estima que en 1994 al menos 227 millones de niños estuvieron expuestos a una carencia subclínica a causa de unas reservas insuficientes de vitamina A en el organismo, lo cual se traduce en un peligro importante para la salud y las probabilidades de supervivencia de las poblaciones afectadas. En la actualidad, más de 65 países tienen un problema de salud pública de gran envergadura y otros 28 países lo tendrán probablemente.

61. La carencia de hierro y la anemia tienen profundos efectos negativos, entre los que se incluyen un aumento de la mortalidad materna y neonatal, un deterioro de los mecanismos inmunitarios y una reducción de la capacidad laboral y productiva de las personas afectadas. La carencia de hierro y la anemia constituyen pues obstáculos al desarrollo individual y nacional. Sólo la carencia de hierro afecta a unos 2 000 millones de personas en países desarrollados y en desarrollo, la mitad de las cuales padecen una anemia ferropénica clínica y las restantes unas reservas insuficientes de hierro orgánico. La anemia ferropénica en lactantes y niños de corta edad está directamente relacionada con el problema muy extendido de la anemia ferropénica en las mujeres. Se estima que el 58 por ciento de las mujeres embarazadas en los países en desarrollo son anémicas, con el resultado de que es mucho más probable que sus hijos nazcan con insuficiencia ponderal y con unas reservas de hierro mermadas. Una evaluación mundial anterior (1985) de la OMS indicaba que el 51 por ciento de los niños menores de cinco años en los países en desarrollo son también anémicos.

62. Los planes nacionales de acción y los informes de los países indican que en muchos países en desarrollo se han iniciado actividades para combatir las deficiencias en micronutrientes. La OMS, el UNICEF y otros organismos han trabajado mucho para combatir y prevenir los trastornos provocados por la carencia de yodo mediante la yodación de la sal y la preparación y puesta en vigor de una legislación idónea. Hasta ahora, la labor realizada en relación con las deficiencias en vitamina A e hierro se ha centrado sobre todo en la introducción de alimentos suplementarios, y en menor medida, en sistemas basados en el enriquecimiento de los alimentos y en la agricultura. Al seleccionar estrategias concretas para combatir la deficiencia en micronutrientes, la mayor parte de los países indican que las actividades basadas en dietas complementarias deberán ir siendo reemplazadas gradualmente por otras de carácter más continuo basadas en los aumentos tal como la diversificación y el aumento de la producción, elaboración y comercialización de alimentos ricos en determinados micronutrientes o enriquecidos.

63. Para apoyar la aplicación de criterios basados en los alimentos, países como Kenya, Benin y Filipinas prevén la capacitación en diversas opciones y aspectos estratégicos relacionados con la tecnología de los alimentos y el control de la calidad. Otros países en desarrollo como Camboya y la República Dominicana indican que la educación y capacitación de los extensionistas agrícolas en materia de nutrición sobre sistemas basados en los alimentos y de los agentes sanitarios sobre la evaluación de los trastornos debidos a deficiencias nutricionales, son imprescindibles para eliminar a largo plazo las deficiencias en micronutrientes y en otros tipos de elementos nutritivos. Países como Cuba, Laos, Viet Nam, Nicaragua y Bolivia han preparado programas para la diversificación agrícola y dietética a fin de aumentar la disponibilidad y el consumo de alimentos ricos en micronutrientes y están fomentando también el enriquecimiento de los alimentos. Australia y varios otros países están preparando directrices dietéticas, recomendando el consumo de alimentos ricos en determinados micronutrientes.

64. Varios países, como por ejemplo Kenya, Marruecos y Mauritania hacen hincapié en que, además de la vitamina A, el hierro y el yodo, merecen una mayor atención otros micronutrientes como las vitaminas D y C, el zinc y el calcio. Estos y otros países afirman que se conoce mal la extensión y gravedad de las deficiencias en determinados micronutrientes y que habría que dar prioridad a la evaluación y el análisis de situaciones a fin de poder adoptar estrategias adecuadas.

Prevención de enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación

65. En los últimos cuarenta años ha habido un reconocimiento creciente, especialmente en los países industrializados, de que ciertas enfermedades crónicas no transmisibles están estrechamente relacionadas con la alimentación y otros aspectos del estilo de vida, en particular la tensión emocional, la falta de ejercicio físico y el tabaquismo. Las enfermedades cardiovasculares son la causa principal de morbilidad y muerte prematura en los países desarrollados y ocasionan más de 12 millones de defunciones cada año, lo que representa casi un cuarto de las defunciones en todo el mundo. En algunos países industriales, donde las tasas de mortalidad más altas se registran entre los grupos socioeconómicos bajos, las enfermedades cardiovasculares tienden a disminuir. Sin embargo, se ha observado un aumento considerable en países de Europa central y oriental, así como un incremento generalizado en los países en desarrollo. El cáncer es la segunda causa de defunción en casi todos los países desarrollados. Las últimas tendencias indican que, a menos que se combata, en el siglo XXI el cáncer se convertirá en la primera causa de defunción en varios países.

66. Además, la creciente prevalencia de la diabetes ha dado lugar a un fuerte aumento de la mortalidad relacionada con esta enfermedad y se prevé que el número de personas afectadas por la diabetes podría exceder de 100 millones a finales de siglo. Para prevenir las enfermedades no transmisibles relacionadas con el modo de vida y la alimentación, 12 países de la región de Africa, así como 11 de la región del Mediterráneo oriental, 20 de la región de Europa y 5 de la región de las Américas y de las regiones de Asia sudoriental y el Pacífico occidental, respectivamente, han adoptado ya programas de educación. Por consiguiente, el panorama mundial es heterogéneo, registrando algunos países una tendencia a un aumento de la incidencia mayor que otros.

Evaluación, análisis y seguimiento de las situaciones relativas a la alimentación y la nutrición

67. De los informes presentados por los países y de los planes nacionales se desprende que habrá que intensificar los programas y sistemas existentes para la recolección y análisis de información sobre alimentación y nutrición a fin de supervisar eficazmente el impacto de los planes y actividades en materia de nutrición. Muchos países manifiestan la necesidad de crear una metodología para un muestreo y un análisis adecuados y de revisar los indicadores, las tasas de cobertura, las diferencias cronológicas entre el acopio y la difusión de los datos así como el acceso a la calidad y la idoneidad de los mismos. Reconociendo la falta de coordinación en la enorme cantidad de datos relativos a la alimentación y la nutrición, países industrializados como Australia y Dinamarca prevén establecer un mecanismo nacional coordinado que sirva para vigilar el estado de los alimentos y de la nutrición.

68. Varios países de América Latina, Africa y Asia prevén reforzar la actual capacidad nacional para el acopio, el análisis y la difusión de los datos y preconizan una mayor coordinación y cooperación entre los distintos sistemas de información sobre alimentación y nutrición, a fin de que la utilización de recursos y la calidad e idoneidad de la información sean de la mayor calidad posible. Prevén mejorar los actuales sistemas de información sobre nutrición, que incluyan información sobre la situación nutricional de los grupos vulnerables, así como la seguridad alimentaria y otros indicadores pertinentes. Han reconocido asimismo la importancia de capacitar al personal encargado, aumentar la participación de la comunidad e intensificar la sostenibilidad de los sistemas de información. A tal efecto, países como las Comores, Costa de Marfil, Guinea, Filipinas y Sudán se proponen establecer sistemas locales para la vigilancia de la nutrición, y alerta rápida, adaptados al contexto y a las necesidades locales.


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