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Dirección central
Servicios de campo
Importación/exportación y control de cuarentena
Distribución de productos y equipo veterinarios
Laboratorios veterinarios
Modelos de organigramas
El servicio de sanidad
animal deberá estar bajo la dirección de un oficial jefe de
veterinaria que rendirá informes al ministro competente,
directamente o a través de los canales establecidos. El oficial
tiene responsabilidades nacionales en lo que respecta a mejorar y
mantener el estado de salud de la población animal del país y
participa en la protección de la salud humana a través de:
propuestas de estrategias y políticas de sanidad animal al gobierno;
la recomendación de actividades prioritarias sobre la base de la vigilancia de la situación de la sanidad animal;
la planificación y realización de diversos programas;
la preparación del presupuesto;
la gestión del personal y de los recursos;
la evaluación de los aspectos de coste/beneficio de los programas;
el enlace entre los países vecinos y las organizaciones nacionales e internacionales;
el establecimiento de una cooperación intersectorial en materia de salud pública, entre los departamentos de sanidad humana y los de veterinaria y con los de producción pecuaria, cuando éstos están separados del servicio de sanidad animal;
el control de los animales portadores de enfermedades transmisibles al hombre;
el fomento de la conciencia pública mediante la amplia difusión de información general sobre las enfermedades y su control.
Los oficiales jefes de veterinaria pueden estar respaldados por ayudantes.
La organización de la dirección variará según tamaño y situación socioeconómica del país y la importancia de la ganadería para la economía nacional. Sin embargo, normalmente comprende las siguientes secciones:
Sección de planificación, evaluación y ejecución de la sanidad animal. Esta sección se encarga de asesorar a los oficiales jefes de veterinaria sobre la planificación y evaluación de las políticas y programas de lucha contra las enfermedades, y de supervisar la ejecución de los programas de campo. debería incluir una unidad epidemiológica responsable del acopio de datos e información, así como del control de la situación de la enfermedad. También es responsable del enlace con los países vecinos y las organizaciones regionales e internacionales. Ha de tener vínculos estrechos con los laboratorios centrales y provinciales de diagnóstico y supervisar la calidad, el almacenamiento y la distribución de vacunas y medicamentos veterinarios.
Sección de veterinaria de salud pública. Esta sección es responsable de las actividades de veterinaria de salud pública, sobre todo, la lucha contra las zoonosis, la higiene de los alimentos (productos pecuarios) y los aspectos relacionados con los animales de la protección y mejora del medio ambiente.
Sección de capacitación y extensión. Esta sección sirve para promover la formación a todos los niveles, sometiendo las necesidades de personal a un constante examen. Debería encargarse también de promover actividades informativas, apoyando el trabajo de extensión agraria y manteniendo fuertes lazos con las instituciones en lo que respecta a la investigación aplicable sobre el terreno.
Otras secciones técnicas. En algunos países la dirección incluye otras secciones como la de protección y bienestar de los animales. La función de esta sección debería ser coordinar las actividades del servicio en el campo de la protección de los animales y prestar asesoramiento en los casos problemáticos. También debería vincularse con organizaciones nacionales e internacionales.
Sección administrativa. La sección administrativa se encarga de todos los aspectos de control financiero y gestión del personal. Donde la compra, almacenamiento y distribución de medicamentos estén centralizados, puede establecerse una farmacia veterinaria bajo la responsabilidad de la dirección.
En los
países más grandes, puede ser conveniente subdividir algunas de
las secciones mencionadas en unidades más pequeñas, con tareas
específicas.
Organización y gestión
Para ejecutar los programas de lucha contra las enfermedades de los animales se necesitan estructuras adecuadas sobre el terreno. Para empezar, debería haber una cadena de mando desde la dirección hasta el campo.
El escalón inmediatamente inferior al de la dirección consiste normalmente en oficiales provinciales o de distrito, que cuentan con suficiente personal profesional y técnico, así como con los medios de diagnóstico para responder a la demanda de la zona que les corresponde.
Para llevar los servicios de sanidad animal lo más cerca posible de los ganaderos, se requiere, por debajo de la estructura provincial o de distrito, alguno de los sistemas que se indican a continuación, o una combinación de ellos.
La comunicación desempeña una parle muy importante en los programas de lucha contra enfermedades animales. En algunos países en desarrollo ha resultado muy útil tener un sistema de radiocomunicaciones cutre la dirección central, los laboratorios de diagnóstico y el personal de campo, para el intercambio rápido de información sobre la lucha contra la enfermedad.
Oficinas de sanidad animal. Su función principal es prestar servicios de medicina veterinaria preventiva. En algunos países estas oficinas tienen que establecer centros clínicos, sobre lodo en las zonas donde la productividad y rentabilidad de la ganadería se están aumentando mediante medidas de mejora; en estas zonas, no obstante, puede ser posible privatizar algunos servicios de campo, lo que liberaría a los servicios estatales del trabajo clínico rutina.
Se pueden establecer unidades móviles de veterinaria bien equipadas, que operen bajo la organización de la oficina de sanidad animal, para llegar a las partes más remotas del país, especialmente con el fin de prevenir y combatir las principales enfermedades epidémicas.
Un sistema que ha funcionado bien en algunos países es que el personal veterinario estatal compre sus propios vehículos con préstamos a bajo interés y reciba un subsidio por los viajes en comisión de servicio.
Agentes
de atención primaria de sanidad animal. En los sistemas
de producción pecuaria nómadas y transhumantes, se pueden
contratar agentes especiales en las zonas rurales, impartirles
una breve capacitación en los cuidados básicos de sanidad
animal, y destinarlos a grupos o comunidades de ganaderos para
que convivan y se desplacen con ellos. Los factores limitantes de
este sistema son las restricciones técnicas, tales como la
conservación en frío de vacunas y el reabastecimiento de
productos veterinarios, pero en muchos países en desarrollo
ésta puede ser la única forma de asegurar la presencia
permanente de personal de atención zoosanitaria entre los
ganaderos.
La protección del
territorio nacional contra la introducción de enfermedades
animales es una tarea esencial de todo servicio de sanidad
animal, que, para este propósito, debería tener plenas
facultades para controlar la importación de animales vivos y
productos de origen animal. Para ello se requieren sistemas de
control a lo largo de las fronteras, en los puertos y
aeropuertos, con inclusión de estaciones de cuarentena donde los
animales puedan mantenerse en observación. Medios similares de
control se necesitan también para proteger las zonas que se
hayan declarado exentas de enfermedad.
Los
servicios de sanidad animal deben ejercer asimismo un control
sobre las exportaciones de animales vivos y productos pecuarios.
Este tema se ha tratado en detalle en el Capítulo 3.
Medicamentos y equipo
veterinario
El objetivo es asegurar el suministro constante de medicamentos y equipo veterinarios, tanto para el sector público como para el privado.
Sector público. A nivel nacional, el servicio de sanidad animal puede importar, almacenar y distribuir los productos y equipos veterinarios esenciales. Debería asegurarse el mantenimiento de reservas estratégicas.
Sector privado. Los almacenes de medicamentos y farmacias autorizadas comercializan los medicamentos veterinarios aprobados siguiendo las normas nacionales de venta y uso de estos productos. El sector privado puede comercializar también equipo veterinario.
Vacunas veterinarias
La mayoría de las vacunas veterinarias, sobre todo las que contienen virus vivos atenuados, deben mantenerse constantemente en frío, tanto durante el almacenamiento como durante el transporte, para que conserven su eficacia. Para la distribución puede ser posible utilizar las cadenas del frío de los servicios médicos u otros servicios y organizaciones.
Control de los productos veterinarios
El uso de productos farmacéuticos y vacunas debe ser controlado. Cada país debería tener una legislación para controlar la importación, producción, almacenamiento, distribución y uso final de estos productos. Para más detalles véase el Capítulo 8.
Cuando sea posible, el país que consume el producto debería aplicar procedimientos de control, pero como muchos países no cuentan con los medios para controlar toda la información de los registros y realizar nuevas pruebas de los medicamentos y vacunas, es aconsejable que acepten únicamente productos registrados en un país que tenga un sistema de registro fiable. Esto debería ser suficiente mientras se apliquen las mismas condiciones de uso.
Lo ideal es
que haya un laboratorio que pueda realizar los controles de
calidad. Este servicio es costoso y pocos países en desarrollo
disponen de él. En los países carecen de estos medios,
periódicamente deberán enviarse muestras a un laboratorio
independiente para las pruebas de calidad. Las mismas normas de
registro y los mismos controles deben aplicarse también a los
productos de fabricación nacional.
Medios de diagnóstico
Se necesita una organización eficaz de diagnóstico de las enfermedades animales para apoyar las diversas actividades de los servicios de sanidad animal, tanto estatales como del sector privado.
Los veterinarios de campo deberían estar equipados para tomar muestras en los animales vivos, cuando se sospeche una enfermedad, o en los exámenes post-mortem, y enviarlas al laboratorio de diagnóstico provincial o central.
Los países necesitan un laboratorio central bien equipado para el diagnóstico de las enfermedades animales más importantes. Con arreglo a la población ganadera y a la eficacia del sistema de comunicación, pueden establecerse también laboratorios satélites, con un campo de acción especializado según las prioridades de la zona.
Laboratorio central de diagnóstico. La función principal del laboratorio central de diagnóstico es prestar servicios especializados a los veterinarios de campo. También puede tener que investigar a fondo los problemas de sanidad identificados para ayudar al gobierno a definir estrategias de lucha apropiadas.
El laboratorio deberá mantener relaciones técnicas con los laboratorios internacionales de referencia y los centros colaboradores de la FAO, la OMS y la OIE, así como con otros laboratorios de diagnóstico de la región, con el fin de obtener confirmación de los diagnósticos de enfermedades para las que no tiene suficiente experiencia o medios técnicos. El laboratorio debería estar subdividido en secciones destinadas a las principales disciplinas.
Aunque gran parte de la investigación básica sobre enfermedades animales se realiza en los laboratorios especializados de los países desarrollados, los laboratorios centrales de diagnóstico de los países en desarrollo pueden desempeñar un papel importante en determinadas actividades de investigación encaminadas a aplicar los nuevos resultados a las situaciones locales, por ejemplo, el desarrollo de procedimientos de diagnóstico y técnicas de control adaptados a las condiciones del país; y la protección del medio ambiente (contaminación ambiental, contaminación de agua, vectores de enfermedad, control de la población animal urbana y rural).
Laboratorios de diagnóstico provinciales. Deberían establecerse laboratorios más pequeños a nivel provincial, para los procesos de diagnóstico que no requieren equipo complejo ni personal especializado. La colaboración estrecha entre los laboratorios provinciales y el central es fundamental para el éxito de los programas de sanidad animal.
Desde los puntos de vista financiero y administrativo, los laboratorios provinciales deberían depender de la autoridad veterinaria provincial. En cambio, técnica y científicamente, deben estar bajo la autoridad del laboratorio central.
Laboratorios de producción de vacunas
Antes de decidir que un país puede producir sus propias vacunas contra enfermedades animales, es esencial realizar una investigación minuciosa de los costes y determinar la demanda prevista. En general, las vacunas contra enfermedades bacterianas pueden prepararse en grandes cantidades con un equipo relativamente simple, mientras que para las vacunas víricas se requieren, en muchos casos, aparatos complejos y medios para el cultivo de tejidos.
Los laboratorios de producción de vacunas deben instalarse en una zona aislada, donde no pueda acercarse ningún animal. Los efluentes de los laboratorios deben descontaminarse antes de la descarga y el material de desecho ha de ser incinerado.
Ciertas
actividades de la producción de vacunas pueden centralizarse
para aumentar la eficacia, por ejemplo la preparación del medio,
la esterilización y la descontaminación del equipo.
Los modelos de
organigramas, que dan una estructura básica orientativa de los
servicios de sanidad animal, se describen en los Anexos 1A y 1B.
Deberán adaptarse a la situación de los diferentes países.