El mundo necesita dietas más inocuas, asequibles y saludables para todos, producidas de forma sostenible, junto con la mejora equitativa de los resultados económicos y los medios de vida.
Las nuevas tecnologías y los nuevos sistemas de producción de alimentos, como la producción de alimentos basada en el cultivo de células, los alimentos obtenidos mediante impresión 3D, la acuaponía y la agricultura urbana vertical, pueden brindar algunas de las respuestas que buscamos. Asimismo, la adopción a escala mundial de alimentos que antes eran exclusivos de determinadas partes del mundo, como las algas marinas, las medusas o los insectos comestibles, puede aportar soluciones.
Sin embargo, hasta los avances positivos en el suministro sostenible pueden tener consecuencias para la inocuidad alimentaria, que deben evaluarse, comunicarse y gestionarse a través de las fronteras.