Una mejor nutrición significa:
- menor subalimentación, especialmente en los primeros años de vida, para que las personas crezcan sanas y productivas;
- suministro de alimentos saludables para promover el bienestar general;
- mayor seguridad alimentaria, lo que supone unos precios más equilibrados para los alimentos y un mayor acceso de las personas pobres a todos los productos y servicios;
- mayor inocuidad de los alimentos para salvaguardar la salud pública y reducir la mortalidad prematura de las madres y los niños por enfermedades no transmisibles; y
- mejor distribución de alimentos para reducir la pérdida y el desperdicio alimentarios y aumentar la autosuficiencia de la comunidad.