Indicadores de mercado y facturas por las importaciones

Los gastos mundiales en importaciones de alimentos a punto de atravesar la barrera de los 700 000 millones de dólares EE.UU. en 20071/

El costo mundial de los productos alimenticios importados, situado en 745 000 millones de dólares EE.UU., superaría en aproximadamente un 21 por ciento el del año anterior y marcaría el nivel más alto hasta el momento. Una gran parte del aumento previsto se debería a los gastos mayores en productos derivados de cereales, que, pese a las reducciones netas previstas en los volúmenes importados, podrían aumentar en un 37 por ciento a unos 230 000 millones de dólares EE.UU., equivalentes a alrededor de una tercera parte de los gastos mundiales en alimentos importados. Ello ha de atribuirse al fuerte aumento de los precios, especialmente del trigo, pero también de los costos de los fletes, que se han duplicado desde el año pasado, ejerciendo una presión adicional sobre la capacidad de los países para sufragar los gastos de sus importaciones.

El efecto combinado del rápido aumento de los precios y de unas tarifas de fletes sin precedentes explica también las facturas mundiales mucho más altas por los productos y aceites vegetales importados. Se pronostica que las facturas de los productos lácteos subirán hasta un 65 por ciento con respecto a 2006, mientras que para las importaciones de los aceites vegetales se prevé un aumento del 35 por ciento, lo que haría de este producto el segundo artículo más costoso de la cesta de alimentos importados anualmente.

El pronóstico relativo al aumento de las facturas de importación correspondientes al arroz y la carne es menos espectacular. En ambos casos, las cantidades mayores comercializadas compensan el efecto de los precios más altos, a pesar de los costos mayores de los piensos en el caso de la carne. Según se prevé, la factura mundial por las importaciones de alimentos debería verse moderada por la disminución de los costos de importación del azúcar. Las cotizaciones internacionales del azúcar en lo que va de 2007 han descendido a dos terceras partes de su valor medio en 2006, y es un factor determinante de la disminución del 34 por ciento de los gastos de importación de azúcar en 2007.

Consecuencias inquietantes para los países en desarrollo

Entre las regiones económicas, los países en desarrollo en su conjunto podrían hacer frente este año a aumentos del 25 por ciento en las facturas totales de las importaciones de alimentos. De ellos, los que cargarían con el peso mayor son los países económicamente más vulnerables, previéndose que que los gastos totales de los países MA y los PBIDA ascenderían, respectivamente, un 20 y 24 por ciento con respecto al año pasado, después de haber experimentado cada grupo un aumento del orden del 10 por ciento con respecto al año anterior. El aumento sostenido de los gastos en alimentos importados para ambos grupos de países vulnerables es alarmante. Hoy por hoy, su cesta de importaciones alimentarias anuales podría costar mucho más del doble que en 2000.

El aumento de las facturas de importación no implica necesariamente un aumento de los productos alimenticios importados. Esto vale especialmente para los cereales, tanto trigo como maíz, cuyos precios internacionales altos y volátiles podrían reducir las compras en muchos paises, y no siempre debido a unas perspectivas mejoradas de la oferta interna. En efecto, dada la firmeza de los precios de los alimentos en los mercados internacionales, la situación podría empeorar ulteriormente en los meses venideros determinando una disminución de las importaciones y del consumo en muchos PBIDA, especialmente en aquéllos en los que las reservas alimentarias son ya muy escasas.

Facturas de importaciones pronosticadas del total de alimentos y principales productos alimenticios (millones de dólares EE.UU.)

 

 

 

1.  A partir de la edición anterior de Perspectivas Alimentarias se ha revisado la metodología utilizada para calcular las facturas de importación de alimentos. La metodología actual expresa las importaciones de alimentos utilizando los valores efectivos de mercado de los productos en forma bruta o elaborada en contraposición a los valores expresados en sus equivalentes primarios.