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perspectivas alimentarias | |
No. 2 | Rome, junio 2004 |
Cereales secundariosProduccíon de cereales secundarios
Fuente : FAO. Nota : Los totales se han calculado a partir de datos no redondeados. A diferencia de los pronósticos anteriores, en este momento la producción mundial de cereales secundarios en 2004 se pronostica en 951 millones de toneladas, un 2,1 por ciento más que el año pasado y la producción mayor obtenida hasta ahora. El incremento con respecto al informe de abril se debe principalmente a unas condiciones de siembra muy favorables en los Estados Unidos, el mayor productor mundial, donde se prevé en estos momentos una cosecha sin precedentes. La cosecha mayor de los Estados Unidos representa la mayor parte del aumento con respecto al año pasado. En Europa, también se prevé un aumento notable a raíz del incremento de la superficie plantada y de unas condiciones atmosféricas mejores. En el Lejano Oriente asiático, la siembra de los principales cereales secundarios de verano de 2004 está prácticamente terminada. Según se prevé, la superficie sembrada de maíz en China aumentará marginalmente con respecto al año anterior, principalmente en la región nororiental, debido a las medidas aplicadas por el gobierno para revertir la tendencia descendente de la producción en los últimos años. Los pronósticos provisionales indican un aumento del 3,6 por ciento de la producción de maíz a 118 millones de toneladas. Se pronostica que la India obtendrá otra buena cosecha, y en Indonesia ya se ha recogido una abundante cosecha de maíz de 11,5 millones de toneladas, como resultado del aumento de la superficie plantada combinado con unas precipitaciones superiores a la media. También se ha obtenido una buena cosecha de maíz en Filipinas, donde el atractivo de los precios ha llevado a un aumento de la superficie sembrada de maíz y a la adopción de técnicas que aumentan los rendimientos. En los países de la CEI asiática, se estima que la superficie total sembrada de cereales secundarios, principalmente cebada y maíz, será semejante a la del año pasado. Pero no es probable que se repitan los rendimientos excepcionalmente buenos obtenidos anteriormente, y la producción total de la subregión debería de decrecer marginalmente. En el África occidental, predominan hasta ahora las condiciones normales propias de la temporada en las zonas sahelianas en las que el período vegetativo comienza en mayo en la mayoría de los países. Sin embargo, las langostas del desierto siguen constituyendo una amenaza extremadamente grave en Marruecos, Argelia y Mauritania, donde las operaciones de lucha continúan viéndose impedidas por la falta de recursos. Lo cual podría permitir a los enjambres desplazarse más adelante hacia otros países sahelianos. En los países costeros del Golfo de Guinea, desde Nigeria hasta Guinea, la estación de las lluvias ya ha comenzado y con ella también la siembra. En el África central, la temporada de lluvias comenzó oportunamente en el Camerún, permitiendo la realización de los preparativos de la tierra y la siembra de la primera cosecha de maíz de 2004, que se recogerá a partir de julio. En la subregión del África oriental, está en marcha o a punto de comenzar en algunos países la siembra de los cereales secundarios de la temporada principal de 2004. Las perspectivas iniciales son inciertas debido a una combinación de rachas secas y lluvias excesivas e inundaciones en algunas zonas. En el África austral, se han comenzado a recoger las cosechas de cereales secundarios de 2004. Las estimaciones iniciales de la producción indican un total subregional de aproximadamente 15 millones de toneladas, casi un 10 por ciento menos que la media de los últimos cinco años, debido a un régimen de precipitaciones retrasadas, irregulares e insuficientes imperante durante la primera mitad de la temporada en algunos países. En Sudáfrica, el mayor productor de la subregión, la producción de maíz se estima en 7,9 millones de toneladas, alrededor de un 18 por ciento menos que la cosecha del año anterior. En Zimbabwe, se prevé un leve descenso de la producción con respecto a los niveles ya bajos del año pasado. En cambio, en Zambia, donde las condiciones atmosféricas han sido generalmente favorables, se pronostica que la cosecha principal de maíz de 2004 alcanzará un volumen sin precedente de 1,4 millones de toneladas. En Mozambique, la producción de maíz aumentó considerablemente gracias a una recuperación de la producción en las provincias meridionales. En Malawi, sin embargo, la producción se estima en 1,7 millones de toneladas, un 15 por ciento menos que la cosecha casi normal del año pasado. En América Latina y el Caribe, está por comenzar la siembra de las cosechas de cereales secundarios de la primera temporada, mientras en México se está todavía recogiendo la cosecha de maíz de invierno de 2003/04. La producción de maíz de la subregión en 2004 se pronostica provisionalmente en 23,3 millones de toneladas, volumen superior a la media y cercano a los buenos resultados del año anterior. En América del Sur, está en marcha la recolección de los cereales secundarios de 2004 en los principales países productores. La producción total para la subregión se pronostica en alrededor de 71 millones de toneladas, frente al volumen sin precedente de 80 millones de toneladas del año pasado, pero una producción todavía superior a la media. En el Brasil, la producción total de maíz se pronostica en 42,6 millones de toneladas, alrededor de un 12 por ciento menos que la cosecha sin precedente de 2003. La merma se debe principalmente al hecho de haberse destinado la tierra al cultivo de soja y arroz, que ofrecen precios y oportunidades de comercio más atractivos, y a las repercusiones negativas de la sequía imperante desde comienzo de 2004. En la Argentina, el pronóstico oficial más reciente indica una mengua de la producción de maíz, de 15 millones de toneladas en 2003 a alrededor de 12,4 millones de toneladas en 2004, debido a una reducción de la superficie sembrada a raíz de las lluvias insuficientes recibidas durante la siembra. En el Perú y el Ecuador, la sequía imperante en los primeros meses de 2004 afectó gravemente a los cultivos de maíz. En América del Norte, las condiciones atmosféricas imperantes durante abril y mayo fueron muy favorables durante el período principal de la siembra en la zona maicera de los Estados Unidos, lo cual permitió que los cultivos se sembraran temprano, con perspectivas de buenos rendimientos. Gracias a un buen comienzo de la temporada, la producción de maíz se pronostica en estos momentos en casi 265 millones de toneladas, un 3 por ciento más que el año pasado y casi un 9 por ciento más que la media de los últimos cinco años. En el Canadá, la siembra de los cereales secundarios marchaba bien al final de abril y comienzos de mayo, y algunas buenas precipitaciones mejoraron las condiciones en algunas partes de Alberta que se habían visto afectadas anteriormente por el tiempo seco. Se prevé que la producción de este año se mantendrá cercana al nivel superior a la media del año anterior, con unos rendimientos mejorados que probablemente compensen en gran medida el hecho de haberse sembrado cultivos no cereales. En Europa, las perspectivas para la cosecha de cereales secundarios en la UE-25 son favorables. La superficie sembrada ha aumentado y las condiciones atmosféricas generalmente favorables están indicando rendimientos superiores a la media. Según los pronósticos, la producción total de los 25 países aumentará en un 12 por ciento con respecto al año anterior, situándose en 140 millones de toneladas. En los países balcánicos, las perspectivas para los cereales secundarios son también mejores que hace un año gracias a un mejoramiento de la humedad disponible. De continuar, sin embargo, el tiempo seco registrado últimamente en la parte oriental y meridional de Rumania, podría verse afectado el potencial de rendimiento. En la CEI europea, se estima que la superficie sembrada de cereales secundarios de invierno aumentó con respecto al año pasado, siendo semejante al de la cosecha excelente de 2002. La mayor parte de los cereales secundarios se siembra en primavera (abril/mayo); con condiciones atmosféricas normales, la producción debería de recuperarse con respecto al nivel muy reducido del año pasado. En Australia, todavía está en marcha la siembra de las cosechas principales de cereales secundarios de 2004. Los resultados son todavía muy inciertos, ya que las lluvias propias del período de siembra se interrumpieron al final de abril y principios de mayo, especialmente en las partes orientales, y muchos agricultores están esperando que llueva más para seguir sembrando. La siembra podría continuar en junio si se recibieran a tiempo más precipitaciones.
Situado en 105 millones de toneladas, el primer pronóstico de la FAO relativo al comercio mundial de cereales secundarios en 2004/05 (julio/junio) apunta a una disminución notable con respecto a 2003/04, debido principalmente a una disminución de las importaciones de los países desarrollados. Sin embargo, esta evaluación rápida depende mucho de los pronósticos actualmente provisionales relativos a la producción de 2004. En algunos países las cosechas de este año acaban de sembrarse o no se han sembrado todavía. Las importaciones de cereales secundarios de los países desarrollados en 2004/05 se pronostican en 33 millones de toneladas, 5 millones de toneladas menos que en 2003/04, principalmente en Europa. Dadas las repercusiones de la ampliación de la UE que, según se estima, representa al menos 1,5 millones de toneladas de la disminución total, la fuerte recuperación de la producción de cereales secundarios en Europa, incluida la UE, podría traducirse en una ulterior reducción de 4 millones de toneladas en las importaciones de la región en su conjunto. Un cuadro diferente se presenta para los países en desarrollo, donde las importaciones totales podrían aumentar marginalmente a alrededor de 72 millones de toneladas. Según los pronósticos, las compras de cereales secundarios por parte de la mayoría de los países asiáticos se mantendrán cercanas a los niveles estimados en 2003/04, o incluso aumentarán, a impulsos de la recuperación prevista en la demanda de los países afectados por las enfermedades de animales en 2003/04. En Indonesia, sin embargo, el aumento previsto en la producción de maíz puede dar lugar a un fuerte descenso de las importaciones, a la vez que podrían aumentar las exportaciones. En África, el aumento de las importaciones de cebada de Argelia representaría la mayor parte del pequeño incremento previsto en las importaciones. En otras partes, es probable que las importaciones de 2004/05 se mantengan mayormente inalteradas con respecto a la campaña anterior. En cuanto a las exportaciones, es probable que los suministros de los Estados Unidos, el mayor exportador mundial, sean más abundantes que en 2003/04, dadas las perspectivas más favorables para la producción. Con una fuerte recuperación también prevista en la UE-15 así como en los 10 nuevos países incorporados, es probable que los suministros exportables de la UE-25 destinados a terceras partes aumenten significativamente con respecto a 2003/04. La reedición de otro año bueno en Canadá y Australia mantendrá los suministros exportables de esos dos países en los niveles de 2003/04, pero en la Argentina se prevé que el tiempo seco y la disminución de las superficies plantadas se traduzcan en una merma de la producción y de las exportaciones. En otros países exportadores, una fuerte recuperación de la producción de cebada y maíz podría también aumentar las exportaciones de Ucrania. Sin embargo, se pronostica que los envíos de maíz de China volverán a reducirse en 2004/05, alcanzando los 4 millones de toneladas como consecuencia de la escasez de suministros internos, frente a los 11 millones de toneladas exportados en 2003/04 y los 15 millones de toneladas en 2002/03. En Brasil, junto a la merma de la producción total de maíz, también se pronostica una disminución de las exportaciones en 2004/05, las cuales, situadas en 4 millones de toneladas, seguirían comparándose positivamente con las de hace unos pocos años, en los que el país era todavía un importador neto de maíz. Se considera que la disminución de la producción de sorgo en el Sudán reducirá las exportaciones en más de un 60 por ciento. La abundante cosecha de maíz obtenida en Zambia podría dar lugar a un aumento de las exportaciones, mientras es posible que disminuyan las ventas de Sudáfrica, el mayor exportador de maíz de la región.
Es probable que la utilización mundial de cereales secundarios en 2004/05 aumente sólo en un 1 por ciento, a 964,5 millones de toneladas. Aunque la expansión prevista es relativamente pequeña, con el pronóstico indicado la utilización mundial de cereales secundarios se mantendría todavía por encima de la tendencia de los últimos diez años por segunda temporada consecutiva. Las perspectivas de una continuación de los altos precios de los cereales secundarios hasta bien entrada la nueva campaña comercial, unidas a un probable mejoramiento de los suministros de trigo forrajero, podrían limitar el crecimiento de la utilización de cereales secundarios para pienso a sólo un 0,3 por ciento, frente al 3 por ciento registrado en 2003/04. Por otro lado, la FAO pronostica un crecimiento continuo en la utilización industrial de cereales secundarios, en particular el maíz. Los aumentos registrados últimamente en los precios del combustible pueden imprimir un impulso ulterior a la utilización industrial del maíz para la producción de etanol en los Estados Unidos, en vista del nuevo récord establecido en 2003/04.
Las existencias mundiales de cereales secundarios para las campañas agrícolas que terminan en 2005 se cifran en 124 millones de toneladas, 15 millones de toneladas, o sea un 11 por ciento, menos que sus niveles iniciales revisados. En cuanto a las existencias de trigo, la revisión efectuada últimamente en China (véase el recuadro en la página ...) también afectó a las estimaciones de las existencias mundiales de cereales secundarios, que para las campañas que terminan en 2004 se han revisado a la baja en 138,5 millones de toneladas, volumen muy inferior al de los 152 millones de toneladas indicado en el informe de abril. Sobre la base de las estimaciones actuales, a China correspondería nuevamente la mayor parte de la reducción prevista en el inventario mundial de cereales secundarios de 2005. Se pronostica que la producción total de cereales secundarios en China aumentará sólo levemente con respecto al año anterior; de aumentar rápidamente el consumo, se prevén ulteriores reducciones en las existencias. Las existencias totales de los cinco principales exportadores al final de las campañas de 2005 se pronostican en 42,5 millones de toneladas, cifra casi inalterada con respecto a los niveles de apertura, a pesar de las disminuciones previstas en los Estados Unidos. Es probable que la disminución en los Estados Unidos se vea compensada con creces por los aumentos en la UE, donde una fuerte recuperación de la producción unida a la incorporación de 10 nuevos países podría dar lugar a un aumento de las existencias. No obstante, las existencias finales de los principales exportadores, como grupo, indicarían todavía una situación relativamente difícil en 2005. En efecto, la relación entre sus existencias totales de cereales secundarios y su desaparición (consumo interno más las exportaciones) disminuirá a 8,6 por ciento, frente al 9,6 por ciento estimado en 2003/04, y muy por debajo del 16 por ciento de la media a largo plazo.
El brote de la peste aviar en Asia, combinado con el aumento de los fletes, redujo las compras de cereales forrajeros y ejerció una presión a la baja sobre los precios. Pero la disminución de las ventas de China, la fuerte demanda en los Estados Unidos, y una situación difícil en el mercado de forrajes en Europa han tenido el efecto opuesto. Durante este período del año los precios de los cereales secundarios son más sensibles a las condiciones atmosféricas y al tamaño y situación de la nueva cosecha en los Estados Unidos. Los precios del maíz se movieron dentro de una gama de 124 a 138 dólares EE.UU. por tonelada desde marzo, pero comenzaron a debilitarse en las últimas semanas a medida que las nuevas cosechas iban mejorando. En mayo, el precio de exportación del maíz de los Estados Unidos (amarillo No.2 de los Estados Unidos) alcanzó un promedio de 130 dólares EE.UU. por tonelada, unos 22 dólares EE.UU. más por tonelada, o sea un 20 por ciento, que en el mes correspondiente del año pasado. Influidos por las condiciones favorables imperantes durante la siembra, la debilidad de la soja y las perspectivas de un comercio más reducido en la próxima campaña, en mayo los futuros de maíz descendieron de forma pronunciada en Chicago. En la cuarta semana del mes, los futuros de septiembre se cifraban en torno a los 118 dólares EE.UU. por tonelada, alrededor de 5 dólares EE.UU. menos por tonelada que los valores cotizados en marzo. Se pronostica actualmente que aumentará la producción de 2004, y han mejorado los suministros de los principales exportadores, pero la recuperación registrada en Asia y la disminución de los suministros exportables de China y Brasil podrían mantener firmes los precios en 2004/05. |