Esperanza en medio del horror. Una visión en medio de los despojos. Y en medio de las ruinas, toca remangarse a lo grande.
Corre el año 1945. El fin de la guerra propulsa la renovación en todos los ámbitos del pensamiento y el comportamiento humano: en la economía y la gobernanza; en la ciencia y los estudios sociales; en la industria y la ingeniería; en las humanidades y las artes. También, y no en menor medida, en la esfera de los valores y aspiraciones.
El compromiso con la paz es la nueva doctrina proclamada, así como una noción de lo que es posible. Pese al surgimiento de nuevas divisiones bajo el manto de la Guerra Fría, y aunque el rebullir de las tensiones coloniales sigue su curso inadvertido, echa raíces un nuevo internacionalismo que viene acompañado de la determinación de poner fin de una vez por todas a los males que acosan a la humanidad desde su origen.
Dos de los principales son la pobreza y el hambre.