Bosques primarios
ESTADO
Los bosques primarios son bosques con procesos de regeneración natural compuestos de especies arbóreas nativas donde no existen indicios evidentes de actividades humanas y los procesos ecológicos no han sido alterados de forma significativa. Los bosques primarios —especialmente los bosques húmedos tropicales primarios— son ecosistemas diversos muy ricos en especies y su extensión es un importante indicador ambiental. Para la FRA 2025 se recibió información sobre la superficie de bosque primario en 2025 de 168 países y zonas, que representaban el 85 % de la superficie forestal mundial. Para mejorar la coherencia y la fiabilidad de los datos comunicados sobre los bosques primarios, el equipo de la FRA está llevando a cabo un estudio destinado a proporcionar a los países orientación e instrumentos de presentación de informes adicionales (Recuadro 4).
RECUADRO 4 Hacia la mejora de la evaluación de los bosques primarios
Los bosques primarios se encuentran entre los ecosistemas más irremplazables del planeta y actúan como reservorios vitales de biodiversidad, pues almacenan amplias existencias de carbono que resultan cruciales para mitigar el cambio climático, y proporcionan recursos y valores culturales esenciales para los Pueblos Indígenas y las comunidades locales. A pesar de su inmenso valor, los bosques primarios se encuentran amenazados por la deforestación, los cambios en el uso de la tierra, la explotación forestal ilegal y otras prácticas.
La superficie de bosque primario y las tendencias de este parámetro a lo largo del tiempo son indicadores de la biodiversidad y la conservación esenciales para la FRA y están vinculados a varios procesos de presentación de informes mundiales y regionales, entre ellos el Conjunto básico mundial de indicadores forestalesi. Varias entidades fundamentales también han puesto de manifiesto la importancia de los bosques primarios, entre ellas la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)ii, el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB)*, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM)iii y la Unión Europea†.
Existe una necesidad urgente de presentar informes coherentes sobre la extensión de los bosques primarios y las tendencias relacionadas con ellos. No obstante, medir de manera precisa la superficie de bosque primario resulta difícil debido a las variaciones en las ecologías de los biomas tropical, templado y boreal, los enfoques nacionales y la disponibilidad de datos. El mayor obstáculo son las incoherencias en la interpretación y la aplicación de las definiciones, algo que suscita preocupación acerca de la comparabilidad de los datos comunicados a la FAO y su utilidad para la elaboración de políticas.
Para abordar estos desafíos, la FAO puso en marcha un estudio a finales de 2019 con vistas a elaborar directrices y proponer metodologías para mejorar la presentación de informes sobre la superficie de bosque primario y los cambios en este parámetro. El objetivo consiste en mejorar la coherencia, la comparabilidad, la exhaustividad y la calidad de los datos comunicados a la FRA sobre los bosques primarios. El estudio se está realizando con una amplia gama de asociados, entre ellos, Miembros de la FAO, la Secretaría del CDB, la Universidad Griffith (Australia), el Centro para la Investigación Forestal Internacional, el Centro Común de Investigación, el Centro Mundial de Monitoreo de la Conservación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y asociados del Cuestionario colaborativo sobre recursos forestales.
En el marco del estudio, los científicos de la Universidad Griffith prepararon un documento de antecedentes exhaustivo en el que examinaron definiciones, datos y métodos para la evaluación y presentación de informes nacionales sobre bosques primariosiv. Esto sirvió como catalizador para iniciar debates profundos, primero en una consulta en línea a través del Foro Global sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición de la FAO, en la cual expertos nacionales e internacionales aportaron valiosas ideas, y, entre 2020 y 2022, mediante una serie de talleres de expertos en biomas y regiones específicos y estudios experimentales en los que participaron países y organizaciones. Estos debates ayudaron a aclarar y perfeccionar el concepto de bosque primario y dieron lugar a la revisión de las notas explicativas para la definición que se empleó en la FRA 2025. En los debates se señalaron también los desafíos a los que se enfrentaban los países y zonas a la hora de presentar informes para la FRA sobre la superficie de bosque primario, y hubo expertos que proporcionaron recomendaciones para armonizar la presentación de informes con sus respectivos biomas o regiones. El proceso colaborativo dio lugar a la elaboración de un documento práctico de orientación operacional para mejorar la presentación de informes y los datos sobre bosques primarios en diferentes contextos ambientales. Asimismo, se están elaborando y probando instrumentos basados en conjuntos de datos geoespaciales para ayudar a los países que no dispongan de datos sobre bosques primarios.
En octubre de 2024, en la 16.ª Conferencia de las Partes en el CDB, la FAO, la UICN, la Secretaría del Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques, la Universidad Griffith y la fundación Wild Heritage Foundation pusieron en marcha conjuntamente el proyecto del FMAM denominado “Fortalecimiento de la conservación de los bosques primarios mejorando las asociaciones y la coordinación del apoyo”. Esta iniciativa está diseñada para abordar la necesidad urgente de fortalecer la conservación de los bosques primarios en el plano mundial. En el marco del proyecto, la FAO se basará en sus iniciativas en marcha para mejorar la recopilación de datos y la presentación de informes sobre los bosques primarios, en particular mediante la determinación de soluciones prácticas que ayuden a los países y zonas a realizar un seguimiento de las tendencias de los bosques primarios y fortalecer los sistemas de datos nacionales para adoptar decisiones informadas sobre la gestión y conservación de este tipo de bosques. Las principales actividades también incluirán la elaboración de instrumentos geoespaciales y directrices sobre biomas específicos para asegurar una presentación de informes coherentes y precisos sobre los bosques primarios. Se espera que estos esfuerzos mantenidos mejoren los conocimientos sobre los bosques primarios a escala mundial, sensibilicen sobre su importancia y promuevan estrategias de gestión y conservación mundiales más eficaces.
Notas: * En la Decisión 14/30 de la 14.ª Conferencia de las Partes en el CDB se destaca “la importancia excepcional de los bosques primarios para la conservación de la diversidad biológica” y “la necesidad urgente de evitar más fragmentación, daño y pérdida de los bosques primarios del planeta”. † La Estrategia de la Unión Europea sobre la biodiversidad de aquí a 2030 se centra en la protección de todos los bosques primarios y rodales maduros que quedan en la Unión Europea. Los bosques primarios también se mencionan en el reglamento de la Unión Europea de 2023 sobre la deforestación y la degradación de los bosques.
Fuentes: i FAO y Asociación de Colaboración en materia de Bosques (ACB). 2022. An assessment of uptake of the Global Core Set of Forest-related Indicators. FAO y ACB, Roma. https://doi.org/10.4060/cc2223en. ii Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). 2020. IUCN Policy Statement on Primary Forests including Intact Forest Landscapes. UICN. https://iucn.org/sites/default/files/2022-05/iucn-policy-statement-for-primary-forests.pdf. iii Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM). Sin fecha. The GEF Strategy on Forests: Preserving forests, for the future of nature and people. FMAM. https://www.thegef.org/sites/default/files/documents/2024-05/GEF-StrategyOnForests-final_0.pdf. iv Mackey, B., Skinner, E. y Norman, P. 2021. A review of definitions, data, and methods for country-level assessment and reporting of primary forest. Documento de debate de la plataforma Climate Action Beacon de la Universidad Griffith, 1/2021. 35 págs. Brisbane (Australia), Universidad Griffith. https://doi.org/10.25904/1912/4510
Sobre la base de los datos proporcionados, la superficie de bosque primario en todo el mundo se estima en 1 180 millones de ha, es decir, alrededor de un tercio (un 33 %) de la superficie forestal de los países y zonas informantes (Cuadro 18).
CUADRO 18 Superficie de bosque primario, por región y subregión, 2025
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De todas las regiones, Europa tiene la mayor superficie de bosque primario, con 311 millones de ha (aunque, cuando se sustraen los datos de la Federación de Rusia, Europa solo cuenta con 4,32 millones de ha), seguida de América del Sur (299 millones de ha) y América del Norte y central (280 millones de ha). África tiene una superficie de bosque primario estimada de 163 millones de ha; Asia, 85,2 millones de ha y Oceanía, 38,3 millones de ha. Los bosques primarios representan el 49 % de la superficie forestal en América del Sur, el 38 % en África, el 37 % en América del Norte y central, el 32 % en Europa y el 21 % en Oceanía. Asia es la región con menor proporción de superficie de bosque primario en relación con su superficie total de bosque, con un 15 %. Si se sustraen los datos de la Federación de Rusia, Europa registra la proporción más baja de bosques primarios de todas las regiones, situada en un 3 % de su superficie total de bosque. En el Cuadro 19 se muestran los cinco países y zonas con mayor superficie de bosque primario como proporción de la superficie forestal: cuatro de estos países y zonas comunicaron porcentajes superiores al 90 %, entre ellos Maldivas, donde se notificó el 100 % de la superficie forestal como bosque primario, debido sobre todo a que la totalidad de los bosques del país se encuentran en islas deshabitadas. Cinco países —en orden descendente por superficie de bosque primario, la Federación de Rusia, el Brasil, el Canadá, la República Democrática del Congo e Indonesia— representan el 75 % de la superficie mundial de bosque primario (Cuadro 20).
CUADRO 19 Los cinco principales países y zonas por superficie de bosque primario como proporción de la superficie forestal, 2025
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TENDENCIAS
Para la FRA 2025 se recibió información sobre las tendencias de la superficie de bosque primario de 162 países y zonas, que representaban el 77 % de la superficie forestal mundial. Esto refleja una mejora en la presentación de informes en cuanto a disponibilidad de datos para elaborar estimaciones de tendencias en comparación con FRA anteriores, aunque todavía es necesario realizar esfuerzos para garantizar la fiabilidad. Además, los datos no indican si las disminuciones de la superficie de bosque primario se deben a la deforestación o a la conversión a otro tipo de bosque (como el bosque con procesos de regeneración natural o plantado).
A escala mundial, se produjo un descenso neto en la superficie de bosque primario de 110 millones de ha entre 1990 y 2025. La tasa media anual de pérdida neta aumentó de 3,48 millones de ha en 1990-2000 a 3,92 millones de ha en 2000-2015 y después disminuyó sustancialmente en el decenio más reciente hasta los 1,61 millones de ha (Cuadro 21).
CUADRO 21 Superficie de bosque primario y cambio neto anual, por región y subregión, 1990-2025
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Se ha producido un descenso neto de la superficie de bosque primario en todas las regiones excepto en Europa desde 1990. La tasa anual de pérdida neta en África, América del Norte y central y América del Sur fue menor en 2015-2025 que en los demás períodos analizados (1990-2000 y 2000-2015); en 2000-2015 fue la más alta. Se produjo un incremento neto de la superficie de bosque primario en Asia en el decenio más reciente tras experimentar disminuciones en los otros dos períodos analizados.
La mayor pérdida neta media anual de superficie de bosque primario en 2015-2025 se produjo en América del Sur, con 1,04 millones de ha, cifra más baja que los 1,32 millones de ha registrados en 1990-2000 y los 1,34 millones de ha de 2000-2015. El descenso de la tasa de pérdida neta en el último decenio se debió principalmente al Brasil, que comunicó una pérdida neta anual de 895 000 ha en 2015-2025, una disminución frente a los 1,15 millones de ha de 2000-2015.
La tasa anual de pérdida neta de bosque primario en África fue de 548 000 ha en 2015-2025, cifra bastante inferior a las 751 000 ha registradas en 1990-2000 y a las 995 000 ha registradas en 2000-2015. La disminución se debió en gran medida a la República Democrática del Congo, donde la tasa de pérdida neta se redujo más de la mitad, pasando de 565 000 ha por año en 2000-2015 a 204 000 ha por año en el decenio más reciente. La tasa anual de pérdida neta de bosque primario se incrementó en África oriental y austral, pasando de 118 000 ha en 1990-2000 a 300 000 ha en 2000-2015 y 294 000 ha en 2015-2025, debido principalmente a Angola, que comunicó una pérdida neta anual de 199 000 ha en 2015-2025, cifra que triplica con creces la registrada en 1990-2000 (59 000 ha).
La superficie de bosque primario en América del Norte y central disminuyó 516 000 ha por año en el período 1990-2000 y 1,50 millones de ha por año en 2000-2015, pero la tasa de pérdida neta descendió sustancialmente en 2015-2025 hasta las 327 000 ha por año. El incremento de la tasa de pérdida neta registrado en 2000-2015 reflejó principalmente los datos comunicados por el Canadá, que, debido al uso de un conjunto de datos diferente para elaborar las estimaciones de la superficie de bosque primario, podrían no reflejar la tendencia real y, por tanto, deben interpretarse con cautela. Los Estados Unidos de América no comunicaron datos sobre tendencias en la superficie de bosque primario y proporcionaron una estimación de la superficie para 2025.
La superficie de bosque primario descendió en Oceanía 17 000 ha por año en 1990-2000, 25 600 ha por año en 2000-2015 y 20 200 ha por año en 2015-2025. La mayor tasa de pérdida neta en 2000-2015 se debió principalmente a Nueva Zelandia, que notificó un incremento de la pérdida neta de bosque primario, pasando de 230 ha por año en 1990-2000 a 8 950 ha por año en 2000-2015. La tasa de pérdida neta más elevada de la región en 2015-2025, en comparación con 1990-2000, puede atribuirse en su mayor parte a Papua Nueva Guinea, donde la tasa casi se duplicó, pasando de 6 700 ha por año en 1990-2000 y 2000-2015 a12 800 ha por año en 2015-2025.
La superficie de bosque primario descendió en Asia a un ritmo de 1,06 millones de ha por año en 1990-2000 y 280 000 ha por año en 2000-2015; en cambio, la superficie de bosque primario aumentó en la región a razón de 176 000 ha por año en 2015-2025. El cambio de pérdidas sustanciales en el período 1990-2015 a ganancias en el decenio más reciente se debió principalmente a los datos comunicados por China e Indonesia. Indonesia indicó una ganancia neta anual en la superficie de bosque primario de 148 000 ha en 2015-2025, lo cual revierte la tendencia de los períodos anteriores, en los cuales se perdieron bosques primarios a una tasa de 1,03 millones de ha por año en 1990-2000 y 286 000 ha en 2000-2015. Indonesia comunicó que había diversos conjuntos de datos para las estimaciones de la superficie de bosque primario. Por tanto, el incremento de la superficie de bosque primario en 2015-2025 podría reflejar las diferencias entre dichos conjuntos de datos en lugar de un incremento real de la superficie de bosque primario. En general, Indonesia comunicó una pérdida neta de 13,1 millones de ha de bosques primarios entre 1990 y 2025, a una tasa media de 374 000 ha por año.
China notificó una tasa anual de pérdida neta de bosque primario de 19 000 ha en 1990-2000 y una ganancia neta de 100 000 ha por año en 2015-2025. De conformidad con la información proporcionada por China, este incremento refleja esfuerzos por intensificar la protección ecológica, que ha conllevado la reclasificación de algunos bosques con procesos de regeneración natural como bosques primarios.
La superficie de bosque primario en Europa aumentó a una tasa media anual de 191 000 ha en 1990-2000, 217 000 ha en 2000-2015 y 153 000 ha en 2015-2025. La tasa más elevada de ganancia neta en 2000-2015 se debió principalmente a Bulgaria, que comunicó un incremento neto anual medio de 11 000 ha en 1990-2000 y de 29 000 ha en 2000-2015, seguido de un descenso neto anual medio de 10 800 ha en 2015-2025. Sin embargo, según lo indicado por Bulgaria, la superficie de bosque primario se estimó a partir de nuevas áreas protegidas designadas, empezando a partir de 2007; en 2020 se realizó un inventario de estas áreas y algunos bosques designados como bosques primarios se reclasificaron como bosques naturales.
La Federación de Rusia comunicó que su superficie de bosque primario había aumentado 177 000 ha por año en cada uno de los períodos analizados. No obstante, en el sistema de inventario forestal ruso, los bosques primarios no se tienen en cuenta de forma específica y, por tanto, la superficie de bosque primario se estimó de manera aproximada. Dado que el incremento estimado en la superficie de bosque primario entre 1990-2025 fue de alrededor de un 0,1 % por año, este puede deberse a los procesos de reforestación natural en bosques que se habían talado entre 80 y 100 años antes, y la conversión natural de la siguiente generación de bosques en bosques primarios.