La información sobre las existencias en formación, la biomasa y el carbono de los bosques resulta esencial para comprender la dinámica y la capacidad productiva de los bosques y cuantificar sus contribuciones a los servicios ecosistémicos y a la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos. Las existencias en formación —el volumen de árboles vivos en un bosque— y sus tendencias son indicadores clave para comprender la capacidad que tiene un bosque para apoyar la vegetación leñosa y en qué medida se usa esta capacidad. Generalmente, las estimaciones de las existencias forestales en formación se obtienen empleando datos de mediciones directas del diámetro, la altura y otras características de los árboles complementadas con la identificación de las especies. También se aplican cada vez más los modelos que integran la teledetección y los datos sobre el terreno para proporcionar mapas espacialmente explícitos de las existencias forestales en formación.
En todas las FRA anteriores se han evaluado las existencias forestales en formación. Para la FRA 2025, los países y zonas proporcionaron datos sobre las existencias en formación totales y las existencias en formación por ha, desglosados atendiendo a las siguientes categorías: bosque con procesos de regeneración natural, bosque primario (una subcategoría del bosque con procesos de regeneración natural), y bosque plantado y sus subcategorías (plantación forestal, plantación forestal compuesta de especies introducidas —un subconjunto de la plantación forestal— y otro bosque plantado).
Para la FRA 2025 también se recopiló información sobre la composición de especies de las existencias en formación; se invitó a los países a informar sobre las existencias en formación de las 10 especies arbóreas nativas más habituales y las cinco especies arbóreas introducidas más habituales, así como el porcentaje de las existencias en formación totales que representaban las especies nativas e introducidas. La información sobre la composición de especies y la diversidad de las especies de árboles resulta esencial para la gestión forestal sostenible, la elaboración de nuevos productos basados en los árboles, el uso y la conservación de la biodiversidad, y la adaptación al cambio climático y mitigación de sus efectos.
La biomasa y las existencias de carbono son indicadores de la capacidad de un bosque para captar y almacenar carbono. De manera colectiva, los bosques constituyen el mayor sumidero de carbono del planeta y desempeñan una función esencial en el ciclo global del carbono. Disponer de información precisa sobre el estado de los cinco reservorios de carbono en los bosques (la biomasa aérea, la biomasa subterránea, la madera muerta, la hojarasca y el suelo), así como las tendencias conexas, resulta esencial para comprender la función de los bosques en el ciclo global del carbono y para aplicar estrategias de adaptación al cambio climático y mitigación de sus efectos.
La FRA 2025 se adhiere a las directrices para inventarios nacionales de gases de efecto invernadero del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y sigue las definiciones que este proporciona para cada uno de los reservorios de carbono (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático [IPCC], 2006; 2019). También se alienta a los países y zonas a seguir dichas directrices. Sin embargo, existen discrepancias entre los datos comunicados a la FRA y los presentados a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en gran medida debido a las diferencias en las definiciones de los bosques, los bosques incluidos en los informes (la Convención pide a los países que informen únicamente sobre “bosques gestionados”, lo cual puede no abarcar los recursos forestales completos) y las diferencias en los métodos empleados para la calibración, la reclasificación, la estimación y la elaboración de previsiones.
En comparación con la FRA 2020 (FAO, 2020), en la FRA 2025 se observa un aumento notable de la cobertura de presentación de informes en relación con las existencias en formación, la biomasa y el carbono a través de los inventarios forestales nacionales, en cuanto a países y zonas informantes y en cuanto a superficie forestal abarcada. La mejora del suministro de metadatos en la plataforma de la FRA también facilitó la realización de análisis más profundos de las fuentes de datos subyacentes. Sin embargo, los datos históricos son escasos porque pocos países y zonas poseen múltiples conjuntos de datos de inventarios forestales nacionales comparables que abarquen los años de presentación de informes de la FRA. Por tanto, para algunos países y zonas, los cambios en las existencias medias en formación por ha se han inferido a partir de los cambios en la superficie relativa de los diferentes tipos de bosques (tal como se describe más arriba) en lugar de a partir de mediciones forestales directas. Aunque la cobertura de datos general ha mejorado, la información sobre la composición de las existencias en formación, especialmente la proporción de especies arbóreas nativas e introducidas, todavía es limitada a escala mundial (solo 95 países y zonas presentaron informes completos). Además, para estimar la biomasa y el carbono de las existencias en formación, en muchos casos se utilizaron los factores de conversión por defecto del IPCC en lugar de modelos nacionales específicos. Las estimaciones del carbono en la madera muerta, la hojarasca y el suelo son especialmente escasas en África y Asia, pues numerosos países y zonas no pudieron informar sobre estos reservorios de carbono. Dada la importancia de la composición de las existencias en formación y el carbono orgánico en el suelo, prestar apoyo a los países para mejorar estas estimaciones constituye una necesidad urgente para futuras evaluaciones.
Varios países con grandes superficies forestales revisaron sus estimaciones de las existencias en formación, la biomasa y la superficie forestal, especialmente incorporando nuevos datos de inventarios forestales nacionales (tal como se describe más arriba). Estas revisiones han tenido repercusiones importantes en las estimaciones mundiales, dando lugar a valores más elevados de existencias en formación, biomasa y carbono en comparación con la FRA 2020. Resulta importante señalar que la Federación de Rusia actualizó sustancialmente sus valores de existencias en formación y superficie forestal, los Estados Unidos de América revisaron sus estimaciones de biomasa y carbono, y el Canadá actualizó sus estimaciones sobre la superficie forestal. Los tres países se basaron en nuevos datos de inventarios forestales nacionales para sus revisiones. Además, algunos países africanos, entre ellos la República Democrática del Congo y la República Centroafricana, revisaron sus estimaciones de la superficie forestal para incluir los bosques abiertos, lo cual dio lugar a estimaciones más elevadas de las existencias en formación y la biomasa en dichos países.
Para la FRA 2025 se recibió información sobre las existencias en formación de 216 países y zonas, que representaban el 97 % de la superficie forestal mundial. En el caso de los países y zonas que no proporcionaron información sobre este parámetro, las existencias en formación se estimaron o bien aplicando promedios subregionales de las existencias en formación por ha a la superficie forestal total o bien usando datos de países y zonas vecinas con condiciones ecológicas similares.
Se estima que el total de las existencias forestales en formación del mundo asciende a 630 000 millones de m3, y el mayor porcentaje se encuentra en América del Sur (29 %), seguida de Europa (26 %) (Cuadro 36 y Figura 17). A escala mundial, las existencias medias en formación por unidad de superficie se estiman en 152 m3 por ha; los valores más elevados se registran en las regiones tropicales, con América del Sur a la cabeza (217 m3 por ha), seguida de África occidental y central (197 m3 por ha) y América central (178 m3 por ha). De las regiones en las que predominan los bosques de zonas templadas y boreales, la cifra más elevada de existencias en formación por unidad de superficie se registra en Europa, sustraídos los datos de la Federación de Rusia, con 174 m3 por ha.
Nota: Véase el descargo de responsabilidad en la página ii para obtener más detalles sobre los nombres y las fronteras que figuran en este mapa. La línea de puntos representa aproximadamente la Línea de Control en Jammu y Cachemira convenida por la India y el Pakistán. Las partes no han llegado todavia a un acuerdo sobre el estatuto definitivo de Jammu y Cachemira. Las fronteras definitivas entre la República del Sudán y la República de Sudán del Sur no se han determinado todavía. Todavía no se ha determinado el estatuto definitive de la zona de Abyei.
Casi el 40 % de las existencias en formación mundiales se sitúa en dos países: la Federación de Rusia (126 000 millones de m3, o cerca del 20 % del total mundial) y el Brasil (118 000 millones de m3). Otros países con un 5 % o más de las existencias en formación mundiales son (en orden descendente, por volumen) el Canadá, los Estados Unidos de América y la República Democrática del Congo (Cuadro 37).
Para la FRA 2025 se recibieron datos sobre la distribución de las existencias en formación en las dos categorías de bosque principales (bosque con procesos de regeneración natural y bosque plantado) de 177 países y zonas, que representaban el 83 % de la superficie forestal mundial y el 91 % de las existencias forestales en formación totales. Para los países y zonas que no proporcionaron esta información, se elaboraron estimaciones aplicando las existencias forestales en formación por unidad de superficie a la superficie total de bosque con procesos de regeneración natural y a la superficie total de bosque plantado. Combinados, estos métodos permitieron incluir en el análisis 229 países y zonas, que representaban cerca del 100 % de la superficie forestal y las existencias en formación totales.
En el mundo, el 93 % de las existencias en formación totales en 2025 se encuentra en bosques con procesos de regeneración natural, y las que se encuentran en los bosques plantados representan el 7 %. A escala mundial, las existencias medias en formación por unidad de superficie son más elevadas en los bosques con procesos de regeneración natural (153 m3 por ha) que en los bosques plantados (139 m3 por ha) (Cuadro 38). Esto se debe en parte al incremento mundial de los bosques plantados en los últimos decenios, pues los bosques plantados más jóvenes todavía no han alcanzado un volumen de existencias en formación máximo, y en parte a la mayor frecuencia de extracción en los bosques plantados. De las regiones, Asia comunicó la mayor proporción de existencias en formación en los bosques plantados (19 %), impulsada por Asia oriental. África y América del Sur comunicaron las proporciones más bajas (Figura 18 y Figura 19).
Se estima que los bosques primarios respaldan un tercio (33 %) de las existencias forestales en formación totales, con 206 000 millones de m3 (Cuadro 39). De las regiones, América del Sur tiene la mayor proporción de existencias en formación en los bosques primarios a escala mundial (11 %), seguida de Europa (7 %). El volumen de existencias en formación en los bosques primarios como porcentaje de las existencias en formación totales es más elevado en América del Sur (39 %), seguida de África (37 %) y América del Norte y central (35 %).
De las subregiones, África occidental y central destaca por su elevada proporción de existencias en formación totales en los bosques primarios (46 %). A escala mundial, las existencias medias en formación en los bosques primarios se estiman en 176 m3 por ha, con una densidad notablemente elevada en América del Sur (238 m3 por ha).
Aunque solo 85 países y zonas proporcionaron datos específicos sobre existencias en formación en los bosques primarios, el análisis que se presenta aquí abarca los 167 países y zonas que informaron de que tenían superficie de bosques primarios. Para los 82 países y zonas que comunicaron que tenían bosques primarios pero no informaron sobre existencias en formación en los bosques primarios, las estimaciones se obtuvieron aplicando las existencias medias en formación por ha en los bosques con procesos de regeneración natural a los bosques primarios. Probablemente este enfoque subestime las existencias mundiales en los bosques primarios debido a que las densidades de las existencias en formación suelen ser más elevadas en los bosques primarios que en los bosques con procesos de regeneración natural (como se ha indicado para la mayoría de los países y zonas que presentaron informes sobre esta variable).
Para la FRA 2025 se recibieron datos sobre las existencias en formación en las plantaciones forestales en 2025 de 183 países y zonas, que representaban el 93 % de la superficie mundial de esta subcategoría de bosques plantados; sobre las existencias forestales en las plantaciones forestales compuestas de especies introducidas se recibió información de 155 países y zonas, que representaban el 68 % de la superficie mundial de esta subcategoría, y sobre las existencias en formación en otros bosques plantados se recibió información de 180 países y zonas, que representaban el 82 % de la superficie mundial de esta subcategoría.
Las plantaciones forestales representan el 3 % de las existencias forestales en formación totales en 2025 y el 40 % de las existencias en formación totales en los bosques plantados (Cuadro 40). Los otros bosques plantados contribuyen a un 4 % de las existencias forestales en formación totales y al 60 % de las existencias en formación totales en los bosques plantados.
De las regiones, Asia registra el mayor volumen de existencias en formación en las plantaciones forestales, con 8 180 millones de m3, lo que representa el 47 % de las existencias en formación en las plantaciones forestales mundiales, seguida de América del Sur (3 780 millones de m3 o un 23 %). Casi todas (99,8 %) las existencias en formación en los bosques plantados en América del Sur se encuentran en plantaciones forestales; las proporciones también son elevadas en Oceanía (97 %) y África (87 %) (Figura 20). En cambio, las plantaciones forestales constituyen solo un pequeño porcentaje (5 %) de las existencias en formación en los bosques plantados en Europa.
En el mundo, el 54 % de las existencias en formación en las plantaciones forestales está compuesto por especies introducidas. De las regiones, América del Sur registra el volumen total más elevado (3 780 millones de m3) de plantaciones forestales de especies introducidas en 2025; su superficie de plantaciones forestales se compone en su mayoría (94 %) de esta subcategoría.
A escala mundial, la densidad de las existencias medias en formación es más elevada en otros bosques plantados (168 m3 por ha) que en las plantaciones forestales (112 m3 por ha), aunque esto varía en función de la región. Las plantaciones forestales compuestas de especies introducidas, que suelen tener un crecimiento más rápido, muestran densidades más elevadas de existencias en formación (146 m3/ha) que el promedio general de las plantaciones forestales.
Ciento treinta y dos países y zonas, que representaban el 65 % de la superficie mundial de otras tierras boscosas, comunicaron datos sobre las existencias en formación en esta categoría. En los casos en que no se disponía de datos, se aplicaron promedios subregionales de existencias en formación por unidad de superficie a las estimaciones de la superficie de otras tierras boscosas a fin de estimar las existencias en formación. Dada la cobertura relativamente baja de datos sobre la superficie y las existencias en formación de otras tierras boscosas, los resultados aquí presentados deberían tratarse con cautela.
El volumen total de existencias en formación en otras tierras boscosas en 2025 se estimó en 20 200 millones de m3 (el 3 % de las existencias forestales en formación del mundo) (Cuadro 41). De estas, el 44 % se encuentra en Europa, principalmente en la Federación de Rusia.
Las existencias medias en formación por unidad de superficie en otras tierras boscosas se estiman en 19 m3 por ha a escala mundial, y los promedios oscilan entre los 3 m3 por ha (África septentrional) y los 72 m3 por ha (Europa).
Para la FRA 2025 se recibieron datos de series cronológicas completas sobre las existencias forestales en formación correspondientes al período 1990-2025 de 214 países y zonas, que representaban el 97 % de la superficie forestal mundial. Para los países y zonas que no proporcionaron datos, las existencias en formación se estimaron utilizando promedios subregionales de las existencias en formación por ha y la superficie forestal en cada punto de la serie cronológica. Para asegurar que el conjunto de datos sea completo, coherente y sin deficiencias, los valores que faltaban de los países y zonas con series cronológicas incompletas se interpolaron empleando el año más próximo con datos disponibles sobre existencias en formación por unidad de superficie.
Tras un descenso en la década de 1990, el volumen de existencias forestales en formación a escala mundial aumentó de manera significativa entre 2000 y 2025, pasando de 592 000 millones de m3 a 630 000 millones de m3. No obstante, se observaron patrones regionales contrapuestos, con incrementos sustanciales en Europa (sobre todo en la Federación de Rusia), América del Norte y Asia a lo largo del período y marcados descensos en América del Sur y África (Cuadro 42, Cuadro 43 y Figura 21). Algunas subregiones tropicales, como África occidental y central, experimentaron una ralentización del descenso medio anual de las existencias en formación en 2015-2025 en comparación con 2000-2015. Por el contrario, la tasa de descenso de las existencias forestales en formación se aceleró en América del Sur entre los dos períodos. En América central, el cambio de las existencias forestales en formación fue positivo en 2000-2015 (con 3,5 millones de m3 por año) y negativo en 2015-2025 (con 43,1 millones de m3 por año).
Las existencias forestales en formación mundiales por unidad de superficie aumentaron un 11 % entre 1990 y 2025, y crecieron en todas las regiones y casi todas las subregiones (Cuadro 44). El incremento fue especialmente marcado en Europa y Asia oriental, probablemente debido a factores como, por ejemplo, la mejora de la gestión forestal y, especialmente en China (Lu et al., 2018; Yue, Zhang y Shao, 2021), los programas de reforestación a gran escala. Las existencias en formación por ha también aumentaron significativamente en la Federación de Rusia y los Estados Unidos de América en 2015-2025.
Tendencia por categoría principal de bosque. La proporción de existencias en formación totales en los bosques plantados aumentó de manera constante, pasando del 3 % en 1990 al 7 % en 2025 (Figura 22); el volumen de existencias en formación en los bosques plantados se duplicó con creces durante el período. Esta tendencia ascendente se dio en todas las regiones, con los incrementos más significativos en Asia oriental (un incremento del 19 % entre 1990 y 2025) y en América del Norte y central (un incremento del 5 % a lo largo del período). La proporción del total de existencias en formación en los bosques plantados representada por las plantaciones forestales aumentó del 38 % en 1990 al 42 % en 2025.
Las existencias en formación por unidad de superficie aumentaron tanto en los bosques con procesos de regeneración natural como en los bosques plantados (Cuadro 45). El aumento fue especialmente pronunciado en los bosques plantados, probablemente debido al uso de especies de árboles de crecimiento rápido en plantaciones forestales y a la mejora de la gestión forestal.
Para la FRA 2025 se recibió información sobre la composición de las existencias forestales en formación de 105 países y zonas, que representaban el 68 % de la superficie forestal mundial y el 63 % de sus existencias en formación. Los países comunicaron información del último año con datos disponibles. Dado que algunos datos recibidos solo eran parciales, el análisis se realizó basándose en 95 países y zonas, que representaban el 66 % de la superficie forestal y el 60 % de las existencias en formación totales. La cobertura de datos fue especialmente baja en África (sobre todo en África occidental y central), Oceanía y América del Sur; por tanto, los resultados aquí presentados relativos a dichas regiones deberían tratarse con cautela.
Para la FRA 2025, los países y zonas que presentaron informes pudieron seleccionar las especies de un menú desplegable en la plataforma de presentación de informes de la FRA, lo cual redujo considerablemente las incoherencias en la nomenclatura taxonómica. El aumento de la disponibilidad y la calidad de los datos sobre la composición de las existencias en formación constituye una tarea enorme para muchos países y zonas, especialmente en los trópicos, donde la diversidad de especies arbóreas es muy elevada. Para ayudar en esto, actualmente existe información mejorada disponible sobre las especies de árboles del mundo (por ejemplo, Agenda Internacional para la Conservación en los Jardines Botánicos, 2021), que incluye instrumentos como listas de verificación de árboles nacionales y guías de identificación sobre el terreno. También hay listas de verificación mundiales de especies de árboles disponibles, por ejemplo, en la base de datos GlobalTreeSearch (Hill, Beech y Rivers, 2024) y en Plants of the World Online (Royal Botanic Gardens Kew, 2025). A escala mundial, existen cerca de 58 000 especies arbóreas denominadas que se clasifican en 266 familias taxonómicas y cerca de 4 200 géneros (Agenda Internacional para la Conservación en los Jardines Botánicos, 2024).
Se estima que las existencias forestales en formación mundiales comprenden el 98 % de las especies arbóreas nativas y el 2 % de las especies arbóreas introducidas (Cuadro 46). En la composición comunicada de las existencias en formación, predominan las especies arbóreas nativas en todas las regiones, con el porcentaje más alto en América del Norte y central (100 %) y Europa (99 %), y el más bajo en Oceanía (82 %).
Las especies comunicadas como especies arbóreas nativas e introducidas más comunes en las existencias en formación pertenecen a 385 géneros. El número de géneros comunicados es más elevado en África (158) y Asia (127), seguidas de América del Norte y central (88) y Oceanía (74). Sin embargo, muchos de los informes presentados incluían información incompleta en relación con este atributo y varios países y zonas proporcionaron la composición solo a nivel de género. En el Cuadro 47 se muestran los 10 géneros principales comunicados (por volumen) a escala mundial y en el Cuadro 48 se muestran los cinco géneros principales por región.
Para la FRA 2025 se recibieron datos sobre la biomasa forestal aérea y subterránea en 2025 de 215 países y zonas, que representaban cerca del 100 % de los bosques del mundo. Sobre la biomasa en la madera muerta, se recibió información de 101 países y zonas, que representaban el 78 % de la superficie forestal mundial. En el caso de los países y zonas que no proporcionaron datos, la biomasa aérea, subterránea y en la madera muerta se estimó principalmente aplicando promedios subregionales por ha a las respectivas superficies forestales.
La biomasa total en los bosques del mundo se estima en aproximadamente 709 gigatoneladas (Gt), equivalentes a 171 toneladas por ha. La biomasa viva, que abarca la biomasa aérea y subterránea, representa cerca de 647 Gt, o aproximadamente 156 toneladas por ha (Cuadro 49). De este total, el 79 % corresponde a la biomasa aérea y el 21 % a la biomasa subterránea. La biomasa en la madera muerta en los bosques del mundo se estima en 61,9 Gt de materia seca, lo que equivale a 14,9 toneladas por ha y representa el 9 % de la biomasa forestal mundial (Figura 23).
De las regiones, América del Sur posee el mayor porcentaje de biomasa forestal mundial, que representa cerca de un tercio del total (Figura 24). Las regiones con bosques tropicales muestran densidades de biomasa más elevadas, que superan las 200 toneladas por ha en Oceanía y América del Sur. La biomasa media por unidad de superficie en África es de 194 toneladas por ha, aunque alcanza las 300 toneladas por ha en África occidental y central.
Para la FRA 2025 se recibieron datos de series cronológicas completas sobre la biomasa forestal aérea y subterránea de 210 países y zonas, que representaban más del 99 % de la superficie forestal mundial. Noventa países y zonas, que representaban el 77 % de la superficie forestal mundial, proporcionaron series cronológicas completas sobre la biomasa en la madera muerta. En el caso de los países y zonas que no proporcionaron datos para ningún año, la biomasa se estimó aplicando promedios subregionales de la biomasa por ha a las estimaciones de la superficie forestal para cada punto temporal. Cuando las series cronológicas de un país o zona en concreto correspondientes a la biomasa aérea, subterránea y en la madera muerta estaban incompletas, se utilizó la tasa de cambio de la biomasa aérea (si estaba disponible) o las existencias en formación para interpolar los datos faltantes.
La tendencia mundial de la biomasa se revirtió de un descenso en la década de 1990 a incrementos constantes entre 2000 y 2025 (Cuadro 50). Las existencias de biomasa aumentaron aproximadamente 11,0 Gt entre 1990 y 2025 (Cuadro 51), un incremento del 1,6 %. No obstante, las tendencias regionales mostraron patrones contrapuestos. América del Sur y África experimentaron pérdidas significativas en las existencias de biomasa a lo largo del período: 857 millones de toneladas por año y 529 millones de toneladas por año, respectivamente (Cuadro 52), debido sobre todo a la pérdida de superficie forestal. Por el contrario, se produjeron incrementos sustanciales de la biomasa en Asia oriental, Europa y América del Norte, impulsados por expansiones de la superficie forestal e incrementos de la biomasa por unidad de superficie (Figura 25). La tendencia de las existencias de biomasa en Asia, especialmente en Asia meridional y sudoriental, se revirtió, pasando de descensos significativos en la década de 1990 a incrementos a lo largo del período 2000-2025.
La biomasa forestal por unidad de superficie aumentó 10,5 toneladas por ha a escala mundial entre 1990 y 2025, un incremento del 7 %. Se observaron incrementos en todas las regiones y subregiones excepto en el Caribe, África oriental y austral y Oceanía, donde se mantuvo estable. Asia oriental y Europa (sustraídos los datos de la Federación de Rusia) mostraron los mayores incrementos de biomasa por unidad de superficie entre 1990 y 2025. A escala mundial, la tasa de incremento se aceleró de 0,25 toneladas por ha por año en 1990-2000 a 0,35 toneladas por ha por año en 2015-2025.
Aunque numerosos países y zonas utilizaron los factores de conversión por defecto proporcionados por el IPCC para estimar la biomasa de las existencias en formación, cada vez es más frecuente usar datos nacionales para perfeccionar dichas estimaciones.
En el Cuadro 53 se muestran los promedios del factor de conversión y expansión de la biomasa11, la relación raíz-brote12 y la relación muerta-viva13 por región y subregión, sobre la base de las estimaciones de las existencias en formación y la biomasa para 2025. Los factores calculados están en consonancia con los intervalos por defecto del IPCC.
Para la FRA 2025 se recibió información sobre las existencias de carbono en los bosques en 2025 de 215 países y zonas, que representaban cerca del 100 % de los bosques del mundo. Se proporcionaron datos para los siguientes reservorios de carbono: carbono en la biomasa aérea y subterránea, con informes de 215 países y zonas (cerca del 100 % de la superficie forestal mundial); carbono en la madera muerta (carbono en toda la biomasa leñosa no viva no contenida en la hojarasca, ya sea en pie, tendida sobre el suelo o bajo el suelo), con informes de 101 países y zonas (el 78 % de la superficie forestal mundial); carbono en la hojarasca (carbono en toda la biomasa no viva con un diámetro inferior al diámetro mínimo para la madera muerta), con informes de 75 países y zonas (el 66 % de la superficie forestal mundial), y carbono orgánico en el suelo (carbono en suelos minerales y orgánicos, incluyendo turba, a una profundidad específica elegida por el país), con informes de 77 países y zonas (el 70 % de la superficie forestal mundial).
En el caso de los países y zonas que no presentaron informes al respecto, las existencias de carbono se calcularon multiplicando los promedios subregionales de cada uno de los reservorios de carbono por la superficie forestal, a excepción del carbono orgánico en el suelo, cuyas estimaciones se obtuvieron del Mapa mundial sobre el carbono orgánico del suelo. En este mapa, que proporciona una cuadrícula de carbono en el suelo de 1 km para una profundidad de 0 a 30 cm, se aplicaron las capas disponibles de cobertura arbórea y forestal mundial que se correspondían de manera más adecuada con las superficies forestales notificadas a fin de obtener estimaciones específicas de cada país (en lugar de utilizar promedios regionales) (FAO y Grupo técnico intergubernamental sobre los suelos [GTIS], 2020).
Téngase en cuenta que la profundidad del suelo, empleada por los países y zonas para comunicar estimaciones sobre el carbono orgánico en el suelo, varía geográficamente. La profundidad media del suelo ponderada por la superficie forestal utilizada para el valor del carbono orgánico en el suelo a escala mundial es de 41 cm, con las siguientes variaciones regionales: 30 cm en Asia y Oceanía, 32 cm en Europa, 34 cm en América del Sur, 41 cm en África y 70 cm en América del Norte y central.
Las existencias de carbono totales en los bosques en 2025, incluidos todos los reservorios de carbono, se estiman en 714 Gt, lo que equivale a 172 toneladas por ha (Cuadro 54). Estas existencias se distribuyen de la siguiente manera: carbono orgánico en el suelo, 329 Gt (46 % del total) o 79,6 toneladas por ha; biomasa aérea, 247 Gt (35 %) o 59,7 toneladas por ha; biomasa subterránea, 65,9 Gt (9 %) o 15,9 toneladas por ha; hojarasca, 41,1 Gt (6 %) o 9,93 toneladas por ha, y madera muerta, 30,3 Gt (4 %) o 7,32 toneladas por ha (Figura 26).
Las regiones con las mayores existencias de carbono en los bosques son Europa (24 % del total mundial), América del Norte y central (22 %) y América del Sur (20 %) (Figura 27). Las existencias de carbono por unidad de superficie son particularmente elevadas en África occidental y central, con 260 toneladas por ha, y América del Norte, con unas 200 toneladas por ha.
Las tendencias de las existencias de carbono en los bosques se evaluaron utilizando datos de series cronológicas completas sobre el carbono en la biomasa forestal aérea y subterránea de 210 países y zonas, que representaban el 99 % de la superficie forestal mundial. Noventa y un países y zonas (el 77 % de la superficie forestal mundial) proporcionaron datos de series cronológicas completas sobre el carbono en la madera muerta. En relación con el carbono en la hojarasca, presentaron información 73 países y zonas (65 %), y acerca del carbono orgánico en el suelo, 74 países y zonas (69 %).
Para las series cronológicas incompletas, se utilizaron las tendencias de las existencias en formación o el carbono en la biomasa aérea a fin de interpolar los datos faltantes del carbono en la biomasa subterránea, la madera muerta y la hojarasca. En el caso del carbono del suelo, las series cronológicas incompletas se extrapolaron repitiendo los puntos temporales con datos disponibles más cercanos. En cuanto a los países y zonas que no presentaron informes, las existencias de carbono se estimaron aplicando las existencias medias subregionales por ha a la superficie forestal en cada punto de la serie cronológica, excepto para el carbono orgánico en el suelo, cuyas estimaciones se obtuvieron del Mapa mundial sobre el carbono orgánico del suelo y se aplicaron a todos los años de referencia.
Las existencias de carbono en los bosques a escala mundial disminuyeron entre 1990 y 2000, pasando de 716 Gt a 706 Gt, y aumentaron después a 714 Gt en 2025 (Cuadro 55). El incremento tras el año 2000 puede atribuirse mayormente a un incremento de la superficie forestal en determinadas regiones, especialmente Asia y Europa. Las existencias mundiales de carbono en 2025 son similares a las de 1990, pero se observan diferencias regionales y subregionales. Por ejemplo, las existencias de carbono en los bosques son significativamente más elevadas en 2025 que en 1990 en Asia oriental, Europa y América del Norte, impulsadas por la expansión de la superficie forestal, y considerablemente más bajas en América del Sur, África y América central (en orden descendente por tasa de cambio) (Figura 28).
Las existencias de carbono por ha aumentaron en todos los reservorios entre 1990 y 2025, registrando un incremento del 5 % del carbono total en los bosques por unidad de superficie, que pasó de 165 toneladas por ha en 1990 a 172 toneladas por ha en 2025.