6. Propiedad y derechos de gestión
La claridad y la seguridad de la propiedad y los derechos de gestión de los bosques son importantes para alentar la inversión pública y privada en los bosques y para aliviar la pobreza de las personas que dependen directa o indirectamente de ellos para sus medios de vida. Disponer de información precisa sobre estos ámbitos resulta, por tanto, crucial para la gestión forestal sostenible y el bienestar humano, así como para la formulación de políticas forestales eficaces relacionadas con este aspecto de la gestión forestal.
Para la FRA 2025 se recopiló información sobre la propiedad y los derechos de gestión en 1990, 2000, 2010, 2015 y 2020; por lo tanto, 2020 es el año de referencia para este análisis del estado. Se evaluaron cuatro categorías principales de propiedad forestal: 1) pública; 2) privada; 3) otra; y 4) desconocida (debido a su pequeño tamaño, las dos últimas aparecen combinadas como “otra/desconocida” en los datos aquí presentados). Se especifican tres subcategorías para la propiedad privada: 1) bosque propiedad de particulares; 2) bosque propiedad de entidades comerciales o instituciones privadas; y 3) bosque propiedad de Pueblos Indígenas y comunidades locales.
Para la FRA 2025 también se recopiló información sobre quién tiene derechos de gestión en los bosques públicos, definidos como el derecho a gestionar y utilizar los bosques de propiedad pública durante un período determinado. Se determinaron cinco categorías principales de titulares de derechos de gestión: 1) administraciones públicas; 2) entidades comerciales e instituciones privadas; 3) Pueblos Indígenas y comunidades locales; 4) otro; y 5) desconocido (debido a su pequeño tamaño, las dos últimas aparecen combinadas como “otro/desconocido” en los datos aquí presentados).
Para la FRA 2025 se recibieron datos (o, en el caso de los estudios de gabinete, se realizaron estimaciones a partir de la información disponible) sobre la propiedad forestal en 2020 de los 236 países y zonas incluidos en la evaluación. El análisis de estos datos indica que el 71 % de los bosques del mundo eran de propiedad pública en 2020, la propiedad privada representaba el 24 %, y el resto (4 %) se incluía en la categoría “otra/desconocida” (que comprendía principalmente la propiedad mixta o no declarada) (Figura 40).
La propiedad pública era la categoría predominante en todas las regiones, aunque la propiedad privada prevalecería en Europa (donde representaba el 53 % de la superficie forestal de la región) si se sustrajeran los datos de la Federación de Rusia. La propiedad pública se aplicaba a casi toda la superficie forestal (98 %) en Asia occidental y central, al 94 % de la superficie forestal en África occidental y central, y al 85 % en Asia meridional y sudoriental (Cuadro 77 y Figura 41). El porcentaje más elevado de propiedad privada se registró en Oceanía, con un 47 %, seguida de Asia oriental y América del Norte, ambas con un 35 %. La propiedad del 69 % de la superficie forestal en América central se clasificaba en la categoría “otra/desconocida”.
Noventa países y zonas (de los cuales 71 se encontraban en África y Asia) informaron de que más del 90 % de sus bosques eran de propiedad pública en 2020. Cinco países y zonas (todos en Oceanía) comunicaron que la totalidad de su superficie forestal era de propiedad privada (Cuadro 78).
A escala mundial el porcentaje de la superficie forestal clasificado en la categoría “otra/desconocida” descendió entre 1990 y 2020, lo que indica un aumento en la claridad de la propiedad. Los porcentajes aumentaron ligeramente tanto en el caso de la propiedad pública como en el de la privada a lo largo del período. A nivel regional se evidencian tendencias distintas: por ejemplo, el porcentaje de bosque de propiedad pública disminuyó a lo largo del período en África, Asia, Europa y Oceanía y se incrementó en América del Norte y central y (en mayor medida) en América del Sur. El porcentaje de bosque de propiedad privada descendió en América del Sur, pasando del 38 % en 1990 al 34 % en 2020, debido principalmente al Brasil, donde la superficie forestal privado descendió de 365 millones de ha a 227 millones de ha a lo largo del período. El porcentaje de bosque privado aumentó en Asia, pasando del 16 % en 1990 al 23 % en 2020, lo que refleja sobre todo un incremento en China, donde la superficie forestal privado aumentó de 27,5 millones de ha en 1990 a 76,9 millones de ha en 2020. El porcentaje de bosque de propiedad privada también se incrementó en Europa y Oceanía y se mantuvo relativamente estable en África y América del Norte y central. La categoría de propiedad “otra/desconocida” disminuyó a lo largo del período en todas las regiones excepto en África (principalmente debido a las amplias áreas de propiedad desconocida comunicadas en África oriental y austral).
Para la FRA 2025 se recibió información sobre la superficie forestal propiedad de diferentes subcategorías de propietarios privados en 2020 de 140 países y zonas, que representaban el 55 % de la superficie forestal mundial. Dada la proporción relativamente baja de representación, es posible que las conclusiones no sean representativas a escala mundial. La información recibida fue especialmente escasa en el caso de Oceanía y América del Sur y, por tanto, no fue posible obtener tendencias para estas dos regiones. El análisis que se presenta aquí se basa en un subconjunto de países y zonas que proporcionaron información sobre las tres subcategorías de propiedad forestal privada; se excluyeron los que solo comunicaron información sobre una o dos subcategorías.
De la superficie forestal de propiedad privada en 2020, el 48 % era propiedad de particulares, el 30 % de Pueblos Indígenas y comunidades locales y el 23 % de entidades comerciales e instituciones privadas (Cuadro 79).
La propiedad de particulares era la predominante en Europa (donde representaba el 79 % de la superficie forestal de propiedad privada), Asia (58 %) y América del Norte y central (52 %). Los Pueblos Indígenas y las comunidades locales poseían el 33 % del bosque privado en África, el 23 % en Asia, el 18 % en América del Norte y central y el 5 % en Europa.
Aunque, como se ha señalado, no se disponía de datos suficientes para elaborar conclusiones de ámbito regional para Oceanía y América del Sur, cabe mencionar que los Pueblos Indígenas y las comunidades locales poseían el 100 % del bosque privado en Guyana (correspondiente al 14 % de la superficie forestal del país) en 2020, el 91 % en el Ecuador (el 11 % de la superficie forestal) y el 87 % en el Perú (el 37 % de la superficie forestal). En Oceanía, las Islas Wallis y Futuna, Niue, Papua Nueva Guinea y Vanuatu informaron de que el 100 % de su superficie forestal era propiedad de Pueblos Indígenas y comunidades locales.
Los Pueblos Indígenas y las comunidades locales poseían 41,6 millones de ha en América del Norte y central (el 18 % de la superficie forestal de propiedad privada) en 2020. Si se incluyen los datos comunicados por el Canadá sobre la superficie forestal propiedad de Pueblos Indígenas y comunidades locales (el Canadá no informó sobre las tres subcategorías de propiedad privada y, por tanto, no se incluyó en el análisis mundial), el porcentaje de bosque propiedad de Pueblos Indígenas y comunidades locales en América del Norte y central aumenta hasta los 49,3 millones de ha (el 19 % de la superficie forestal privado).
El mayor porcentaje de bosque privado propiedad de entidades comerciales e instituciones privadas en 2020 se registró en África, con un 32 %, seguida de América del Norte y central, con un 29 %.
Para la FRA 2025 se recibieron datos de series cronológicas completas sobre la superficie forestal en las tres categorías de propiedad privada de 131 países y zonas, que representaban el 52 % de los bosques del mundo. A escala mundial, la proporción de bosque propiedad de particulares descendió entre 1990 y 2020, pasando del 53 % al 49 %. El porcentaje de superficie forestal propiedad de Pueblos Indígenas y comunidades locales también descendió ligeramente a lo largo del período, pasando del 27 % al 26 %, y la superficie propiedad de entidades comerciales e instituciones privadas aumentó del 20 % al 24 % (Figura 42).
El descenso del porcentaje de superficie forestal propiedad de particulares fue especialmente evidente en América del Norte y central, donde cayó del 59 % en 1990 al 52 % en 2020; se produjo una pequeña disminución en África y Asia y el porcentaje se mantuvo estable en Europa en un 79 %. En el caso de América del Sur y Oceanía, no se disponía de datos suficientes para obtener tendencias significativas desde el punto de vista estadístico en esas dos regiones.
El porcentaje de superficie forestal propiedad de Pueblos Indígenas y comunidades locales descendió en América del Norte y central, pasando del 19 % en 1990 al 18 % en 2020. Se mantuvo estable en África y Asia, con un 33 % y un 26 %, respectivamente, y aumentó ligeramente en Europa, pasando del 3 % al 4 %.
El incremento mundial en la proporción de bosque propiedad de entidades comerciales e instituciones privadas se reflejó en América del Norte y central, donde aumentó del 21 % en 1990 al 29 % en 2020. El porcentaje de bosques propiedad de entidades comerciales e instituciones privadas también aumentó en África a lo largo del período, del 30 % al 32 %, y en Asia, del 19 % al 20 %. La proporción de bosque privado propiedad de entidades comerciales e instituciones privadas se mantuvo estable en Europa entre 1990 y 2020, con un 18 %.
Para la FRA 2025 se recibió información sobre los titulares de derechos de gestión en los bosques públicos en 2020 de 182 países y zonas, que representaban el 94 % de la superficie forestal mundial.
Las administraciones públicas poseían el 79 % de los derechos de gestión en los bosques de propiedad pública del mundo en 2020; las entidades comerciales e instituciones privadas, el 16 %; y los Pueblos Indígenas y las comunidades locales, el 3 % (Cuadro 80). Se informó de que el 2 % restante correspondía a la categoría “otro/desconocido” (compuesta principalmente por titulares mixtos).
Las administraciones públicas eran los titulares de derechos de gestión predominantes en los bosques de propiedad pública en todas las regiones excepto en Oceanía, donde representaban el 37 % de los titulares de ese tipo. El porcentaje más alto de derechos de gestión en los bosques públicos en manos de las administraciones públicas se registró en África, con un 91 %, seguida de América del Sur, con un 89 % (Figura 43).
Las entidades comerciales e instituciones privadas poseían el 50 % de los derechos de gestión en los bosques de propiedad pública en Oceanía en 2020, es decir, el mayor porcentaje de todas las regiones. El porcentaje más bajo en manos de entidades comerciales e instituciones privadas se observó en África, con un 3 %. Los Pueblos Indígenas y las comunidades locales poseían el 13 % de los derechos de gestión en los bosques de propiedad pública en Oceanía en 2020, es decir, el mayor porcentaje de todas las regiones. Los Pueblos Indígenas y las comunidades locales poseían los derechos de gestión de unos 2,38 millones de ha de bosque de propiedad pública en Europa, lo que suponía el 0,26 % de la superficie forestal de dicha región.
Para la FRA 2025 se recibieron datos de series cronológicas sobre la asignación de derechos de gestión en los bosques públicos de 170 países y zonas, que representaban el 87 % de la superficie forestal mundial. La proporción en manos de las administraciones públicas disminuyó en todo el mundo, pasando del 94 % en 1990 al 81 % en 2020. El porcentaje correspondiente a entidades comerciales e instituciones privadas aumentó del 4 % al 15 % a lo largo del período y el porcentaje gestionado por Pueblos Indígenas y comunidades locales creció del 2 % al 3 % (Figura 44).
El descenso mundial de la proporción de derechos de gestión de bosques de propiedad pública en manos de las administraciones públicas se reflejó en todas las regiones excepto en Asia, donde aumentó del 84 % en 1990 al 85 % en 2020, y en Oceanía, donde se mantuvo estable en el 96 %. El descenso en el porcentaje de bosque de propiedad pública gestionado por las administraciones públicas fue más evidente en Europa y América del Norte y central, donde cayó del 100 % al 74 % y del 88 % al 66 %, respectivamente, entre 1990 y 2020.
El aumento mundial en la proporción de los derechos de gestión de los bosques públicos en manos de entidades comerciales e instituciones privadas se reflejó en todas las regiones excepto en Asia, donde el porcentaje descendió del 9 % en 1990 al 7 % en 2020, y Oceanía, donde se mantuvo estable, en un 4 %. El mayor incremento en la proporción de derechos de gestión en manos de entidades comerciales e instituciones privadas se registró en Europa, donde aumentó de cero en 1990 al 26 % en 2020. Este cambio se debió principalmente a la Federación de Rusia, donde la superficie forestal de propiedad pública gestionada por el sector privado aumentó de cero en 1990 a 235 millones de ha en 2020. La proporción de derechos de gestión de bosques de propiedad pública en manos de entidades comerciales e instituciones privadas también aumentó sustancialmente en América del Norte y central, donde pasó del 10 % en 1990 al 27 % en 2020. Esto se debió sobre todo a los datos comunicados por el Canadá, donde la superficie se duplicó con creces, pasando de 48 millones de ha en 1990 a 126 millones de ha en 2020.
El mayor aumento en el porcentaje de bosque de propiedad pública gestionado por Pueblos Indígenas y comunidades locales a lo largo del período se produjo en América del Norte y central, pasando del 1 % en 1990 al 3 % en 2020. También se registró un ligero aumento en la proporción de bosque público gestionado por Pueblos Indígenas y comunidades locales en Asia, que pasó del 6 % en 1990 al 7 % en 2020. Esto se debió sobre todo a Indonesia y Mongolia, donde la superficie forestal público gestionado por Pueblos Indígenas y comunidades locales aumentó de cero en 1990 a 4,39 millones de ha en 2020 en Indonesia y de cero a 3,52 millones de ha en Mongolia. En las demás regiones, la proporción de bosque de propiedad pública con derechos de gestión en manos de Pueblos Indígenas y comunidades locales se mantuvo estable entre 1990 y 2020.
