Actualmente, el hambre en el mundo sigue en aumento, con consecuencias que se ven agravadas por los efectos de la pandemia por enfermedad de coronavirus (COVID-19), los conflictos, las crecientes desigualdades sociales, las catástrofes naturales y la crisis climática. La insostenibilidad de las prácticas agrícolas y de uso de la tierra, la degradación de los ecosistemas y la pérdida de biodiversidad amenazan aún más nuestra capacidad para alimentar a una población mundial cada vez mayor, que en 2050 alcanzará previsiblemente los casi 10 000 millones de personas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) cree que promover y reforzar las prácticas agrícolas sostenibles, junto con los conocimientos tradicionales y la innovación, es fundamental para salvaguardar nuestro medio ambiente, nuestra biodiversidad e incrementar la resiliencia de 2 500 millones de personas cuyos medios de subsistencia dependen de la agricultura: los pequeños agricultores, los pueblos indígenas, los pescadores, los pastores y las comunidades que dependen de los bosques.
Durante la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, celebrada en 2002, la FAO puso en marcha una iniciativa de colaboración mundial para la conservación y gestión adaptativa de los Sistemas importantes del patrimonio agrícola mundial (SIPAM) como respuesta a las alarmantes tendencias mundiales que amenazan a los agricultores familiares y los sistemas agrícolas tradicionales. La iniciativa de SIPAM fue elevada a programa institucional de la FAO en el 39.º período de sesiones de la Conferencia de la Organización, celebrada en 2015, por su enfoque innovador y holístico en el apoyo a los sistemas agropecuarios tradicionales.
Los sistemas reconocidos como SIPAM representan sistemas vivos y en evolución, formados por comunidades humanas en una relación intrincada con su entorno.
Este programa único reconoce y salvaguarda estos valiosos sistemas y sus paisajes, la biodiversidad agrícola, los sistemas de conocimientos y la cultura asociados a ellos, incrementando al mismo tiempo la resiliencia de los medios de vida de las personas y aplicando estrategias de conservación dinámica. La FAO ha designado 67 sistemas en 22 países. Estos no solo valoran los fabulosos paisajes naturales, sino también las prácticas agrícolas (tanto tradicionales como innovadoras) que combinan la creación de medios de subsistencia rurales con el mantenimiento de la biodiversidad y de ecosistemas resilientes.
Para celebrar el 20.º aniversario de los SIPAM, la FAO ha reunido esta colección de historias de éxito con el fin de poner en relieve los logros en los que las acciones emprendidas:
Confío en que estas historias sirvan de inspiración, para que todos podamos redoblar nuestros esfuerzos a fin de garantizar una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás.
QU Dongyu
Director General de la FAO