2.2 Costo y asequibilidad de una dieta saludable

MENSAJES PRINCIPALES
  • Los precios de los alimentos aumentaron durante 2023 y 2024, lo cual ha elevado el costo medio mundial de una dieta saludable a 4,46 dólares PPA diarios por persona con respecto a los 4,30 dólares PPA de 2023 y los 4,01 dólares PPA de 2022.
  • A pesar del aumento de los precios de los alimentos durante 2024, el número de personas que no podían permitirse una dieta saludable en el mundo bajó de 2 760 millones en 2019 a 2 600 millones en 2024 como consecuencia de una recuperación económica después de la pandemia que, no obstante, ha sido desigual de una región a otra y entre distintos grupos de países por nivel de ingresos.
  • En los últimos años, el porcentaje y el número de personas que no podían permitirse una dieta saludable han disminuido apreciablemente en Asia y ligeramente en América Latina y el Caribe, América septentrional y Europa y Oceanía. Por otro lado, en África el porcentaje subió del 64,1 % en 2019 al 66,6 % en 2024, lo cual supone un aumento en las cifras de 864 millones a 1 000 millones de personas.
  • La desigualdad en la recuperación resulta todavía más patente entre distintos grupos de países por nivel de ingresos. El número de personas de países de ingresos bajos que no pueden permitirse una dieta saludable viene aumentando constantemente desde 2017, mientras que en países de ingresos medianos altos y altos la cifra viene disminuyendo desde 2020. En países de ingresos medianos bajos, el número disminuyó entre 2020 y 2024, pero esta mejora obedeció principalmente a la considerable disminución de la inasequibilidad en la India.

El seguimiento del acceso económico a una dieta saludable es esencial para fundamentar las políticas destinadas a mejorar los resultados en materia de seguridad alimentaria y nutrición, contribuyendo así a la consecución de las metas 2.1 y 2.2 de los ODS. Una dieta saludable consta de cereales integrales, legumbres, frutos secos y frutas y hortalizas variadas y en abundancia, y puede incluir huevos, productos lácteos, aves y pescados en cantidades moderadas así como carnes rojas en pequeñas porciones9. Una dieta saludable presenta amplias variaciones de una región a otra, pero tiene cuatro características universales. Es diversa y está integrada por alimentos y grupos de alimentos variados, contiene cantidades suficientes de compuestos bioactivos y nutrientes esenciales importantes para la salud, es equilibrada en cuanto a macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas) e incluye cantidades moderadas de componentes dietéticos perjudiciales para la salud si se consumen en exceso10. Llevar una dieta saludable durante todo el ciclo vital es fundamental para prevenir la malnutrición en todas sus formas, con inclusión del retraso del crecimiento y la emaciación infantiles, las carencias de micronutrientes y el sobrepeso o la obesidad. También ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles como enfermedades cardiovasculares, diabetes y determinados tipos de cáncer11.

El costo de una dieta saludable en cada país es la estimación del costo mínimo que supone adquirir una dieta saludable, definida como una dieta integrada por diversos alimentos disponibles localmente con los que se atienden las necesidades energéticas y la mayoría de las nutricionales.

Tras una atenta consideración de la parte de los ingresos necesaria para adquirir bienes y servicios no alimentarios esenciales, el costo de una dieta saludable se compara con las distribuciones de los ingresos a nivel nacional para calcular la prevalencia de la inasequibilidad de una dieta saludable y el número de personas que no pueden permitirse una dieta saludable. Se trata de mediciones de la proporción de la población y del número de personas en cada país que no pueden permitirse ni siquiera la opción menos costosa de una dieta saludable. En conjunto, la prevalencia de la inasequibilidad de una dieta saludable y el número de personas que no pueden permitirse una dieta saludable sirven de indicadores esenciales para el seguimiento de la incapacidad de los sistemas agroalimentarios de proporcionar la dieta saludable menos costosa accesible a todas las personas, dados los niveles existentes de desigualdad de ingresos en los países.

La FAO, en colaboración con el Banco Mundial, sigue sistemáticamente estos indicadores y difunde las series cronológicas a través de la base de datos FAOSTAT. Por primera vez en este informe, se comunican indicadores correspondientes a un máximo de un año antes de la publicación, mientras que en anteriores ediciones se comunicaban datos correspondientes a un máximo de dos años antes. Esta mejora fue posible gracias a la disponibilidad oportuna de datos de 2024 sobre los factores de conversión en PPA, los índices de precios al consumidor y las distribuciones de ingresos empleados por el Banco Mundial para realizar predicciones inmediatas de la pobreza.

En la edición del informe de este año se han introducido dos grandes novedades para calcular el costo de una dieta saludable y los indicadores de asequibilidad conexos (véase el Anexo 1B).

En primer lugar, se incorporaron a la Plataforma sobre Pobreza y Desigualdad del Banco Mundial nuevos datos disponibles sobre el gasto de consumo de los hogares correspondientes a la India a fin de actualizar las distribuciones de ingresos. Como resultado de ello, se revisaron los indicadores de asequibilidad de la India en la totalidad de la serie cronológica hasta 2017, lo cual dio lugar a una revisión a la baja tanto de la prevalencia de la inasequibilidad de una dieta saludable como del número de personas que no pueden permitirse dicha dieta, lo que a su vez ocasionó una revisión a la baja a nivel mundial.

En segundo lugar, en los cálculos de este año se utilizan factores de conversión en PPA procedentes de la ronda de 2021 del Programa de Comparación Internacional (PCI). Aunque en la edición del informe del año pasado se actualizó el indicador del costo de una dieta saludable empleando los precios de los alimentos del PCI de 2021, el indicador siguió basándose en los factores PPA de la ronda del PCI de 2017. Este año, la adopción plena de los datos del PCI de 2021 permitió recopilar factores PPA actualizados que sustituyeron la serie anterior, con lo cual se mejoró la precisión de las estimaciones de la asequibilidad.

2.2.1 El costo de una dieta saludable

Los precios de los alimentos siguieron aumentando en 2024, lo cual impulsó al alza el costo medio de una dieta saludable a nivel mundial y en todas las regiones. El indicador del costo de una dieta saludable ha aumentado en todo el mundo desde 2017 (primer año sobre el que la FAO difundió estadísticas) hasta alcanzar una media de 4,46 dólares PPA diarios por persona en 2024 (Cuadro 2.5). Como en el informe del año pasado se presentaron los resultados hasta 2022, vale la pena señalar que el costo de una dieta saludable aumentó significativamente entre 2022 y 2023, aunque a un ritmo más lento que de 2021 a 2022, cuando se observó un incremento acusado. A nivel mundial, tras un aumento máximo del 11,4 % entre 2021 y 2022, el costo de una dieta saludable subió un 7,2 % en 2023 y se moderó, a razón del 3,7 %, en 2024.

CUADRO 2.5costo medio de una dieta saludable, 2019-2024

NOTAS: El costo de una dieta saludable se expresa en dólares PPA diarios por persona. Se consigna como media aritmética del costo de una dieta saludable correspondiente a los países de los distintos grupos indicados.
FUENTE: FAO. 2025. FAOSTAT: Costo y asequibilidad de una dieta saludable (CoAHD). [Consultado el 28 de julio de 2025]. https://www.fao.org/faostat/es/#data/CAHD. Licencia: CC BY 4.0.

Si se compara el costo de una dieta saludable entre regiones en 2024, el más elevado se registró en América Latina y el Caribe (media de 5,16 dólares PPA), con un incremento del 7,6 % entre 2022 y 2023, seguido de un incremento del 3,8 % entre 2023 y 2024. En Asia, el costo medio de una dieta saludable aumentó de 4,09 dólares PPA en 2022 a 4,43 dólares PPA en 2024, y en Asia oriental se registró con diferencia el costo medio de una dieta saludable más alto de la región (5,95 dólares PPA), seguida de Asia sudoriental (4,63 dólares PPA). En África se observó un aumento del 7,5 % en el costo de una dieta saludable, de 3,89 dólares PPA en 2022 a 4,18 dólares PPA en 2023, y en África septentrional se registró el mayor aumento (del 13 %), seguida de África austral (7,8 %) y África oriental (7,7 %). Esta tendencia ascendente continuó en África entre 2023 y 2024, con un aumento del costo de una dieta saludable del 5,5 % que alcanzó una media de 4,41 dólares PPA: el mayor incremento interanual de todas las regiones del mundo en este período. La mayor subida en 2024 se produjo en África oriental (7,2 %), seguida de África septentrional (5,5 %).

En comparación con las demás, la región de América septentrional y Europa mostró un incremento moderado del costo medio de una dieta saludable durante la pandemia de la COVID-19 (de 2,96 dólares PPA en 2019 a 3,14 dólares PPA en 2021), tras lo cual registró un crecimiento sustancial, del 14 % de 2021 a 2022, seguido de un aumento del 8,9 % entre 2022 y 2023. La situación mejoró ligeramente entre 2023 y 2024 con un incremento del 3,1 % en el costo de una dieta saludable, que alcanzó los 4,02 dólares PPA. En Oceanía, el costo de una dieta saludable aumentó de 3,75 dólares PPA en 2023 a 3,86 dólares PPA en 2024.

Si se desglosan los datos por grupo de ingresos, los países de ingresos medianos altos y los países de ingresos medianos bajos registraron el costo medio de una dieta saludable más alto en 2024, con 4,83 dólares PPA y 4,48 dólares PPA al día, respectivamente. Les seguían los países de ingresos bajos, con 4,41 dólares PPA, y después los países de ingresos altos, con 4,22 dólares PPA. En los países de ingresos bajos, el costo medio de una dieta saludable subió un 7 % entre 2023 y 2024 tras un aumento de un 7,6 % de 2022 a 2023, lo cual supone el mayor incremento de todos los grupos de ingresos.

2.2.2 Prevalencia y número de personas que no pueden permitirse una dieta saludable

Las nuevas estimaciones de la prevalencia de la inasequibilidad de una dieta saludable y del número de personas que no pueden permitírsela en el mundo indican que desde 2020 prosigue una tendencia descendente, a pesar del incremento de los precios de los alimentos de 2023 a 2024. Ello se debe en gran medida a la trayectoria del crecimiento económico desde la pandemia. Además, la actualización de los datos sobre los ingresos de la India a raíz de la disponibilidad de nuevos datos oficiales procedentes de encuestas sobre consumo en los hogares contribuyó a una mayor reducción del número estimado de personas a nivel mundial que no podían permitirse una dieta saludable en 2024.

A escala mundial, se calcula que el 31,9 % de las personas (2 600 millones) no podía permitirse una dieta saludable en 2024, en comparación con el 33,5 % (2 680 millones) en 2022, lo cual supone un descenso de casi 80 millones de personas en dos años (Figura 2.7 y Cuadro 2.6). Tras descender 172 millones, de 2 930 millones en 2017 a 2 760 millones en 2019, el número de personas que no podían permitirse una dieta saludable aumentó hasta situarse en 2 910 millones en 2020, coincidiendo con la pandemia de la COVID-19. Siguió a este aumento un acusado descenso en 2021 (2 750 millones) y una tendencia descendente continuada de tres años de duración, tanto de la prevalencia como del número de personas que no podían permitirse una dieta saludable (Figura 2.7).

Figura 2.7 La proporción de la población y el número de personas de todo el mundo que no podían permitirse una dieta saludable disminuyeron entre 2020 y 2024

FUENTE: FAO. 2025. FAOSTAT: Costo y asequibilidad de una dieta saludable (CoAHD). [Consultado el 28 de julio de 2025]. https://www.fao.org/faostat/es/#data/CAHD. Licencia: CC BY 4.0.

CUADRO 2.6Proporción de la población y número de personas que no podían permitirse una dieta saludable, 2019-2024

FUENTE: FAO. 2025. FAOSTAT: Costo y asequibilidad de una dieta saludable (CoAHD). [Consultado el 28 de julio de 2025]. https://www.fao.org/faostat/es/#data/CAHD. Licencia: CC BY 4.0.

Sin embargo, la recuperación ha sido desigual de una región a otra. En los últimos años la inasequibilidad ha disminuido notablemente en Asia y solo ha cambiado ligeramente en América Latina y el Caribe, América septentrional y Europa y Oceanía. En cambio, aumentó sustancialmente en África. Dos tercios de la población de África no podían permitirse una dieta saludable en 2024: más del doble del porcentaje mundial, del 31,9 %. Los porcentajes en Asia y América Latina y el Caribe se situaron un poco por debajo de la media mundial (28,1 % y 27,4 %, respectivamente), mientras que para el 19,6 % de la población de Oceanía no estaba a su alcance consumir una dieta saludable, al igual que para el 5,0 % de la de América septentrional (Cuadro 2.6).

En África, el número de personas que no podían permitirse una dieta saludable aumentó a 1 008,9 millones en 2024, incremento de 71,2 millones en comparación con 2022 y de 144,9 millones en comparación con 2019. África subsahariana experimentó un deterioro significativo entre 2022 y 2024, con un aumento del número de personas que no podían permitirse una dieta saludable de 43,3 millones hasta llegar a los 896,5 millones. La mayoría de las personas que carecían de acceso económico a una dieta saludable en 2024 vivía en África oriental (365,5 millones) y en África occidental (319,6 millones). En estas dos subregiones juntas se observó un incremento de 31,7 millones en el número de personas que no podían permitirse una dieta saludable de 2022 a 2024. África septentrional presentó un descenso de 2019 a 2022 (de 94,6 millones a 84,5 millones), seguido de un repunte en 2023 y 2024. Aunque África septentrional registró la prevalencia más baja de la región en 2024 (41,3 %), el número de personas que no podían permitirse una dieta saludable subió en 27,9 millones de 2022 a 2024. África central también experimentó un incremento sustantivo (10 millones) en el mismo período, mientras que África austral registró el menor incremento de la región (1,6 millones).

En Asia, tras cuatro años consecutivos de mejora, 1 350 millones de personas no podían permitirse una dieta saludable en 2024; tras el nivel máximo registrado en 2020, la asequibilidad mejoró, con 291,6 millones de personas menos que no podían permitirse una dieta saludable en 2024 en comparación con 2019. Asia meridional registró el cuarto año consecutivo de descenso al reducirse en 206,4 millones el número de personas que no podían permitirse una dieta saludable en 2024 en comparación con 2020, lo cual contrarrestó plenamente el incremento que se había producido a raíz de la pandemia en 2020, resultado debido principalmente a la India. Tras una mejora significativa en 2021 (126 millones de personas menos), la recuperación de Asia oriental persistió hasta 2024, con 47,6 millones de personas menos que no podían permitirse una dieta saludable en comparación con 2022. Asia sudoriental también registró una mejora entre 2022 y 2024 con un descenso del número de personas que no podían permitirse una dieta saludable de 16,7 millones, seguida de Asia central con un descenso de 1,5 millones. Asia occidental fue la única subregión en experimentar un incremento (de 6,5 millones) del número de personas que no podían permitirse una dieta saludable en este período.

En América Latina y el Caribe, el número de personas que no podían permitirse una dieta saludable aumentó en 7,9 millones entre 2020 y 2021, pero este incremento quedó compensado con creces por una mejora de 15,4 millones de 2021 a 2022. En 2024, el número total alcanzó los 181,9 millones (1,6 millones de personas más que en 2019 debido al crecimiento total de la población), mientras que la prevalencia de la inasequibilidad de una dieta saludable cayó ligeramente, lo que es señal de cierto progreso. En América del Sur existen indicios de un leve descenso del número de personas que no podían permitirse una dieta saludable de 2022 a 2024, mientras que en el Caribe se observó un leve incremento.

En América septentrional y Europa, el número de personas que no podían permitirse una dieta saludable cayó de 69,9 millones en 2019 a 56,2 millones en 2024, lo que supone 13,7 millones de personas menos que no podían permitirse una dieta saludable. Se observó un ligero descenso en América septentrional, donde la prevalencia de la inasequibilidad de una dieta saludable descendió del 4,5 % en 2022 al 4,3 % en 2024. Europa registró un descenso semejante, del 5,6 % en 2022 al 5,3 % en 2024, con 2,6 millones de personas menos que no podían permitirse una dieta saludable. Este cambio se debió principalmente a las mejoras en Europa oriental.

En Oceanía se observó un incremento, de 7,8 millones en 2019 a 10 millones de personas en 2021, seguido de una reducción hasta los 9 millones en 2023 y ninguna variación en 2024.

La desigualdad en la recuperación resulta todavía más patente entre distintos grupos de países por nivel de ingreso (Cuadro 2.6 y Figura 2.8). La trayectoria de recuperación es más lenta en los países de ingresos bajos, donde el número de personas que no pueden permitirse una dieta saludable viene aumentando de forma constante desde 2017 (primer año sobre el que la FAO publicó estimaciones). En 2024, 544,7 millones de personas de países de ingresos bajos no tenían a su alcance una dieta saludable, lo cual suponía un 72 % de la población. Es patente que la interrupción del crecimiento económico en los últimos años, sumada al acusado aumento de los precios de los alimentos, ha erosionado sustancialmente la capacidad de las personas para permitirse alimentos nutritivos, especialmente en los países de ingresos bajos, tema que se explora en profundidad en el Capítulo 3 del informe.

Figura 2.8 Excluida la India, se observa una tendencia ascendente en los países de ingresos medianos bajos en relación con el número de personas que no pueden permitirse una dieta saludable

FUENTE: FAO. 2025. FAOSTAT: Costo y asequibilidad de una dieta saludable (CoAHD). [Consultado el 28 de julio de 2025]. https://www.fao.org/faostat/es/#data/CAHD. Licencia: CC BY 4.0.

Por otro lado, en países de ingresos medianos altos y altos la prevalencia de la inasequibilidad de una dieta saludable y el número de personas que no pueden permitirse una dieta saludable vienen disminuyendo desde 2020. En países de ingresos medianos bajos, el número de personas que no podían permitirse una dieta saludable disminuyó entre 2020 y 2024, pero esta mejora obedeció principalmente a la considerable disminución de la inasequibilidad en la India. Al excluir a la India del grupo se observa que en los países de ingresos medianos bajos el número de personas que no podían permitirse una dieta saludable aumentó de 791 millones en 2019 a 869 millones en 2024 (Figura 2.8).

El acceso económico a los alimentos es una dimensión clave de la seguridad alimentaria. Es probable que quienes no pueden permitirse siquiera una dieta saludable del menor costo padezcan cierto nivel de inseguridad alimentaria, lo cual puede poner en peligro la calidad de su dieta. Las dietas inadecuadas determinan a su vez de forma decisiva los resultados nutricionales, cuestión que se trata en la siguiente sección.

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