4.2 Pautas, políticas y vías: análisis de las trayectorias

Los países siguen trayectorias distintas en cuanto al modo en que la inflación de los precios de los alimentos afecta a los resultados obtenidos en materia de seguridad alimentaria. Pese a enfrentarse a presiones comparables sobre los precios mundiales de los alimentos, los países muestran notables variaciones en las tasas de inflación nacional de los precios de los alimentos y la seguridad alimentaria. Esta heterogeneidad puede servir para determinar las intervenciones eficaces en materia de políticas que han logrado mitigar las presiones sufridas por los precios de los alimentos y proteger la seguridad alimentaria. Mientras que en el Capítulo 3 se examinaron las relaciones generales entre la inflación de los precios de los alimentos y los resultados en materia de inseguridad alimentaria, en esta sección se analizan distintas pautas de diferentes países para comprender mejor si las políticas han contribuido a mantener la seguridad alimentaria pese a la presión inflacionaria y cuáles lo han logrado. Según un análisis de 153 países que va de 2015 a 2023, incluso cuando se trata de los que presentaban puntos de partida comparables, algunos han mantenido una estabilidad relativa en términos de seguridad alimentaria pese a la inflación, mientras que otros han experimentado deterioros (Figura 4.5).

Figura 4.5 Trayectorias distintivas de la seguridad alimentaria y la inflación de los precios de los alimentos, 2015-2023

NOTAS: Los países se agrupan utilizando el método Jenks de rupturas naturales en inseguridad alimentaria baja, mediana baja, mediana alta y alta. En cada panel se muestran las trayectorias de los países de 2015 a 2023 conforme a estimaciones realizadas utilizando modelos de trayectorias por grupos elaborados con funciones cuadráticas. Los valores del eje Y representan indicadores transformados de inseguridad alimentaria moderada o grave (secciones a la izquierda) y de inflación de los precios de los alimentos (secciones a la derecha), los cuales muestran variaciones relativas respecto de los promedios de los respectivos países dentro de distintos grupos. Las trayectorias numeradas (1, 2, 3) representan distintas pautas dentro de cada categoría de inseguridad alimentaria, a saber, inseguridad alimentaria baja: Grupo 1, seguridad alimentaria estable, inflación moderada. Grupo 2, mejora de la seguridad alimentaria, inflación fuerte. Grupo 3, deterioro de la seguridad alimentaria, inflación fuerte. Inseguridad alimentaria mediana baja: Grupo 1, mejora de la seguridad alimentaria, inflación grave. Grupo 2, seguridad alimentaria en descenso, inflación moderada. Grupo 3, Seguridad alimentaria inicialmente en descenso, seguida de una mejora, inflación leve. Inseguridad alimentaria mediana alta: Grupo 1, deterioro de la seguridad alimentaria, inflación fuerte. Grupo 2, mejora de la seguridad alimentaria, inflación leve. Grupo 3, seguridad alimentaria en descenso, inflación moderada. Inseguridad alimentaria alta: Grupo 1, deterioro de la seguridad alimentaria, inflación leve. Grupo 2, seguridad alimentaria inicialmente en descenso, seguida de una mejora, inflación grave. Grupo 3, seguridad alimentaria en grave deterioro, inflación moderada.
FUENTE: Mamidanna, S., Ignaciuk, A. y Carrasco Azzini, G. (en prensa). A global analysis of policy patterns across divergent food security trajectories under food price inflation – Background paper for The State of Food Security and Nutrition in the World 2025. Documento de trabajo de la División de Economía del Desarrollo Agrícola de la FAO n.° 25-08. Roma, FAO.

Los países se clasifican en cuatro grupos en función de la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave en 2023: i) baja (72 países); ii) mediana baja (33 países); iii) mediana alta (33 países), y iv) alta (15 países). De este modo, se garantiza la comparación de los países con homólogos que se enfrentan a condiciones iniciales similares en materia de seguridad alimentaria, en el reconocimiento de que toda variación porcentual de la inseguridad alimentaria tiene consecuencias fundamentalmente diferentes para las poblaciones que padecen inseguridad alimentaria frente a las que no la padecen.

En las cuatro categorías de referencia, se registraron tres pautas de trayectoria que corresponden a relaciones distintivas entre la inflación y la seguridad alimentaria. La primera pauta determinada muestra una variación mínima de la seguridad alimentaria, pese a un aumento de la inflación de los precios de los alimentos que va de moderado a grave. La segunda expone un deterioro de la seguridad alimentaria con niveles variables de inflación de los precios de los alimentos, lo que es indicio de la existencia de desafíos. La tercera presenta una singular dinámica específica de cada grupo de referencia, que va desde un deterioro extremo a una mejora notable de la seguridad alimentaria, pese a las presiones inflacionarias de los precios de los alimentos. Los coeficientes de correlación entre la inflación de los precios de los alimentos y la inseguridad alimentaria oscilaron entre positivos (0,58) y negativos (–0,45) en estos distintos grupos conformes a la trayectoria126.

Pese a enfrentarse a una volatilidad derivada de la inflación alta, algunos países han logrado mejoras marginales en materia de seguridad alimentaria, mientras que otros han experimentado importantes retrocesos. En la categoría de referencia relativa a la inseguridad alimentaria baja, 35 países mejoraron ligeramente la seguridad alimentaria a pesar de que la inflación anual de los precios de los alimentos hubiera subido del 2,33 % en 2015 al 10,75 % en 2023. Del mismo modo, 13 países pertenecientes a la categoría relativa a la inseguridad alimentaria mediana baja lograron reducciones mínimas de la inseguridad alimentaria, pese al aumento extremo de la inflación de los precios de los alimentos, que pasó del 3,94 % al 21,75 % en el mismo período. Por el contrario, entre los países en situación de inseguridad alimentaria mediana alta, 16 experimentaron un aumento sustancial de la inseguridad alimentaria, debido a alzas repentinas de la inflación de los precios de los alimentos, que pasó del 3,74 % al 17,13 %. Estos últimos casos mostraron las correlaciones positivas más fuertes entre inflación e inseguridad alimentaria.

El análisis de más de 10 000 registros de políticas y 35 instrumentos de política en materia de gestión de los mercados, apoyo a la producción y comercio revela pautas distintivas conforme a las diversas trayectorias en el ámbito de la seguridad alimentaria (Figura 4.6)ay. Los controles de los precios y las subvenciones a la producción son más comunes en los países en situación de inseguridad alimentaria mediana baja y alta, lo que da a entender que se utilizan estrategias de diversos tipos para luchar contra la inseguridad alimentaria. Las restricciones a la exportación muestran una pauta inversa, con tasas de aplicación más elevadas en los países en situación de inseguridad alimentaria baja y una presencia decreciente a medida que aumenta la inseguridad alimentaria de referencia. En la mayoría de los grupos de países se aplican ampliamente políticas de importación, aunque sus pautas específicas difieren en función de la trayectoria en el ámbito de la seguridad alimentaria126.

Figura 4.6 Tasas de aplicación de políticas observadas en distintos países, por inseguridad alimentaria (niveles de 2023) y grupo en función de la trayectoria

NOTAS: Los porcentajes representan la proporción de años por país en que cada política estuvo activa, calculada como la media de los indicadores binarios (0/1) en todas las observaciones de cada grupo sobre la base de 153 países de 2015 a 2023. Los datos sobre políticas se recopilaron a partir de múltiples fuentes para ampliar al máximo la cobertura, aunque algunos registros siguen estando incompletos debido a limitaciones en la disponibilidad de datos. Las cifras relativas a la protección social se agregan en los distintos instrumentos de protección social. Los valores inferiores al 0,5 % se muestran como 0 %. Grupo conforme a la trayectoria de cada categoría de referencia. Inseguridad alimentaria baja: Grupo 1, seguridad alimentaria estable, inflación moderada. Grupo 2, mejora de la seguridad alimentaria, inflación fuerte; se ha omitido el grupo 3 porque lo integra un solo país. Inseguridad alimentaria mediana baja: Grupo 1, mejora de la seguridad alimentaria, inflación grave. Grupo 2, seguridad alimentaria en descenso, inflación moderada. Grupo 3, seguridad alimentaria inicialmente en descenso, seguida de una mejora, inflación leve. Inseguridad alimentaria mediana alta: Grupo 1, deterioro de la seguridad alimentaria, inflación fuerte. Grupo 2, mejora de la seguridad alimentaria, inflación leve. Grupo 3, seguridad alimentaria en descenso, inflación moderada. Inseguridad alimentaria alta: Grupo 1, deterioro de la seguridad alimentaria, inflación leve. Grupo 2, seguridad alimentaria inicialmente en descenso, seguida de una mejora, inflación grave. Grupo 3, seguridad alimentaria en grave deterioro, inflación moderada.
FUENTE: Mamidanna, S., Ignaciuk, A. y Carrasco Azzini, G. (en prensa). A global analysis of policy patterns across divergent food security trajectories under food price inflation – Background paper for The State of Food Security and Nutrition in the World 2025. Documento de trabajo de la División de Economía del Desarrollo Agrícola de la FAO n.o 25-08. Roma, FAO.

Los países en situación de inseguridad alimentaria mediana baja y alta tendían a aplicar más medidas de control de los precios y a conceder más subvenciones a la producción agrícola. Las medidas de control de los precios fueron mayores en los países en situación de inseguridad alimentaria mediana baja (un 25,3 %) y alta (un 30 %), sobre todo entre los que registraban trayectorias en descenso en el ámbito de la seguridad alimentaria y una inflación moderada de los precios de los alimentos. Entre los países en situación de inseguridad alimentaria alta, las subvenciones a la producción mostraron diferencias apreciables desde el punto de vista estadístico, correspondiendo las tasas de aplicación más elevadas (un 37,2 %) a aquellos en los que se registraba un deterioro de la seguridad alimentaria con una inflación leve. Estas subvenciones también fueron importantes en países en situación de inseguridad alimentaria mediana baja (un 23,2 %) que mostraban mejoras de la seguridad alimentaria pese a una inflación grave de los precios de los alimentos.

Los países en situación de inseguridad alimentaria baja y seguridad alimentaria estable o en mejora tendieron a adoptar una combinación más estratégica de instrumentos de políticas comerciales, a diferencia de los países en situación de inseguridad alimentaria alta, en los que el uso de esos instrumentos fue más limitado. Las restricciones a la exportación se observaron con mayor frecuencia en los países en situación de inseguridad alimentaria baja (de un 23 a un 29 %) con condiciones estables o en mejora, y el uso de estas medidas disminuía a medida que aumentaba la inseguridad alimentaria de referencia. De los países en situación de inseguridad alimentaria alta, los que experimentaban un deterioro de las condiciones acompañado de una inflación leve de los precios de los alimentos registraron tasas de restricciones a las importaciones marcadamente más elevadas (un 37,2 %) en comparación con aquellos en los que la seguridad alimentaria había mejorado tras un descenso inicial (un 5,4 %) pese a que hacían frente a una inflación grave de los precios de los alimentos. Se observó una tendencia semejante en los países en situación de inseguridad alimentaria mediana baja, donde la liberalización de los aranceles de importación fue más común en contextos de seguridad alimentaria en descenso (un 38,9 %) que en los países que daban muestras de recuperación una vez superados retrocesos anteriores (un 4,2 %). Estas pautas apuntan a una aplicación fundamentalmente reactiva de las políticas comerciales, lo que puede contribuir a que tengan una eficacia limitada a la hora de mejorar los resultados en materia de seguridad alimentaria.

Se utiliza el aprendizaje de reglas de asociaciónaz para determinar pautas y combinaciones de políticas recurrentes que aparecen sistemáticamente en los distintos grupos conformes a la trayectoria, lo que aporta información sobre las asociaciones entre las políticas sin comportar causalidad. La relación entre la aplicación de políticas y las trayectorias en el ámbito de la seguridad alimentaria presenta importantes desafíos analíticos debidos tanto a problemas de endogeneidad como a limitaciones respecto de los datos. Unas tasas más elevadas de aplicación de políticas pueden reflejar, más que factores causales, intervenciones ante condiciones de deterioro, mientras que la ausencia de registros de las políticas podría indicar tanto una confirmación de dicha ausencia como falta de información.

Las políticas de libre comercio se asocian con mayor frecuencia a trayectorias estables o de mejora en los países en situación de inseguridad alimentaria baja. Es más probable que los países de este grupo que experimentan una seguridad alimentaria estable pese a la inflación de los precios de los alimentos tengan acuerdos de libre comercio o comercio preferencial en combinación con la ausencia de registros sobre la gestión de las existencias de alimentos (elevación: 1,60, confianza: 80 %)ba. También muestran pautas que vinculan las políticas de competencia con los aranceles de importación (elevación: 1,52, confianza: 76 %). Los países con mejoras de la seguridad alimentaria que experimentan una inflación fuerte de los precios de los alimentos recurren con mayor frecuencia a políticas que relajan las restricciones a la exportación. Estas pautas sugieren que puede que el mantenimiento de canales de libre comercio mediante acuerdos formales a la vez que se limitan las intervenciones selectivas en el mercado haya contribuido a mejorar los resultados en materia de seguridad alimentaria frente a la inflación de los precios de los alimentos.

En los países en situación de inseguridad alimentaria mediana baja con trayectorias de mejora se observó con frecuencia una combinación equilibrada de medidas de apoyo a la producción, junto con una gestión del mercado limitadabb y restricciones a la exportación. Los países que lograron mejores resultados en materia de seguridad alimentaria pese a una inflación grave de los precios de los alimentos mostraron a menudo unas pautas de políticas caracterizadas por la adopción de subvenciones a la producción sin controles de precios concomitantes (elevación: 1,97; confianza: 67 %), así como por la compra pública mediante importaciones.

En cambio, era mayor la probabilidad de que los países que experimentaban un empeoramiento de la seguridad alimentaria aplicaran aranceles de importación específicos para los fertilizantes sin utilizar impuestos a la exportación como instrumento de política (elevación: 1,56; confianza: 90 %). Una pauta común entre los países con trayectorias en descenso fue el uso de múltiples instrumentos de política destinados a restringir las exportaciones, como prohibiciones y cuotas, y facilitar las importaciones (elevación: 1,58; confianza: 91 %), junto con un conjunto más amplio de medidas de apoyo a la producción y menos intervenciones de protección social (elevación: 1,35; confianza: 78 %).

En los países en situación de inseguridad alimentaria mediana alta, fue común observar una combinación de medidas comerciales tanto restrictivas como liberalizadoras junto con trayectorias en descenso en el ámbito de la seguridad alimentaria. En contextos de inflación moderada, los países que experimentaban un empeoramiento de la seguridad alimentaria a menudo aplicaban políticas que eliminaban las restricciones a la importación. En estos casos, se recurrió con frecuencia a compras públicas mediante importaciones se sin que se realizaran en paralelo esfuerzos por relajar las restricciones a la exportación (elevación: 1,73; confianza: 61 %).

Entre los países que hacen frente a una fuerte inflación de los precios de los alimentos y a un deterioro de la seguridad alimentaria, la combinación de políticas más frecuente consistió en prestar apoyo a los insumos agrícolas sin realizar intervenciones concomitantes en relación con las existencias de alimentos (elevación: 1,44; confianza: 68 %). Estas pautas indican que, en entornos donde el nivel de inseguridad alimentaria es moderado, cuando los enfoques centrados en el comercio no se complementan con sistemas de protección social adecuados, se observan a la vez resultados menos favorables en materia de seguridad alimentaria.

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