Pese a que la producción mundial de alimentos es suficiente, millones de personas padecen hambre o malnutrición al no disponer de alimentos inocuos y nutritivos, no tener acceso a ellos o, lo más frecuente, no poder permitírselos. Esta situación amenaza no solo a la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 (ODS 2)y de las metas nutricionales mundiales, sino también a la totalidad de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, al incidir en la salud y los medios de vida de las personas, así como en la estabilidad de los sistemas agroalimentarios mundiales. En la edición de este año de El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo se examina esta dinámica a la vez que se muestra la importancia capital de políticas coordinadas y basadas en datos objetivos para poner fin al hambre (meta 2.1 de los ODS) y todas las formas de malnutrición (meta 2.2 de los ODS), especialmente entre los niños y jóvenes, las mujeres y las poblaciones vulnerables.

Los países y comunidades de ingresos bajos son los que sufren en mayor medida el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición, además de verse afectados de forma desproporcionada por la inflación de los precios de los alimentos. En estos contextos, los hogares más pobres destinan una mayor parte de sus ingresos a la compra de alimentos, lo cual supone que incluso aumentos moderados de los precios pueden dejar los alimentos fuera de su alcance. A la vez, los costos de los sistemas agroalimentarios cada vez son más altos, lo cual reduce los ingresos de los pequeños productores y los agricultores familiares. Además, los productos alimentarios que conforman una dieta saludable suelen ser los más caros. Incluso en los países de ingresos altos, el aumento de los precios de los alimentos pone a prueba el poder adquisitivo, la confianza de los consumidores y las respuestas en materia de políticas.

En 2020 la inflación de los precios de los alimentos empezó a aumentar de forma constante, y, pese a una disminución gradual en 2023, superó el ritmo de crecimiento de los ingresos de muchas poblaciones vulnerables. Ello ha frenado la recuperación después de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) al dejar cientos de millones de personas que padecen hambre crónica, miles de millones que no pueden permitirse dietas saludables y millones de niños que padecen retraso del crecimiento, emaciación o sobrepeso. A falta de menos de cinco años para que se cumpla el plazo previsto de la Agenda 2030, el cumplimiento de la promesa mundial de poner fin al hambre y la malnutrición se ve gravemente amenazado.

En la edición de 2025 de El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo se muestra la situación de indicadores clave de la seguridad alimentaria y la nutrición según los últimos datos disponibles y se propugna la coordinación mundial y la adopción de medidas focalizadas, basadas en datos objetivos y dirigidas por los países. Estas iniciativas deben ser inclusivas, adaptarse a cada contexto y cuadrar con las necesidades y prioridades de cada país para hacer frente a las actuales dificultades interrelacionadas. También deben ser equitativas y reportar beneficios tangibles a grupos como los pequeños productores, las mujeres, los niños, los jóvenes y los Pueblos Indígenas.

Seguiremos defendiendo el derecho a una alimentación y una nutrición adecuadas y trabajando juntos con vistas a apoyar a los países para crear sistemas agroalimentarios más eficientes, más inclusivos, más resilientes, más sostenibles y más justos que permitan el acceso de todas las comunidades a alimentos nutritivos asequibles. Nos reafirmamos en nuestra voluntad común de cumplir la promesa de los ODS y el Pacto para el Futuro para que todas las personas dispongan de alimentos inocuos y nutritivos asequibles y puedan acceder a ellos, tanto hoy como mañana.

Qu Dongyu
Director General de la FAO

Álvaro Lario
Presidente del FIDA

Catherine Russell
Directora Ejecutiva del UNICEF

Cindy Hensley McCain
Directora Ejecutiva del PMA

Tedros Adhanom Ghebreyesus
Director General de la OMS

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