Titulares
No habrá una economía saludable sin un planeta sano. El deterioro ambiental está contribuyendo al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la aparición de nuevas enfermedades. Los bosques y los árboles pueden desempeñar funciones fundamentales para abordar estas crisis y avanzar hacia economías sostenibles.
Existen tres vías interrelacionadas basadas en los bosques y los árboles que pueden respaldar la recuperación económica y ambiental. Estas vías son las siguientes: 1) detener la deforestación y conservar los bosques; 2) restaurar las tierras degradadas y ampliar la agroforestería, y 3) utilizar los bosques de manera sostenible y crear cadenas de valor verdes.
El mundo necesitará más materiales renovables debido al aumento de la población y a la necesidad de reducir las repercusiones ambientales. El sector forestal puede y debe impulsar la transición hacia un uso más eficiente y circular de los biomateriales con un mayor valor añadido.
Es necesario incentivar más a los productores forestales y agrícolas para ampliar la recuperación verde. Los productores deben obtener beneficios tangibles considerables por la restauración y la gestión sostenible de los recursos forestales y arbóreos.
Las vías forestales pueden contribuir a la creación de economías inclusivas, resilientes y sostenibles. Para lograrlo de forma óptima se precisarán cambios en las políticas a fin de maximizar las sinergias entre las distintas vías y entre los sectores agrícola y forestal en diferentes sistemas agroalimentarios, así como para promover las inversiones del sector privado.
  • Los árboles, los bosques y la actividad forestal sostenible pueden ayudar al mundo a recuperarse de la pandemia de la enfermedad por coronavirus de 2019 (COVID-19) y a combatir las crisis ambientales inminentes, como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Sin embargo, esto requiere que las sociedades reconozcan en mayor medida el elevado valor de los bosques y sus funciones decisivas para la creación de economías inclusivas, resilientes y sostenibles.
  • Existen tres vías relacionadas con los bosques y los árboles que permiten a las sociedades, las comunidades y los propietarios, y los usuarios y administradores de tierras obtener un valor más tangible de los bosques y los árboles y, al mismo tiempo, luchar contra la degradación ambiental, recuperarse de las crisis, prevenir futuras pandemias, aumentar la resiliencia y transformar las economías. Estas tres vías son las siguientes:
  • 1. Detener la deforestación y conservar los bosques podría evitar la emisión de 3,6 +/– 2 gigatoneladas de equivalente de dióxido de carbono (GtCO2e) al año entre 2020 y 2050 de forma eficaz en función de los costos (lo que equivale al 14% de la mitigación adicional que se precisa para 2030 a fin de mantener el calentamiento del planeta por debajo de 1,5 °C) y, al mismo tiempo, se protegería más de la mitad de la biodiversidad terrestre del planeta.
  • 2. Restaurar las tierras degradadas y ampliar la agroforestería. La restauración beneficiaría a 1 500 millones de hectáreas de tierras degradadas y el aumento de la cubierta arbórea podría impulsar la productividad agrícola en otros 1 000 millones de hectáreas. Las tierras degradadas restauradas por medio de la forestación y la reforestación podrían absorber de la atmósfera entre 0,9 GtCO2e y 1,5 GtCO2e al año entre 2020 y 2050 de manera eficaz en función de los costos.
  • 3. Utilizar los bosques de manera sostenible y crear cadenas de valor verdes ayudaría a responder a la demanda futura de materiales —habida cuenta de que se prevé que el consumo mundial de todos los recursos naturales se duplique con creces, pasando de 92 000 millones de toneladas en 2017 a 190 000 millones de toneladas en 2060— y respaldaría economías sostenibles.
  • Las tres vías se refuerzan entre sí. Cuando se aumentan las sinergias al máximo, las vías pueden reportar algunos de los mayores beneficios en forma de mejoras climáticas y ambientales y, al mismo tiempo, incrementar el potencial de desarrollo sostenible, la capacidad de adaptación y la resiliencia a escala local.
  • Se precisan cambios en las políticas con miras a desviar los flujos financieros de las medidas que son perjudiciales para los bosques e incentivar la inversión en actividades de conservación, restauración y aprovechamiento sostenible. Para cumplir las metas relativas al clima, la biodiversidad y la neutralidad de la degradación de las tierras, es necesario triplicar, como mínimo, la financiación para las tres vías forestales para 2030, esto es, superar los 200 000 millones de USD al año destinados exclusivamente al establecimiento y la gestión de los bosques. Los marcos de REDD+ han progresado en los últimos años, con la escalada en su ejecución y financiación. Estos pagos de REDD+ basados en los resultados y otros pagos conexos podrían ser decisivos para ayudar a los países en desarrollo a avanzar por las vías forestales.
  • Los pequeños productores, las comunidades locales y los pueblos indígenas poseen o gestionan casi la mitad de los territorios forestales y agrícolas del mundo (4 350 millones de hectáreas) y serán fundamentales para ampliar la aplicación de las vías. Se ha calculado que los pequeños productores de estas tierras generan unos ingresos anuales brutos de hasta 1,29 billones de USD. Actualmente, existen más de 8,5 millones de organizaciones de productores orientadas a ayudar a los actores locales a participar en la recuperación verde y respaldarla.
  • Las empresas de las cadenas de valor basadas en los bosques serán asociados esenciales para el establecimiento de economías circulares. Muchas de ellas ya están ampliando la gama de productos forestales como sustitutos de los materiales que generan más emisiones de gases de efecto invernadero y están aumentando la eficiencia del proceso de elaboración. Los silvicultores y elaboradores forestales locales pueden obtener más beneficios mediante el fortalecimiento de los vínculos con los compradores y el fomento de su capacidad a través de organizaciones de productores.
  • Ampliar las medidas relacionadas con las tres vías forestales conlleva riesgos, sobre todo para los pequeños productores, cuyas inversiones en ellas podrían fracasar debido a la ausencia de políticas e instituciones favorables. También deben gestionarse los riesgos relacionados con el cambio climático, por ejemplo, la mayor vulnerabilidad ante incendios, plagas y sequías.
  • Algunas medidas iniciales que podrían adoptarse para avanzar rápidamente por estas vías son las siguientes:
  • 1. Dirigir la financiación para la recuperación hacia políticas a largo plazo encaminadas a crear empleo sostenible y verde y seguir movilizando las inversiones del sector privado.
  • 2. Empoderar e incentivar a los actores locales, en particular las mujeres, los jóvenes y los pueblos indígenas, para que asuman un papel de liderazgo en las vías forestales.
  • 3. Participar en las actividades de sensibilización y el diálogo sobre políticas en relación con el uso sostenible de los bosques como forma para cumplir simultáneamente los objetivos económicos y ambientales.
  • 4. Aumentar al máximo las sinergias entre las tres vías forestales y entre las políticas agrícolas, forestales, ambientales y de otra índole y reducir al mínimo las compensaciones recíprocas.
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