- ➔ La participación de los pequeños productores, las comunidades locales y los pueblos indígenas en las vías forestales resulta esencial. Estos actores poseen o gestionan al menos 4 350 millones de hectáreas de bosques y tierras agrícolas en todo el mundo; según un estudio, la producción agrícola y forestal de los pequeños agricultores asciende a entre 869 000 millones de USD y 1,29 billones de USD al año.
- ➔ Los actores locales pueden encargarse de la gestión forestal de manera muy efectiva (y eficaz en función de los costos). Por ejemplo, se estima que la situación ecológica del 91% de las tierras indígenas y comunitarias es buena o moderada. Gran parte del cambio que se necesita para ampliar las vías forestales y respaldar la recuperación verde deberá producirse a escala local y ofrecer a los actores locales beneficios tangibles.
- ➔ El derecho escrito reconoce cada vez más los derechos consuetudinarios sobre los bosques, si bien los progresos no han sido uniformes. La concesión de derechos sólidos sobre los bosques y la aplicación debida de las actividades forestales comunitarias pueden contribuir a la recuperación verde, y los derechos reglamentarios de los pequeños productores sobre recursos de alto valor como los árboles pueden fomentar las cadenas de valor verdes.
- ➔ Las organizaciones locales de productores y otros grupos pertinentes pueden facilitar la aplicación de las tres vías forestales, pero necesitan apoyo. A escala mundial, existen más de 8,5 millones de grupos de cooperación social, que constituyen plataformas para la cooperación y la innovación y cuya influencia en el sector forestal es cada vez mayor.
- ➔ Aumentar la capacidad de los pequeños productores, las comunidades locales y los pueblos indígenas y producir conocimientos juntamente con ellos ayudaría a ampliar las tres vías forestales. Determinar y aprovechar las diversas fuentes de conocimientos existentes y las nuevas tecnologías puede aportar soluciones innovadoras e inclusivas basadas en sistemas locales.
5.1 Las vías basadas en los bosques deben resultar atractivas para los usuarios de las tierras
Los pequeños productores, las comunidades locales y los pueblos indígenas poseen o gestionan al menos 4 350 millones de hectáreas de territorios forestales y agrícolas. Los pequeños productores generan hasta 1,29 billones de USD al año.
Según un estudio realizado por Lowder et al. (2021), existen más de 608 millones de explotaciones agrícolas en todo el mundo, y más del 90% de ellas (de todos los tamaños) se dedican a la agricultura familiarn, abarcan entre el 70% y el 80% de las tierras agrícolas y representan el 80% de la producción mundial de alimentos aproximadamente. Las explotaciones agrícolas de menos de 2 hectáreas constituyen el 84% de todas las explotaciones agrícolas y ocupan el 11% de los terrenos agrícolas del mundo; se estima que generan el 35% de la producción mundial de alimentos. Alrededor del 80% de las explotaciones de los países de ingresos bajos y medianos bajos (ubicadas principalmente en Asia oriental y el Pacífico, Asia meridional y África subsahariana) tienen menos de 2 hectáreas y explotan entre el 30% y el 40% de las tierras (un porcentaje mucho mayor que en otras regiones)420.
En otro estudio se calculó que unos 4 350 millones de los 9 000 millones de hectáreas de terrenos forestales y agrícolas que existen aproximadamente en todo el mundo están controladas por pequeños productores, comunidades locales y pueblos indígenas, es decir, eran propiedad de estas poblaciones o estaban gestionadas por ellaso,421. Por muy grande que sea esta superficie, es probable que se subestime su alcance (los cálculos varían notablemente dependiendo de la metodología empleada). Según otra estimación, los pequeños productoresp generan una producción anual cuyo valor bruto anual se sitúa entre los 869 000 millones de USD y los 1,29 billones de USD422. En muchos países, entre el 80% y el 90% de las empresas forestales son pequeñas o medianas y representan más de la mitad del empleo forestal423,424. En consecuencia, los pequeños productores, las comunidades locales y los pueblos indígenas serán fundamentales en la adopción de las tres vías forestales y, por tanto, en las actividades de recuperación verde y los progresos hacia el logro de economías sostenibles.
Existen pruebas fundadas de que, con los incentivos adecuados, la deforestación es menor en las tierras de los pueblos indígenas y las comunidades locales
Los pueblos indígenas gestionan alrededor del 40% de todas las áreas protegidas terrestres y los ecosistemas terrestres intactos desde el punto de vista ecológico del mundo425. Las tasas de deforestación tienden a ser menores en las tierras de los pueblos indígenas que en los bosques que las rodean, en particular en las áreas protegidas, debido a factores culturales, los conocimientos tradicionales, una sólida gobernanza, las políticas de incentivos en el ámbito forestal, el apoyo de los PSA, la escasa rentabilidad de la agricultura y la limitada accesibilidad, entre otros motivos426,427,428,429,430. Los estudios también indican que garantizar los derechos de los pueblos indígenas y tribales sobre la tierra podría ser muy eficaz en función de los costos para detener la deforestación y ralentizar el cambio climático431,432,433,434,435. Por ejemplo, se estima que la aplicación de esta medida en las tierras indígenas de Bolivia (Estado Plurinacional de), el Brasil y Colombia costaría menos del 1% de los ingresos que podrían obtenerse solo del almacenamiento del carbono436.
En el 91% de las tierras de pueblos indígenas y comunidades locales, la modificación humana es nula, baja (es decir, afecta a menos del 10%) o moderada (afecta a una superficie comprendida entre el 10% y el 40%) o la situación ecológica es buena o moderada437. En un estudio de 24 países se observó que las comunidades indígenas y locales poseen y utilizan de forma consuetudinaria 958 millones de hectáreas de tierras, pero tienen derechos reconocidos jurídicamente sobre menos de la mitad de esta superficie438. Sus tierras almacenan al menos 253,5 GtC, por lo que constituyen sumideros y reservas de carbono de importancia mundial; no obstante, el 52% de este carbono está almacenado en tierras sin reconocimiento jurídico472.
La transferencia más generalizada de la tenencia de los bosques a las comunidades locales no siempre ha influido positivamente en la reducción de la deforestación y el avance de la restauración439: a menudo, su éxito ha dependido del grado de aplicación de los marcos jurídicos, la capacidad institucional en el ámbito comunitario, el nivel de apoyo estatal y otros factores como el capital social440,441,442. Los datos demuestran que, a diferencia de los agricultores con derechos de tenencia inseguros o seguros a corto plazo, los pequeños productores con derechos de tenencia seguros tienden a invertir a más largo plazo en sus tierras y bosques (por ejemplo, para mejorar la gobernanza forestal, la plantación de árboles y la gestión del suelo y el agua)443. Sin embargo, esto depende de la capacidad disponible al respecto: en un estudio llevado a cabo recientemente en Indonesia, donde se está ejecutando un amplio programa de concesión de títulos de propiedad comunitaria dirigido a fomentar la conservación, se observó que, no se había conseguido reducir la deforestación (incluso puede que hubiera aumentado) debido en gran parte a la falta de capacidad institucional en las comunidades y a los costos económicos de oportunidad que entraña la conservación. No obstante, la concesión de títulos de propiedad comunitaria en las zonas de producción maderera sí redujo la deforestación (partiendo de un nivel más elevado), lo que, según los autores del estudio, reflejaba la intensificación de los esfuerzos encaminados a restaurar los bosques para la producción de madera444.