FILAC

El aumento de la presión sobre los bosques en los territorios indígenas y tribales

b. Los efectos en los territorios indígenas y tribales

Estos factores generales han tenido efectos fuertes sobre los territorios indígenas y tribales.

ECONÓMICOS

  • La inversión en infraestructura facilita el acceso a estos territorios e incrementa la presión sobre ellos (Carneiro Filho y Braga de Souza, 2009; Fa et al., 2020; Ferrante, Gomes y Fearnside, 2020).

GOBERNANZA

  • Los esfuerzos gubernamentales para reconocer y hacer respetar los derechos de tenencia de los territorios titulados han mermado en algunos países, abriendo pasos a la usurpación de sus tierras (Ellis et al., 2017a; RRI, 2018; Brito et al., 2019; Bryan, 2019; He et al., 2019; Begotti y Pérez, 2020).29
  • La promoción de actividades extractivas lleva a los gobiernos nacionales a otorgar concesiones mineras, petroleras y madereras en estos territorios, frecuentemente sin el consentimiento de los pueblos indígenas y comunidades tribales, lo que facilita la entrada de grupos que deforestan y degradan los bosques (Ray y Chimienti, 2017; Bebbington et al., 2018; Walker et al., 2020).
  • Muchas áreas protegidas han sido eliminadas, reducidas en tamaño o debilitadas, lo que ha reducido la capacidad de limitar la destrucción de los bosques donde se traslapan los territorios con áreas protegidas (Pack et al., 2016; Ferrante y Fearnside, 2019; Golden-Kroner et al., 2019).30
  • El acaparamiento y la degradación de los recursos naturales locales por grupos externos ha provocado mayor conflicto social – a menudo interétnico – y un incremento correspondiente del número de asesinatos y arrestos de indígenas y tribales (McSweeney et al., 2018; Butt et al., 2019; Byron, 2019; CIDH, 2019; Muggah y Franciotti, 2019).
  • La reducción de los presupuestos estatales ha afectado los programas de pagos por servicios ambientales, generando dificultades para tramitar los planes de manejo y permisos forestales, con lo que han disminuido los incentivos (beneficios) para las comunidades de manejar y preservar sus bosques (Fernández y Mendoza, 2015; Petersheim, 2018). En Costa Rica, la inversión en los programas por pagos de servicios ambientales viene cayendo desde 2012 y en México, desde 2015; en Ecuador está estancada desde 2015 (Cravioto, 2019; El Telégrafo, 2019; FONAFIFO, 2019).
©FAO/ Mauricio Mireles
Juventudes indígenas realizando danza tradicional del pueblo Guna, territorio indígena Púcuro, provincia de Darién, Panamá.

DEMOGRÁFICOS

  • La migración a los territorios ha expandido la mano de obra disponible para actividades asociadas con la deforestación y la degradación forestal (McSweeney, 2005; Thiede y Gray, 2020).

CULTURALES

  • En algunos casos, el mayor acceso a las ciudades, los mercados y los medios de comunicación y la migración rural–urbana, combinado con la falta de oportunidades económicas para los jóvenes en los territorios, ha debilitado la transmisión intergeneracional de las lenguas, las tradiciones y el conocimiento sobre los ecosistemas forestales y su manejo (Cámara-Leret et al., 2016; Mistry, Bilbao y Berardi, 2016; Athayde et al., 2017; Paneque-Gálvez et al., 2018).

SALUD

La pandemia de COVID-19 ha tenido un efecto devastador en muchos de los territorios indígenas y tribales de la región (FILAC y FIAY, 2020). No solo ha infectado a miles de pobladores: muchas comunidades forestales han perdido mercados para sus productos forestales y servicios turísticos (Hernández, 2020) y los esfuerzos gubernamentales por impedir las invasiones, incendios forestales y aprovechamientos madereros ilegales en estos territorios se han debilitado (Cowie, 2020). En el contexto actual de pandemia, estas incursiones no solo atentan contra los bosques, sino también ponen en peligro la vida de los habitantes.

Pese a lo anterior, otros acontecimientos favorecieron la protección de los territorios indígenas. En el último tiempo, ha cobrado mayor importancia en la agenda internacional el proteger los derechos colectivos de los territorios indígenas y tribales para mitigar el cambio climático a nivel local, regional y global y resguardar la diversidad biológica y cultural (IPBES, 2019; IPCC, 2019). Los estados reconocieron nuevos territorios indígenas y tribales y se crearon algunos programas, los que se discutirán a continuación. Algunas de las tendencias mencionadas arriba, como el mayor acceso de los pueblos indígenas y tribales a mercados, servicios y fuentes de información tuvieron efectos positivos, aun cuando también generaron problemas.

En cualquier caso, la situación, en suma, empeoró: incrementaron las presiones sobre los pobladores y los bosques de los territorios de los pueblos indígenas y tribales, y los factores que tradicionalmente protegían los territorios se debilitaron.

Así las cosas, ya no se puede asumir que los bosques de esos territorios estén a salvo. Cualquier escenario de referencia relacionado con la destrucción de estos bosques y las emisiones de carbono asociadas tiene que tomar en cuenta estos cambios estructurales.31 Parece evidente que se requieren nuevas medidas, mucho más contundentes, para que los territorios puedan ofrecer condiciones de vida atractivas y seguras para que sus pobladores y sus bosques puedan seguir siendo grandes reservas estratégicas de carbono forestal y biodiversidad, riquezas culturales y medios de vida tradicionales.

  • 29 En Brasil, por ejemplo, el número de nuevos territorios indígenas reconocidos (“declarados”) por el estado en la última década fue menos de la tercera parte que en la década anterior (Begotti y Pérez, 2020).
  • 30 Entre 2000 y 2017 hubo más de 120 casos donde se eliminaron, redujeron en tamaño o debilitaron el estatus legal de áreas protegidas en la Cuenca Amazónica (Golden-Kroner et al., 2019).
  • 31 Siguiendo esta lógica, los programas de REDD Early Movers (REM) en Brasil, Colombia y Ecuador destinaron parte de sus fondos a áreas con mucha cobertura forestal pero bajas tasas de deforestación, sabiendo las amenazas iban en aumento (R. Linzatti, comunicación personal, 7 de junio de 2020).