Organización Panamericana de la Salud

Prólogo

La edición 2023 del Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición de América Latina y el Caribe presenta una actualización de los datos y tendencias de la seguridad alimentaria y la nutrición en los últimos años.

El informe incluye los principales indicadores de hambre, inseguridad alimentaria, malnutrición en todas sus formas y, aquellos relacionados al costo y la asequibilidad de una dieta saludable; con el fin de contribuir en el análisis de la seguridad alimentaria y la nutrición como pilares fundamentales para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El impacto de la pandemia de la COVID-19, la crisis climática y el conflicto en Ucrania, así como la desaceleración económica, el aumento de la inflación alimentaria y la desigualdad de ingresos han tenido un impacto en las cifras regionales. Los datos más recientes evidencian que entre 2021 y 2022, se lograron progresos en la reducción del hambre y la inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe. No obstante, los avances logrados están lejos de las metas establecidas para cumplir el ODS 2 de poner fin al hambre.

Los desafíos persistentes que afectan a la región han generado importantes diferencias entre sus subregiones. En Sudamérica, se registró una leve disminución del hambre y la inseguridad alimentaria entre 2021 y 2022. En Mesoamérica, estos indicadores se mantuvieron en niveles similares. Sin embargo, en el Caribe, ambos indicadores aumentaron, principalmente, debido a la situación de emergencia alimentaria en Haití.

La inseguridad alimentaria continúa afectando de manera desigual a distintos grupos de la población, siendo las mujeres y los habitantes de zonas rurales los más vulnerables. Las mujeres enfrentan mayor inseguridad alimentaria que los hombres, y aunque la cifra se ha reducido en 2022, la brecha registrada a nivel regional es aún más elevada que la global. Además, las poblaciones rurales y periurbanas experimentan una mayor prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave que aquellas que viven en zonas urbanas.

Por otra parte, la malnutrición en todas sus formas, incluyendo el retraso del crecimiento infantil, las deficiencias de micronutrientes y el sobrepeso y la obesidad continúan siendo un desafío en la región.

El retraso del crecimiento en niños y niñas menores de 5 años se redujo, pero aún existen territorios rezagados en los países de la región con una alta incidencia de este problema. Al mismo tiempo, la prevalencia del sobrepeso en niños y niñas menores de 5 años está en aumento, superando la estimación a nivel mundial. Mientras tanto, un cuarto de la población adulta vive con obesidad.

Asimismo, una de cada cinco personas en la región no puede acceder a una dieta saludable. El costo de una dieta saludable aumentó entre 2018 y 2021 en América Latina y el Caribe, alcanzando el costo más alto comparado a otras regiones del mundo, una tendencia que es especialmente evidente en el Caribe.

En el contexto actual, es imperativo avanzar hacia la transformación de los sistemas agroalimentarios en coordinación con el fortalecimiento de los sistemas de salud y de protección social, con acciones integrales y enfoques sistémicos y multisectoriales. Es crucial priorizar el desarrollo de cadenas de valor sostenibles que promuevan la nutrición, dinamicen los mercados y el comercio agroalimentario, regulen la promoción y publicidad de los alimentos, y fomenten el desarrollo de entornos alimentarios saludables. 

Numerosas instituciones y organismos regionales han unido esfuerzos para lograr la seguridad alimentaria y una mejor nutrición. Entre ellos, se destaca el trabajo conjunto de varias agencias especializadas para el seguimiento a la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios; el proceso de actualización del Plan para la Seguridad Alimentaria y Nutrición y la Erradicación del Hambre 2024-2030 de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC); o el trabajo del Frente Parlamentario contra el Hambre en América Latina y el Caribe, entre otros.

En un momento crítico, a la mitad del plazo para alcanzar la Agenda 2030, América Latina y el Caribe debe generar las condiciones para acelerar el cumplimiento de las metas del ODS 2 y de los indicadores establecidos en la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2). Es necesario mejorar el acceso a alimentos nutritivos y cerrar las brechas entre países con un enfoque especial en los grupos más vulnerables. La capacidad como región productora de alimentos es y será un pilar esencial en este camino y para la seguridad alimentaria global.

Esperamos que este informe sea una importante contribución para situar a la erradicación del hambre y la reducción de todas las formas de malnutrición en el centro de las inversiones y de las políticas públicas de la región. No podremos abordar las desigualdades en América Latina y el Caribe, ni avanzar hacia una región más justa, sin garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición. Continuemos trabajando para no dejar a nadie atrás.

Mario Lubetkin
Representante Regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)

Jarbas Barbosa
Director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) Director Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS)

Lola Castro
Directora Regional del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe

Garry Conille
Director Regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) para América Latina y el Caribe

Rossana Polastri
Directora Regional del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe