Organización Panamericana de la Salud

Capítulo 1 Indicadores de la seguridad alimentaria: información actualizada y últimos progresos con vistas a poner fin al hambre y garantizar la seguridad alimentaria

1.2. INDICADOR 2.1.2 DE LOS ODS: LA PREVALENCIA DE LA INSEGURIDAD ALIMENTARIA MODERADA O GRAVE SEGÚN LA ESCALA DE EXPERIENCIA DE INSEGURIDAD ALIMENTARIA

La prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave basada en la escala de experiencia de inseguridad alimentaria (FIES, por sus siglas en inglés) es un estimado de la proporción de la población que enfrenta limitaciones moderadas o graves para obtener alimentos suficientes en el transcurso de un año. La inseguridad alimentaria moderada se refiere a una situación en la que los individuos se enfrentan a incertidumbres sobre su capacidad para obtener alimentos y se han visto obligados a reducir, en ocasiones durante un año, la calidad o cantidad de alimentos que consumen, debido a la falta de dinero u otros recursos. La inseguridad alimentaria grave significa que los individuos probablemente se han quedado sin comida, han pasado hambre y, en el caso más extremo, han pasado días sin comer, poniendo su salud y bienestar en grave riesgo1. La gravedad de la inseguridad alimentaria se mide utilizando los datos recogidos con el módulo de encuesta de la FIES, un conjunto de ocho preguntas que piden a los encuestados un reporte de sus experiencias con el acceso limitado a los alimentos. 1 Es importante señalar que la inseguridad alimentaria moderada o grave calculada por la FIES es una medida diferente a las fases de inseguridad alimentaria aguda de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), que recoge el Informe mundial sobre las crisis alimentarias. La inseguridad alimentaria aguda es esporádica, y se produce cuando las crisis repentinas limitan el acceso de las personas a los alimentos a corto plazo. Se refiere a un momento específico del año, generalmente las últimas cuatro semanas, y abarca sólo algunas zonas del país, generalmente zonas rurales consideradas focos de inseguridad alimentaria, en las que la inseguridad alimentaria no se convertirá en crónica si se recibe asistencia rápidamente.

Diversos acontecimientos mundiales con efectos significativos sobre la seguridad alimentaria, tales como la pandemia de la COVID-19, las perturbaciones climáticas y los conflictos, han demostrado, en primer lugar, la importancia de vigilar y medir la inseguridad alimentaria y, en segundo lugar, la utilidad de los datos para los gobiernos e instituciones pertinentes. Uno de los puntos fuertes de la FIES es su posibilidad de captar acontecimientos en curso que afectan a los ingresos de personas y hogares, y la capacidad de obtener alimentos a tiempo y en cantidad suficiente para satisfacer sus necesidades diarias.

La prevalencia de la inseguridad alimentaria es mayor en América Latina y el Caribe que en el mundo. Así, el 40,6% de la población de la región enfrentó inseguridad alimentaria moderada o grave en 2021, comparado con el promedio mundial del 29,3%. La prevalencia de inseguridad alimentaria grave también es mayor en la región (14,2%) que en el mundo (11,7%) (Cuadro 3). A nivel mundial, la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave aumentó 8,1 puntos porcentuales entre 2014 y 2021, y 3,9 puntos porcentuales entre 2019 y 2021, mientras que en la región esta prevalencia aumentó 16 puntos porcentuales y 8,9 puntos porcentuales en los mismos períodos, respectivamente2. 2 Las estimaciones para América Latina y el Caribe de 2014 a 2019 incluyen países del Caribe cuya población combinada representa sólo el 30% de la población de esa subregión, mientras que las estimaciones de 2020 y 2021 incluyen países del Caribe cuya población combinada representa alrededor del 60% y el 65% de la población subregional, respectivamente.

En Sudamérica, la inseguridad alimentaria moderada o grave afectó al 40,9% de la población en 2021, mientras que en Mesoamérica la prevalencia fue del 34,1%. En el Caribe, el 64% de la población sufrió inseguridad alimentaria moderada o grave, la mitad de la cual (30,5%) experimentó inseguridad alimentaria grave (Cuadro 3).

CUADRO 3.

Prevalencia de la inseguridad alimentaria (porcentaje)

Inseguridad alimentaria moderadaInseguridad alimentaria graveInseguridad alimentaria
moderada o grave
201420192020202120142019202020212014201920202021
Mundo13,516,118,617,67,79,310,911,721,225,429,529,3
América Latina y el Caribe17,121,826,726,47,59,912,814,224,631,739,540,6
Caribe31,833,536,630,568,464,0
Mesoamérica23,720,926,826,16,57,37,38,030,228,234,134,1
Sudamérica13,021,526,125,85,48,512,715.,118,430,038,840,9
Fuente: FAO. 2022. Datos de Seguridad Alimentaria. En: FAO [en línea]. Roma. (disponible en: https://www.fao.org/faostat/es/#data/FS). Acceso: 7 de noviembre de 2022.

En 2020, el confinamiento resultante de la pandemia de la COVID-19 provocó una reducción de la actividad económica. La demanda y el empleo disminuyeron, y esto afectó la capacidad de los hogares para generar ingresos. Además, la presencia significativa de empleo informal en la región hizo que una proporción considerable de los hogares fuera más vulnerable a un choque de esta magnitud. Las subregiones y los países se vieron afectados de forma diferente según sus condiciones particulares (FAO, FIDA, OPS, WFP y UNICEF, 2020).

El Caribe3 fue la subregión más afectada por la inseguridad alimentaria durante 2019-2021. Como se puede ver en la Figura 4, en Haití, la mayoría de la población (82,5%) sufrió de inseguridad alimentaria moderada o grave en 2019-2021 (estimación promedio de tres años). Durante el mismo periodo, en Jamaica, la mitad de la población se vio afectada (50,3%), y en Trinidad y Tabago, el 43,3%. En Barbados y San Vicente y las Granadinas, más del 30% de la población experimentó inseguridad alimentaria moderada o grave. Granada y Saint Kitts y Nevis mostraron una prevalencia superior al 20%. 3 Ver nota 2

En Mesoamérica, la inseguridad alimentaria moderada o grave aumentó significativamente, en la mayoría de los países, entre los trienios 2014-2016 y 2019-2021. En Guatemala, el incremento fue de 13,2 puntos porcentuales, aumentando la prevalencia a más de la mitad de la población del país (55,9%). La mitad de la población de Honduras también experimentó inseguridad alimentaria moderada o grave, con un aumento de la prevalencia de 8,3 puntos porcentuales. La prevalencia en Belice aumentó 6,6 puntos porcentuales entre estos periodos, superando el 40% de la población mientras que en El Salvador el aumento fue de 4,3 puntos porcentuales y la prevalencia alcanzó el 46,5% de la población en 2019-2021. Por otro lado, en México la inseguridad alimentaria se mantuvo estable, afectando a una cuarta parte de su población en 2019-2021(Figura 4).

En 2020, tanto el Caribe como Mesoamérica se vieron afectados por tormentas tropicales extremas. Estos devastadores desastres naturales tuvieron efectos adversos en la salud, destrozaron los medios de vida de miles de hogares, y destruyeron gran parte de los cultivos de la zona. (Klotzbach et al., 2020; Waddell et al., 2021). Junto con las consecuencias limitantes de la pandemia de la COVID-19, esta situación puso aún más en peligro la seguridad alimentaria, al obstaculizar directamente la capacidad de las personas para producir y acceder a los alimentos.

Dentro de Sudamérica, en Perú, alrededor de la mitad de la población experimenta inseguridad alimentaria moderada o grave. En Argentina, Ecuador y Suriname, afecta a casi el 37% de la población. Al igual que en otros lugares, la inseguridad alimentaria también aumentó significativamente en esos tres países entre los trienios 2014-2016 y 2019-2021: en 17,8 puntos porcentuales en Argentina; 17 puntos porcentuales en Paraguay; 16,1 puntos porcentuales en Ecuador; y 13,3 puntos porcentuales en Perú. Cabe destacar que, en Brasil, la inseguridad alimentaria moderada o grave aumentó 10 puntos porcentuales en el mismo período (Figura 4).

FIGURA 4.

Prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave en América Latina y el Caribe por país

Fuente: FAO. 2022. Datos de Seguridad Alimentaria. En: FAO [en línea]. Roma. (disponible en: https://www.fao.org/faostat/es/#data/FS). Acceso: 7 de noviembre de 2022.
https://doi.org/10.4060/CC2314EN-fig04

Desde 2014, la inseguridad alimentaria moderada o grave en la región ha aumentado en 116 millones de personas. Casi la mitad de este aumento se produjo entre 2019 y 2021, pasando de 205,2 millones a 267,7 millones. La subregión principalmente responsable de este aumento es Sudamérica (49,6 millones de personas más en 2021 que en 2019, y 177,7 millones en total) (Figura 5).

En Mesoamérica, 61,9 millones de personas sufrieron inseguridad alimentaria moderada o grave en 2021. La inseguridad alimentaria se mantuvo mayoritariamente sin cambios en esta subregión entre 2014 y 2019, pero entre 2019 y 2021 la inseguridad alimentaria moderada o grave aumentó en 11,9 millones de personas, como puede verse en la Figura 5.

FIGURA 5.

Número de personas que padecen inseguridad alimentaria moderada o grave en América Latina y el Caribe por subregión

Fuente: FAO. 2022. Datos de Seguridad Alimentaria. En: FAO [en línea]. Roma. (disponible en: https://www.fao.org/faostat/es/#data/FS). Acceso: 7 de noviembre de 2022.
https://doi.org/10.4060/CC2314EN-fig05

En 2021, 93,5 millones de personas experimentaron inseguridad alimentaria grave en América Latina y el Caribe, un aumento de 29,5 millones desde 2019. La inseguridad alimentaria grave ha aumentado a un ritmo más rápido en Sudamérica, donde se ha triplicado desde 2014, pasando de 22 millones a 65,6 millones de personas. Entre 2019 y 2021, la inseguridad alimentaria grave aumentó en 29,1 millones en Sudamérica, un aumento del 80% en solo dos años. En Mesoamérica, la inseguridad alimentaria grave no ha subido tanto como en Sudamérica. Entre 2014 y 2021 el aumento fue de 3,6 millones de personas (33%) afectando en 2021 a 14,5 millones de personas.

Entre 2019 y 2021, la inseguridad alimentaria grave aumentó en 29,1 millones en Sudamérica, un aumento del 80% en solo dos años. En Mesoamérica, la inseguridad alimentaria grave no ha subido tanto como en Sudamérica. Entre 2014 y 2021 el aumento fue de 3,6 millones de personas (33%) afectando en 2021 a 14,5 millones de personas.

Inseguridad alimentaria entre las mujeres

La pobreza, la desigualdad y la exclusión social dejan a las personas, principalmente a los grupos vulnerables —incluidas las mujeres—, en mayor riesgo de inseguridad alimentaria, dietas poco saludables y malnutrición en todas sus formas. Las mujeres tienen más probabilidad que los hombres de padecer inseguridad alimentaria en el mundo. Y las mujeres que viven en zonas rurales, como productoras, se enfrentan a limitaciones aún mayores que los productores hombres para acceder a recursos y servicios productivos, tecnologías, mercados y activos financieros. Además, la pandemia de la COVID-19 ha afectado de forma negativa y desproporcionada a las mujeres en lo que respecta a las oportunidades de empleo y al acceso a alimentos nutritivos. En consecuencia, en los últimos años se ha ampliado la brecha de género en la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave (FAO, FIDA, OMS, PMA y UNICEF, 2021 y 2022).

A nivel mundial, la prevalencia de la inseguridad alimentaria entre las mujeres es mayor que la de los hombres, pero en América Latina y el Caribe, la brecha es aún mayor en comparación al mundo y a las otras regiones (4,3 puntos porcentuales en el mundo en 2021, frente a 11,3 puntos porcentuales en la región). La brecha en la región ha ido aumentando significativamente a lo largo de los años, pasando de 4 puntos porcentuales en 2014, a 11,3 puntos porcentuales en 2021, mientras que a nivel mundial el aumento de la brecha de género fue de 2,3 puntos porcentuales en 2014, al 4,3 puntos porcentuales en 2021. En 2021, la inseguridad alimentaria moderada o grave afectó al 45,2% de las mujeres de la región y al 33,9% de los hombres. Entre las subregiones, Mesoamérica muestra la mayor brecha, de 12,5 puntos porcentuales, mientras que en Sudamérica la brecha es de 11,7 puntos porcentuales, y en el Caribe de 3,2 puntos porcentuales (Figura 6). Esta disparidad muestra la clara necesidad de incluir una perspectiva de género en las políticas e inversiones que abordan la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas (FAO, FIDA, OMS, PMA y UNICEF, 2021 y 2022).

FIGURA 6.

Prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave por sexo, 2021

Fuente: FAO. 2022. Datos de Seguridad Alimentaria. En: FAO [en línea]. Roma. (disponible en: https://www.fao.org/faostat/es/#data/FS). Acceso: 7 de noviembre de 2022.
https://doi.org/10.4060/CC2314EN-fig06

América Latina y el Caribe es la región con mayor aumento de la inseguridad alimentaria entre 2019 y 2021. Esto está relacionado con el hecho de que la región fue una de las más afectadas por la pandemia y tiene mayores niveles de desigualdad de ingresos (ver Parte2). Las recesiones económicas afectan de manera desproporcionada a la seguridad alimentaria de las poblaciones de menores ingresos en los países con mayor desigualdad de ingresos. (FAO, FIDA, OMS, PMA y UNICEF, 2019).