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El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2023

Capítulo 4 LA INTERACCIÓN ENTRE LA OFERTA Y LA DEMANDA DE ALIMENTOS Y EL COSTO Y LA ASEQUIBILIDAD DE DIETAS SALUDABLES A LO LARGO DEL CONTINUO
RURAL-URBANO

4.2 El costo y la asequibilidad de una dieta saludable y la seguridad alimentaria y la nutrición a lo largo del continuo rural-urbano

MENSAJES PRINCIPALES
  • En los 11 países de África que se han analizado, el costo de una dieta saludable en las zonas urbanas es mucho mayor (1,2 veces más en promedio) que en las zonas periurbanas y luego disminuye cuanto menor es el tamaño de la ciudad y cuanto más cerca está de zonas rurales. Esta tendencia es menos pronunciada en los países con un presupuesto de alimentos alto, que muestran costos similares en todas las zonas urbanas.
  • El costo más alto de los alimentos de origen animal, en comparación con otros grupos de alimentos, hace que aumente el costo de una dieta saludable a lo largo del continuo rural-urbano, especialmente en las zonas urbanas y las zonas rurales remotas.
  • El costo menor de una dieta saludable en las zonas periurbanas de los 11 países analizados con respecto a las zonas urbanas no se traduce en dietas saludables más asequibles, pues los niveles de ingresos representan un factor considerable en el acceso a dietas saludables. El porcentaje de la población que no se puede permitir una dieta saludable en las zonas periurbanas es mayor que en las zonas urbanas y similar en las zonas rurales.
  • En los 11 países de África, el costo de una dieta saludable supera el gasto promedio en alimentación para hogares de ingresos bajos y medianos en países con un presupuesto de alimentos tanto alto como bajo. Los hogares de ingresos bajos situados en zonas periurbanas y rurales se ven especialmente desfavorecidos, pues necesitarían duplicar con creces su gasto actual en alimentación para asegurarse una dieta saludable.
  • En muchos de estos países de África estudiados, la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave en las zonas urbanas y periurbanas es similar a la de la zonas rurales y, en algunos casos, ligeramente superior, lo que indica que la inseguridad alimentaria no es un problema exclusivo del medio rural en la mayoría de los países analizados.
  • En los tres países de África analizados, la prevalencia del retraso del crecimiento infantil suele aumentar a medida que el tamaño de las ciudades disminuye y que uno se aleja de los centros urbanos. La emaciación y sobrepeso infantiles disminuyen y muestran tendencias menos evidentes a lo largo del continuo rural-urbano.

Según las estimaciones más recientes (Capítulo 2), no estamos en camino de poner fin a la malnutrición en todas sus formas para 2030. Por ejemplo, 148,1 millones de menores de cinco años de edad seguían padeciendo retraso del crecimiento en 2022, 45 millones padecía emaciación y 37 millones, sobrepeso. Según el estudio Global Burden of Disease Study (Estudio sobre la carga mundial de la morbilidad), en 2019 el riesgo alimentario fue el segundo factor de riesgo de nivel 2aa más importante para las muertes atribuibles entre mujeres y el tercero entre hombres20.

Todas las formas de malnutrición obedecen a múltiples causas, pero una dieta saludable puede ayudar a reducir el riesgo de malnutrición en todas sus formas, incluidas la carencia de micronutrientes, el retraso del crecimiento, la emaciación, el sobrepeso y la obesidad, así como las ENT relacionadas con la alimentación21. Los factores determinantes del consumo de dietas saludables son igualmente muy complejos e incluyen factores culturales y de comportamiento, así como la colocación y promoción de los alimentos dentro del entorno alimentario. Sin embargo, es evidente que, para garantizar el acceso a dietas saludables, los alimentos nutritivos deben estar disponibles y ser asequibles. La disponibilidad hace referencia a la existencia de alimentos procedentes de producción propia o del mercado, mientras que la asequibilidad hace referencia a la capacidad financiera de las personas para adquirir alimentos suficientes, que a su vez depende de los ingresos de los hogares y de los precios de los alimentos. Los ingresos bajos limitan la cantidad de alimentos a los que pueden acceder económicamente los hogares, pero los precios relativos y la dispersión sistemática de los precios de los alimentosab influirán en gran medida en tipos de alimentos seleccionados y, como resultado, pueden influir en los resultados nutricionales relacionados con la dieta22.

Cabe recordar que el indicador de asequibilidad permite medir el acceso económico. No mide el número de personas que no siguen una dieta saludable, sino el número de personas que no tienen recursos suficientes para adquirir una dieta saludable. Como tal, no se tiene en consideración la contribución de los programas de protección social, como los programas de alimentación escolar. Por otro lado, los programas sociales como las transferencias monetarias en especie o en efectivo, o los programas de donación de alimentos, se consideran parte de los ingresos de los hogares.

La edición de 2020 de este informe demostró la existencia de variaciones dentro de los países en cuanto al costo y la asequibilidad de una dieta saludable, pero no abarcó las variaciones a lo largo del continuo rural-urbano. Los estudios sugieren que la urbanización puede ejercer directamente una presión alcista sobre los precios de los alimentos en los países pobres18. Ello se debe a que la mayoría de los hogares ahora dependen de los alimentos suministrados por los mercados en lugar de su propia producción. Tal es el caso sobre todo en las zonas urbanas donde, como se muestra en la Figura 24 de la Sección 4.1, las compras de alimentos constituyen más del 78 % del consumo de los hogares en los 11 países del África subsahariana estudiados. Sin embargo, también sucede en las zonas periurbanas y rurales, donde los hogares de casi todos los países analizados adquieren más del 50 % de los alimentos que consumen en los mercados. Esos porcentajes tan altos aumentan el riesgo de acaparamiento de alimentos cuando se espera que los precios suban, lo que en sí mismo puede contribuir a elevar más los precios.

En esta sección se presenta un nuevo análisis descriptivo de indicadores de acceso a una dieta saludable, seguridad alimentaria y nutrición para una selección de países. El análisis se basa en el conjunto de datos geoespaciales de zonas de influencia urbanas-rurales (URCA) (véanse el Recuadro 2 y el Recuadro 3 en el Capítulo 3 y la Sección A del Anexo 4). Si bien no existe ningún conjunto de datos mundiales comparable para respaldar el análisis, existen datos de encuestas nacionales de nivel micro que, una vez combinados con el conjunto de datos de las URCA, podrían proporcionar información sobre las diferencias a lo largo del continuo rural-urbano. El análisis se centra en los 11 países subsaharianos incluidos en la Sección 4.1, empleando los mismos datos de encuestas por hogares (véase el Cuadro A5.1 en el Anexo 5), agrupándolos también por países con un presupuesto de alimentos alto (2,3 dólares PPA per cápita al día) y países con un presupuesto de alimentos bajo (1,6 dólares PPA per cápita al día) (véase la lista de países por categoría en el Cuadro 10). Al igual que en la Sección 4.1, también se analizan los patrones, las diferencias y las similitudes en 10 categorías de zonas de influencia urbanas-rurales del continuo rural-urbano, así como una agrupación adicional en categorías urbanas, periurbanas y rurales (véanse el Cuadro 9 y la Sección B del Anexo 5 para obtener más detalles).

Costo y asequibilidad de una dieta saludable a lo largo del continuo rural-urbano

El cálculo del costo y la asequibilidad de una dieta saludable a nivel subnacional sigue la misma metodología que los indicadores de seguimiento mundial del costo y la asequibilidad de una dieta saludable presentados en el Capítulo 2. Sin embargo, las estimaciones nacionales derivadas de la agrupación de indicadores subnacionales no son comparables con los indicadores mundiales del costo y la asequibilidad de una dieta saludable debido a las diferencias en las fuentes de datos. Para obtener más información y la descripción completa de las fuentes de datos y la metodología, véase el Anexo 8.

Costo de una dieta saludable

En los 11 países de África que se han analizado, el costo de una dieta saludable en los centros urbanos es mucho mayor (1,2 veces más en promedio) que en las zonas periurbanas y luego disminuye cuanto menor es el tamaño de la ciudad y cuanto más cerca está de zonas rurales. El costo más elevado de una dieta saludable en los centros urbanos en casi todos los países analizados puede estar vinculado con la difusión generalizada de supermercados en las ciudades. Si bien la difusión de los supermercados puede incrementar el acceso a una dieta más diversa (véase el Capítulo 3), también puede hacer aumentar el costo de una dieta saludable, haciéndola menos asequible para los hogares más pobres de los centros urbanos.

Sin embargo, se dan excepciones a este patrón de costos. Por ejemplo, en Guinea-Bissau, el costo en las zonas periurbanas es ligeramente superior que en las zonas urbanas. Esto se puede atribuir probablemente a la concentración geográfica única de ciudades en el sur alrededor del puerto de Bissau y a deficiencias en infraestructuras, especialmente en los sistemas de transporte por carretera y transbordador que conectan las zonas urbanas y periurbanas situadas a una hora o menos de distancia (Figura A6.1D en el Anexo 6)23. En Etiopía y el Togo, las otras excepciones, el costo es mayor en las zonas rurales que en las zonas periurbanas; esto está directamente relacionado con el modelo de urbanización dispersa de estos países (véase la Figura A6.1C en el Anexo 6), en que las zonas rurales pobres están conectadas de manera inadecuada con las zonas urbanas debido a deficiencias y limitaciones en las infraestructuras viales24. En general, en estos tres casos excepcionales, las deficiencias en las infraestructuras de transporte son un factor importante que menoscaba la disponibilidad de alimentos nutritivos (a menudo altamente perecederos) e incrementa su costo en las zonas rurales.

Los valores promedio entre países también ocultan diferencias entre los países con presupuesto de alimentos tanto alto como bajo, como se muestra en la Figura 30A. El costo de una dieta saludable en los países con un presupuesto de alimentos alto es entre un 23 %, un 22 % y un 28 % más alto que en los países con presupuesto de alimentos bajo, comparando las zonas urbanas, periurbanas y rurales. El costo más elevado en los países con presupuesto de alimentos alto se debe principalmente al costo más elevado de las hortalizas y los alimentos de origen animal (29 % y 32 % más altos que en los países con un presupuesto de alimentos bajo, respectivamente). Para los dos grupos de países por presupuesto alimentario, el mayor descenso en el costo se produce al pasar de las zonas urbanas a las periurbanas, mientras que en las zonas rurales el costo es similar (en los países con un presupuesto de alimentos alto) o solo levemente inferior (en los países con un presupuesto de alimentos bajo) que en las zonas periurbanas.

FIGURA 30 En los 11 países de África, el costo de una dieta saludable en las zonas urbanas es mucho más elevado que en las zonas periurbanas, y disminuye cuanto más pequeña es la ciudad y cuanto más se aproxima a las zonas rurales; esta tendencia es menos pronunciada en los países con un presupuesto de alimentos alto, que presentan costos similares en todas las áreas urbanas

FUENTE: Holleman, C. y Latino, L. 2023. Variations in the subnational cost and affordability of a healthy diet for selected countries in Africa. Documento de trabajo para El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2023. Economía del Desarrollo Agrícola de la FAO. Estudio Técnico N.o 23-10. Roma, FAO.
NOTAS: En la Figura A se muestra el costo de una dieta saludable en zonas urbanas, periurbanas y rurales (URCA). En la Figura B, cada barra representa la mediana, el rango de los percentiles 25 y 75, y las líneas de 1,5 veces ese rango del costo de una dieta saludable para los 11 países analizados a lo largo del continuo rural-urbano (URCA) por países con presupuesto de alimentos alto y bajo, en dólares PPA por persona al día. Las cruces de la figura correspondiente a un presupuesto de alimentos alto representan el costo de una dieta saludable en los centros urbanos de Etiopía, clasificados como valores atípicos en comparación con los valores de otros países en las mismas zonas URCA. Todos los estudios corresponden al período 2018-19, excepto el de Malawi (2019-2020). Véase el Cuadro 10 para consultar la definición y la lista de los países con presupuesto de alimentos alto y bajo.
FUENTE: Holleman, C. y Latino, L. 2023. Variations in the subnational cost and affordability of a healthy diet for selected countries in Africa. Documento de trabajo para El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2023. Economía del Desarrollo Agrícola de la FAO. Estudio Técnico N.o 23-10. Roma, FAO.

Una visión más desglosada del continuo rural-urbano (es decir, considerando las 10 categorías de zonas de influencia urbanas-rurales) revela una convergencia mucho más cercana en el costo de una dieta saludable en los países con un presupuesto de alimentos alto, particularmente en las zonas urbanas (Figura 30B). Por otra parte, el intervalo de costo es más amplio en los países con presupuesto de alimentos bajo. La mayor convergencia en el costo de una dieta saludable en los países con un presupuesto de alimentos alto apunta a su mejor conectividad en cuanto a cadenas de suministro de alimentos a lo largo del continuo rural-urbano, en comparación con los países con un presupuesto de alimentos bajo.

También puede extraerse más información si se observa el patrón de costos a lo largo del continuo rural-urbano para países individuales (Cuadro A9.2 en el Anexo 9). Por ejemplo, en Benin y el Togo, los hogares que viven en centros urbanos afrontan unos costos, respectivamente, 1,4 y 1,7 veces más elevados que los hogares que viven en zonas periurbanas, y la mayoría de la población de estos países se concentra en las zonas periurbanas de ciudades pequeñas. Esto sugiere que un modelo de urbanización más disperso, que probablemente implique mercados descentralizados atendidos por productores locales, puede reducir considerablemente el costo de una dieta saludable.

Por último, y a diferencia de lo que se observa en los países con presupuesto de alimentos bajo, el costo de la cesta de una dieta saludable es especialmente elevado en zonas rurales muy remotas, situadas a más de dos horas de cualquier centro urbano en los países con un presupuesto de alimentos alto (Cuadro A9.2 en el Anexo 9). Entre los países con un presupuesto de alimentos alto, la diferencia de costos entre dichas zonas remotas y las zonas rurales situadas a una distancia de entre una y dos horas de distancia de cualquier centro urbano es especialmente elevada en Nigeria. Esto puede ser un reflejo de los diferentes modelos de urbanización en esos países, que han sufrido un proceso de expansión metropolitana en que la mayoría de la población vive en ciudades grandes o medianas, así como en zonas periurbanas situadas a una hora o menos de distancia. En esta situación, cabe esperar una separación más marcada de las zonas rurales más remotas, con perturbaciones en la cadena de suministro de alimentos y precios más elevados.

La estructura de costos por grupo de alimentos de una dieta saludable no presenta diferencias notables entre las URCA, ya que cada uno de los seis grupos de alimentos contribuye al costo total de una dieta saludable en aproximadamente el mismo porcentaje, independientemente de la zona de influencia para países con un presupuesto de alimentos tanto alto como bajo (Figura A9.1 en el Anexo 9). La mayor contribución a los costos por grupo de alimentos a una dieta saludable proviene de los alimentos de origen animal (31 %-41 %), seguidos de las hortalizas (17 %-22 %), los alimentos básicos (16 %-21 %), las frutas (10 %-18 %), grasas y aceites (6 %-8 %) y legumbres, semillas y frutos secos (6 %-8 %).

Sin embargo, cabe señalar el porcentaje de costo más elevado de los alimentos de origen animal en todos los centros urbanos y zonas periurbanas de los países con un presupuesto de alimentos alto, en comparación con los países con un presupuesto de alimentos bajo (entre 2 y 6 puntos porcentuales de diferencia) (Figura A9.1 en el Anexo 9). La mayor diferencia de costos se registra en las ciudades, donde los hogares de los países con un presupuesto de alimentos alto gastan 0,29 USD más por persona y día en alimentos de origen animal que los hogares de los países con un presupuesto de alimentos bajo (Figura 31).

FIGURA 31 En los 11 países de África, el costo más elevado de los alimentos de origen animal determina el costo elevado de una dieta saludable a lo largo del continuo rural-urbano, particularmente en las zonas urbanas y las zonas rurales remotas

FUENTE: Holleman, C. y Latino, L. 2023. Variations in the subnational cost and affordability of a healthy diet for selected countries in Africa. Documento de trabajo para El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2023. Economía del Desarrollo Agrícola de la FAO. Estudio Técnico N.o 23-10. Roma, FAO.
NOTAS: Las figuras muestran el costo medio de cada grupo de alimentos en una dieta saludable a lo largo del continuo rural-urbano (URCA), para países con un presupuesto de alimentos alto (Figura A) y bajo (Figura B). El costo de una dieta saludable se expresa en dólares PPA por persona y día. Todos los estudios corresponden al período 2018-19, excepto el de Malawi (2019-2020). Véase el Cuadro 10 para consultar la definición y la lista de los países con presupuesto de alimentos alto y bajo.
FUENTE: Holleman, C. y Latino, L. 2023. Variations in the subnational cost and affordability of a healthy diet for selected countries in Africa. Documento de trabajo para El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2023. Economía del Desarrollo Agrícola de la FAO. Estudio Técnico N.o 23-10. Roma, FAO.

La otra tendencia que cabe destacar es la mayor contribución a los costos de los alimentos de origen animal en comparación con todos los demás grupos de alimentos, incluso las hortalizas y las frutas combinadas, en casi todas las zonas de influencia urbanas-rurales en los dos grupos de países por presupuesto alimentario. Los principales valores atípicos son las ciudades grandes de los países con un presupuesto de alimentos bajo, debido al mayor porcentaje de frutas en el costo de una dieta saludable (Figura A9.1 en el Anexo 9).

Por último, la contribución a los costos de los alimentos de origen animal en el costo total de una dieta saludable (tanto en forma de porcentaje como en términos de valor monetario) también es elevada en las zonas más remotas (a más de dos horas de viaje de una ciudad o un pueblo) en los países con un presupuesto de alimentos alto y bajo. Por otro lado, es inferior en las zonas periurbanas de ciudades medianas y pequeñas, así como en las zonas que se encuentran de una a dos horas de distancia de una ciudad de cualquier tamaño (Figura 31 y Figura A9.1 en el Anexo 9).

El menor costo de los alimentos de origen animal en las zonas periurbanas, junto con el elevado costo de las frutas y las hortalizas en las ciudades grandes, en particular en los países con presupuesto de alimentos bajo, explica la disminución del costo total de la cesta de una dieta saludable de las zonas urbanas a las rurales a lo largo del continuo (Figura 31). El costo menor de las frutas, hortalizas y alimentos de origen animal en las afueras de las ciudades es claramente una consecuencia de la accesibilidad física al lugar de producción de estos productos perecederos. De hecho, la creciente demanda de alimentos de origen animal por parte de los habitantes urbanos más pudientes está atrayendo a más ganaderos de mediana y gran escala a las zonas urbanas y periurbanas (dichos operadores se habían alejado cuando la urbanización comenzó a intensificarse)25. Además, la mayor diferencia de costos de los alimentos de origen animal a lo largo del continuo rural-urbano de los países con un presupuesto de alimentos bajo probablemente se deba a las mayores limitaciones en la cadena de suministro de frío.

Costo de una dieta saludable en comparación con el gasto real en alimentos de los hogares

El análisis de la demanda de alimentos de la Sección 4.1 muestra los patrones de consumo de alimentos a lo largo del continuo rural-urbano, incluido el valor de mercado de los alimentos consumidos por grupo de alimentos. Sin embargo, este análisis no permite determinar si la dieta consumida aporta la cantidad necesaria de calorías y nutrientes, y la ingesta diversa de alimentos de diferentes grupos de alimentos que constituirían una dieta saludable. Esto requeriría un conjunto de datos e información distinto, que no está disponible. Por otra parte, se puede comparar el costo de una dieta saludable con lo que los hogares gastan realmente en alimentos (incluido el valor de mercado de la producción propia de alimentos), a fin de determinar si tendrían que gastar más o menos de los ingresos de que disponen para garantizarse una dieta saludable. Esta comparación resulta útil, especialmente porque las estimaciones se pueden desglosar por categoría de zonas de influencia urbanas-rurales y nivel de ingresos de los hogares.

En promedio, en el plano nacional, el costo de una dieta saludable es menor que la cantidad que los hogares gastan en alimentos en los países con un presupuesto de alimentos alto analizados (véase el Cuadro A9.1 en el Anexo 9). Para los países con un presupuesto de alimentos alto, el costo de una dieta saludable equivale a un 86 % del consumo promedio de alimentos, y oscila entre el 74 % y el 97 % entre los países de este grupo. En los países con un presupuesto de alimentos bajo, aparece más variabilidad. En dos países (Burkina Fasoy el Níger), el costo de una dieta saludable es casi un 40 % mayor que el consumo promedio de alimentos. No obstante, en los demás, el costo de una dieta saludable es inferior al gasto real en alimentación.

Los promedios nacionales, sin embargo, ocultan el hecho de que para los hogares de ingresos bajos y medianos en ambos grupos de países por presupuesto alimentario, el costo de una dieta saludable en realidad supera el gasto promedio en alimentos (Figura 32A). Para los hogares de ingresos bajos, el costo de la cesta de una dieta saludable es aproximadamente el doble de lo que gastan los hogares en alimentos: concretamente, 2,3 veces mayor en países con un presupuesto de alimentos bajo y 2 veces mayor en países con un presupuesto de alimentos alto. Los hogares de ingresos medianos también necesitarían aumentar el gasto actual para tener acceso a una dieta saludable (a saber, en un 34 % en países con um presupuesto de alimentos bajo y un 17 % en países con un presupuesto de alimentos alto).

FIGURA 32 El costo de una dieta saludable supera el consumo promedio de alimentos para hogares de ingresos bajos y medianos en países con un presupuesto de alimentos tanto alto como bajo en los 11 países de África analizados

FUENTE: Holleman, C. y Latino, L. 2023. Variations in the subnational cost and affordability of a healthy diet for selected countries in Africa. Documento de trabajo para El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2023. Economía del Desarrollo Agrícola de la FAO. Estudio Técnico N.o 23-10. Roma, FAO.
NOTAS: En las figuras, el consumo total de los hogares (al valor de mercado) sirve como una aproximación de los ingresos de los hogares y se calculan terciles para clasificar los hogares de ingresos bajos, medianos y altos. Una relación superior a 1 indica el número de veces que una dieta saludable resulta más cara que el consumo promedio de alimentos en los hogares. Todos los estudios corresponden al período 2018-19, excepto el de Malawi (2019-2020). Véase el Cuadro 10 para consultar la definición y la lista de los países con presupuesto de alimentos alto y bajo.
FUENTE: Holleman, C. y Latino, L. 2023. Variations in the subnational cost and affordability of a healthy diet for selected countries in Africa. Documento de trabajo para El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2023. Economía del Desarrollo Agrícola de la FAO. Estudio Técnico N.o 23-10. Roma, FAO.

Este problema se observa en todos los hogares de ingresos bajos y medianos, en países con un presupuesto de alimentos tanto alto como bajo a lo largo del continuo rural-urbano, aunque se intensifica especialmente al pasar de zonas urbanas a periurbanas (Figura 32B). Los hogares de ingresos bajos situados en zonas periurbanas y rurales se ven especialmente desfavorecidos, pues necesitarían duplicar con creces su gasto actual en alimentación para asegurarse una dieta saludable.

Asequibilidad de una dieta saludable a lo largo del continuo rural-urbano

La asequibilidad, o el costo, de una dieta saludable en relación con los ingresos que los hogares pueden reservar de forma plausible para alimentación, refleja la capacidad de acceder a una dieta saludable. El seguimiento de esta asequibilidad en cada zona de influencia urbana-rural en los 11 países estudiados muestra cómo el acceso económico a una dieta saludable sigue diferentes trayectorias en países con diferentes niveles de desarrollo y urbanización. Es importante señalar que los costos elevados no se traducen necesariamente en una mayor inasequibilidad, y viceversa, ya que ello depende del nivel de ingresos en relación con el costo.

En efecto, se trata de una conclusión fundamental del análisis. Aunque el costo de una dieta saludable en las zonas periurbanas es menor que en las zonas urbanas (Figura 30A), esto no se traduce en una dieta saludable más asequible en las primeras (Figura 33). En promedio, el porcentaje de la población que no se puede permitir una dieta saludable en las zonas periurbanas es 1,5 veces mayor que en los centros urbanos y similar a las zonas rurales.

FIGURA 33 En los 11 países de África, el porcentaje de la población que no puede permitirse una dieta saludable en las zonas periurbanas es mayor que en las zonas urbanas y similar a las zonas rurales

FUENTE: Holleman, C. y Latino, L. 2023. Variations in the subnational cost and affordability of a healthy diet for selected countries in Africa. Documento de trabajo para El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2023. Economía del Desarrollo Agrícola de la FAO. Estudio Técnico N.o 23-10. Roma, FAO.
NOTAS: Todos los estudios corresponden al período 2018-19, excepto el de Malawi (2019-2020). Véase el Cuadro 10 para consultar la definición y la lista de los países con presupuesto de alimentos alto y bajo.
FUENTE: Holleman, C. y Latino, L. 2023. Variations in the subnational cost and affordability of a healthy diet for selected countries in Africa. Documento de trabajo para El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2023. Economía del Desarrollo Agrícola de la FAO. Estudio Técnico N.o 23-10. Roma, FAO.

En el Níger, un país con un presupuesto de alimentos bajo con el porcentaje más alto de población que vive en zonas a más de una hora de cualquier centro urbano entre los 11 países analizados, el porcentaje de la población que no puede permitirse una dieta saludable asciende a medida que disminuye el tamaño de las ciudades y al adentrarse en las zonas rurales. En este caso, se aprecia un aumento de 52 puntos porcentuales entre las ciudades grandes y los pueblos (Figura 33 y Cuadro A9.3 en el Anexo 9). Sorprendentemente, Burkina Fasoy Guinea-Bissau, dos países con un presupuesto de alimentos bajo, siguen un patrón similar al de los países con un presupuesto de alimentos alto, con niveles de asequibilidad nacionales que permanecen más o menos constantes en los centros urbanos.

En los países con un presupuesto de alimentos bajo (excepto Benin y el Togo), alejarse de los centros urbanos supone un cambio estructural, con un aumento significativo del porcentaje de población que no puede acceder a una dieta saludable. En los países con un presupuesto de alimentos alto (excepto Etiopía), este salto se produce un paso más allá en el continuo, cruzando zonas periurbanas de ciudades grandes y medianas. Por último, en los países con presupuesto de alimentos alto, el porcentaje de la población que no puede permitirse una dieta saludable aumenta en las zonas periurbanas a medida que disminuye el tamaño del centro urbano más cercano (Figura 33).

Inseguridad alimentaria a lo largo del continuo rural-urbano

La comparación de la inseguridad alimentaria entre las poblaciones rurales, periurbanas y urbanas en el ámbito mundial y regional sobre la base de la clasificación del DEGURBAac presentada en el Capítulo 2, indica que la inseguridad alimentaria es menor en las zonas urbanas en el plano mundial. A nivel regional, África y América Latina y el Caribe siguen este patrón, pero no así Asia o América Septentrional y Europa, lo que revela diferencias específicas del contexto que impiden una generalización. Un análisis de los patrones de prevalencia de inseguridad alimentaria moderada y grave basado en la escala de experiencia de inseguridad alimentaria (FIES), utilizando datos de encuestas por hogares para nueve de los 11 países estudiados hasta el momento, agrupados por presupuesto de alimentos (véase el Cuadro 10) y conforme al continuo rural-urbano definido en función de las URCA (véase el Cuadro 9), arroja luz sobre algunas diferencias específicas del contexto y puede complementar el análisis que se presenta en el Capítulo 2.

En muchos de los países analizados, la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave en las zonas urbanas y periurbanas es similar a la de las zonas rurales (por ejemplo, Côte d’Ivoire, Senegal) o, a veces, incluso ligeramente superior (por ejemplo, Níger, Nigeria) (Figura 34). Esto sugiere que la inseguridad alimentaria no es un problema exclusivamente rural en la mayoría de los países analizados.

FIGURA 34 En muchos de los nueve países analizados en África, la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave en las zonas urbanas y periurbanas es similar a la de las zonas rurales y, en algunos casos, ligeramente superior, lo que indica que la inseguridad alimentaria no es un problema exclusivo del medio rural en la mayoría de los países analizados

FUENTE: Elaboración propia de los autores (FAO).
NOTAS: Todos los estudios corresponden al período 2018-19, excepto el de Malawi (2019-2020). Véase el Cuadro 10 para consultar la definición y la lista de los países con presupuesto de alimentos alto y bajo.
FUENTE: Elaboración propia de los autores (FAO).

El análisis de la FIES muestra un patrón distinto a lo largo del continuo rural-urbano en países con un presupuesto de alimentos alto y bajo. En general, los países con un presupuesto de alimentos bajo presentan mayores diferencias y patrones variados en materia de inseguridad alimentaria (Figura 34A). En Malawi, la inseguridad alimentaria moderada o grave es mucho menor en las zonas urbanas y aumenta de forma significativa al desplazarse a zonas periurbanas y rurales, con niveles extremadamente altos de inseguridad alimentaria grave en ambas. La inseguridad alimentaria moderada o grave en las zonas urbanas y periurbanas es prácticamente la misma en Benin, pero en Burkina Fasoes más elevada en las zonas urbanas que en las periurbanas. Solo en Guinea-Bissau y el Togo hay un aumento gradual al pasar de las zonas urbanas a las rurales.

Por el contrario, en los países con un presupuesto de alimentos alto, la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave es aproximadamente la misma a lo largo del continuo rural-urbano (Figura 34A). En el caso de Nigeria, hay indicios de que la inseguridad alimentaria moderada o grave puede ser mayor en las zonas periurbanas y menor en las zonas rurales (Figura 34A).

Un mayor desglose revela algunas diferencias adicionales. No obstante, los tamaños de las muestras de cada categoría son reducidos y los márgenes de error son muy amplios, por lo que los patrones observados deben interpretarse con cautela (véase el conjunto completo de resultados en el Cuadro A10.1 y el Cuadro A10.2 del Anexo 10). Por ejemplo, en Nigeria, un país con un presupuesto de alimentos alto, la prevalencia de la inseguridad alimentaria se asocia positivamente con el tamaño de la ciudad: cuanto más grande es la ciudad, mayor es la prevalencia de la inseguridad alimentaria (Figura 34B). Además, los niveles de inseguridad alimentaria grave en las ciudades grandes y medianas (15 % y 14 %, respectivamente) son incluso más elevados que en las zonas más remotas (10 % en las zonas que están a más de dos horas de viaje de cualquier centro urbano). Probablemente esto esté relacionado con la presencia de tugurios en las afueras de las ciudades más grandes. También se observa un patrón similar en Burkina Faso, un país con un presupuesto de alimentos bajo con un modelo de urbanización más disperso.

En Níger, la tendencia se invierte: la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave aumenta a medida que disminuye el tamaño de la ciudad (Figura 34B), un patrón similar al encontrado respecto al porcentaje de la población que no puede permitirse una cesta de alimentos saludables en esos países; pero luego comienza a descender al desplazarse hacia las zonas periurbanas, con la excepción de un fuerte repunte en las zonas situadas a menos de una hora de una ciudad. Malawi, por otro lado, ofrece pruebas un cambio estructural: un repentino empeoramiento de la inseguridad alimentaria, en particular la inseguridad alimentaria grave, para los hogares que viven en zonas a menos de una hora de viaje de una ciudad mediana, con elevados niveles de inseguridad alimentaria que se trasladan a las zonas rurales remotas situadas a más de dos horas de viaje de cualquier ciudad o un pueblo (Figura 34B).

En el Recuadro 6 se presenta otro análisis de la inseguridad alimentaria según la FIES de 21 proyectos de desarrollo rural en todo el mundo, que analiza las 10 categorías de zonas de influencia urbanas-rurales del continuo rural-urbano. Si bien este análisis no es representativo en el ámbito nacional, aporta cierta perspectiva más allá de los nueve países de África estudiados anteriormente, incluso a nivel de proyecto.

RECUADRO 6Seguridad alimentaria a lo largo del continuo rural-urbano: datos comprobados de 21 proyectos de desarrollo rural en todo el mundo

Entre 2019 y 2021, se recopilaron datos a nivel de los hogares con coordenadas GPS de 21 proyectos de desarrollo rural apoyados por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y ejecutados en la mayoría de las regiones del mundo. Esto incluye cinco países de Asia y el Pacífico; seis de África austral y oriental; cuatro de América Latina y el Caribe; cuatro del Cercano Oriente, África septentrional, Europa y Asia Central; y tres de África occidental y central (véase la Sección D del Anexo 5 para consultar la lista completa de países y proyectos). Estos conjuntos de datos recogen información de más de 41 000 hogares y son representativos de los pequeños productores que participan en proyectos financiados por instituciones financieras internacionales. Los datos se fusionaron con el conjunto de datos de las URCA (con el uso de coordenadas GPS) y, de ese modo, los hogares se clasificaron en las 10 categorías de las zonas de influencia urbanas-rurales (URCA) del continuo rural-urbano.

En la Figura A se muestra la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave a lo largo del continuo rural-urbano mediante la muestra combinada de los 21 proyectos de desarrollo rural. Es importante aclarar que, en el caso de algunas categorías de zonas de influencia urbanas-rurales, el tamaño de la muestra es demasiado pequeño para extraer una inferencia estadísticamente significativa. Por dicha razón, los resultados se presentan e interpretan en lo relativo a una descripción de la inseguridad alimentaria a lo largo del continuo rural-urbano.

FIGURA A Prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave entre los hogares de 21 proyectos de desarrollo rural a lo largo del continuo rural-urbano (URCA)

FUENTE: Elaboración propia de los autores (FIDA).
NOTAS: En la figura se muestra la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave según la escala de experiencia de inseguridad alimentaria a lo largo del continuo rural-urbano para 21 proyectos de desarrollo rural ejecutados en países de todas las regiones del mundo. Véase la Sección D del Anexo 5 para consultar la lista de países y proyectos, las fuentes de los datos y la metodología.
FUENTE: Elaboración propia de los autores (FIDA).

Los resultados muestran que la prevalencia de la inseguridad alimentaria varía a lo largo del continuo rural-urbano. Se identifica una mayor prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave en las zonas cercanas a los pueblos (a menos de una hora de viaje) en comparación con las zonas situadas a más de una hora de una ciudad o un pueblo. Además, existe una prevalencia mucho mayor de inseguridad alimentaria moderada o grave en las ciudades más grandes en comparación con las más pequeñas o los pueblos, y esta es incluso mayor para quienes se encuentran a una distancia de entre una y dos horas o más de una ciudad o un pueblo. Esto guarda cierto parecido con las conclusiones que se muestran en la Figura 34B. Por otra parte, la inseguridad alimentaria grave es más elevada en las zonas rurales que se encuentran a menos de una hora de un pueblo y a más de dos horas de una ciudad o un pueblo. Sin embargo, resulta sorprendente que la inseguridad alimentaria grave también sea muy elevada en las ciudades grandes, y elevada en las zonas periurbanas de ciudades grandes y medianas. Este análisis agrega información sobre los patrones de inseguridad alimentaria que podrían abordarse y orientarse más específicamente, pero que generalmente no son visibles cuando solo se examinan las tres categorías urbana, periurbana y rural.

En resumen, la prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave entre un número seleccionado de pequeños productores en zonas urbanas y periurbanas es alta, en algunos casos tan alta o incluso superior a las de las zonas rurales. Esto es similar a los resultados de muchos de los nueve países de África estudiados (Figura 34).

En resumen, los resultados del análisis de los conjuntos de datos de la FIES representativos en el plano nacional de los nueve países de África, así como de los datos de la FIES recopilados en el contexto de estos proyectos de desarrollo rural, tienden a indicar que la inseguridad alimentaria no es un problema exclusivamente rural en muchos lugares. Si bien no se pueden extraer conclusiones generales dado el número limitado de países en el análisis de la FIES de este capítulo (todos de una región), los resultados, incluidos aquellos de los 21 proyectos de desarrollo rural, indican que se requieren más investigaciones para orientar políticas e inversiones más específicas a lo largo del continuo rural-urbano.

Estado nutricional a lo largo del continuo rural-urbano

La prevalencia de la malnutrición en las 10 categorías de zonas de influencia urbanas-rurales se estimó también únicamente para tres de los 11 países de las secciones anteriores (a saber, Benin, Nigeria y Senegal)ad, debido a las limitaciones de datos. El análisis se basa en datos de 2018 de encuestas demográficas y de salud (Cuadro A5.1). Véase el Cuadro A10.3 del Anexo 10 para consultar el cuadro completo de resultados.

En los tres países, por lo general la prevalencia del retraso del crecimiento en los menores de cinco años aumenta de forma gradual a medida que el tamaño de las ciudades disminuye y que nos alejamos de los centros urbanos. El mayor aumento en Nigeria se produce al pasar de zonas a situadas a menos de una hora de viaje de una ciudad pequeña, mientras que en Benin se aprecia al pasar a zonas rurales más remotas (es decir, a más de dos horas de viaje de un centro urbano). La prevalencia del retraso del crecimiento es notablemente inferior en el Senegal, y aunque existe un patrón general de aumentos, con algunas variaciones a medida que uno se aleja de las zonas urbanas, los incrementos son menores con algunas variaciones (por ejemplo, se aprecia una marcada disminución en zonas a menos de una hora de viaje de ciudades grandes o medianas, así como de pueblos).

Además, como ya se constató en el análisis del costo y la asequibilidad de una dieta saludable en las zonas de influencia urbanas-rurales, los datos sugieren que el tamaño del centro urbano más cercano influye en la prevalencia del retraso del crecimiento en las zonas periurbanas, siendo mayor la prevalencia en las zonas más cercanas a ciudades pequeñas y pueblos de Benin y Nigeria. Este resultado está en consonancia con otros estudios que detectan altos niveles de inseguridad alimentaria y malnutrición en las extensas zonas afectadas por la pobreza que rodean a numerosas ciudades de África. El acceso a los alimentos es limitado, y muchos de estos tugurios periurbanos son desiertos alimentarios, donde el acceso de los residentes a alimentos variados, frescos o nutritivos es limitado o incluso inexistente debido a la ausencia o baja densidad de puntos de entrada de alimentos (véase el Recuadro 4 en el Capítulo 3), así como el acceso inadecuado a servicios, incluidos los de salud y educación.

La prevalencia de la emaciación en los menores de cinco años de edad es inferior a la del retraso del crecimiento en los tres países y muestra tendencias menos evidentes a lo largo del continuo rural-urbano (Figura 35B). Aun así, existen indicios de un aumento de la emaciación en algunas zonas periurbanas y rurales de Nigeria y el Senegal. Asimismo, la prevalencia del sobrepeso infantil es baja en todos los países y no presenta una tendencia clara a lo largo del continuo rural-urbano (Figura 35C). No obstante, cabe señalar que existen motivos para creer que hay menor presencia de sobrepeso en las zonas periurbanas y mayor sobrepeso en algunas zonas rurales en comparación con las zonas urbanas.

FIGURA 35 La prevalencia del retraso del crecimiento infantil suele aumentar a medida que el tamaño de las ciudades disminuye y cuando aumenta la distancia respecto de los centros urbanos; la emaciación y el sobrepeso infantiles son inferiores y muestran tendencias menos evidentes a lo largo del continuo rural-urbano

FUENTE: Elaboración propia de los autores (UNICEF).
NOTAS: Las figuras muestran la prevalencia de la malnutrición en los menores de cinco años de edad en tres países de África occidental, por categoría de zonas de influencia urbanas-rurales (2018). Las lagunas en las zonas de influencia urbanas-rurales indican la ausencia de datos.
FUENTE: Elaboración propia de los autores (UNICEF).
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