Parte 4 Soluciones de reducción del riesgo de desastres en la agricultura

KENYA Un enjambre de langostas del desierto en el condado de Isiolo ilustra la gravedad de la situación en África oriental. La FAO lucha contra esta amenaza sin precedentes mediante la ampliación de sus intervenciones en situaciones de emergencia.
© FAO/Sven Torfinn

Mensajes principales

  • Es necesario adoptar medidas urgentes con miras a fomentar la adopción de innovaciones disponibles en materia de reducción del riesgo de desastres, al tiempo que se promueve la generación de soluciones de gestión del riesgo más ampliables y se mejora la acción preventiva que conduce a la alerta temprana. Asimismo, es preciso incorporar enfoques de reducción del riesgo de desastres con múltiples amenazas en los procesos de formulación de políticas y adopción de decisiones de cara a priorizar esta cuestión en todos los sectores y escalas geográficas.
  • Las intervenciones técnicas y las buenas prácticas en las explotaciones agrícolas pueden prevenir y reducir de manera proactiva los riesgos en la agricultura, lo que refuerza la resiliencia. Está demostrado que este tipo de prácticas tiene en promedio resultados 2,2 veces mejores que las prácticas utilizadas anteriormente.
  • La base de conocimientos sobre las soluciones técnicas que abordan el riesgo en la agricultura y protegen los medios de vida es limitada. Es necesario realizar esfuerzos para ampliar y mejorar la base de datos sobre el rendimiento de la inversión en resiliencia a fin de adoptar políticas y medidas fundamentadas en los riesgos.
  • La acción preventiva, en especial cuando se aplica junto con sistemas de alerta temprana para mitigar las repercusiones de los desastres, muestra relaciones beneficio-costo mayormente favorables, llegando a 7,1 en un conjunto de países de África, América Latina y Asia.
  • Se ha observado que la adopción de un enfoque que combina el control preventivo y la acción preventiva presentó beneficios demostrables en el caso del brote de langosta del desierto de 2020 y 2021 en el Cuerno de África. En este caso, las inversiones permitieron evitar la pérdida de 4,5 millones de toneladas de cultivos y 900 millones de litros de leche, lo que permitió garantizar alimentos para cerca de 42 millones de personas tras el brote.

back to top