Para que pueda aprovecharse todo su potencial, las tecnologías de automatización agrícola deben ser accesibles para todos, sobre todo para los pequeños productores agrícolas de los países de ingresos bajos, donde las herramientas manuales y la tracción animal siguen siendo de uso común, lo que perjudica a la productividad agrícola y afecta negativamente a los medios de vida. En otras palabras, el proceso de automatización debe ser neutral en cuanto a la escala. En circunstancias favorables, puede ser posible incluso dar un salto en la evolución tecnológica, pasando directamente de la agricultura de baja tecnología basada en el trabajo manual o la tracción de los animales de tiro a la automatización de la agricultura. Esto puede lograrse mediante tecnologías que son neutrales en cuanto a la escala por su propio diseño, mediante arreglos institucionales innovadores (por ejemplo, cooperativas y asociaciones) o mediante mecanismos de mercado que permitan a los pequeños productores agrícolas superar las limitaciones de escala. Por ejemplo, puede ponerse a disposición de los agricultores locales equipo agrícola caro y complejo a través de proveedores de servicios de alquiler, que a menudo son productores que han invertido en animales de tiro o tractores y equipo similares.
Los instrumentos digitales también son muy prometedores para los servicios de alquiler. Pueden crear nuevos modelos empresariales para la adopción de tecnologías de automatización por parte de los pequeños productores agrícolas. Uno de estos planes es “Uber para tractores”; es similar a la aplicación de taxis Uber, y permite a los productores acceder a servicios de alquiler de tractores. La robótica y la IA se basan en tecnologías digitales; por lo tanto, los países deben impulsar un mayor acceso a las tecnologías digitales, promoviendo la infraestructura esencial, marcos jurídicos adecuados y los conocimientos y aptitudes necesarios.
A tal fin, tanto los productores agrícolas como los gobiernos deben reconocer primero los beneficios económicos, sociales y ambientales de la difusión y adopción de las tecnologías digitales. Posteriormente, resulta esencial garantizar la disponibilidad, la inclusión, la accesibilidad y la adaptabilidad a las condiciones locales, a fin de llegar a un amplio abanico de posibles beneficiarios, evitando que se amplíen las brechas tecnológicas que ponen en desventaja a los grupos vulnerables (por ejemplo, las mujeres) y a los territorios remotos. En 2018, la FAO y la Comisión de la Unión Africana presentaron el Marco para la mecanización agrícola sostenible en África, que ofrece un conjunto de elementos prioritarios que los países pueden considerar al elaborar sus estrategias para la mecanización agrícola sostenible59. Según este marco, la mecanización debe incorporarse a lo largo de toda la cadena de valor agrícola, ser impulsada por el sector privado, ser compatible con el medio ambiente y ser climáticamente inteligente, además de ser económicamente viable y asequible, especialmente para los pequeños agricultores, que constituyen el grueso de los agricultores africanos. También es fundamental que se dirija a las mujeres y a los jóvenes, concretamente para hacer de la agricultura una opción más atractiva para el empleo decente y el espíritu empresarial.
Por lo tanto, a la hora de fomentar la adopción de la automatización, es importante centrarse en tecnologías adaptadas a las condiciones locales y a las necesidades específicas de los productores; una tecnología simplemente extraída de un contexto puede no resolver problemas tangibles en un contexto diferente. A este respecto, diversos estudios demuestran que los propios agricultores pueden liderar la innovación. Por ejemplo, en Myanmar, gracias a la adopción de técnicas de impresión en 3D está mejorando la eficiencia agrícola y se está empoderando a los trabajadores de las zonas rurales más pobres, ya que les permite participar de forma individual y creativa en la producción de materiales agrícolas, piezas de maquinaria agrícola y herramientas60. A medida que se reconoce cada vez más a los productores agrícolas como líderes de la innovación en el desarrollo tecnológico, la terminología y los enfoques pertinentes han evolucionado para incorporar el pensamiento sistémico en la innovación, haciendo hincapié en la implicación de las partes interesadas, incluidos los agricultores y los asesores agrónomos, a diferentes niveles. Es necesario centrarse en el intercambio de conocimientos, la colaboración y la participación, así como en la producción conjunta de ideas y soluciones por parte de agentes públicos y privados61.
Las soluciones de automatización deben tener en cuenta los sistemas de innovación agrícola específicos de cada país y región; un enfoque único para su adopción en todo el mundo no dará resultado. Es necesario actuar con cautela cuando se busca aplicar una solución comprobada en un entorno nuevo o en una situación diferente. El contexto de aplicación es de fundamental importancia.