En las secciones anteriores se examinaron los datos empíricos relativos a los argumenos a favor de las tecnologías de automatización agrícola. Se mostró que la mecanización motorizada había aportado, en general, notables beneficios a los productores agrícolas y, al adaptarse a las necesidades locales, podía también generar beneficios en materia de sostenibilidad mediante el aumento de la eficiencia en el uso de los recursos y el ahorro de los escasos recursos. También se pusieron de relieve, pese a los escasos datos, importantes enseñanzas que fomentan una mejor comprensión de los argumentos a favor de las tecnologías de automatización digital. El principal mensaje es que los argumentos a favor siguen siendo débiles o inmaduros por varios motivos, que van desde la reticencia de los agricultores a asumir riesgos, pues las tecnologías son todavía nuevas, hasta la falta de la alfabetización digital necesaria para su manejo.
En esta sección se da un paso adelante en el análisis y se va más allá de los argumentos a favor, analizando los factores estructurales (por ejemplo, políticas, legislación, inversiones públicas) que configuran los incentivos para los productores agrícolas y los proveedores de tecnologías de automatización y les animan a asumir el riesgo de adoptarlas. En África, por ejemplo, donde el nivel de adopción ha sido más bajo que en otras regiones, la demanda de mecanización motorizada en la agricultura es ya elevada y sigue aumentando. Sin embargo, la falta de conocimientos y habilidades en cuanto al manejo y mantenimiento de maquinaria, unido a los reglamentos comerciales, las políticas aduaneras y las malas infraestructuras, frenan la adopción19. La deficiencia de las infraestructuras en muchos países africanos también impide el acceso a los mercados urbanos y eleva los precios de los servicios de mecanización38, sobre todo para los pequeños productores que tienen parcelas reducidas y fragmentadas9, lo que reduce el incentivo para invertir en tecnologías19, 39. La mejora de la infraestructura de transporte y las redes viales disminuye los costos para los productores relacionados con el acceso a tecnologías, piezas de repuesto, reparaciones y combustible y facilita la aparición de mercados de prestación de servicios40. Mediante la mejora del suministro de electricidad y energías renovables, los gobiernos también pueden apoyar la adopción de tecnologías de mecanización motorizada como bombas alimentadas por energía solar para riego y maquinaria para los procesos de elaboración y conservación19, 41, 42.
De igual modo, las malas infraestructuras dificultan la adopción de tecnologías de automatización digital, especialmente en los países de ingresos bajos30, 31. La escasez o ausencia de conectividad y otras infraestructuras propicias, en particular infraestructura eléctrica y de datos, se presentan sistemáticamente como obstáculos en la mayoría de países de ingresos bajos y medianos, incluido en algunos de los estudios de casos anteriormente señalados (por ejemplo, Atarraya en México y GARBAL en África occidental). Las poblaciones rurales se encuentran por lo general en situación de desventaja en cuanto al acceso a Internet y telefonía inteligente y, por consiguiente, tienen un acceso limitado a servicios valiosos. En cambio, si se llevan a cabo estas inversiones, se produce un aumento de la adopción, tal como se demuestra en dos estudios de casos (TraSeable en Fiji y Tun Yat en Myanmar), en los que se muestra la rapidez con la que la entrada de la telefonía móvil ha creado un entorno favorable para la adopción de soluciones de automatización digital31.
La tenencia de la tierra es importante para la adopción de tecnologías, ya que puede afectar al acceso a la financiación así como determinar la postura de los productores de cara a asumir riesgos. La mecanización agrícola tiende a ser adoptada primero por las grandes explotaciones, que se caracterizan por tener mejor seguridad de la tenencia, más facilidad de acceso a créditos, servicios de extensión y mercados y capacidad para asumir riesgos43. Se han reunido datos de todo el mundo que demuestran que las grandes explotaciones agrícolas suelen mecanizarse antes que las pequeñas4, 44, 45, 46. Sin embargo, el tamaño reducido de las explotaciones no tiene que suponer un obstáculo para la adopción si existe la posibilidad de desarrollar soluciones tecnológicas e institucionales diseñadas para la mecanización en pequeñas explotaciones. Por ejemplo, los servicios de mecanización migratoria, esto es, servicios de arrendamiento que recorren grandes distancias, a veces en distintas zonas ecológicas y a través de las fronteras nacionales, para atender la demanda en diferentes lugares, gozan de aceptación en muchos países de Asia y algunos de África, si bien se ven dificultados, una vez más, por las malas infraestructuras y los problemas fronterizos en muchos países africanos4, 19, 47, 48.
En la bibliografía disponible y los 27 estudios de casos encargados para el presente informe30, 31, la legislación suele considerarse un factor de limitación, que genera restricciones y entraña una pesada burocracia. Esto afecta a la difusión y adopción de varias soluciones, tales como drones, sensores y estaciones meteorológicas, en países de ingresos bajos y medianos. Lo mismo ocurre en el caso de algunos países de ingresos medianos altos y altos, como reflejan las restricciones a permisos de vuelo en la Unión Europea y Sudáfrica (mencionado por Aerobotics), restricciones de velocidad para máquinas autónomas en los Estados Unidos de América31, 49 y restricciones a las importaciones de drones y dispositivos del IdC (mencionado por Igara Tea en Uganda y SOWIT en África septentrional y Asia occidental). La legislación repercute también en la adopción de tecnologías de automatización digital en determinados sectores, como la producción de cultivos bajo protección y la acuicultura. Existe la percepción general de que el cultivo protegido y la piscicultura no son naturales y, por tanto, no se ven favorecidos por las políticas públicas sectoriales. Por ejemplo, la legislación de la Unión Europea no clasifica como orgánica la producción de alimentos exenta de productos químicos en la agricultura protegida31.
Otros factores importantes que limitan la adopción de tecnologías digitales son la ausencia de políticas y legislación sobre el intercambio de datos y las infraestructuras conexas (mencionado por GARBAL en África occidental) y la falta de suficientes políticas públicas, legislación e incentivos en apoyo de las innovaciones (mencionado por SOWIT en África septentrional) y asociaciones entre los sectores público y privado (mencionado por Egistic en Kazajstán). Por otro lado, en un caso (Atarraya en México), la falta de reglamentos se describió como algo positivo pues, según los entrevistados, estos generarían una burocracia ineficaz.
En otros contextos, la legislación se menciona como un factor que impulsa la adopción. En la República de Corea, por ejemplo, los datos derivados del estudio de casos de ioCrops muestran cómo la inversión pública en sistemas agrícolas de alta tecnología, en forma de ensayos, demostraciones y fomento de la capacidad, facilita la difusión de la automatización digital agrícola. En Nepal, las pólizas de seguro públicas favorecen la ampliación de la escala de las soluciones digitales y de automatización (véase el estudio de casos de Seed Innovations).
Los gobiernos, a través de inversiones, políticas y legislación, pueden desempeñar un importante papel a la hora de crear y facilitar un entorno propicio para las innovaciones y velar por que las tecnologías estén disponibles y accesibles para todos y cumplan objetivos socialmente deseables, como la inclusión y la sostenibilidad ambiental. En muchos contextos, las políticas, la legislación y las inversiones públicas son necesarias para hacer frente a limitaciones que exceden el control de los agentes privados. Esta cuestión se trata con más detalle en el Capítulo 5.