Los adelantos en automatización agrícola pueden crear nuevas oportunidades empresariales, como por ejemplo oportunidades relacionadas con la agricultura orgánica y los productos botánicos con valiosas propiedades aromáticas, medicinales y nutricionales. Pueden también contribuir a la recuperación de cultivos tradicionales ricos en nutrientes que eran difíciles de mecanizar. Esto está empezando ya a ocurrir en algunos países de ingresos altos. En Francia, en 2018, se emplearon 150 robots para el deshierbe de hortalizas orgánicas y remolacha azucarera46. En un país en el que una de las principales limitaciones para la agricultura orgánica o biodinámica son los elevados costos de mano de obra, la utilización de máquinas autónomas de deshierbe para eliminar las malas hierbas e IA para detectar enfermedades de las plantas permite una rápida expansión de la producción orgánica, que puede hacer disminuir los precios de los productos orgánicos de forma sustancial. Se trata de buenas noticias para los consumidores que prefieren comprar productos orgánicos, pero no se pueden permitir los elevados precios actuales47.
Otro ejemplo es el maíz. Al mecanizarse la producción de maíz, se desarrollaron híbridos cuyas mazorcas estaban casi a la misma altura para facilitar la cosecha mecánica. Sin embargo, el proceso de fitomejoramento resultó en la pérdida de algunos valores nutricionales y culinarios. No obstante, ahora es posible recuperar estos valores, ya que las máquinas autónomas con IA son capaces de cosechar variedades de maíz tradicionales, más sabrosas y más nutritivas, cuyas mazorcas están a diferente altura. De igual forma, para la mecanización de la recogida del tomate fueron necesarias variedades que madurasen de manera uniforme, pero este proceso provocó la pérdida de valor nutricional y sabor. La recogida selectiva con máquinas autónomas logró permitir la producción comercial de variedades autóctonas tradicionales de gran sabor47.
Además de las oportunidades empresariales antes mencionadas, la automatización puede ofrecer más noticias buenas a los consumidores, ya que brinda la posibilidad de producir alimentos de menor costo. El principal riesgo desde la perspectiva de los consumidores es que la automatización estimula la concentración en el sector alimentario, dando lugar a que un pequeño número de grandes corporaciones ocupen una posición dominante; estas fijan luego precios monopolísticos que perjudican a los consumidores y reducen la producción a niveles poco óptimos desde un punto de vista social. Por otro lado, las corporaciones cuentan con economías de escala y, por tanto, pueden producir bienes a costos más bajos que los competidores más pequeños. Si se puede evitar una concentración excesiva, los consumidores podrían incluso tener mejores condiciones que en un mercado perfectamente competitivo formado por muchos pequeños productores. En el Gran Los Ángeles, en los Estados Unidos de América, a diferencia de los pequeños comerciantes minoristas de alimentos, los supermercados no suben los precios en función de la concentración del mercado o el aumento de las cuotas de mercado. La competencia entre supermercados les impide establecer precios monopolísticos y así los consumidores perciben los beneficios de la reducción de costos relacionada con el incremento de la eficiencia derivado de las economías de escala48. Las políticas que favorecen la competencia en los mercados son fundamentales para limitar la consolidación empresarial y proteger el bienestar del consumidor3.
Existe el riesgo de que, si las tecnologías de automatización no son neutrales en cuanto a la escala, los pequeños productores y elaboradores se puedan ver forzados a retirarse del negocio al carecer de las economías de escala necesarias para seguir siendo competitivos. No obstante, este no tiene que ser un resultado de introducir la automatización digital en la agricultura. Para evitar esta fatalidad, es preciso que una automatización digital de bajo costo (esto es, neutral respecto de la escala) y gran eficacia llegue a estar tan extendida como la telefonía móvil. Con la infraestructura digital y el entorno jurídico, regulador y cultural adecuados, existe gran potencial para un desarrollo económico rural sostenible basado en una agricultura intensiva, pero sostenible. Si los países —y en particular los países de ingresos bajos y medianos— ganan o pierden con la automatización agrícola dependerá de cómo gestionen esta transición. Aquellos países que creen la infraestructura física, económica, jurídica y social necesaria para la automatización digital podrán beneficiarse. Los países que ignoren el desafío podrían perder el empleo agrícola manual de bajos salarios que tienen ahora, sin desarrollar oportunidades agrícolas de salarios más altos basadas en la automatización. Los antecedentes sugieren que la cooperación internacional es crucial para prepararse para la transición; no obstante, la voluntad política de reconocer estas oportunidades y adoptar medidas en consonancia no es menos esencial3, 47, 49.