El estado mundial de la pesca y la acuicultura 2022

Parte 4 Cuestiones emergentes y perspectivas

Previsiones de la pesca y la acuicultura

Nota: En el momento en que se redacta el presente informe (marzo de 2022), el conflicto de Ucrania añade otro grado de incertidumbre a las cadenas de valor y el comercio mundiales. Los precios de la energía y los insumos, incluidos los piensos para la acuicultura, ya han empezado a subir. Ello está aumentando los gastos operacionales, provocando un incremento de los precios de los productos pesqueros y acuícolas13. Las cancelaciones de vuelos o los cambios de rutas están ejerciendo presión en la capacidad de carga y provocando más perturbaciones en las cadenas de suministro y retrasos en las entregas. El conflicto también amenaza con causar profundos cambios geopolíticos con efectos en las relaciones comerciales entre China, los Estados Unidos de América, Europa, la Federación de Rusia y el resto del mundo, lo cual probablemente repercutirá considerablemente en los sectores de la pesca y la acuicultura. En las previsiones que siguen solo se consideran de forma marginal los posibles efectos de la guerra. Se introducirán ajustes en futuras revisiones de las previsiones a medida que se disponga de evaluaciones de impacto.

En esta sección se presentan las perspectivas a medio plazo utilizando el modelo pesquero de la FAO (FAO, 2012b, págs. 186 a 193), elaborado en 2010 para arrojar luz sobre los posibles acontecimientos futuros en la pesca y la acuicultura. El modelo pesquero está vinculado con el modelo Aglink-Cosimo utilizado anualmente para generar las previsiones agrícolas a 10 años elaboradas conjuntamente por la OCDE y la FAO y publicadas cada año en el informe OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas (OCDE y FAO, 2021b), pero no está integrado en él. El modelo pesquero de la FAO utiliza un conjunto de supuestos macroeconómicos y precios seleccionados para generar las previsiones agrícolas. Las previsiones sobre la pesca y la acuicultura que se presentan en esta sección se han obtenido mediante un análisis especial realizado por la FAO para los años 2021 a 2030.

Las previsiones presentadas en esta sección muestran unas perspectivas del sector de la pesca y la acuicultura en cuanto a la producción13, la utilización, el comercio14, los precios y las cuestiones clave que podrían influir en la oferta y la demanda futuras. Es importante destacar que las previsiones no son pronósticos, sino más bien hipótesis plausibles que permiten comprender cómo pueden evolucionar esos sectores a la luz de un conjunto de supuestos específicos relativos a aspectos como el entorno macroeconómico futuro; los aranceles y las normas comerciales internacionales; la frecuencia de fenómenos y sus efectos en los recursos; la ausencia de otros fenómenos graves como tsunamis, tormentas tropicales (ciclones, huracanes y tifones), inundaciones y nuevas enfermedades incipientes de las especies acuáticas; la mejora de las medidas de ordenación de la pesca y la acuicultura, incluidas limitaciones de las capturas; y la ausencia de perturbaciones del mercado. En vista del importante papel que desempeña China en los sectores de la pesca y la acuicultura, los supuestos parten de que persista la evolución de las políticas en este país (FAO, 2018b, Recuadro 31) descrita en los planes quinquenales 13.º (2016-2020) y 14.º (2021-25) hacia una pesca y una acuicultura más sostenibles y respetuosas del medio ambiente. El futuro de los sectores de la pesca y la acuicultura dependerá de muchos factores diferentes que revisten importancia a nivel mundial, regional y local. Se prevé que el crecimiento demográfico y económico, la urbanización, los adelantos tecnológicos y la diversificación de la dieta creen un aumento de la demanda de alimentos, en particular de productos de origen animal, incluidos los alimentos acuáticos13.

Producción

Sobre la base de los supuestos utilizados, se prevé que la producción total de la pesca y la acuicultura (excluidas las algas13) siga aumentando y alcance los 202 millones de toneladas en 2030 (Figura 70). Ello supone un incremento del 14 % con respecto a 2020 y 24 millones de toneladas más en cifras absolutas (Cuadro 18). Sin embargo, aunque la cantidad total sigue aumentando, se prevé que tanto la tasa como el nivel absoluto de crecimiento disminuyan en comparación con el crecimiento del 23 % (33 millones de toneladas) registrado en el período 2010-2020. La mayor parte del aumento de la producción pesquera y acuícola mundial provendrá del sector de la acuicultura, donde el volumen total debería superar el umbral de los 100 millones de toneladas por primera vez en 2027. Se prevé que la producción acuícola aumente a 106 millones de toneladas en 2030, lo que supondría un incremento global del 22 %, esto es, casi 19 millones de toneladas, con respecto a 2020. Según las previsiones, la proporción de especies cultivadas en la producción mundial de la pesca y la acuicultura (para usos alimentarios y no alimentarios) aumentará del 49 % en 2020 al 53 % en 2030 (Figura 71).

FIGURA 70PRODUCCIÓN MUNDIAL DE LA PESCA DE CAPTURA Y LA ACUICULTURA, 1980-2030

FUENTE: FAO.
NOTAS: Excluidos los mamíferos acuáticos, los reptiles, los anfibios, las tortugas, las algas, las esponjas y los corales. Los datos se expresan en términos de equivalente en peso vivo.
FUENTE: FAO.

CUADRO 18PRODUCCIÓN PREVISTA DE LA PESCA Y LA ACUICULTURA HASTA 2030

FUENTE: FAO.
1 Chipre está incluido en Asia y en la Unión Europea. 2 Respecto de 2020, el valor total incluye también 1 030 toneladas de países sin identificar; datos no incluidos en ningún otro total.
FUENTE: FAO.

FIGURA 71PRODUCCIÓN MUNDIAL DE LA PESCA DE CAPTURA Y LA ACUICULTURA, 1980-2030

FUENTE: FAO.
NOTAS: Excluidos los mamíferos acuáticos, los cocodrilos, los lagartos, los caimanes y las algas. Los datos se expresan en términos de equivalente en peso vivo.
FUENTE: FAO.

El ritmo medio de crecimiento anual de la producción acuícola debería disminuir en el próximo decenio a menos de la mitad del ritmo observado en el decenio anterior, reduciéndose del 4,2 % en el período 2010-2020 al 2,0 % en el período 2020-2030 (Figura 72). Varios factores contribuirán a esta disminución15. Al respecto cabe mencionar una adopción y aplicación más amplias de los reglamentos ambientales; menor disponibilidad de agua y de lugares de producción adecuados; aumento de los brotes de enfermedades de los animales acuáticos relacionados con las prácticas de producción intensiva; y disminución de las ganancias de productividad de la acuicultura. En particular, se prevé que corresponda a las políticas de China una parte significativa de la reducción global del crecimiento. Se espera que estas políticas continúen la transición de la acuicultura extensiva a la intensiva, iniciada en 2016, al tiempo que integren mejor la producción con las consideraciones del medio ambiente mediante la adopción de innovaciones tecnológicas ecológicamente racionales, con una reducción inicial de la capacidad seguida de un crecimiento más rápido. Aunque China seguirá siendo el principal productor mundial hasta 2030, está previsto que su producción acuícola aumente un 21 % de 2020 a 2030, lo que supone casi la mitad del aumento de un 40 % registrado de 2010 a 2020. China representaba el 57 % de la producción de la acuicultura mundial en 2020 y, según las previsiones, este porcentaje disminuirá ligeramente al 56 % para 2030, a pesar de la contribución de la acuicultura a la producción pesquera y acuícola total de China, que aumentó del 79 % al 82 % en el mismo período. Se supone que la desaceleración prevista de la producción acuícola de China se compensará parcialmente con un aumento de la producción en otros países.

FIGURA 72TASA DE CRECIMIENTO ANUAL DE LA ACUICULTURA A NIVEL MUNDIAL, 1980-2030

FUENTE: FAO.
1 2030 se incluye en el decenio de 2020.
NOTA: Excluidas las algas.
FUENTE: FAO.

Se prevé que el crecimiento de la producción de acuicultura continúe en todos los continentes con variaciones en la gama de especies y productos entre los distintos países y regiones (Figura 73). Se espera que el sector se amplíe sobre todo en las Américas (un aumento del 29 % respecto de 2020), África (un aumento del 23 %) y Asia (un aumento del 22 %). El crecimiento de la producción acuícola de África estará impulsado por la capacidad de cultivo adicional puesta en práctica en los últimos años, así como por las políticas nacionales de promoción de la acuicultura impulsadas por el aumento de la demanda local como resultado de un mayor crecimiento económico. Sin embargo, a pesar de este crecimiento previsto, la producción acuícola general de África seguirá siendo limitada, con algo más de 2,8 millones de toneladas en 2030, y la mayor parte (1,9 millones de toneladas) corresponderá a Egipto. Los países asiáticos deberían seguir dominando el sector de la acuicultura, manteniendo su cuota del 88 % de la producción acuícola mundial en 2030, y ser responsables de más del 88 % del aumento de la producción para 2030.

FIGURA 73CONTRIBUCIÓN DE LA ACUICULTURA A LA PRODUCCIÓN PESQUERA Y ACUÍCOLA REGIONAL

FUENTE: FAO.
NOTA: Excluidos los mamíferos acuáticos, los cocodrilos, los lagartos, los caimanes y las algas.
FUENTE: FAO.

Todos los grupos de especies cultivados seguirán aumentando, pero las tasas de crecimiento no serán homogéneas entre los grupos, y la importancia cuantitativa de las distintas especies cambiará como consecuencia de ello. En general, se prevé que las especies cuya alimentación requiere mayores proporciones de harina y aceite de pescado crezcan más lentamente debido a los precios más altos previstos y a una menor disponibilidad de harina de pescado.

A diferencia del ligero descenso experimentado en 2019 y 2020, se prevé que la pesca de captura se recupere en los próximos decenios y que, como resultado de ello, la producción mundial de la pesca de captura a finales del período sobre el que se ofrecen perspectivas alcance los 96 millones de toneladas, esto es, más de 5 millones de toneladas más que en 2020, con un incremento global del 6 %. No obstante, en el próximo decenio se esperan algunas fluctuaciones relacionadas con el fenómeno de El Niño y una reducción de las capturas en América del Sur, especialmente en el caso de la anchoveta, lo que se traducirá en una disminución general de la producción mundial de la pesca de captura de alrededor del 2 % en esos años16. El aumento global en la producción de pesca de captura viene impulsado por distintos factores, entre otros: i) el aumento de las capturas en algunas zonas de pesca en las que las poblaciones de determinadas especies se están recuperando gracias a mejoras de la ordenación de los recursos; ii) el aumento de las capturas en las aguas de los pocos países con recursos infraexplotados, en los que existen nuevas oportunidades de pesca o en los que las medidas de ordenación pesquera son menos restrictivas; y iii) la mejora de la utilización de las capturas, incluida la reducción de los descartes, los desechos y las pérdidas, como consecuencia de la aplicación de la legislación o del aumento de los precios de mercado de las especies acuáticas tanto para productos alimentarios como no alimentarios. Se prevé que China siga siendo el principal país productor, incluso si su producción de pesca de captura se mantiene en los niveles alcanzados en 2020, a medida que persevere en sus políticas medioambientales en el próximo decenio. En lo que respecta a la pesca de captura, las políticas de China tienen por objeto reducir las capturas del país mediante controles de la concesión de licencias, la reducción del número de pescadores y embarcaciones pesqueras y el control de la producción. Otros objetivos son, por ejemplo, la modernización de las artes de pesca, las embarcaciones y la infraestructura; la reducción periódica de las subvenciones al combustible; la eliminación de la pesca INDNR, y el restablecimiento de las poblaciones de peces nacionales mediante la utilización de repoblación, arrecifes artificiales y cierres estacionales. No obstante, esta política de China prevé compensar la disminución prevista de las capturas nacionales con un aumento de las capturas de flotas de pesca en aguas distantes. Está previsto que en 2030 la producción de harina y aceite de pescado aumente durante el período abarcado por las perspectivas un 11 % y un 13 %, respectivamente, en comparación con 2020, si bien la proporción de la producción de pesca de captura que se reduce a harina y aceite de pescado debería disminuir levemente (un 17 % para 2030 en comparación con el 18 % en 2020). El incremento previsto de la producción de harina y aceite de pescado se debe al aumento global de la producción de la pesca de captura en 2030 respecto de 2020, junto con el aumento de la producción de harina y aceite de pescado obtenidos de desechos y subproductos del pescado de la industria de elaboración (Figura 74). Entre 2020 y 2030, se prevé que la proporción del total de harina de pescado obtenida de desechos de pescado aumente del 27 % al 29 %, mientras que está previsto que la proporción del total de aceite de pescado disminuya ligeramente del 48 % al 47 %.

FIGURA 74PRODUCCIÓN MUNDIAL DE HARINA DE PESCADO, 1990-2030

FUENTE: FAO.
FUENTE: FAO.

Consumo17

La mayoría de la producción pesquera y acuícola se utilizará para consumo humano, y se prevé que esta proporción siga aumentando del 89 % en 2020 al 90 % para 2030. En general, para 2030, se prevé que la cantidad de alimentos acuáticos destinados a consumo humano aumente en 24 millones de toneladas con respecto a 2020 y alcance los 182 millones de toneladas. Ello supone un aumento global del 15 %: ritmo más lento si se compara con el crecimiento del 23 % experimentado de 2010 a 2020. Esta ralentización obedece principalmente a la reducción de la cantidad de producción adicional de la pesca y la acuicultura disponible, el aumento de los precios de los alimentos acuáticos en términos nominales, una desaceleración del crecimiento demográfico y la saturación de la demanda en algunos países, sobre todo en países de altos ingresos, donde se prevé que el consumo dietético de alimentos acuáticos presente un incremento mínimo (un incremento medio anual del 0,3 % en el período 2020-2030).

En general, los principales factores que explican el aumento del consumo mundial de alimentos acuáticos serán una combinación de una demanda elevada como consecuencia del aumento de los ingresos y la urbanización, vinculada a la expansión de la producción pesquera y acuícola, las mejoras en los métodos postcaptura y los canales de distribución que amplían la comercialización de productos acuáticos18. La demanda también se verá estimulada por los cambios en las tendencias alimentarias, que apuntan a una mayor variedad en la tipología de los alimentos que se consumen y a una mayor atención a mejoras en la salud, la nutrición y la alimentación, en lo cual los alimentos de origen acuático desempeñan un papel fundamental.

El crecimiento de la demanda provendrá principalmente de los países de ingresos medianos, que previsiblemente representarán el 82 % del aumento del consumo para 2030 y consumirán el 73 % de los alimentos acuáticos disponibles para consumo humano en 2030 (frente al 72 % registrado en 2020). En 2030, alrededor del 72 % de la producción mundial de la pesca y la acuicultura disponible para consumo humano se consumirá en países asiáticos, mientras que las menores cantidades se consumirán en Oceanía. Se prevé que el consumo total de alimentos acuáticos aumente en todos los continentes para 2030 con respecto a 2020 y que se registren tasas de crecimiento más altas en África y Oceanía (26 % en ambas regiones), las Américas (17 %), Asia (15 %) y Europa (6 %).

En términos per cápita, se calcula que el consumo aparente de alimentos acuáticos alcance los 21,4 kg en 2030, aumento respecto de los 20,2 kg registrados en 2020. Sin embargo, la tasa media de crecimiento anual del consumo de alimentos acuáticos per cápita disminuirá del 1,0 % en el período 2010-2020 al 0,6 % en el período 2020-2030. El consumo per cápita de alimentos acuáticos aumentará en todas las regiones, salvo en África. Se calcula que las mayores tasas de crecimiento se registrarán en Oceanía (12 %), las Américas (9 %), Asia (7 %) y Europa (6 %). A pesar de estas tendencias regionales, las tendencias generales en cuanto a las cantidades y la variedad de alimentos acuáticos que se consume variarán entre países y dentro de ellos. En 2030, se prevé que aproximadamente el 59 % de los alimentos acuáticos disponibles para consumo humano proceda de la producción acuícola, aumento respecto del 56 % registrado en 2020 (Figura 75).

FIGURA 75AUMENTO DE LA FUNCIÓN DE LA ACUICULTURA

FUENTE: FAO.
NOTA: Excluidos los mamíferos acuáticos, los cocodrilos, los lagartos, los caimanes y las algas.
FUENTE: FAO.

En África, se prevé que el consumo de alimentos acuáticos per cápita disminuya ligeramente de 9,9 kg en 2020 a 9,8 kg en 2030. La disminución será mayor en el África subsahariana (de 8,6 kg a 8,4 kg en el mismo período). A pesar de que se prevé un aumento global del suministro total de alimentos acuáticos gracias al incremento de la producción y las importaciones, este no bastará para sobrepasar el crecimiento demográfico en África. Una de las pocas excepciones será Egipto, ya que se espera que el país aumente aún más su ya sustancial producción acuícola (con un aumento del 20 % en 2030 en comparación con 2020). La disminución prevista del consumo de alimentos acuáticos per cápita en África, en particular en el África subsahariana, plantea problemas de seguridad alimentaria debido a la elevada prevalencia de la subalimentación en la región (FAO et al., 2021) y a la importancia de las proteínas del pescado en la ingesta total de proteínas animales en muchos países africanos (véase la sección “Consumo de alimentos acuáticos”). La disminución también puede debilitar la capacidad de países que son más dependientes de los productos acuáticos para cumplir las metas de nutrición del ODS 2 (Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible), en particular las metas 2.1 y 2.2 de los ODS.

Comercio

La expansión del comercio de productos acuáticos proseguirá durante el período abarcado por las previsiones, pero a menor ritmo que en el decenio anterior, lo cual obedece a la ralentización del crecimiento de la producción, la subida de los precios de la pesca y la acuicultura (que frenarán la demanda y el consumo globales de especies acuáticas) y el fortalecimiento de la demanda interna en algunos de los principales países productores y exportadores, como China, que previsiblemente aumentará su producción acuícola destinada al mercado nacional. El comercio seguirá desempeñando un papel importante en los sectores de la pesca y la acuicultura, sobre todo en lo que respecta al suministro de alimentos y a la seguridad alimentaria. Se estima que, en 2030, se exportará alrededor del 36 % del total de la producción pesquera y acuícola (el 31 % sin incluir el comercio intracomunitario de la Unión Europea) en forma de diversos productos destinados a consumo humano o de bienes no comestibles. La acuicultura contribuirá a aumentar la proporción del comercio internacional de productos alimentarios acuáticos. Por lo que se refiere a la cantidad, China seguirá siendo el principal exportador de alimentos acuáticos, seguido de Viet Nam y Noruega. La mayor parte del aumento de las exportaciones de alimentos acuáticos provendrá de Asia, a la que corresponderá aproximadamente el 52 % de los volúmenes exportados adicionales para 2030. La participación de Asia en el comercio total de pescado destinado a consumo humano aumentará del 47 % en 2020 al 48 % en 2030. Los países de ingresos altos seguirán dependiendo en gran medida de las importaciones para satisfacer la demanda interna. La Unión Europea, el Japón y los Estados Unidos de América representarán el 39 % del total de las importaciones para consumo de alimentos acuáticos en 2030, proporción ligeramente inferior a la registrada en 2020 (40 %).

Se espera que el comercio de harina y aceite de pescado aumente un 9 % y un 7 %, respectivamente. El Perú y Chile seguirán siendo los principales exportadores de aceite de pescado, mientras que Noruega y la Unión Europea son los principales importadores, en particular en cuanto a la producción acuícola de salmonoideos. También se prevé que el Perú siga siendo el principal exportador de harina de pescado, seguido por la Unión Europea y Chile, mientras que China es el principal importador.

Precios

Está previsto que los sectores de la pesca y la acuicultura comiencen un decenio de aumento de los precios en valores nominales. Entre los factores que impulsan esta tendencia figuran, por el lado de la demanda, la mejora de los ingresos, el crecimiento demográfico y el aumento de los precios de la carne y, por el lado de la oferta, el aumento marginal de la producción de la pesca de captura, la ralentización del crecimiento de la producción de acuicultura y la presión de los costos correspondientes a algunos insumos fundamentales como los piensos, la energía y el aceite de pescado. Además, la desaceleración de la producción pesquera y acuícola de China estimulará el aumento de los precios en ese país, lo que repercutirá en los precios mundiales. El mayor aumento está previsto para el precio medio de los productos comercializados (un 33 % más alto en 2030 que en 2020), seguido del precio medio de los productos de la acuicultura (un 29 % más alto), que será superior al del pescado capturado (un 19 %, sin incluir el pescado que no se destina a usos alimentarios). Los precios de las especies acuáticas cultivadas también aumentarán debido al incremento de los precios de la harina y el aceite de pescado, que previsiblemente aumentarán un 11 % y un 1 %, respectivamente, en valores nominales para 2030 como resultado de la fuerte demanda mundial. Los altos precios de los piensos también podrían repercutir en la composición de las especies en la acuicultura, con un cambio hacia especies que requieren menos piensos o piensos más baratos o no requieren piensos. El aumento de los precios en el nivel de la producción, sumado a la elevada demanda de alimentos acuáticos, estimulará un incremento estimado del 18 % en el precio medio de los productos acuáticos comercializados internacionalmente para 2030 en relación con 2020.

En valores reales, se presume que todos los precios, salvo los de la producción de la acuicultura y los productos acuáticos comercializados, disminuirán ligeramente durante el período abarcado por las previsiones, aunque se mantendrán relativamente altos. Por lo que se refiere a los productos acuáticos individuales, la volatilidad de los precios podría ser más pronunciada como resultado de las fluctuaciones de la oferta o la demanda. Además, dado que se prevé que la acuicultura represente una mayor proporción de la oferta pesquera y acuícola mundial, esta podría tener mayor repercusión en la formación de los precios en los mercados nacionales e internacionales de productos acuáticos. Se espera que los principales descensos correspondan a los precios de la harina y el aceite de pescado. Sin embargo, ambos precios salen de niveles bastante altos históricamente y, para 2030, los precios de la harina de pescado seguirán siendo un 28 % más altos que en 2005, año en que comenzaron los grandes aumentos de los precios. Esta situación está incluso más acentuada en el caso del aceite de pescado, donde se prevé que el precio real en 2030 sea un 70 % mayor que el observado en 2005. Tomando todo esto en conjunto y asumiendo que el resto permanecerá sin cambios, cabe suponer que convertir la pesca de captura y los desechos de la pesca en harina y aceite de pescado seguirá siendo una actividad lucrativa durante el período objeto de las previsiones.

Resumen de las principales conclusiones de las previsiones

De los análisis se desprenden las siguientes tendencias principales para el período hasta 2030:

  • Se prevé que la producción, el consumo y el comercio mundiales de la pesca y la acuicultura aumenten, pero a un ritmo de crecimiento que se ralentizará con el tiempo.
  • Se prevé que la producción mundial de captura crezca moderadamente debido al aumento de la producción en zonas donde los recursos se gestionan de manera adecuada.
  • Se prevé que el aumento de la producción acuícola mundial, a pesar de su desaceleración, colme la mayor parte de la brecha entre la oferta y la demanda.
  • La oferta de alimentos acuáticos aumentará en todas las regiones, en tanto que se prevé que el consumo per cápita disminuya ligeramente en África, en particular en el África subsahariana, lo que suscita preocupación en relación con la seguridad alimentaria.
  • Se espera que el comercio de productos acuáticos aumente más lentamente que en el decenio precedente, pero, según las previsiones, se mantendrá estable la proporción de la producción de la pesca y la acuicultura que se exporta.
  • Aunque todos los precios aumentarán en valores nominales, se prevé que disminuyan en valores reales, salvo los de la acuicultura y los de productos comercializados.
  • Se prevé que las nuevas reformas y políticas en materia de pesca y acuicultura que China aplicará como continuación de sus planes quinquenales 13.º (2016-2020) y 14.º (2021-25) tengan notables repercusiones a nivel mundial, con cambios en los precios, la producción y el consumo.

Principales incertidumbres

Las previsiones que se presentan en esta sección (véase también el Recuadro 33) se basan en una serie de supuestos económicos, de políticas y ambientales. Una desviación de cualquiera de estos supuestos daría lugar a previsiones diferentes para la pesca y la acuicultura. A corto plazo, los destacados niveles de incertidumbre van ligados a la pandemia de la COVID-19 y los efectos conexos, en la medida en que las cadenas de valor y el comercio mundiales aún se recuperan, así como el conflicto entre la Federación de Rusia y Ucrania. Este conflicto actual probablemente tenga múltiples repercusiones en el comercio, los precios, la logística, la producción, la inversión, el crecimiento económico y los medios de vida, provocando repercusiones apreciables para la seguridad alimentaria más allá de Ucrania y con destacados efectos también en los sectores de la pesca y la acuicultura (Recuadro 34).

RECUADRO 33 POSIBLES HIPÓTESIS PARA LA PESCA Y LA ACUICULTURA HASTA 2050

La FAO ha realizado recientemente previsiones preliminares hasta 20501 y ha planteado tres hipótesis posibles en cuanto a la pesca y la acuicultura para su estudio y actuación al respecto. Estas previsiones están basadas en varias expectativas de crecimiento del sector, partiendo de los resultados del modelo pesquero de la FAO incluido en la publicación OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas2. Las hipótesis son las siguientes:

SITUACIÓN SIN CAMBIOS
Esta hipótesis sigue vías de tendencias similares a las obtenidas de las previsiones de la OCDE y la FAO hasta 2030, con un incremento moderado de la pesa de captura (derivado principalmente de una mejora de la ordenación) y un aumento importante de la acuicultura (a pesar de los ritmos más lentos de crecimiento en comparación con decenios anteriores). La hipótesis apunta a un ligero crecimiento de la pesca de captura marina y continental, debido en parte a una mejora de los sistemas de información relativa a la pesca continental. El porcentaje de la pesca de captura marina no utilizada para consumo humano directo debería aumentar ligeramente para 2050 en comparación con 2030 como resultado de las mejoras tecnológicas.

VÍA LENTA
Esta hipótesis prevé varios fallos en la expansión de la acuicultura y el uso continuado de prácticas insostenibles que llevan al deterioro en muchos nuevos emprendimientos, dando lugar a un crecimiento limitado de la acuicultura y un ligero descenso en la pesca de captura. La pesca de captura, tanto marina como continental, experimenta un deterioro constante de la base de recursos cada año hasta 2050. La hipótesis de vía lenta también prevé una pérdida del 9,6 % en el rendimiento de 2050, en consonancia con las previsiones de la trayectoria de concentración representativa 8.5 (RCP 8.5) (“situación sin cambios”) sobre los efectos del cambio climático3. El porcentaje de pescado de captura marina no destinado al consumo humano directo debería permanecer en un nivel similar a lo previsto en 2031, sin beneficiarse de las nuevas innovaciones tecnológicas.

VÍA RÁPIDA
Esta hipótesis prevé algunos resultados positivos, que permiten el desarrollo y la expansión de la acuicultura de una manera sostenible. Las tasas de crecimiento son modestas, pero importantes, en la medida en que la producción aumenta y refleja una inversión mayor en acuicultura marina. Se espera también una serie de resultados positivos para la pesca de captura marina, donde el crecimiento avanza hacia el rendimiento sostenible máximo estimado para los océanos y los mares y la ambiciosa meta de 95,5 millones de toneladas para 2050. Se prevé que la pesca de captura continental aumente a 13,5 millones de toneladas, reflejando así la mejora de los sistemas de recopilación de datos y la aplicación de medidas de ordenación, de las que actualmente se carece en muchas cuencas hidrográficas. Además, la pesca de captura (tanto marina como continental) experimenta una disminución del 4,05 % en el rendimiento en 2050, en sintonía con las previsiones de la RCP2.6 (“mitigación estricta”) sobre los efectos del cambio climático en la pesca de captura3, 4. Se prevé que el porcentaje de la pesca de captura marina que no se destina a consumo humano directo disminuya a raíz de las mejoras tecnológicas, incluida la reducción de las pérdidas y el desperdicio.

PREVISIONES DE PRODUCCIÓN Y UTILIZACIÓN DE LA PESCA Y LA ACUICULTURA PARA 2050, CONFORME A TRES HIPÓTESIS DE PREVISIÓN DISTINTAS

FUENTE: FAO.
NOTA: Excluidos los mamíferos acuáticos, los cocodrilos, los lagartos, los caimanes y las algas.
FUENTE: FAO.

En lo que respecta al consumo, la hipótesis relativa a una situación sin cambios permitiría que el aparente consumo per cápita de alimentos acuáticos aumentara a 22,3 kg para 2050, por encima de los 20,2 kg estimados en 2020, aumentando así la contribución de los alimentos acuáticos a la lucha contra el hambre y la malnutrición. El aumento del consumo per cápita, tal como se prevé en la hipótesis de vía rápida, hasta alcanzar los 25,5 kg, sería teóricamente posible mediante un desarrollo innovador e intensivo de la acuicultura, junto con una gestión ambiciosa y eficaz de todas las pesquerías de captura en todo el mundo. Por otro lado, la incapacidad de abordar los actuales modelos de sobrepesca y el limitado crecimiento de la acuicultura podrían dar lugar a una disminución del consumo per cápita hasta 18,5 kg para 2050, lo que supondría volver a niveles anteriores a 2012, con una importante repercusión en la seguridad alimentaria, en particular para países que dependen más de los alimentos acuáticos en sus dietas.

2020 FRENTE A 2050 EN CUANTO A PRODUCCIÓN Y CONSUMO SEGÚN LAS TRES HIPÓTESIS

FUENTE: FAO.
NOTAS: BAU = [hipótesis de] situación sin cambios (por sus siglas en inglés). Excluidos los mamíferos acuáticos, los cocodrilos, los lagartos, los caimanes y las algas. Los datos se expresan en términos de equivalente en peso vivo.
FUENTE: FAO.

Los resultados de estas previsiones se presentan en el cuadro.

La naturaleza de estas previsiones no es predecir el futuro, sino establecer condiciones límite que permitan la adopción de medidas apropiadas para alcanzar seguridad alimentaria y nutricional (véase la figura). En particular, la FAO considera que la hipótesis de una situación sin cambios es la más plausible, ya que intenta extrapolar las tendencias a medio plazo estimadas por el modelo pesquero de la FAO para 2050. El modelo pesquero de la FAO utiliza un conjunto de supuestos macroeconómicos y precios seleccionados, y no solo previsiones de crecimiento, pero estos supuestos se vuelven cada vez más inciertos con el paso del tiempo y necesitan ajustes periódicos. Por otro lado, las hipótesis de vía lenta y vía rápida están diseñadas para poder apreciar la variedad de posibilidades previstas. Este marco de hipótesis permite un debate que reconoce que el presente no siempre es una buena predicción del futuro, pero también que las decisiones adoptadas de cara al futuro tendrán repercusiones significativas y cuantitativas en la contribución de los productos acuáticos a la seguridad alimentaria y la nutrición. El sector seguirá siendo fundamental para alimentar un mundo en el que podría haber 9 700 millones de personas en 2050, pero esta contribución puede ser más significativa si se adoptan las decisiones correctas en materia de políticas.

RECUADRO 34 UCRANIA: REPERCUSIÓN PRELIMINAR DEL CONFLICTO EN EL SECTOR DE LA PESCA Y LA ACUICULTURA

ANTECEDENTES
Antes del conflicto, la producción pesquera y acuícola total de Ucrania era de unas 87 200 toneladas: 26 700 toneladas procedentes de aguas continentales, 41 900 toneladas de aguas marinas y 18 600 toneladas de la acuicultura. Las embarcaciones de pesca del país operaban en el Mar Negro y el mar de Azov dentro de la zona económica exclusiva de Ucrania y los países vecinos y en aguas distantes, en particular en el Atlántico y el Pacífico antártico. En 2020, las capturas totales en el Mar Negro y el mar de Azov rondaron 20 800 toneladas obtenidas por un total de 1 300 embarcaciones.

La mayoría de las 4 000 granjas piscícolas registradas en Ucrania son de pequeña escala y producen diversas especies —principalmente carpas, pero también bagres, lucios y truchas— criados en estanques artesanales. En lo que respecta a la acuicultura en zonas marinas, no hay granjas activas desde 2014, ya que las cuatro granjas de marisco del país y un criadero de rodaballo se encontraban en la República Autónoma de Crimea y en la ciudad de Sebastopol (Ucrania), ocupada temporalmente por la Federación de Rusia.

El consumo per cápita de alimentos acuáticos era de unos 12 kg a 13 kg anuales procedentes principalmente de importaciones de países europeos. En los últimos años, las importaciones han aumentado, aunque con algunas fluctuaciones importantes, registrando en 2021 un máximo de más de 1 000 millones de USD. Ese mismo año, las exportaciones de productos acuáticos se valoraron en 66 millones de USD. Las importaciones incluyen salmonoideos, caballas, arenques y merluzas, casi un tercio de ellos (31 %) procedente de Noruega. Por otro lado, las exportaciones comprenden sobre todo salmón y filetes de bacalao, y más de la mitad de esos productos tiene como destino varios países europeos.

REPERCUSIONES
Según la información proporcionada por el Organismo Pesquero Estatal de Ucrania, debido al conflicto en curso y a los riesgos conexos para los pescadores, todos los puntos de desembarque y puertos ubicados en la costa están cerrados, y las actividades pesqueras marinas se han suspendido. La pesca continental se ha visto gravemente afectada, pues la actividad no supera el 30 % de capacidad. En algunas regiones (como Chernígov, Jersón y Zaporiyia) se han suspendido las actividades completamente, mientras que en otras siguen llevándose a cabo en estuarios, embalses y lagos.

Del mismo modo, la acuicultura se ha visto gravemente perturbada en Ucrania como resultado de la interrupción del suministro de alevines, pienso y otros servicios, los daños en la infraestructura y la baja demanda. Según estimaciones preliminares de la FAO, si persiste el conflicto, el costo económico en 2022 sería de al menos 70 millones de USD en el caso de la producción primaria, y lo más probable es que esta cifra se triplique si se incluye el valor de las actividades posteriores a la captura, además de una pérdida neta de 66 millones de USD generada previamente por las exportaciones. La pérdida de importaciones ha afectado en gran medida al consumo de alimentos acuáticos. La infraestructura se ha visto muy afectada y todos los envíos comerciales en los puertos ucranianos están actualmente paralizados, lo cual tiene considerables repercusiones en el comercio destinado a Ucrania y procedente del país.

Fuera de Ucrania, la pesca marina en el Mar Negro de los países vecinos también se ha visto gravemente afectada. Muchos estudios de investigación sobre la pesca y actividades de seguimiento, control y vigilancia se han visto perturbados o se han dejado de realizar.

En general, el conflicto en Ucrania está repercutiendo gravemente en los mercados mundiales de los productos pesqueros y acuícolas. El sector pesquero de la Federación de Rusia (en 2020, el quinto mayor productor de pesca de captura) está muy orientado a la exportación. En 2021, sus exportaciones de productos pesqueros y acuícolas alcanzaron los 6 100 millones de USD, valor superior a los 4 900 millones de USD registrados en 2020. Actualmente, estas exportaciones se están viendo gravemente perturbadas y está por ver la repercusión que tendrá esta situación en cuanto al valor y al destino de dichas exportaciones. La presión inflacionaria sobre la economía mundial a raíz de costos cada vez mayores de los insumos y las operaciones en los principales países productores de alimentos acuáticos están empeorando el acceso a la inversión en un sector que ya se suele considerar arriesgado a efectos de la inversión privada e institucional.

Además, es probable que en el próximo decenio se produzcan grandes cambios en el medio ambiente, la disponibilidad de recursos, las condiciones macroeconómicas, los aranceles y las normas comerciales internacionales y las características del mercado que pueden afectar a la producción, los mercados y el comercio a medio plazo. Se prevé que la variabilidad y el cambio climáticos, incluidas la frecuencia y la amplitud de los fenómenos meteorológicos extremos, tengan efectos importantes y geográficamente diferenciados en la disponibilidad, la elaboración y el comercio de productos acuáticos, lo que hará que los países sean más vulnerables a los riesgos. Estos riesgos pueden verse exacerbados por lo siguiente: i) una gobernanza deficiente que ocasione la degradación del medio ambiente y la destrucción de los hábitats, lo que da lugar a presiones en las bases de recursos, la sobrepesca, la pesca INDNR, enfermedades e invasiones de especies fugitivas y no nativas; y ii) problemas de la acuicultura relacionados con la accesibilidad y la disponibilidad de emplazamientos y recursos hídricos y el acceso al crédito, semillas y conocimientos especializados. Sin embargo, estos riesgos pueden mitigarse mediante una gobernanza eficaz y con capacidad de respuesta que promueva regímenes estrictos de ordenación pesquera, un crecimiento responsable de la acuicultura y mejoras en la tecnología, las innovaciones y la investigación. A largo plazo, la aplicación de estas mejoras y de políticas de ordenación apropiadas puede repercutir muy positivamente en la producción total de la pesca y la acuicultura, tal y como se ilustra en la hipótesis de vía rápida (high-road) hasta 2050 desarrollada por la FAO. Además, los requisitos de acceso a los mercados relacionados con las normas de inocuidad, calidad y rastreabilidad de los alimentos y la legalidad de los productos seguirán regulando el comercio internacional de productos pesqueros y acuícolas.

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