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CÔTE D’IVOIRE Alimentando tilapias en una granja de Padiegnan, aldea incluida en el proyecto FISH4ACP.
©FAO/Sia Kambou

El estado mundial de la pesca y la acuicultura 2022

Parte 2 Hacia la transformación azul

TRANSFORMACIÓN AZUL1: VISIÓN PARA TRANSFORMAR LOS SISTEMAS ALIMENTARIOS ACUÁTICOS

La prevalencia de la inseguridad alimentaria de moderada a grave ha aumentado desde 2014, y se ha visto agravada por la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19). Actualmente, más de 800 millones de personas padecen hambre y 2.400 millones tienen un acceso muy limitado a una alimentación adecuada. A medida que nos adentramos en el Decenio de acción para cumplir los objetivos mundiales2, sigue aumentando el desafío de alimentar a una población cada vez mayor sin agotar nuestros recursos naturales. En este contexto, los sistemas alimentarios acuáticos1 cobran cada vez más protagonismo debido a su potencial para cubrir una mayor proporción de las necesidades de alimentos nutritivos de la humanidad.

Los alimentos acuáticos son fuentes de proteínas animales y micronutrientes muy accesibles y asequibles, y desempeñan un papel fundamental en la seguridad alimentaria y nutricional de muchas personas, especialmente en el caso de las poblaciones costeras vulnerables. Su papel decisivo como proveedores de alimentos de gran valor nutritivo esenciales para el desarrollo físico y cognitivo ha ido en aumento (Naciones Unidas sobre nutrición, 2021), a pesar de que actualmente su consumo se considera un objetivo clave en menos de la mitad de las políticas de salud pública y nutrición (Koehn et al., 2021). Además, la pesca y la acuicultura ya mantienen 58,5 millones de puestos de trabajo en el sector primario, incluidos los puestos de trabajo a tiempo parcial y ocasionales, y 600 millones de medios de vida, y el comercio de productos acuáticos constituye una importante fuente de moneda fuerte e ingresos para los países y regiones exportadores.

Lamentablemente, la producción y la distribución de alimentos acuáticos no están libres de problemas. Las estrategias encaminadas a ofrecer sistemas alimentarios saludables, sostenibles y equitativos por lo general no han contemplado adecuadamente las graves repercusiones a largo plazo de la sobrepesca, la degradación del hábitat y la desigualdad en el acceso a los recursos y los mercados. En 2021, el Comité de Pesca (COFI) de la FAO aprobó por unanimidad la Declaración del Comité de Pesca en favor de la pesca y la acuicultura sostenibles (FAO, 2021), en la que se reconocen las contribuciones del sector a la lucha contra la pobreza y el hambre desde la aprobación del Código de Conducta para la Pesca Responsable de 1995.

Siguen surgiendo ejemplos satisfactorios de restauración de poblaciones saludables de peces y garantía de medios de vida gracias a una gestión adecuada o una ampliación de las operaciones de acuicultura sostenible. Una mayor comprensión de los efectos del cambio climático y de otras catástrofes naturales y crisis provocadas por el hombre también puede servir para proteger y ampliar los servicios proporcionados por los sistemas alimentarios acuáticos. Teniendo en cuenta estos conocimientos, en la Declaración de 2021 del Comité de Pesca se definen las esferas prioritarias que permitirán seguir transformando la pesca y la acuicultura y, con ello, desarrollar una visión del siglo XXI para el sector en la que se compartan y amplíen los logros alcanzados en todo el mundo, de manera que los sistemas alimentarios acuáticos pasen de entenderse como problema a ofrecer una solución reconocida para la seguridad alimentaria y nutricional, así como para el bienestar ambiental y social.

La transformación azul es la visión y el proceso mediante el cual la FAO, sus Miembros y sus asociados pueden utilizar los conocimientos, instrumentos y prácticas actuales y nuevos para garantizar y aumentar al máximo la contribución de los sistemas alimentarios acuáticos (tanto marinos como continentales) a la seguridad alimentaria, la nutrición y las dietas saludables asequibles para todos.

¿Por qué necesitamos una transformación azul?

En los últimos decenios, la elaboración de políticas, la innovación de los sectores público y privado y el aumento del consumo han impulsado una importante evolución de los sistemas alimentarios acuáticos. En los 25 años posteriores a la aprobación del Código de Conducta para la Pesca Responsable, la producción de la pesca de captura permaneció estable, pero la producción acuícola creció un 250 %, lo que permitió al sector atender el aumento de la demanda y el consumo de alimentos acuáticos, que se elevó a 20,5 kg por persona y año (tasa de crecimiento que duplica la de la población mundial). La integración de los alimentos acuáticos en las cadenas de suministro mundiales y regionales hace que el valor del comercio de los productos provenientes de la pesca y la acuicultura sea ahora un 200 % mayor que en 1995 y que el valor comercial neto (exportaciones menos importaciones) de los productos alimentarios acuáticos en los países que no son de ingresos altos supere al de todos los demás productos alimentarios juntos.

La transformación azul es una iniciativa dirigida a promover enfoques innovadores que amplíen la contribución de los sistemas alimentarios acuáticos a la seguridad alimentaria y la nutrición y a las dietas saludables asequibles. La consecución de los objetivos de la transformación azul exige el uso de enfoques integrales y adaptativos que tengan en cuenta la compleja interacción entre los componentes mundiales y locales de los sistemas alimentarios y apoyen intervenciones de múltiples partes interesadas para garantizar y mejorar los medios de vida, fomentar la distribución equitativa de los beneficios y hacer posible un uso adecuado de la biodiversidad y los ecosistemas, así como su conservación.

Mediante la transformación azul, los sistemas alimentarios acuáticos pueden:

  • favorecer el suministro de suficientes alimentos acuáticos para una población cada vez mayor de forma sostenible desde el punto de vista ambiental, social y económico;
  • garantizar la disponibilidad y accesibilidad de alimentos acuáticos inocuos y nutritivos para todos, especialmente para las poblaciones vulnerables, y reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos;
  • garantizar que los sistemas alimentarios acuáticos contribuyan a mejorar los derechos y los ingresos de las comunidades que dependen del sector para lograr medios de vida equitativos, y
  • apoyar la resiliencia de los sistemas alimentarios acuáticos, que se ven influidos en gran medida por los procesos humanos y ambientales dinámicos, incluidos los derivados del cambio climático.

Objetivos de la transformación azul

La transformación azul persigue tres objetivos básicos:

  1. La expansión y la intensificación sostenible de la acuicultura con el fin de apoyar las metas mundiales de seguridad alimentaria y atender la demanda mundial de alimentos acuáticos nutritivos y la distribución equitativa de los beneficios.
  2. La gestión eficaz de todo el sector pesquero con el fin de lograr poblaciones de peces saludables y asegurar los medios de vida.
  3. El perfeccionamiento de las cadenas de valor con el fin de garantizar la viabilidad social, económica y ambiental de los sistemas alimentarios acuáticos, y asegurar los resultados nutricionales.

En los próximos 10 años, la acuicultura debe expandirse de forma sostenible para atender la demanda mundial en auge de alimentos acuáticos, especialmente en las regiones con déficit de alimentos, mientras se generan nuevas fuentes de ingresos y empleo o se consolidan las existentes. Para ello es necesario actualizar la gobernanza de la acuicultura fomentando mejoras en las políticas y los marcos jurídicos, institucionales y de planificación. La FAO y sus asociados deben centrar su atención en la demanda apremiante de desarrollo y de transferencia de tecnologías innovadoras y mejores prácticas para generar operaciones eficientes, resilientes y sostenibles. La transformación constante de la acuicultura es aplicable a la mayoría de las regiones, pero es especialmente decisiva en las regiones que sufren inseguridad alimentaria; se persigue el objetivo de aumentar la producción mundial entre un 35 % y un 40 % para 2030, en función del contexto nacional y regional.

La gestión eficaz de todo el sector pesquero es un objetivo no negociable de la transformación azul. Allí donde la gestión es eficaz, los recursos pesqueros se han reconstituido y son cada vez más sostenibles. Para lograr este objetivo, la FAO y sus asociados deben poner en marcha y compartir sistemas de gestión eficaces del sector pesquero que devuelvan los ecosistemas a un estado saludable y productivo, al tiempo que gestionan los recursos explotados dentro de los límites de los ecosistemas. Entre las medidas necesarias para alcanzar este objetivo destaca el fomento de la capacidad mundial para recopilar, analizar y evaluar periódicamente los datos que respaldan la toma de decisiones y tener en cuenta las compensaciones, especialmente en las regiones con datos limitados y capacidad escasa. El objetivo consiste también en reforzar los resultados sociales mediante la aplicación de medidas e iniciativas que promuevan medios de vida equitativos y sistemas de ordenación conjunta, asegurando el acceso de los pequeños productores a los recursos y servicios.

Mediante el perfeccionamiento de las cadenas de valor, los actores públicos y privados, incluidos los consumidores, reducen las pérdidas y el desperdicio de alimentos, aumentan la transparencia, mejoran el acceso a los mercados lucrativos y adoptan nuevos instrumentos digitales. Los actores de la cadena de valor de los alimentos acuáticos cada vez adoptan más estas prácticas, que han sido objeto de una importante expansión y aceptación debido a los desafíos que plantea la pandemia de la COVID-19. El perfeccionamiento de las cadenas de valor también añade y crea valor a la hora de extraer más riqueza y alimentos de la capacidad productiva del sector. La promoción de las dietas saludables de forma inclusiva también es fundamental y requiere programas e iniciativas que mejoren la sensibilización de los consumidores y aumenten la disponibilidad de alimentos acuáticos saludables, inocuos y nutritivos, en particular en las zonas donde la seguridad alimentaria y nutricional es baja.

Hacia la transformación azul

En la segunda parte, titulada “Hacia la transformación azul”, se analizan los conocimientos, los instrumentos y las prácticas nuevos y actuales que han impulsado la transformación del sector en los últimos 25 años y se presentan ejemplos que ya están generando los resultados previstos por la transformación azul. Se describe la manera en que la transformación azul puede ayudar a los Miembros de la FAO y a la comunidad internacional en general a potenciar al máximo la contribución de los sistemas alimentarios acuáticos al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La FAO prevé que, si reciben apoyo adecuado, los sistemas alimentarios acuáticos pueden generar de forma sostenible un crecimiento del 25 % en el consumo per cápita de alimentos acuáticos para 2050. La FAO está decidida a colaborar con sus Miembros, asociados y partes interesadas para poner en marcha la transformación azul en apoyo de la seguridad alimentaria y la nutrición de una población mundial que en 2050 previsiblemente alcanzará los 10 000 millones de personas. En esta sección se ofrece una visión sucinta de la manera en que pueden prosperar esas interacciones.

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