FAO

Combatir el hambre, la malnutrición y la pobreza sigue siendo esencial para lograr los objetivos y metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Los sistemas acuáticos son cada vez más reconocidos por las múltiples soluciones que ofrecen para mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición, mitigar la pobreza e impulsar el desarrollo socioeconómico, especialmente en las numerosas comunidades costeras y ribereñas de todo el mundo, manteniendo al mismo tiempo una huella ecológica baja.

En El estado mundial de la pesca y la acuicultura 2024, se analizan la situación, las tendencias y las previsiones de la pesca y la acuicultura mundiales. En este informe se presenta la “Transformación azul en acción”, ilustrando cómo la FAO está liderando esfuerzos e iniciativas de colaboración en estrecha coordinación con Miembros, asociados y partes interesadas clave para orientar los procesos normativos mundiales y difundir mejores prácticas que permitan apoyar la intensificación y la expansión de la acuicultura sostenible, la ordenación eficaz de la pesca y la actualización de las cadenas de valor de los alimentos acuáticos.

Análisis mundial

La producción total de la pesca y la acuicultura alcanzó un récord histórico de 223,2 millones de toneladas (equivalente en peso vivo) en 2022, es decir, 185,4 millones de toneladas de animales acuáticos y 37,8 millones de toneladas (peso húmedo) de algas, lo cual supone un incremento del 4,4 % en comparación con 2020. El 62 % de los animales acuáticos se capturó o recolectó en zonas marinas (el 69 % procedente de la pesca de captura y el 31 %, de la acuicultura) y el 38 %, en aguas continentales (el 84 % procedente de la acuicultura y el 16 %, de la pesca de captura). Los países asiáticos produjeron el 70 % de los animales acuáticos, seguida de los países de Europa y América Latina y el Caribe (un 9 % cada uno), África (7 %), América del Norte (3 %) y Oceanía (1 %). China siguió siendo el principal productor (36 %), seguida por la India (8 %), Indonesia (7 %), Viet Nam (5 %) y el Perú (3 %).

La producción mundial de la acuicultura alcanzó un nuevo récord de 130,9 millones de toneladas en 2022, valorados en 313 000 millones de USD, que comprendían 94,4 millones de toneladas de animales acuáticos y 36,5 millones de toneladas de algas. Asia contribuyó al 91,4 % del total general, seguida de América Latina y el Caribe (3,3 %), Europa (2,7 %), África (1,9 %), América del Norte (0,5 %) y Oceanía (0,2 %). Diez países principales (China, la India, Indonesia, Viet Nam, Bangladesh, Filipinas, República de Corea, Noruega, Egipto, y Chile) produjeron más del 89,8 % del total.

En 2022, la producción acuícola de especies animales (51 %) superó por primera vez a la producción de la pesca de captura, con la acuicultura continental produciendo el 62,6 % del total de animales acuáticos cultivados. El aumento general (7,6 %) en comparación con 2020 se registró sobre todo en Asia (87,9 % del incremento) y también en América Latina y el Caribe (7,3 %), Europa (3,5 %) y África (0,8 %). Este aumento se produjo principalmente en la acuicultura de peces de aleta (58,1 %), seguida de la de crustáceos (24,6 %) y moluscos (15,6 %).

La pesca de captura mundial produjo 92,3 millones de toneladas en 2022, es decir, 91,0 millones de toneladas (equivalente en peso vivo) de animales acuáticos y 1,3 millones de toneladas (peso húmedo) de algas. China siguió siendo el principal productor pesquero de captura (14,3 %), seguido de Indonesia (8,0 %), la India (6,0 %), el Perú (5,8 %), la Federación de Rusia (5,4 %), los Estados Unidos de América (4,6 %), Viet Nam (3,9 %) y el Japón (3,2 %)

Con 80 millones de toneladas de animales acuáticos producidos en 2022, la pesca de captura marina sigue siendo la principal fuente de animales acuáticos a nivel mundial (43 %). En torno al 85 % de la producción total de la pesca marina estaba formada por peces de aleta, principalmente anchoveta (4,9 millones de toneladas), colín de Alaska (3,4 millones de toneladas) y listado (3,1 millones de toneladas). Las capturas de grupos de especies valiosas siguieron aumentando, alcanzando un récord de 8,3 millones de toneladas en el caso de los atunes y especies afines, 3,9 millones de toneladas en el de los cefalópodos y 3,3 millones de toneladas en el de los camarones y las langostas. La pesca continental produjo 11,3 millones de toneladas, obtenidas principalmente en Asia (63,4 %) y África (29,4 %), donde este tipo de pesca resulta importante para la seguridad alimentaria. Los productores principales fueron la India (1,9 millones de toneladas), Bangladesh (1,3 millones de toneladas), China (1,2 millones de toneladas), Myanmar (0,9 millones de toneladas) e Indonesia (0,5 millones de toneladas). Es probable que las cifras de la pesca continental estén subestimadas debido a las dificultades que afrontan estos países a la hora de recopilar datos.

El estado de los recursos pesqueros marinos sigue siendo motivo de preocupación, a pesar de las notables mejoras registradas en varias regiones. La proporción de poblaciones de peces marinos explotadas dentro de los límites de la sostenibilidad biológica disminuyó hasta el 62,3 % en 2021, es decir, un 2,3 % menos que en 2019. Al ponderarse teniendo en cuenta sus niveles de producción, se estima que el 76,9 % de los desembarques registrados en 2021 de poblaciones a las que la FAO somete a seguimiento se componía de poblaciones biológicamente sostenibles, una cifra significativamente más elevada que la media mundial del 62,3 %. Asimismo, el 86 % de las principales poblaciones de atún se encontraban dentro de niveles biológicamente sostenibles. Estos ejemplos confirman que con una ordenación eficaz de la pesca se recuperan las poblaciones y aumentan las capturas, por lo que se solicitan medidas urgentes para ampliar su cumplimiento con vistas a revertir esta tendencia descendente.

Las poblaciones de peces continentales pueden recuperarse rápidamente de niveles de mortalidad elevados. La presión pesquera puede ser elevada debido a la gran cantidad de personas que participan en esta actividad, pero los factores ambientales desempeñan una función más importante en la productividad y la resiliencia. Asimismo, la falta de recursos y capacidad a nivel nacional, así como la escasa prioridad que se otorga a la pesca continental son obstáculos importantes para realizar un seguimiento de estas pesquerías y gestionarlas. Existen datos recientes que indican que el 47 % de las principales cuencas hidrográficas importantes para la pesca continental se encuentran en situación de “presión baja”, el 40 %, en situación de “presión moderada” y el 13 %, en situación de “presión alta”. Estos resultados pueden ayudar a fundamentar el establecimiento de prioridades en las intervenciones realizadas en el contexto de la gestión integrada de los recursos hídricos.

Se estimó que la flota pesquera mundial contaba con 4,9 millones de embarcaciones en 2022, dos tercios de estas con motor. Asia posee la mayor flota pesquera a nivel mundial (71 % del total), seguida de África (19 %), América Latina y el Caribe (5 %), América del Norte y Europa (2 % cada una), y Oceanía (menos del 1 %). Asia posee la flota más numerosa de embarcaciones con motor (80 %) y sin motor (54 %) y África posee la segunda mayor flota pesquera sin motor. Muchos Estados pesqueros (por ejemplo, China, el Japón y los Estados miembros de la Unión Europea) siguen aplicando la estrategia de reducir el número de embarcaciones pesqueras.

En 2022, el sector primario de la pesca y la acuicultura proporcionó empleo a unos 61,8 millones de personas, en comparación con los 62,8 millones de personas registrados en 2020, de los cuales el 54 % participaba en la pesca y el 36 %, en la acuicultura, mientras que el subsector no se especificó para el 10 por ciento de la mano de obra. Asia proporcionó el 85 % de esos puestos de trabajo, seguida de África (10 %) y América Latina y el Caribe (4 %), mientras que Europa, Oceanía y América del Norte representaban en conjunto solo el 1 %. La mayor parte de los trabajadores de la acuicultura se encontraban en Asia (95 %), seguida de África (3 %) y América Latina y el Caribe (2 %). En la pesca, el 77 % de la mano de obra mundial se encontraba en Asia, el 16 %, en África y el 5 %, en América Latina y el Caribe. En los casos en que se dispone de datos desglosados por sexo (66 % de los datos), las mujeres representaban el 24 % de los pescadores y acuicultores (28 % en la pesca continental) y al 62 % de los trabajadores de la elaboración. El 53 % de las mujeres trabajaban a tiempo completo, en comparación con el 57 % de los hombres. No obstante, siguen existiendo desigualdades de género, entre ellas, la diferencia de sueldos, el reconocimiento insuficiente de la contribución de las mujeres al sector y la violencia de género.

La utilización y la elaboración de productos acuáticos sigue mejorando, poniendo a disposición para el consumo humano el 89 % de la producción de animales acuáticos en 2022. El volumen restante se destinó a usos no alimentarios, principalmente para la producción de harina y aceite de pescado (83 %). El mayor porcentaje (43 %) de alimentos acuáticos de origen animal se distribuyó en estado vivo, fresco o refrigerado, seguido de la forma congelada (35 %), preparada y conservada (12 %), y curada (10 %). En general, en los países de ingresos altos, los alimentos acuáticos son en su mayoría elaborados y, las técnicas tradicionales de conservación se están reemplazando cada vez más por procesos de adición de valor en muchos países. Los subproductos descartados tradicionalmente como desechos se están empleando cada vez más para preparar alimentos y productos no alimentarios. Por ejemplo, en 2022, los subproductos representaron el 34 % y el 53 % de la producción total de harina y aceite de pescado, respectivamente.

El consumo aparente mundial de alimentos de animales acuáticos se situó en 162,5 millones de toneladas en 2021, alcanzando un crecimiento anual medio del 3 % al año desde 1961, lo cual supera el de todas las carnes de animales terrestres combinadas, que se estima en el 2,7 % al año durante el mismo período. Asia representó el 71 % de este consumo aparente, seguida por Europa (10 %), África (8 %), América del Norte (5 %), América Latina y el Caribe (4 %) y Oceanía (1 %). El consumo per cápita se ha incrementado de 9,1 kg al año en 1961 a 20,6 kg al año en 2021.

De 1961 a 2021, el consumo de alimentos acuáticos de origen animal en Europa, el Japón y los Estados Unidos de América, en conjunto, descendió de un 47 % a un 18 % del total. Entretanto, los porcentajes de China, Indonesia y la India aumentaron del 17 % al 51 % en el mismo período, y China por sí sola representaba el 36 % de este total. A nivel mundial, los alimentos acuáticos de origen animal proporcionaron el 15 % de las proteínas de origen animal y el 6 % de las proteínas totales en 2021. Estos alimentos contribuyeron a al menos el 20 % del suministro de proteínas per cápita derivado de todas las fuentes animales, beneficiando a 3 200 millones de personas. Generalmente, los países que no pertenecen a la categoría de ingresos altos dependen en mayor medida de las proteínas derivadas de los alimentos acuáticos de origen animal, en comparación con los países de ingresos altos. Esto refleja la asequibilidad, disponibilidad y accesibilidad de los alimentos acuáticos, convirtiéndolos en un producto básico de elección en numerosas tradiciones culinarias de países que no poseen ingresos altos.

El comercio mundial de productos acuáticos sigue creciendo y en él participan más de 230 países y territorios, generando un récord de 195 000 millones de USD en 2022. Este tipo de comercio representó más del 9,1 % del comercio agrícola total (excluidos los productos forestales) y en torno al 1 % del valor total del comercio de mercancías. En países y territorios como las Islas Feroe, Maldivas y Seychelles representó, sin embargo, más de un 30 % del comercio total de mercancías.

Las exportaciones de animales acuáticos aumentaron de 7 900 millones de USD en 1976 a 192 000 millones de USD en 2022 a un ritmo de crecimiento medio anual del 7,2 % en términos nominales y del 4,0 % en términos reales, facilitado por la liberalización de las políticas comerciales, la reducción de los costos de transporte y la mejora de la tecnología, la logística y el almacenamiento. China sigue siendo el principal exportador de productos acuáticos de origen animal (12 % en términos de valor), seguida de Noruega (8 %), Viet Nam (6 %), el Ecuador (5 %) y Chile (4,5 %). La Unión Europea constituyó el mayor mercado único, con importaciones de productos acuáticos de origen animal por valor de 62 700 millones de USD, incluidos 29 500 millones de USD de comercio dentro de la Unión Europea. El mayor país importador a nivel individual fue los Estados Unidos de América (17 %), seguidos de China (12 %), el Japón (8 %), España (5 %) y Francia (4 %).

Los productos acuáticos de origen animal más comercializados en 2022 fueron los peces de aleta (65 % del valor total), los crustáceos (23 %), y los moluscos y otros invertebrados acuáticos (11 %). Por grupos de especies, los salmónidos siguen siendo las especies más valoradas (20 % en valor), seguidos de los camarones y las gambas (17 %), los bacalaos, merluzas y eglefinos (9 %), los atunes, bonitos y marlines (9 %), y los cefalópodos (7 %).

La FAO apoya a sus Miembros y otros actores para trabajar en el logro de varias metas de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), en particular las metas del ODS 14 (Vida submarina) pertinentes para la pesca y la acuicultura, calculando y notificando los progresos a través del marco de indicadores de los ODS.

En general, se han realizado grandes progresos en la adopción del marco de seguimiento y presentación de informes por parte de los países en las dimensiones biológica, social y económica de la sostenibilidad abarcadas por los cuatro indicadores de la pesca de custodiados por la FAO. La FAO ha apoyado satisfactoriamente la elaboración de los indicadores, sus metodologías de seguimiento y de presentación de informes, así como el desarrollo de la capacidad conexo.

Se han logrado progresos importantes en la adopción de instrumentos para combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) (indicador 14.6.1) y apoyar a la pesca en pequeña escala (indicador 14.b.1). Esto demuestra la adopción general de las políticas y directrices internacionales por los países. No obstante, todavía queda mucho por hacer en términos de aplicación sobre el terreno. Por otro lado, el indicador sobre el incremento de los beneficios económicos procedentes de la pesca marina sostenible (indicador 14.7.1) se está quedando atrás, mientras que el porcentaje de las poblaciones de peces explotadas dentro de los límites de la sostenibilidad (indicador 14.4.1) sigue desviándose de su objetivo.

La aplicación plena y la presentación de informes por parte de los Miembros constituyen tareas en curso y siguen existiendo dificultades, especialmente para los países en desarrollo. Asimismo, una correcta presentación de informes por parte de determinados países no debería distraer la atención de aquellos países que todavía no pueden presentar informes, entre ellos, muchos países menos adelantados (PMA) y pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID). La FAO alienta a los países a aplicar el Programa de transformación azul a fin de impulsar un cambio en los sistemas alimentarios acuáticos y lograr un aumento de la acuicultura sostenible, una ordenación eficaz de la pesca y una actualización de las cadenas de valor.

La transformación azul en acción

La transformación azul: el programa

En 2021, la FAO publicó la visión de la transformación azul, destinada a ampliar al máximo las oportunidades que brindan los sistemas alimentarios acuáticos para incrementar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición, erradicar la pobreza y apoyar el logro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. En consonancia con el Programa estratégico de la FAO para 2022-2031 y sus estrategias corporativasa, el Programa de transformación azul propone objetivos claros, medidas prioritarias concretas y metas cuantificables para orientar y seguir los esfuerzos mundiales destinados a lograr esta visión y presentar informes al respecto.

La acuicultura sostenible en acción

La FAO colabora con sus Miembros y una red mundial de especialistas y expertos a fin de apoyar iniciativas y difundir innovaciones y tecnología, con el objetivo de lograr una producción acuícola más saludable, eficiente e inocua. Algunos ejemplos de las iniciativas puestas en marcha son la elaboración de las Directrices para la acuicultura sostenible, un documento mundial negociado que orientará la expansión e intensificación de la acuicultura sostenible en el futuro; la aplicación del Plan de acción mundial para la conservación, la utilización sostenible y el desarrollo de los recursos genéticos acuáticos para la alimentación y la agricultura a fin de lograr una gestión racional y eficaz de los recursos genéticos acuáticos; la promoción del Sistema mundial de información sobre los recursos genéticos acuáticos; la aprobación y aplicación de la senda progresiva de gestión de la bioseguridad en la acuicultura y de la resistencia a los antimicrobianos; la elaboración de estrategias nacionales o regionales sobre la salud de los organismos acuáticos con vistas a alcanzar la bioseguridad acuática y abordar desafíos relacionados con enfermedades; la realización de pruebas sobre la transferencia y la adopción de sistemas y tecnologías innovadores que permitan expandir la acuicultura a nuevas regiones, mejorar la gestión de la alimentación, el suministro de piensos acuícolas y los piensos acuícolas elaborados en las explotaciones utilizando ingredientes locales o ensilado de pescado, y alentar la digitalización de la acuicultura; así como el establecimiento de la Asociación para la promoción de la acuicultura sostenible a nivel mundial, una plataforma destinada a mejorar la base científica de la acuicultura y promover innovaciones continuas.

Mejora de la sostenibilidad de la pesca

Las iniciativas impulsadas por la FAO tienen por objeto lograr una pesca sostenible y medios de vida equitativos mediante el apoyo a la adopción y aplicación de instrumentos internacionales y prácticas sostenibles. Esas iniciativas abarcan medidas que permiten fomentar la capacidad nacional para combatir la pesca INDNR; elaborar y aplicar planes de acción nacionales participativos para la pesca en pequeña escala e integrarlos en políticas más amplias relacionadas con los sistemas agroalimentarios, el desarrollo sostenible y los medios de vida; reforzar la capacidad de los órganos regionales de pesca para abordar los desafíos que plantean los nuevos acuerdos aprobados en relación con las subvenciones a la pesca, la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina y la contaminación por plásticos; actualizar los enfoques basados en la ciencia para evaluar la situación de los recursos de la pesca marina a nivel mundial y las amenazas a la pesca continental, empleando protocolos de recopilación de datos fiables y otorgando prioridad a los enfoques participativos e integrados y los conocimientos tradicionales; y difundir tecnologías e innovaciones rentables en materia de pesca, elaboración y distribución responsables, seguridad en el mar, eficiencia energética y sistemas de recopilación de datos y datos fiables.

Innovaciones en materia de cadenas de valor y comercio sostenibles

Para actualizar las cadenas de valor de los alimentos acuáticos y garantizar su sostenibilidad social, económica y ambiental, la FAO ayuda a los Miembros a cumplir los acuerdos comerciales y los requisitos de acceso a los mercados. Las medidas e iniciativas incluyen apoyo para aplicar sistemas de ordenación pesquera y combatir la pesca INDNR a fin de garantizar que los países cumplan el Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca de la Organización Mundial del Comercio (OMC), especialmente las disposiciones que prohíben las subvenciones vinculadas a poblaciones sobreexplotadas y a la pesca INDNR; la elaboración de orientación mundial sobre la responsabilidad social en las cadenas de valor de la pesca y la acuicultura para abordar cuestiones relacionadas con la igualdad de género, el trabajo decente y la seguridad ocupacional; la promoción de orientación sobre la trazabilidad de extremo a extremo para garantizar la calidad, inocuidad, legalidad y sostenibilidad de los productos; la aprobación del enfoque de soluciones multidimensionales para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos en los sistemas alimentarios acuáticos, basándose en una plataforma de múltiples partes interesadas que abarca una amplia gama de partes interesadas de los sectores público y privado; y el apoyo a las consultas de expertos y el suministro de orientación sobre los riesgos y beneficios del consumo de alimentos acuáticos en relación con los contaminantes químicos emergentes.

Perspectiva y cuestiones contemporáneas

Se considera que los alimentos acuáticos están entre los más saludables y su consumo está relacionado con una mejora de los resultados relativos a la salud pública. La importancia de la pesca y la acuicultura se reconoce cada vez más en los foros mundiales, lo que pone de manifiesto el potencial de los sistemas alimentarios acuáticos para proporcionar soluciones que permitan mejorar la seguridad alimentaria, las dietas saludables, el desarrollo económico y la protección del medio ambiente.

Alimentos acuáticos: un potencial sin explotar para una dieta sana

El consumo de pescado entero aporta nutrientes esenciales importantes, en particular ácidos grasos omega 3, minerales y vitaminas, y es relativamente asequible para las poblaciones de ingresos bajos, lo cual garantiza el acceso de estas a alimentos nutritivos. Durante la elaboración, a menudo se descartan muchas partes que se consideran no comestibles. Estas partes son ricas en micronutrientes, y la adopción de tecnologías sencillas de bajo costo como el secado, el ahumado, la fermentación y la molienda puede transformarlas en productos asequibles y nutritivos. La FAO ayuda a los programas de alimentación escolar con productos locales a producir alimentos acuáticos empleando pequeños peces producidos localmente o polvos de pescado derivados de subproductos de la pesca. Por ejemplo, la aceptabilidad del polvo de pescado seco procedente de carcasas de atún en Ghana y el pastel de pescado de tilapias enteras en Guatemala fue elevada, lo que permitió suministrar más alimentos, mejorar la nutrición, reducir el costo por comida y mitigar el impacto ambiental.

Para promover el consumo de alimentos acuáticos e incrementar la sensibilización pública sobre sus beneficios nutricionales y de salud, la FAO ha elaborado un cuadro mundial de conversión de nutrientes, para aplicarlo en las cuentas de utilización de suministro de la FAO, basado en datos de composición de alimentos nacionales o regionales. El cuadro mundial proporciona los datos necesarios para generar estadísticas sobre alimentos acuáticos relacionadas con la energía, los macronutrientes, los micronutrientes y los ácidos grasos omega 3 y poliinsaturados.

La función clave de los alimentos acuáticos en la acción por el clima

Las políticas de los últimos años se han centrado en el nexo existente entre el cambio climático, los ecosistemas acuáticos y la producción de alimentos en el contexto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). En el Diálogo sobre los océanos de la CMNUCC celebrado en 2023, se reconoció el importante potencial de los alimentos acuáticos para proporcionar soluciones esenciales al cambio climático y la importancia de integrarlos tanto en los procesos relacionados con la acción por el clima nacionales como multilaterales. Los programas de campo de la FAO en los que se aplican soluciones de adaptación al cambio climático a los sistemas alimentarios acuáticos en diversas regiones ayudan a las comunidades costeras y ribereñas altamente vulnerables a reducir la vulnerabilidad, impulsar la resiliencia y diversificar los sistemas alimentarios y los medios de vida locales. Asimismo, integran conocimientos tradicionales de los Pueblos Indígenas para la adaptación al cambio climático en zonas específicas, ofrecen perspectivas clave sobre las especies locales más adecuadas para adaptarse a las condiciones cambiantes, e integran a las partes interesadas, en particular los jóvenes, las mujeres y los Pueblos Indígenas. Garantizar el acceso a financiación para el clima destinada al sector de los alimentos acuáticos resulta difícil, especialmente para los productores en pequeña escala, que no conocen las posibilidades de financiación ni tienen los conocimientos específicos para acceder a ellas. La FAO ha elaborado materiales de formación y orientación sobre financiación para el clima con el fin de ayudar a los gobiernos y otras partes interesadas a evaluar los riesgos climáticos, cimentar una justificación climática, formular medidas de adaptación y elaborar propuestas de financiación para la adaptación.

Consecuencias de El Niño en la pesca marina y la acuicultura

Los episodios del fenómeno de oscilación austral/El Niño provocan la alteración de las condiciones naturales del océano debido a los cambios en la temperatura de la superficie del mar y el afloramiento, que afectan a la disponibilidad de alimentos y a la adecuación de los hábitats para los peces y otras especies marinas. Los episodios de El Niño se han relacionado con descensos de las capturas de peces de varias pesquerías como las del Pacífico septentrional y el Mar de la China oriental, así como las de especies altamente migratorias y la anchoveta en el Pacífico oriental. También afectan a la infraestructura de la acuicultura y a los organismos cultivados; por ejemplo, las condiciones secas resultantes de episodios de El Niño pueden perjudicar gravemente el crecimiento y la supervivencia del alga marina cultivada en Filipinas, donde esta industria respalda a unas 200 000 explotaciones familiares.

Según un análisis retrospectivo de la FAO, que abarca de 1950 a 2023, los episodios de El Niño de fuerte o extraordinaria intensidad que se produjeron en el Pacífico oriental afectaron a la pesca marina en 11 de las 19 áreas de pesca principales de la FAO. Las consecuencias son distintas según las diferentes zonas geográficas, especies objetivo y tipos de pesca o acuicultura, y pueden ser tanto negativas como positivas. Por ejemplo, las condiciones de El Niño en 2023 disminuyeron la disponibilidad de alimentos y el hábitat de la anchoveta, dando lugar a una reducción del 50 % de los desembarques en comparación con 2022. Sin embargo, los fenómenos de El Niño que tuvieron lugar entre 2023 y 2024 repercutieron positivamente en la pesca del listado y la capturabilidad del rabil en las zonas económicas exclusivas de los países y territorios de las islas del Pacífico.

Los modelos climáticos prevén fenómenos extremos de oscilación austral/El Niño más frecuentes debido al calentamiento global. Por ello, resulta esencial aplicar medidas de ordenación pesquera adaptativas como, por ejemplo, el ajuste dinámico de la temporada de pesca y la limitación del acceso a caladeros basándose en un seguimiento casi en tiempo real.

La pesca y la acuicultura en el contexto de los acuerdos mundiales sobre biodiversidad

El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) es un tratado multilateral cuyo objetivo es conservar la biodiversidad, garantizando al mismo tiempo la utilización sostenible y justa de sus componentes y la distribución equitativa de los beneficios derivados de los recursos genéticos. En el marco de la visión para 2050 del CDB titulada “Vivir en armonía con la naturaleza”, la Conferencia de las Partes aprobó, en su 15.ª reunión celebrada en 2022, el hito del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal a fin de que los países lo utilizaran para elaborar estrategias y planes de acción nacionales en materia de biodiversidad. Los sistemas alimentarios acuáticos están directamente relacionados con numerosas metas del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal como, por ejemplo, la gestión de los espacios acuáticos, la reducción del riesgo de extinción de especies, la sostenibilidad del uso y el comercio de especies acuáticas silvestres, y la adopción de medidas para desalentar y mitigar las repercusiones de las especies exóticas invasivas. La FAO está trabajando en varios grupos de partes interesadas para determinar oportunidades y desafíos con miras a aplicar de manera oportuna este marco en los sistemas alimentarios acuáticos.

En 2023, los Estados miembros de las Naciones Unidas acordaron un instrumento internacional jurídicamente vinculante relativo a la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina de las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional. Este acuerdo abarca el 64 % de la superficie total de los océanos y aproximadamente la mitad de la superficie del planeta. Aborda amenazas como el cambio climático y la sobrepesca, y promueve la coordinación entre órganos pertinentes, entre ellos los órganos regionales de pesca. El acuerdo representa una oportunidad para aprovechar los instrumentos sobre políticas, los procedimientos y los trabajos ya existentes de los órganos del sector.

Para abordar la contaminación por plásticos, el Comité Negociador Intergubernamental dirigido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente está elaborando un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos, en particular en el entorno marino. La FAO participa activamente en las consultas, brindando asesoramiento técnico sobre pesca y acuicultura.

Previsiones de la pesca y la acuicultura, 2022-2032

Las previsiones de la FAO sobre la pesca y la acuicultura apuntan a un incremento de la producción, el consumo aparente y el comercio mundiales hasta 2032, aunque a ritmos más lentos en comparación con previsiones anteriores. Se prevé que la producción mundial de animales acuáticos alcance los 205 millones de toneladas en 2032, 111 millones de toneladas procedentes de la acuicultura y 94 millones de toneladas de la pesca de captura, un incremento del 17 % y el 3 % respectivamente. La acuicultura representará el 54 % de la producción total de animales acuáticos y el 60 % de los alimentos acuáticos totales destinados al consumo humano, es decir, una cifra estimada de 184 millones de toneladas o el 90 % de la producción total. El consumo aparente de animales acuáticos aumentará un 12 % para proporcionar, de media, 21,3 kg per cápita en 2032, debido principalmente al aumento de los ingresos y la urbanización, las mejoras en las prácticas posteriores a la captura y la distribución, y las tendencias alimentarias. Lamentablemente, el consumo aparente per cápita en África seguirá descendiendo, de forma más alarmante en el África subsahariana, donde muchas personas dependen de los alimentos acuáticos para satisfacer sus necesidades nutricionales, especialmente de proteínas de origen animal y micronutrientes. Las exportaciones de productos acuáticos seguirán creciendo, pero representarán solo el 34 % de la producción total en 2032, en comparación con el 38 % registrado en 2022. Se espera que los precios sigan descendiendo ligeramente tanto en términos nominales como reales hasta 2025-27, tras lo cual aumentarán de nuevo.

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