FAO

El estado mundial de la pesca y la acuicultura 2024

Parte 2 LA TRANSFORMACIÓN AZUL EN ACCION

Mejora de la sostenibilidad de la pesca

En esta sección se exponen los últimos logros relativos a la ordenación eficaz de la pesca mundial, así como los marcos de gobernanza para luchar contra la pesca ilegal, no declarada e irregular INDNR y promover la pesca sostenible en pequeña escala, las recientes innovaciones tecnológicas en la pesca responsable y la función cada vez más decisiva que desempeñan las organizaciones regionales de pesca (ORP). Además, se presenta una iniciativa fundamental, liderada por la FAO, en la que se implementa un enfoque científico para mejorar la evaluación del estado de los recursos pesqueros mundiales.

Progresos en la implementación del Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto

La ordenación de la pesca responsable se ve afectada por la pesca INDNR. Las Meta 14.4 (reglamentar eficazmente la explotación pesquera y poner fin a la pesca excesiva, la pesca INDNR y las prácticas pesqueras destructivas) y la Meta 14.6 (prohibir ciertas formas de subvenciones a la pesca que contribuyen a la sobrecapacidad y la sobrepesca y eliminar las subvenciones que contribuyen a la pesca INDNR) del ODS 14 de las Naciones Unidas reconocen la importancia de eliminar la pesca INDNR para salvaguardar la utilización sostenible de los recursos pesqueros.

El Acuerdo sobre MERP es el primer instrumento internacional vinculante para luchar contra la pesca INDNR y goza de un amplio reconocimiento como instrumento potente y rentable para lograr eliminarla. Desde su entrada en vigor en 2016, su número de partes se ha triplicado, lo que lo convierte en el acuerdo con la mayor tasa de adhesión de todos los tratados relacionados con la pesca y los océanos. En mayo de 2024 contaba con 78 Partes, entre ellas la Unión Europea, que representa a 27 Estados. El Acuerdo sobre MERP está actualmente en vigor en el 54 % de todos los Estados y en el 63 % de los Estados ribereños. Desde un punto de vista regional, el porcentaje de Estados ribereños en los que está en vigor es más bajo en el Cercano Oriente (29 %) y en el Pacífico sudoccidental (44 %), como la media en América Latina y el Caribe (63 %) y Asia (58 %), y más alto en África (76 %), Europa (73 %) y América del Norte (100 %).

La gobernanza pesquera internacional es compleja, ya que los océanos están divididos geográficamente en zonas marítimas diferentes sujetas a regímenes jurídicos distintos. El Acuerdo sobre MERP complementa la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y se adapta continuamente para abordar los problemas relacionados con la pesca ya existentes o que puedan surgir, en particular, el persistente problema del fracaso de algunos Estados del pabellón en ejercer un control responsable de sus embarcaciones que enarbolan los denominados “pabellones de incumplimiento”.

Al establecer el marco para que los Estados rectores de los puertos soliciten información específica a las embarcaciones con pabellón extranjero que deseen entrar en los puertos bajo su jurisdicción, el Acuerdo sobre MERP faculta a dichos Estados para comprobar el cumplimiento por parte de estas embarcaciones de las medidas de conservación y ordenación aplicables y para denegarles la entrada o el uso de los servicios portuarios si existen pruebas fehacientes de pesca INDNR o actividades conexas. De este modo, promueve la adhesión al Acuerdo de las Naciones Unidas sobre las Poblaciones de Peces, el Acuerdo sobre el Cumplimiento de la FAO, las medidas de conservación y ordenación regionales, los instrumentos voluntarios en materia de pesca, en particular el Código de Conducta para la Pesca Responsable, y los instrumentos afines, así como los esfuerzos para implementarlos. Además, el Acuerdo sobre MERP, mediante los requisitos relativos al intercambio de información entre el Estado rector del puerto, el Estado del pabellón, el Estado ribereño y las OROP, favorece la transparencia del sector pesquero y refuerza la cooperación, coordinación y consulta de los instrumentos, marcos y organismos internacionales pertinentes.

Con el respaldo de la FAO, las Partes en el Acuerdo sobre MERP han actuado con rapidez en su implementación, en particular a través de los grupos de trabajo establecidos, y se ha logrado alcanzar un hito decisivo al situarse la eficacia del acuerdo en el nivel más alto jamás registrado. La FAO ha propiciado los debates entre los Estados a escala regional con miras a determinar las dificultades operacionales para la implementación de las medidas del Estado rector del puerto y encontrar formas de solventarlas. Las conclusiones de estos diálogos regionales en el Grupo de trabajo Ad Hoc encargado de la estrategia para el Acuerdo sobre MERP posibilitaron la adopción de la Estrategia para mejorar la efectividad del Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto destinadas a prevenir, desalentar y eliminar la pesca INDNR (Estrategia de Bali)ak en la cuarta reunión de las Partes en el Acuerdo sobre MERP.

El intercambio de información sobre las denegaciones de entrada/uso del puerto o de utilización de los servicios portuarios y los informes de inspección es fundamental para la implementación eficaz del acuerdo de lucha contra la pesca INDNR. Gracias al sistema mundial de intercambio de información, creado por la FAO a petición de las Partes en el Acuerdo sobre MERP (o GIES, en sus siglas en inglés), es posible compartir esta información a escala regional y mundial. Dicho sistema, entrará en funcionamiento a finales de 2023 e incluye funcionalidades que permiten la conexión con sistemas similares utilizados a nivel regional. Mediante estos sistemas, las notificaciones se envían automáticamente al Estado del pabellón, al Estado de procedencia del capitán de la embarcación, a cualquier Estado ribereño, OROP u organización internacional pertinentes y a la FAO.

El GIES es, por tanto, el primer sistema de este tipo que gestiona información relativa al cumplimiento a escala mundial. Esta información hace referencia al cumplimiento o incumplimiento de la legislación nacional, las medidas de conservación y ordenación regionales y los requisitos establecidos en otros instrumentos internacionales como el Acuerdo de las Naciones Unidas sobre las poblaciones de peces, el Acuerdo de Cumplimiento de la FAO y las Directrices voluntarias para los transbordos (véase el Recuadro 22).

RECUADRO 22Directrices voluntarias para los transbordos

El transbordo es una de las actividades esenciales que sustentan de forma legítima la pesca mundial en la actualidad. Sin embargo, las conclusiones de un estudio en profundidad llevado a cabo por la FAO en 2020, la falta de reglamentación en el seguimiento y control de los transbordos aumentaba el riesgo de que el pescado capturado mediante actividades de pesca INDNR entrase en la cadena de suministro de productos alimentarios marinos, socavando así la pesca sostenible y socialmente responsable. En 2021 y 2022, la FAO convocó una consulta de expertos y una consulta técnica para elaborar las Directrices voluntarias para los transbordos (en adelante, “Directrices voluntarias”), aprobadas por el Comité de Pesca de la FAO en 2022.

Las Directrices voluntarias para los transbordos* abordan la reglamentación, el seguimiento y el control de los transbordos de pescado que no haya sido desembarcado previamente, sea elaborado o no. Asimismo, reglamentan el desembarque de pescado en el puerto, sentando los requisitos de la relativa declaración. Su objetivo es prestar asistencia a los Estados, las organizaciones y arreglos regionales de ordenación pesquera, las organizaciones regionales de integración económica y otras organizaciones intergubernamentales en la elaboración de nuevos reglamentos sobre los transbordos, la revisión de los que están vigentes y la armonización de estos con el marco reglamentario más amplio.

La implementación de las Directrices voluntarias es fundamental, ya que pretenden llenar un vacío en relación a una actividad de apoyo importante a las flotas pesqueras en muchos lugares que carecen de normas internacionales mundiales o comunes. Estas directrices gozan de gran legitimidad y pueden, por lo tanto, desempeñar adecuadamente esta función.

Es responsabilidad primordial de los Estados del pabellón implementar la reglamentación sobre los transbordos. Las Directrices voluntarias reconocen la función y responsabilidades de los Estados ribereños, los Estados rectores de los puertos y las OROP, y se basan en cuanto sigue:

  • mejorar la actuación del Estado del pabellón (fundamental para la aplicación e implementación de los instrumentos internacionales): los Estados del pabellón deben establecer las condiciones para autorizar a sus buques a realizar transbordos, disponer de capacidad de control e inspección, colaborar con las OROP, y formular procedimientos de presentación de informes para recopilar y cruzar todos los datos de transbordo que se notifiquen y establecer referencias cruzadas entre ellos;
  • fortalecer el Acuerdo sobre MERP: los Estados rectores de los puertos desempeñan una función decisiva en la supervisión de las declaraciones de desembarque y transbordo;
  • reforzar el papel de las OROP: el transbordo en alta mar debe estar sujeto a los reglamentos de la OROP competente, incluidos los relativos a la afiliación o participación, los cuales han de ser conforme a las normas mínimas establecidas en las Directrices;
  • afianzar el derecho de los Estados ribereños a conocer y autorizar los transbordos en sus aguas jurisdiccionales, en particular en sus zonas económicas exclusivas, así como a ejercer el control mediante medidas de seguimiento, control y vigilancia.

En general, las Directrices voluntarias eliminan la ambigüedad al establecer que el movimiento de un pescado de un buque a otro o a un puerto necesita ser definido como un transbordo o un desembarque. En ellas se reglamentan las actividades de desembarque, al establecerse como norma mundial la declaración de desembarque. En consecuencia, la implementación de las Directrices voluntarias respaldará y mejorará la rastreabilidad y la transparencia en la pesca internacional, ya que todos los movimientos de pescado han de estar documentados mediante una declaración de desembarque o de transbordo.

Hay otros instrumentos internacionales que sustentan la implementación del Acuerdo sobre MERP de varias maneras. En las Directrices voluntarias para los transbordosal se clasifica el movimiento de pescado como transbordo o desembarque gracias a la correspondiente declaración de transbordo o desembarque, eliminando así las lagunas que podrían dar lugar a un movimiento no controlado y no declarado de pescado. Esto es importante a la hora de tomar decisiones para aprobar la solicitud previa de autorización de entrada al puerto o de su uso, de conformidad con lo dispuesto en el Anexo A del Acuerdo sobre MERP.

En 2017, la FAO puso en marcha un programa mundial de desarrollo de la capacidad en apoyo de la implementación del Acuerdo sobre MERP y los instrumentos complementarios de lucha contra la pesca INDNR, que sigue ampliándose. El programa está en concordancia con la meta 14.4 de los ODS y aborda también la Parte 6 del Acuerdo sobre MERPam. A través del programa, la FAO ha ayudado hasta la fecha a más de 50 países a reforzar su capacidad para luchar contra la pesca INDNR de conformidad con los requisitos internacionales, ha facilitado y apoyado procesos consultivos mundiales y regionales sobre el desarrollo e implementación de instrumentos internacionales conexosan, y ha desarrollado herramientas y recursos operativos que facilitan su implementaciónao.

Progresos en la aplicación de las Directrices voluntarias para lograr la sostenibilidad de la pesca en pequeña escala en el contexto de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza

Las Directrices voluntarias para lograr la sostenibilidad de la pesca en pequeña escala en el contexto de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza (Directrices PPE [FAO, 2015]) forman parte integral de la implementación de la transformación azul de la FAO. Las Directrices PPE reflejan la complejidad de un subsector altamente diversificado. La pesca en pequeña escala no solo suministra productos acuáticos a distintos mercados, sino que proporciona también medios de vida, valores culturales y seguridad alimentaria y nutrición a millones de personas (FAO, Duke University y WorldFish, 2023b). Así pues, la gobernanza de la PPE debe incluir los medios de vida, con enfoques que combinen la pesca responsable con un desarrollo socioeconómico equitativo, que comprenda la equidad de género (véase el Recuadro 23).

RECUADRO 23Construir un cambio transformador en materia de género en la pesca y la acuicultura

La igualdad de género es un principio fundamental que constituye el cimiento de todos los aspectos de la sociedad. Esto es así también en el sector de la pesca y la acuicultura, el cual contribuye directamente a la seguridad alimentaria mundial y a los medios de vida de más de 600 millones de personas en todo el mundo. En todas las cadenas de valor de los alimentos acuáticos subsisten numerosas limitaciones por razón de género que impiden que las mujeres tengan los mismos derechos y oportunidades. Los problemas de género más frecuentes están relacionados con normas de género inadecuadas, que determinan las funciones y responsabilidades dentro de las comunidades e incluyen el acceso desigual a recursos y servicios fundamentales para llevar a cabo actividades generadoras de ingresos; barreras que impiden a las mujeres acceder a los espacios de toma de decisiones y al poder; y violencia de género. Estas limitaciones obstaculizan el empoderamiento de las mujeres y reducen significativamente su contribución a unos sistemas alimentarios acuáticos saludables. La división del trabajo en función del género, por ejemplo, puede comportar cargas de trabajo desiguales, lo que se traduce en una menor rentabilidad y un poder de decisión reducido para las mujeres. Además, la independencia económica y el empoderamiento de las mujeres se ven a menudo comprometidos por un acceso desigual a los mercados lucrativos o por supuestos injustos sobre la propiedad de los equipos de pesca o de elaboración, lo que inhibe a las mujeres de invertir en sus negocios y, en consecuencia, reduce sus ingresos y sus oportunidades de emprendimiento empresarial.

La violencia basada en género es un fenómeno generalizado al que muchas mujeres han de enfrentarse en la pesca y la acuicultura, si bien con diferentes modalidades y consecuencias: los comportamientos abusivos frecuentes en puertos, mercados y lugares de desembarque pueden afectar a las mujeres desde el punto de vista físico, emocional y sexual, exponiéndolas a entornos de trabajo con condiciones hostiles y de explotación. En algunas pesquerías, las mujeres han afirmado que los abusos verbales son habituales y que en muchos casos tienen dificultades para acceder a los mercados (Rice et al., 2023) debido a la discriminación y a la falta de seguridad e infraestructuras en los lugares de desembarque (FAO, 2023a).

El ciclo de dependencia económica de los homólogos masculinos puede exponer a las mujeres a transacciones sexuales a cambio de recursos pesqueros, como la práctica de “pescado por sexo”, así como a los riesgos asociados, como la violencia de género y el VIH/SIDA. Este fenómeno se ha observado en varios países, donde se puso de manifiesto que la limitada independencia económica de las mujeres inhibe su capacidad para negociar los límites, lo que provoca un aumento de la transmisión del VIH y de los embarazos precoces en la comunidad (FAO, 2023a). Un ejemplo de normas sociales inadecuadas que culpan a las mujeres de la propagación del VIH entre las comunidades pesqueras fue denunciado por las mujeres de las comunidades de la orilla del lago Tanganica,, en particular durante los períodos de escasez de capturas. Esto pone de relieve el vínculo existente entre las normas y comportamientos nocivos y el alto nivel de inseguridad económica y sanitaria al que han de hacer frente durante su trabajo las mujeres que se dedican al comercio o la elaboración (FAO, 2023b).

Para abordar estos desafíos polifacéticos, es esencial disponer de un enfoque integral. Es preciso adoptar enfoques transformadores en materia de género sustentados por una labor de formación como la que se imparte gracias a los proyectos de la FAO en apoyo de la pesca en pequeña escala. Estos enfoques aspiran a encontrar soluciones de mayor profundidad para corregir los desequilibrios de poder tanto en el plano individual como social. Ello comporta cuestionar las normas inadecuadas en materia de género, promover una adopción de decisiones equitativa y fomentar entornos de apoyo de manera que las mujeres puedan prosperar en el sector. Como parte de la labor para abordar las limitaciones por razón de género, en el proyecto Fish4ACP (véase FISH4ACP: transformar los sistemas alimentarios acuáticos mediante un enfoque basado en la cadena de valor, pág. 190) se ha realizado una encuesta específica para recabar pruebas y datos sobre el fenómeno del “pescado por sexo”, sentando las bases para someter a debate y comprender estas dinámicas. Además, la FAO ha aplicado enfoques transformadores del género para crear sistemas alimentarios acuáticos más resilientes y equitativos mediante el desarrollo de la capacidad de las partes interesadas a nivel nacional y local, como el trabajo realizado a través del proyecto "Aplicación de las Directrices para la pesca en pequeña escala con el fin de lograr sistemas alimentarios y medios de subsistencia equitativos desde el punto de vista del género y resilientes al clima" en diferentes regiones. La implementación de enfoques transformadores en materia de género junto con intervenciones que tengan en cuenta esta perspectiva de género puede allanar el camino hacia un futuro en el que mujeres y hombres gocen de los mismos derechos, oportunidades y empoderamiento en el sector de la pesca y la acuicultura, fomentando, en última instancia, las comunidades sostenibles e inclusivas.

FUENTES: FAO. 2023a. The contribution of women in small-scale fisheries to healthy food systems and sustainable livelihoods in Malawi. Roma. https://doi.org/10.4060/cc7629en
FAO. 2023b. The contribution of women in small-scale fisheries to healthy food systems and sustainable livelihoods in the United Republic of Tanzania. Roma. https://doi.org/10.4060/cc5368en
Rice, E.D., Bennett, A.E., Muhonda, P., Katengeza, S.P., Kawaye, P., Liverpool-Tasie, L.S.O., Infante, D.M. y Tschirely. 2023. Connecting gender norms and economic performance reveals gendered inequities in Malawian small-scale fish trade. Maritime Studies, 22: 46. https://doi.org/10.1007/s40152-023-00337-x

Una década después de la aprobación de las Directrices PPE por el Comité de Pesca de la FAO, su implementación sigue estando basada en el carácter integrador que caracterizó su formulación. Ello requiere brindar apoyo y colaboración a las organizaciones competentes en materia de PPE, los gobiernos, los asociados para el desarrollo, las organizaciones regionales, las ONG y el mundo académico.

Vías para la transformación

Gobernanza participativa a través de planes de acción nacionales para la pesca en pequeña escala

Las Directrices PPE han sido adoptadas en procesos políticos y organizaciones mundiales y regionales. Los esfuerzos de implementación se centran ahora en los niveles nacional y local, donde los planes de acción nacionales para la PPE proporcionan un marco sistemático y holístico para acelerar la transformación.

El número de países que están formulando o implementando un plan de acción nacional para la PPE de carácter participativo va en aumento: Madagascar, Malawi, Namibia, la República Unida de Tanzanía y Uganda cuentan ya con planes de este tipo aprobados, y Filipinas ha iniciado el proceso. Por ejemplo, la República Unida de Tanzanía, a tenor de su plan de acción nacional para la PPE, ha creado una oficina de género en el Ministerio de Pesca y Ganadería y respalda el desarrollo de las capacidades de las unidades de gestión de las playas para mejorar la ordenación sostenible y participativa de la pesca. En Namibia, las comunidades dedicadas a la pesca en pequeña escala han participado en consultas sobre la formulación de las normas de acceso para una nueva presa, mientras que en Madagascar más de 70 partes interesadas validaron el plan de acción nacional para la PPE y se están adoptando medidas específicas como la creación de capacidad para grupos de mujeres (incluido el suministro de pequeños equipos). Por su parte, Malawi y Uganda aprobaron los planes de acción nacionales para la PPE a finales de 2023, y Filipinas ha iniciado el proceso.

El grado en que las leyes, las políticas y la jurisprudencia nacionales hacen referencia a las Directrices PPE es fundamental para su implementación (Nakamura, Chuenpagdee y El Halimi, 2021). Este es el tema central de una nueva publicación de la red de investigación Too Big To Ignore (Nakamura, Chuenpagdee y Jentoft (Eds.), 2024). Según la base de datos de la FAO sobre políticas y cuestiones jurídicas (SSF-LEX), 18 países hacen ya referencia a las Directrices PPE en sus marcos normativos y jurídicos en materia de pesca (FAO, 2023d). La serie de materiales a disposición para respaldar la implementación de las Directrices PPE sigue creciendo y comprende publicaciones y cursos en línea (por ejemplo, sobre las evaluaciones jurídicas y la gobernanza de la PPE), así como programas de formación impartidos por asociados, tales como el Instituto Oceánico Internacional y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre el trabajo decente y la protección socialap. Para ayudar a evaluar los progresos realizados, se dispone de un marco de seguimiento, evaluación y aprendizaje elaborado mediante un enfoque participativo (FAO, 2023e).

Más allá de la pesca: facilitar el acceso a la protección social y garantizar un trabajo decente

Para implementar las Directrices PPE es fundamental adoptar enfoques amplios que mejoren la convergencia entre las políticas en materia de protección social y las políticas en materia de ordenación pesquera. Existen ejemplos de convergencia en Colombia, el Paraguay y Túnez, así como en la subregión de América Latina. Aquí los diálogos políticos han reunido a parlamentarios, autoridades pesqueras nacionales y organizaciones de pescadores. En el Brasil, una evaluación del impacto de las prestaciones por desempleo de los pescadores durante las temporadas de veda de la pesca puso de manifiesto que estas prestaciones permitían a los pescadores atenerse en mayor medida a las normas de ordenación pesquera. La pandemia de la COVID-19 representó una oportunidad para comprender más a fondo la importancia de las organizaciones comunitarias para la prestación de apoyo en relación con la seguridad social, en especial durante crisis idiosincrásicas. Así, por ejemplo, en Colombia mediante los fondos rotatorios se otorgaron préstamos para imprevistos familiares, y en México y Túnez las asociaciones establecieron alianzas con programas estatales de protección social para recaudar contribuciones y ofrecer tipos contributivos especiales a los pescadores.

El órgano asesor regional de pesca del Golfo de Bengala adoptó recientemente un plan de acción para mejorar la seguridad, el trabajo decente y la protección social en la pesca (FAO, 2023f). Este plan supone un compromiso en favor de una acción intersectorial que defina políticas y medidas destinadas a mejorar los medios de vida de los pescadores, en particular gracias a normas de seguridad, condiciones de trabajo decentes y protección social.

Mejores datos y pruebas

Se dice que no todo lo que puede contarse cuenta y no todo lo que cuenta puede contarse. La pesca en pequeña escala suele entrar en esta última categoría. El estudio de alcance mundial Iluminando las cosechas desconocidas - La contribución de la pesca en pequeña escala al desarrollo sostenible (FAO, Duke University y WorldFish, 2023b) trata de desmentir esto, facilitando a los responsables políticos información de referencia no solo sobre la pesca en pequeña escala, sino también sobre los sistemas alimentarios acuáticos, el desarrollo sostenible y los medios de vida en general. Según dicho estudio, la pesca en pequeña escala representa al menos el 40 % de las capturas mundiales continentales y marinas y emplea al 90 % de todas las personas que trabajan en las cadenas de valor de la pesca de captura. Teniendo en cuenta también las actividades de subsistencia y los miembros de los hogares, se estima que los medios de vida de casi 500 millones de personas dependan de la pesca en pequeña escala, al menos parcialmente. El estudio aporta nuevos conocimientos y detecta carencias y puntos débiles en los sistemas de información con objeto de garantizar que la PPE no quede sin reconocer. Países como Madagascar y la República Unida de Tanzanía han adoptado el enfoque del estudio para examinar sus contribuciones al subsector de la PPE y detectar las relativas carencias y oportunidades a fin de consolidar la base multidimensional empírica para la ordenación, las políticas y la gobernanza. Además, la fragmentada base de conocimientos sobre pesca continental se está consolidando mediante revisiones de China (FAO, 2023g), Guinea (Dia, 2023), la India (FAO, próxima publicación) y América Latina y el Caribe (Baigun y Valbo-Jørgensen (Eds.), 2023).

Fortalecimiento de las organizaciones de pesca en pequeña escala

Las organizaciones de pesca en pequeña escala son fundamentales para promover e impulsar la implementación de las Directrices PPE. Con el fin de apoyar el papel de las mujeres, que representan cuatro de cada diez personas en la pesca en pequeña escala, la FAO ha elaborado una metodología para cartografiar las organizaciones pesqueras de mujeres, que ha utilizado en siete países (Smith, 2022). La función de gestión ambiental de la PPE es otra dimensión que está recibiendo mayor reconocimiento (Charles, Macnaughton y Hicks, 2024).

El grupo de trabajo sobre pesca del Comité Internacional de Planificación para la Soberanía Alimentaria (CIP) utilizó su propia metodología centrada en las personas para evaluar la implementación de las Directrices PPE en África, Asia y América Latina.

En 2022, durante el Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales (IYAFA 2022, Recuadro 24) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, se realizó un llamamiento a la acción de los pescadores en pequeña escala de todo el mundo para apoyar la implementación de las Directrices PPEaq.

RECUADRO 24Legado del Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales (IYAFA) 2022

A pesar de los efectos continuos de la pandemia de la COVID-19, 61 asociados adhirieron como promotores oficiales al Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales de 2022 (IYAFA)* y muchos otros aprovecharon esta oportunidad para captar la atención del mundo en torno a la función que desempeñan la pesca y la acuicultura artesanales en el desarrollo sostenible y para incentivar el diálogo y las iniciativas y acciones al respecto. El resultado, fueron más de 266 actos celebrados en 68 países y al menos 312 publicaciones en 22 idiomas, además de muchas otras iniciativas creativas y productos promocionales, como sellos oficiales, pódcast y vídeos. En el informe final publicado por la FAO (FAO, 2023a) se ofrece una visión general de los objetivos, actividades y recomendaciones del Año.

En las recomendaciones se contemplan los mensajes clave de su Plan de acción mundial, que fueron validados, potenciados y ampliados a lo largo de las celebraciones. Una recomendación adicional que surgió con fuerza durante el Año Internacional es la que hace referencia al papel de la juventud en la consecución de los objetivos y las acciones prioritarias de la transformación azul. En ella se propugnan los diálogos intergeneracionales, el intercambio de conocimientos y las mentorías, así como el apoyo para la integración del cambio generacional en los procesos de planificación a fin de preservar la continuidad de la pesca tradicional fomentando, al mismo tiempo, la innovación. Se recopilaron como recomendaciones de política pública una serie de recomendaciones adicionales específicas de alcance regional para América del Sur, formuladas con el apoyo del comité regional del Año Internacional 2022 (FAO, 2023b).

El Año Internacional 2022, cuyo final marcó el inicio de una nueva era de apoyo a la pesca y la acuicultura artesanales, se concluyó con un firme llamamiento a mantener esta dinámica.

Uno de los principales legados del Año es el llamamiento del Comité de Pesca (COFI) de la FAO en favor de la celebración de una Cumbre de Pesca en Pequeña Escala** cada dos años, antes de los períodos de sesiones bienales del COFI, instaurando así una plataforma participativa para que los agentes de la pesca en pequeña escala se reúnan y apoyen colectivamente el avance de la implementación de las Directrices PPE de la FAO de 2014. El Grupo de trabajo sobre pesca del Comité Internacional de Planificación para la Soberanía Alimentaria, la Comisión General de Pesca del Mediterráneo y el Centro de Colaboración y Recursos para la Pesca en Pequeña Escala (Centro PPE) organizaron, con el apoyo de la FAO, la primera Cumbre de Pesca en Pequeña Escala, que se celebró del 2 al 4 de septiembre de 2022 en Roma. La Cumbre congregó a más de 140 participantes de más de 40 países con el objetivo de fomentar el compromiso y el diálogo entre pescadores y trabajadores de la pesca artesanal en pequeña escala, partidarios clave, asociados y responsables de la toma de decisiones. Los participantes compartieron sus dificultades y, al mismo tiempo, colaboraron para forjar una visión común en torno a temas cruciales pertinentes para la pesca artesanal en pequeña escala. También propusieron soluciones viables para una nueva era de apoyo a la pesca en pequeña escala y las comunidades que dependen de ella.

NOTAS: * Véase el sitio web del Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales 2022: https://www.fao.org/artisanal-fisheries-aquaculture-2022/home/es/
** Véase el sitio web de la Pesca en Pequeña Escala: https://www.fao.org/artisanal-fisheries-aquaculture-2022/events/events-detail/en/c/1601136/
FUENTES: FAO. 2023a. International Year of Artisanal Fisheries and Aquaculture 2022 – Final report. Roma. https://doi.org/10.4060/cc5368en
FAO. 2023b. Recomendaciones de políticas públicas para el desarrollo sostenible de la pesca y la acuicultura artesanales en pequeña escala en América del Sur - Lineamientos de políticas para las autoridades. Santiago. https://doi.org/10.4060/cc4105es

El Año Internacional brindó la oportunidad de establecer una nueva red sobre PPE, la Red Iberoamericana de Pesca Artesanal de Pequeña Escala (RIPAPE), que reúne a comunidades de toda América Latina y la Península Ibérica, y una red de coordinación panafricana, la Red AFRIFISH, que aúna las cinco plataformas subregionales africanas de agentes no estatales en materia de pesca y acuicultura. La plataforma para África oriental realizó un análisis de las carencias políticas relacionadas con la implementación de las Directrices PPE, que fue presentada a la Comunidad de África Meridional para el Desarrollo (SADC).

En Asia, el grupo consultivo regional del Marco estratégico mundial de las Directrices PPE organizó seminarios web y llevó a cabo una evaluación regional de su implementación.

En la región del Mediterráneo y el Mar Negro, el desarrollo y gobernanza de la pesca en pequeña escala se rigen por el Plan de acción regional para la pesca artesanal en el Mediterráneo y el Mar Negro (FAO, 2023h). En este contexto, el foro de pescadores en pequeña escala fomenta la capacitación de los agentes que participan en la PPE a través de talleres y seminarios web interactivos sobre temas seleccionados por sus representantes.

El camino por recorrer: hacia una nueva era de apoyo a la pesca en pequeña escala

Las Directrices PPE han reafirmado su función de catalizadores de la atención y generación de medidas en apoyo del subsector de la PPE. Esto queda asimismo reflejado en el aumento significativo de la investigación sobre la pesca en pequeña escala y en el compromiso de nuevos asociados para el desarrollo, como el programa de pesca en pequeña escala de la Fundación Oakar y el Centro de colaboración y recursos pesqueros en pequeña escala (Centro PPE)as, que respaldan la implementación de las Directrices PPE. La primera década de implementación ha confirmado la importancia de los procesos participativos, tales como los utilizados en la formulación de los planes de acción nacionales para la PPE o a través de las redes regionales sobre la PPE, así como su capacidad para impulsar un cambio duradero, poniendo de manifiesto los beneficios de que distintos asociados trabajen con una visión concertada.

La implementación sigue sin ser un proceso lineal. El aprendizaje colectivo, la difusión de experiencias de éxito y el intercambio de buenas prácticas instauran y fortalecen la confianza entre las partes interesadas. En consecuencia, los asociados con funciones y fortalezas complementarias pueden colaborar, impulsando una mayor acción por parte de todos.

Ordenación de los recursos pesqueros compartidos: la creciente importancia de la función de los órganos regionales de pesca

Los recursos naturales compartidos son particularmente susceptibles a la sobreexplotación (Liu y Molina, 2021) y la cooperación internacional entre países que comparten recursos pesqueros se considera esencial para la ordenación eficaz de dichos recursos.

El desarrollo de las zonas económicas exclusivas (ZEE) en virtud de la Parte V de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 amplió los límites hasta las 200 millas náuticas mar adentro, con el fin de otorgar a las naciones costeras derechos de soberanía para la explotación de los recursos marinos de forma sostenible. Sin embargo, las fronteras de las ZEE atraviesan las áreas de distribución de muchas especies, de manera que las poblaciones, que no están restringidas por fronteras humanas, se convierten en recursos compartidos. Del mismo modo, la ordenación de las poblaciones de peces continentales compartidas por varios países requiere un marco de cooperación internacional y mecanismos de colaboración entre los usuarios que sean eficaces.

Es probable que los problemas transfronterizos de la pesca adquieran mayor importancia en los próximos años. El número de países pesqueros y el número total de pesquerías compartidas han aumentado constantemente desde la década de 1950, lo que genera una competencia adicional (Teh y Sumaila, 2015). Además, debido al cambio climático, las especies están modificando sus áreas de distribución natural (Pinsky et al., 2013), haciendo cada vez más necesario el establecimiento de acuerdos internacionales de ordenación que sean eficaces (Cheung et al., 2012; Pinsky et al., 2018).

Los recursos acuáticos vivos son un recurso mundial de uso común cuya gestión recae bajo jurisdicciones nacionales (por ejemplo, las aguas territoriales) y en diferentes organizaciones internacionales y ORPat. En la CNUDM se alienta a los Estados a cooperar entre sí respecto de la conservación y ordenación de los recursos marinos vivos mediante la creación de OROP.

La transformación azul promueve políticas, sistemas de gobernanza e instituciones eficaces que presten apoyo a la pesca a través de medidas conducentes a la adopción e implementación de instrumentos internacionales, mecanismos de coordinación regional, planes de acción y directrices, tanto nuevos como ya existentes.

Para una implementación efectiva, los instrumentos y procesos normativos mundiales deben integrarse en instrumentos jurídicos y políticos y en medidas a escala nacional y regional. A este respecto, la regionalización de la gobernanza en materia de pesca ofrece oportunidades para abordar preocupaciones comunes e impulsar, al mismo tiempo, sinergias para alcanzar los objetivos mundiales de los organismos de las Naciones Unidas correspondientes (Løbach et al., 2020).

Desde su creación, la FAO ha promovido y apoyado las OROP y los ORP, en particular su cooperación a través de la Red de secretarías de los ORPau. La función actual y futura de los ORP es especialmente pertinente hoy en día, en un momento en el que los países han de hacer frente a desafíos, tanto antiguos como nuevos, que exigen una acción transformadora para implementar de manera eficaz los instrumentos internacionales en materia de ordenación pesquera y gobernanza de los océanos.

El Acuerdo sobre MERP, aprobado por la FAO en 2009 para luchar contra la pesca INDNR, tiene la máxima prioridad. La función de las OROP es preeminente en todas las disposiciones de dicho acuerdo en las que se requiere a las Partes su plena cooperación para la implementación eficaz del mismo, en especial a través de las OROP.

Asimismo, la función de las OROP es crucial para el Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de 2022, ya que el 80 % de los 164 miembros de la OMC forman parte de al menos una OROP y 74 de ellos de más de una. Como paso importante para lograr la sostenibilidad de los océanos, el acuerdo pretende prohibir las subvenciones perjudiciales para la pesca a las partes que contribuyen, por ejemplo, a la pesca INDNR, la pesca de poblaciones sobreexplotadas y las operaciones en zonas de alta mar no gestionadas por las OROP. También prohíbe todas las subvenciones a la pesca y actividades afines que tengan lugar en zonas situadas fuera de la jurisdicción de los Estados ribereños y de la competencia de una OROP (véase El Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca de la OMC, la sostenibilidad de las poblaciones de peces y la función de la FAO, pág. 179).

La ordenación sostenible de la pesca continental se ve dificultada por la competencia por el agua utilizada en el riego, la ganadería o la generación de energía hidroeléctrica. Esta situación se ve agravada aún más debido a la escasez de agua y la contaminación crecientes. Para hacer frente a estos desafíos, la FAO está promoviendo la colaboración y las sinergias entre los ORP continentales y las organizaciones de ordenación de cuencas responsables de actividades como la energía hidroeléctrica, la agricultura y la minería (Recuadro 25).

RECUADRO 25Ordenación integrada de los recursos hídricos: el caso de la cuenca Komadugu Yobe del lago Chad

La ordenación integrada de los recursos hídricos, tal y como la definió el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en 2002, es un enfoque integral de coordinación de la ordenación de las aguas, las tierras y los recursos conexos. Su objetivo es optimizar el bienestar económico y social de forma equitativa, preservando al mismo tiempo los ecosistemas vitales. A pesar de ser esencial para la nutrición, la seguridad alimentaria y los medios de vida de muchas comunidades, la pesca continental viene a menudo ignorada en los planes de ordenación integrada de los recursos hídricos.

En el caso de la cuenca del Komadugu Yobe, situada aguas arriba del lago Chad, en el norte de Nigeria, la implementación de la ordenación integrada de los recursos hídricos ha puesto de manifiesto que los enfoques integrados pueden garantizar la consecución de resultados equitativos en materia de bienestar económico y social, preservando, al mismo tiempo, los ecosistemas esenciales. La construcción de dos grandes presas en la década de 1970, junto con la extracción masiva de agua para el riego y los efectos del cambio climático en la región, alteraron significativamente los caudales estacionales de los ríos, acarreando una grave degradación ambiental. Estos cambios, agudizados por la fragmentación de las reglamentaciones y el solapamiento de las responsabilidades institucionales, incidieron negativamente en los medios de vida basados en la pesca, la agricultura y el pastoreo, desencadenando conflictos por el uso de los recursos.

Estos desafíos se abordaron con la adopción de una estrategia de ordenación integrada de los recursos hídricos a través de la planificación de la ordenación de las zonas de captación. La estrategia hacía hincapié en la colaboración y la participación activa de todas las partes interesadas, en particular de los grupos infrarrepresentados, como el de las mujeres. Los líderes comunitarios, de los que es ejemplo Alhaji M. Ibrahim Chedi, líder de la aldea y pescador, mostraron su disposición a adoptar cualquier medida que fuera necesaria para garantizar la salud del río, directamente vinculada a sus medios de vida (Barchiesi et al., 2012).

El Plan de ordenación de cuencas y la introducción de una Carta del agua llevaron a la creación de nuevas instituciones, facultando a las partes interesadas en el proceso de planificación. Con esta iniciativa se dio voz a las partes interesadas en la planificación de los recursos hídricos y se las dotó de herramientas para gestionar los posibles retos. En la actualidad estas estructuras de gobernanza están replicándose en toda Nigeria y ampliándose a través de la Comisión de la Cuenca del Lago Chad.

La instauración de una estructura renovada de gobernanza del agua ha propiciado una coordinación más transparente de los recursos hídricos, que tiene como objetivo abordar los ecosistemas degradados y restablecer los patrones tradicionales de caudal de los ríos. Los diálogos abiertos han sido decisivos para reducir los conflictos, lo que es reflejo del renacido optimismo y fe de la comunidad en el potencial de la cuenca. Como respuesta, los gobiernos estatales y el Gobierno Federal de Nigeria han comprometido importantes fondos para el rejuvenecimiento de la cuenca.

La iniciativa de la cuenca de Komadugu Yobe constituye un ejemplo de los beneficios ambientales y sociales que reporta la aplicación de un enfoque integrado y multisectorial en la ordenación de los recursos hídricos compartidos. En ella cabe destacar la importancia de incluir a todas las partes interesadas en la solución, respaldando prácticas sostenibles en la pesca, la agricultura, la acuicultura y la actividad forestal que den lugar a comunidades resilientes. Este estudio de caso demuestra que una ordenación integral e inclusiva de los recursos es primordial para lograr un desarrollo sostenible y pone de relieve la función de la ordenación integrada de los recursos hídricos para facilitar la consecución de estos resultados.

FUENTE: Barchiesi, S., Cartin, M., Welling, R. y Yawson, D. 2011. Komadugu Yobe Basin, upstream of Lake Chad, Nigeria: Multi-stakeholder participation to create new institutions and legal frameworks to manage water resources. Water and Nature Initiative (WANI) Demonstration Case study n.º 1, IUCN, Gland. [Consultado el 11 de enero de 2024]. https://www.fao.org/fishery/en/openasfa/a476e1b5-890d-4245-9f08-ea0cf8f7f514

En 2023, se alcanzó un hito con la adopción de un nuevo instrumento internacional jurídicamente vinculante: el Acuerdo en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar relativo a la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina de las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional (Acuerdo BBNJ). En varias disposiciones del Acuerdo BBNJ se subraya la necesidad de coherencia y coordinación con los instrumentos internacionales y órganos sectoriales pertinentes, así como del fortalecimiento de las organizaciones existentes. Sin embargo, no se ha hecho suficiente hincapié en el importante vínculo establecido entre el Acuerdo BBNJ y los servicios ecosistémicos prestados en aguas sometidas a la jurisdicción nacional. La ordenación del medio marino en las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional y la productividad pesquera y la biodiversidad dentro de las aguas territoriales están realmente conectadas (Popova et al., 2019; Ramesh et al., 2019). Dicha conexión exige elaborar marcos cooperativos entre los ORP, según proceda. En el Recuadro 26 se recoge un ejemplo de la labor de la FAO para fortalecer las asociaciones para la ordenación de los recursos en alta mar.

RECUADRO 26Asociaciones para la ordenación de los recursos de alta mar

La transformación azul propugna la ordenación eficaz del ciento por ciento de la pesca para alcanzar los objetivos ecológicos, sociales y económicos previstos. Otorga prioridad a las medidas que facilitarían la creación de sistemas de datos e información innovadores en apoyo de la formulación de políticas pesqueras, la evaluación y la ordenación, a través de asociaciones fuertes y reconocidas, especialmente en relación con los recursos en alta mar.

Programa Océanos comunes. El Programa Océanos comunes (2022-2027) es una asociación de OROP, organizaciones intergubernamentales y representantes de la sociedad civil y el sector privado, financiada por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), cuyo objetivo es reforzar la utilización sostenible de los recursos marinos y la conservación de la biodiversidad en las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional. Lo ejecutan conjuntamente la FAO, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Su objetivo es lograr cambios para la transformación aprovechando los conocimientos científicos más avanzados y la vasta experiencia de más de 65 asociados, así como impulsar la acción mundial coordinada, la innovación y la mejora de los resultados en las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional. A continuación, se describen las principales actividades de la asociación:

  • El proyecto sobre el atún de Océanos comunes sigue los procesos en curso en cinco OROP del atún. Esto comprende la prestación de apoyo para la implementación del enfoque ecosistémico de la pesca y la adopción de estrategias de captura para las 23 principales poblaciones de atún. La pesca sostenible se fomenta mediante incentivos de mercado en cuatro países insulares en desarrollo del Pacífico. Los grupos de trabajo conjuntos de las OROP del atún sobre temas de interés común refuerzan la colaboración y el intercambio de experiencias y enseñanzas y determinan posibles medidas armonizadas. Los asociados trabajan para fortalecer el seguimiento, control y vigilancia y el cumplimiento, mediante actividades de fomento de la capacidad, cursos de formación y misiones de apoyo al cumplimiento. Por lo que se refiere a la reducción de los efectos de la pesca del atún en el medio ambiente, el proyecto promueve seis instrumentos innovadores para la mejora del seguimiento, la mitigación de las capturas incidentales y la rastreabilidad, así como para reducir la contaminación marina.
  • En el proyecto sobre pesca de aguas profundas se aplican enfoques participativos para abordar los desafíos técnicos, científicos y de procedimiento en la ordenación de los recursos de las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional. El proyecto pretende reforzar la ordenación de la pesca de aguas profundas mediante la formación y la creación de capacidad, por ejemplo, en la evaluación de poblaciones, la elaboración de instrumentos, directrices y marcos para la implementación del enfoque ecosistémico de la pesca en ocho OROP, y el fomento del diálogo entre los distintos sectores. Su objetivo es reducir los efectos de la pesca de aguas profundas en los ecosistemas marinos vulnerables, cartografiando los lugares catalogados como tales, formulando orientaciones para su protección y, por lo que se refiere a los tiburones de aguas profundas, elaborando guías de identificación y protocolos de recopilación de datos.
  • A petición de la Asamblea General de las Naciones Unidas (61/105), la FAO ha creado una base de datos mundial sobre ecosistemas marinos vulnerables en las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional para coadyuvar a las OROP, los arreglos regionales de ordenación pesquera y los Estados a compartir información y a sensibilizar a los responsables de la ordenación y las políticas pesqueras, los científicos y el público en general sobre la pesca de aguas profundas y sus interacciones con los ecosistemas marinos vulnerables. La base de datos es fruto del esfuerzo conjunto de ocho OROP y la FAO, un buen ejemplo de asociación en apoyo de la ordenación de los recursos de alta mar*.

Asociación para el Sistema de seguimiento de pesquerías y recursos (FIRMS). La Asociación para el Sistema de seguimiento de pesquerías y recursos (FIRMS)** de la FAO tiene como objetivo facilitar el acceso a información de alta calidad presente en Internet sobre los recursos pesqueros marinos mundiales y su ordenación. Pretende proporcionar a los responsables de la adopción de decisiones información para formular políticas pesqueras eficaces de conformidad con el Código de Conducta para la Pesca Responsable. La asociación, establecida en 2004, reúne a 22 instituciones, entre ellas 18 organizaciones intergubernamentales que representan a 23 ORP. A estas corresponden más de 1 000 de los 2 400 registros del inventario del FIRMS de unidades de evaluación de poblaciones y unas 300 pesquerías bajo su supervisión, guía o gestión.

En cuanto a la información compartida en FIRMS sobre los recursos de alta mar, las cinco OROP de túnidos notifican las capturas de atún y especies afines en zonas específicas dentro del Atlas mundial sobre el atún del FIRMS, que vio la luz en mayo de 2022, mientras que las OROP de pesquerías de aguas profundas en alta mar asociadas informan periódicamente sobre el estado de la ordenación de las pesquerías bajo su mandato.

Entre las decisiones estratégicas del FIRMS para el próximo decenio figura la difusión oportuna de datos sobre el estado de las poblaciones en apoyo del indicador 14.4.1 de los ODS (Proporción de poblaciones de peces cuyos niveles son biológicamente sostenibles), con el fin de informar sobre la ordenación de la pesca en el contexto del nuevo Subcomité de Ordenación Pesquera del COFI, contribuir a la recopilación de datos sobre la pesca en pequeña escala y favorecer la interoperabilidad entre los sistemas de datos.

Notas: * Véase: Vulnerable marine ecosystems. En: FAO. [Consultado el 28 de septiembre de 2023] http://www.fao.org/in-action/vulnerable-marine-ecosystems/es/
** Véase: FAO. 2023. Sistema de seguimiento de pesquerías y recursos (FIRMS). En: FAO. [Consultado el 28 de noviembre de 2023]. https://firms.fao.org/firms/es

Con más de 50 ORP que se ocupan de la pesca en aguas marinas y continentales en todo el mundo, surgen problemas de superposición y fragmentación de mandatos. Mejorar la cooperación y coordinación entre los ORP ha sido durante muchos años uno de los puntos del programa de la Asamblea General de las Naciones Unidas y de sus resoluciones sobre la pesca sostenible. Casi el 50 % de los ORP colaboran de manera eficaz en la formulación de normas para estadísticas pesqueras (véase Tecnología e innovación para la pesca sostenible, pág. 175). En 2021, la FAO solicitó a los ORP que adoptaran enfoques comunes sobre distintas cuestiones transversales. En 2023, la FAO convocó dos consultas regionales con objeto de respaldar y elaborar un marco para determinar las prioridades de coordinación y cooperación entre los ORP y lograr así una gobernanza de la pesca eficaz. A tal fin, los órganos de la misma región se reunieron para compartir puntos de vista y obtener valiosos conocimientos sobre asuntos y temas de interés y preocupación común, encontrar soluciones y definir instrumentos y servicios de apoyo (FAO, 2023i). La FAO y sus asociados seguirán elaborando mecanismos de cooperación en materia de ordenación de recursos compartidos, a fin de garantizar que todos los recursos pesqueros estén sometidos a una ordenación eficaz.

Ordenación de la pesca marítima en aras de la sostenibilidad: el Código de Conducta para la Pesca Responsable en el punto de mira

La ordenación de la pesca se define como el

“proceso integrado de recogida de información, análisis, planificación, consulta, adopción de decisiones, asignación de recursos y formulación y ejecución, así como imposición cuando sea necesario, de reglamentos o normas que rijan las actividades pesqueras para asegurar la productividad [continuada] de los recursos y la consecución de otros objetivos” en materia de pesca (FAO, 1997).

En el artículo 7 del Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO se establecen los requisitos, formas y medios necesarios para lograr una ordenación eficaz de la pesca. Un primer paso fundamental en la concepción e implementación de una ordenación pesquera eficaz es concordar los objetivos, preferiblemente formalizándolos en planes de ordenación. En el artículo 7.2 se destaca la necesidad de fijar objetivos de ordenación a largo plazo, que no deberían verse comprometidos por consideraciones a corto plazo. Esto es especialmente importante, si bien extremadamente difícil, en el caso de acuerdos institucionales débiles o inestables. A este respecto, es fundamental empoderar a las partes interesadas y a las instituciones para proyectar, implementar y supervisar las decisiones relativas a la ordenación de la pesca y para velar por el cumplimiento de las reglamentaciones, de manera que conduzcan a una pesca resiliente, la mejora de los medios de vida y la sostenibilidad de los recursos a largo plazo. Los marcos institucionales y reglamentarios, junto con el capital social, cultural y humano, son esenciales para lograrlo.

La transformación azul de la FAO (FAO, 2022a) hace especial hincapié en la necesidad de acelerar el establecimiento de políticas, estructuras de gobernanza e instituciones eficaces en apoyo de la ordenación pesquera, lo que comprende la adopción de los instrumentos nacionales e internacionales existentes, el fortalecimiento de los mecanismos de coordinación regional y la implementación de planes de acción nacionales. Su objetivo es lograr que el 100 % de las pesquerías dispongan de una ordenación eficaz, con trabajo pleno, productivo y decente para todas las mujeres y hombres del sector para 2030.

En muchos países en desarrollo, la capacidad de ordenación de la pesca es limitada. Los regímenes de gobernanza participativa han contribuido a ofrecer respuestas reflexivas y colectivas que fortalecen la ordenación pesquera. Las enseñanzas que pueden extraerse de las distintas formas de ordenación tradicional y comunitaria pueden ser útiles para orientar su implementación posterior (Galappaththi et al., 2021). Una formación adecuada y el fomento de la capacidad del personal de la industria y del gobierno que trabajan en pro de la ordenación y gobernanza eficaces y participativas de la pesca son fundamentales, especialmente en el contexto de la pesca en pequeña escala. En la Sección 5 de la Parte 2 de las Directrices PPE se presenta una línea de acción integral para promover el desarrollo de sistemas de ordenación conjunta adaptables donde comunidades locales empoderadas desempeñan un papel activo en la gobernanza de la tenencia en las pesquerías en pequeña escala y ordenación de los recursos (FAO, 2015).

En el Código de Conducta se reconoce la necesidad de ir más allá de la sostenibilidad a largo plazo de los recursos pesqueros y de la promoción de su utilización óptima, apoyando el logro de objetivos sociales y económicos (Artículo 7.4.5). Durante la mayor parte del siglo XX, los objetivos en materia de ordenación pesquera se centraron en obtener el máximo rendimiento de la pesca de captura. La mayoría de los métodos de evaluación de poblaciones utilizados en los países desarrollados con un alto nivel de capacidad técnica y recursos estaban dirigidos a estimar el rendimiento óptimo de especies individuales dentro de pesquerías específicas. En el siglo XXI, los objetivos relativos a la ordenación pesquera se han ido ampliando gradualmente para incluir la forma de abordar el riesgo de sobrepesca de las poblaciones objetivo y la protección de la biodiversidad tanto de estas poblaciones como de los ecosistemas marinos más amplios (Caddy, 1999; Cochrane, 2000; FAO, 1995a; Mace, 2001). Estos cambios han comportado un aumento del reconocimiento, elaboración e implementación de enfoques precautorios en materia de ordenación pesquera (Artículo 7.5). Asimismo, los objetivos de la ordenación se han ido extendiendo paulatinamente para contemplar los sistemas sociales y ecológicos más amplios en los que opera la pesca. Esto ha comportado la adopción generalizada del enfoque ecosistémico de la pesca (EEP), que abarca una serie más dilatada de objetivos ecológicos, económicos y socialesav.

En una pesquería concreta, es posible perseguir múltiples objetivos, aunque no necesariamente todos: algunos pueden estar intrínsecamente ligados al contexto único de esa pesquería en particular, mientras que otros pueden tener mayor peso que los demás. En algunas pesquerías, los objetivos se declaran explícitamente como parte, por ejemplo, de un plan de ordenación pesquera. En otros contextos, sin embargo, un objetivo puede estar simplemente implícito dentro de metas de ordenación más amplias.

A medida que los objetivos de la ordenación pesquera se han ampliado, los responsables de la ordenación han reconocido la necesidad de considerar las compensaciones correspondientes. Uno de los ejemplos más comunes de estas compensaciones es el equilibrio entre las capturas (un objetivo relacionado con la producción de alimentos) y un nivel de agotamiento aceptable de las poblaciones. Los objetivos sociales de la creación de empleo pueden entrar en contraste con una mayor eficiencia o rentabilidad económica. Asimismo, minimizar las consecuencias en el medio ambiente acuático reduciendo significativamente la pesca o absteniéndose de pescar puede agravar la inseguridad alimentaria o el desempleo, o menoscabar los beneficios económicos. Las compensaciones entre exportar las capturas a mercados internacionales lucrativos y venderlas en el mercado nacional requieren una evaluación de los beneficios económicos en comparación con las repercusiones sociales en la seguridad alimentaria y la nutrición. Lograr un equilibrio adecuado entre objetivos contrapuestos depende en gran medida de las políticas nacionales y de los objetivos específicos de cada pesquería, ya que los distintos países (o los responsables de la ordenación pesquera de un mismo país) pueden asignar un peso diferente a los distintos objetivos alternativos. En el Artículo 10 del Código se recomienda basar la adopción de decisiones (a la hora de ponderar los distintos objetivos de la ordenación) en la investigación multidisciplinaria, a fin de evaluar los beneficios económicos, sociales y culturales de los recursos pesqueros. Con este propósito, la FAO, la Universidad de Duke y WorldFish han elaborado y publicado recientemente un estudio que ilustra las contribuciones ambientales, sociales, económicas y nutricionales de la pesca en pequeña escala (FAO, Duke University y Worldfish, 2023). En 2020, los Miembros de la FAO informaron de que, por término medio, estaban sujetas a planes de ordenación aproximadamente el 92 % de las pesquerías en países desarrollados, frente a tan solo el 60 % en países en desarrollo. La diferencia se acentúa si se considera la proporción de planes de ordenación pesquera realmente implementados: el 92 % en países desarrollados y el 56 % en países en desarrolloaw. Uno de los principales desafíos señalados es la falta de capacidad para formular e implementar planes de ordenación en los países en desarrollo, especialmente por lo que respecta a la PPE.

El Programa de transformación azul de la FAO reafirma el compromiso de la Organización de respaldar la creación de capacidad en relación con la adopción e implementación de planes y estrategias de ordenación pesquera que consideren las compensaciones y aborden objetivos ecológicos, sociales y económicos. Para ello, se exige que la formulación, implementación y seguimiento de los planes y estrategias de ordenación se cimienten en los datos empíricos y científicos a disposición más avanzados, aprovechando el acervo de conocimientos tradicionales para fundamentar las decisiones en materia de ordenación.

La escasa calidad de los datos suele deberse bien a la falta de recursos financieros y humanos para implementar sistemas rigurosos de recopilación de datos, o bien a la insuficiente capacidad técnica para analizar e interpretar los datos de los que se dispone. Se han implementado diversos mecanismos para subsanar las deficiencias relativas a datos e información, entre ellos la asociación con la industria para compartir la información recopilada durante la pesca (Mackinson et al., 2023), la institucionalización de programas comunitarios de recopilación de datos en consulta con pescadores y científicos (Schroeter et al., 2009; Haridhi et al., 2021), el aprovechamiento máximo de los conocimientos tradicionales (Al Mamun et al., 2023) y el fortalecimiento de la capacidad técnica tanto para el diseño de sistemas de recopilación de datos rentables como para la gestión, conservación, interpretación y análisis de los datos y la información (Gutiérrez et al., 2023). A pesar de que estas soluciones se van adoptando cada vez más, en muchas pesquerías los datos siguen siendo limitados, por lo que debería considerarse la oportunidad de un enfoque precautorio. Como se indica en el Código de Conducta, la falta de información científica adecuada no debería utilizarse como razón para aplazar o dejar de tomar medidas de conservación y ordenación.

El Código, las Directrices PPE, el enfoque ecosistémico de la pesca y la transformación azul fomentan de manera conjunta una ordenación pesquera ambiental y socialmente responsable, necesaria para garantizar la vitalidad de los ecosistemas acuáticos y un reparto equitativo de los beneficios. Además, sientan las bases para la formulación de marcos de gobernanza adecuados en materia de ordenación de la pesca, que respeten e incorporen los conocimientos y prácticas tradicionales, en el contexto de enfoques de gestión ambiental, económica y social más amplios (véase el Recuadro 27).

RECUADRO 27Programa Nansen sobre el enfoque ecosistémico de la pesca: Logros en la ordenación y evaluación de la pesca

El Programa Nansen sobre el enfoque ecosistémico de la pesca (Programa EEP-Nansen) es una asociación de larga data entre la FAO y Noruega, cuyo objetivo es mejorar la contribución de los sistemas alimentarios acuáticos a la seguridad alimentaria y nutricional en los países socios.

En 2017, el Organismo Noruego de Cooperación para el Desarrollo, la FAO y el Instituto de Investigación Marina de Noruega suscribieron una nueva fase del Acuerdo del Programa EEP-Nansen. Esto amplió el apoyo del programa para implementar un enfoque ecosistémico de la ordenación pesquera e intensificó los esfuerzos para abordar las nuevas amenazas a la sostenibilidad de los océanos, en particular el cambio climático, en consonancia con la visión de la FAO para la transformación azul.

El programa ha cosechado importantes logros al aportar conocimientos sobre los recursos y ecosistemas marinos, promover la implementación del marco del EEP y fortalecer las capacidades de los socios en relación con la investigación y ordenación en materia de pesca.

De 2017 a 2023, el buque de investigación Dr. Fridtjof Nansen acogió a 672 investigadores (32 % mujeres) de 42 países con objeto de adquirir y analizar conocimientos, datos e información para utilizarlos en la prestación de asesoramiento sobre ordenación pesquera. Como fruto de este programa, han visto la luz más de 100 publicaciones científicas que abarcan una amplia variedad de temas científicos, como la ecología, la biología, el valor nutricional, los hábitats y el cambio climático. Un logro significativo ha sido el hallazgo de 24 nuevas especies marinas, lo que eleva a 88 el total de nuevas especies desde el inicio del programa.

El programa contribuyó a los procesos de asesoramiento científico de organizaciones regionales como el Comité de Pesca para el Atlántico Centro-Oriental (CPACO), la Comisión de Pesca para el Océano Índico Sudoccidental (SWIOFC), la Convención de la Corriente de Benguela (CCB) y la Organización de la Pesca del Atlántico Suroriental (SEAFO), mediante la realización de estudios marinos, el respaldo a los análisis y evaluaciones realizados por los grupos de trabajo científicos regionales y la difusión de asesoramiento, conocimientos e información en las reuniones estatutarias de estas organizaciones.

Dentro del programa se elaboró una herramienta de diagnóstico para la implementación del EEP a través de marcos políticos y jurídicos con objeto de brindar apoyo a los asociados en la evaluación de la conformidad con el EEP (FAO, 2021a). Un total de 144 personas (31 % mujeres) recibieron formación para utilizar esta herramienta, se elaboraron 31 informes nacionales de evaluación del EEP y seis países recibieron apoyo para revisar su legislación y políticas pesqueras con el objetivo de lograr una mayor conformidad con el EEP. Nueve países y dos regiones recibieron asistencia a fin de que los planes de ordenación de pesquerías con poblaciones nacionales y compartidas fueran conformes al EEP. Además, se desarrolló una herramienta específica diferente para realizar el seguimiento de la implementación del EEP. Más de 250 partes interesadas en la pesca recibieron formación sobre su aplicación en 40 pesquerías de siete países africanos a fin de establecer líneas de base y realizar un seguimiento de los progresos realizados. Mediante formación especializada, se reforzó la capacidad de 794 personas (38 % mujeres) de instituciones asociadas en materia de EEP, ordenación de poblaciones compartidas, integración de la perspectiva de género, análisis de datos de encuestas, métodos y herramientas de evaluación de poblaciones, y prácticas de recopilación de datos.

En 2024, el Programa EEP-Nansen se embarca en una nueva fase de cinco años de duración, aprovechando las enseñanzas adquiridas y los logros obtenidos en los años precedentes. El programa se centrará aún más en el nexo entre la ordenación pesquera y la ciencia, al tiempo que reforzará los vínculos con el marco más amplio de gobernanza de los océanos, coadyuvando al logro de los ODS y al Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible (2021-2030).

Buque de investigación Dr Fridtjof Nansen
© FAO/Mariano Silva
Investigadora a bordo del buque de investigación Dr Fridtjof Nansen
© FAO/Mariano Silva
FUENTES: FAO. 2021a. A diagnostic tool for implementing an ecosystem approach to fisheries through policy and legal frameworks. Roma. https://doi.org/10.4060/cb2945en
FAO. 2021b. Herramienta de seguimiento de la aplicación del enfoque ecosistémico a la pesca. Una herramienta para hacer un seguimiento de la aplicación del enfoque ecosistémico para la ordenación de la pesca (EEP). Manual para usuarios. Roma. https://doi.org/10.4060/cb3669es
NOTAS: Principales áreas de pesca de la FAO: área 31 (Atlántico centro-occidental), área 34 (Atlántico centro-oriental), área 37 (Mediterráneo y Mar Negro), área 41 (Atlántico sudoccidental), área 57 (Océano Índico oriental) y área 51 (Océano Índico occidental). * Los datos relativos a las áreas 37 y 51 son preliminares SoSI - Índice del Estado de las Poblaciones de la FAO.
FUENTE: Elaboración de los autores.

Evolución de la forma de evaluar el estado de las poblaciones de peces marinos

Desde su primera publicación del examen mundial de las poblaciones de peces marinos en 1971 (Gulland, 1971), la FAO ha evaluado periódicamente el estado de los recursos pesqueros marinos mundiales. Desde 1997, los resultados se recogen en El estado mundial de la pesca y la acuicultura. El objetivo de las evaluaciones de la FAO es ofrecer una visión global del estado de los recursos pesqueros marinos a escala regional y mundial que sirva de fundamento para la formulación de políticas y medidas de ordenación que garanticen la sostenibilidad a largo plazo de los recursos pesqueros. La metodología actual se adoptó en 2011 (FAO, 2011a) y se aplicó a una lista de poblaciones de peces regionales y mundiales que desde entonces no ha variado para mantener la integridad de las series cronológicas. La FAO considera que ha llegado el momento de actualizar la metodología de evaluación, así como la lista de poblaciones de peces que deben incluirse, para responder mejor a los cambios en la evaluación y gestión de la pesca, así como en las especies objetivo de la pesca, garantizando al mismo tiempo la integridad de las series cronológicas.

La metodología actualizada se aplicará de forma transparente, con nuevos formatos de presentación de informes y con la participación directa de la creciente comunidad mundial, regional y nacional de expertos en evaluación y gestión. El proceso comienza con una actualización de la lista de poblaciones de peces consideradas en el análisis en cada región de la FAO, para reflejar mejor la actividad pesquera actual en esa región. Este proceso se realiza en colaboración con instituciones y expertos locales, principalmente a través de talleres regionales, pero incluyendo otras consultas como el Subcomité de Ordenación Pesquera del Comité de Pesca de la FAO, el proceso de presentación de informes nacionales del indicador 14.4.1 de los ODS (Proporción de las poblaciones de peces dentro de niveles biológicamente sostenibles) (véase Estado y tendencias de los indicadores del Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 custodiados por la FAO, pág. 107)

En función de la calidad de los datos y de la información complementaria disponible para cada región, se aplicará un enfoque de evaluación por niveles:

  1. Nivel 1 - Poblaciones para las que se dispone de evaluaciones tradicionales consideradas fiables. La FAO utiliza los resultados oficiales comunicados por los OROP y/o las autoridades nacionales.
  2. Nivel 2 - Poblaciones para las que no se dispone de evaluaciones oficiales, pero para las que pueden adoptarse enfoques alternativos (como el análisis de reducción de poblaciones + [SRA+]ax). Este caso se da si existe información complementaria, como datos externos sobre desembarques con índices de abundancia (o captura por unidad de esfuerzo [CPUE] estandarizada dependiente de la pesquería), o si (en ausencia de datos sobre la CPUE o la abundancia) se dispone de previsiones sobre el agotamiento llevadas a cabo por expertos para derivar un estado de la población concreta.
  3. Nivel 3 - Cuando los datos sean insuficientes para aplicar los enfoques de nivel 1 o 2, el estado de la población se categorizará mediante un enfoque de ponderación de datosay basado en información cualitativa o semicuantitativa (Souza et al.,, próxima publicación).

En el Recuadro 28 se presentan los índices del estado de las existencias de la FAO de 2021 obtenidos con la metodología actual y actualizada resultantes de la primera serie de consultas regionales realizadas en seis áreas estadísticas de la FAO. Las conclusiones de estas consultas se presentaron en la primera sesión Subcomité de Ordenación Pesquera del COFI en enero de 2024, comparando también los índices obtenidos con la metodología actual y actualizada para 2019. En una próxima edición del documento técnico de la FAO Examen de la situación de los recursos pesqueros marinos mundiales se describirá la metodología en detalle.

RECUADRO 28Consultas regionales sobre la evaluación de las poblaciones de peces marinos

Las consultas regionales sobre el enfoque actualizado de evaluación de las poblaciones se llevaron a cabo en modalidad virtual en 2022 y 2023 para las siguientes áreas: i) área 31 (Atlántico centro-occidental); ii) área 34 (Atlántico centro-oriental); iii) área 37 (Mediterráneo y Mar Negro); iv) área 41 (Atlántico sudoccidental); v) área 57 (Océano Índico oriental); y vi) área 51 (Océano Índico occidental). Se amplió la participación de expertos locales y regionales y la escala del análisis: 200 personas recibieron formación en modalidad presencial y otras 65 en modalidad virtual, se consultó a 63 países sobre la actualización del Índice del Estado de las Poblaciones (SoSI) de la FAO; y las poblaciones objeto de examen pasaron de 189 a 1 093 (véase el cuadro).

RESULTADOS DE LA FASE PILOTO

Mientras que los resultados relativos a las áreas 51 y 37 son aún preliminares, en las áreas 41 y 34, el porcentaje de poblaciones sobreexplotadas es relativamente similar (41,2% frente a 39,3% de sobrepesca en el área 41, y 51,3% frente a 48,8% de sobrepesca en el área 34), frente a un descenso sustancial del 42,0% al 31,8% en el área 31, y del 36,5% al 28,9% en el área 57 (véase la figura). La razón más probable de la disminución en estas dos zonas es la adición de muchas unidades más pequeñas de importancia regional, lo que aumenta las poblaciones de importancia que se pescan de forma sostenible y disminuye la proporción de poblaciones sobreexplotadas.

Algunas consultas también produjeron útiles infografías que sintetizan la información, como la ilustrada para el área 57. La infografía ilustra el impacto las consecuencias de la sobrepesca, así como los mensajes principales para la región y la importancia de la pesca en lo relativo a embarcaciones de pesca, pescadores y valor económico. Se dispone además de información adicional (obtenida mediante encuestas a expertos) sobre las amenazas percibidas para el ecosistema y las repercusiones en las personas y el medio ambiente.

Las consultas a nivel regional respaldaron la información procedente de las publicaciones de la FAO recogida en esta infografía para transmitir el mensaje a toda la región. Esto puede ser útil para preparar documentos normativos a escala regional o nacional.

COMPARACIÓN DE LOS ÍNDICES DEL ESTADO DE LAS POBLACIONES DE PECES DE LA FAO: METODOLOGÍAS VIGENTES FRENTE A METODOLOGÍAS ACTUALIZADAS PARA SEIS GRANDES ZONAS DE PESCA (AÑO DE REFERENCIA 2021)

NOTA: Principales áreas de pesca de la FAO: área 31 (Atlántico centro-occidental), área 34 (Atlántico centro-oriental), área 37 (Mediterráneo y Mar Negro), área 41 (Atlántico sudoccidental), área 57 (Océano Índico oriental) y área 51 (Océano Índico occidental). SoSI - índice FAO sobre el estado de las poblaciones.
FUENTE: Elaboración propia a partir del año de referencia 2021.

COMPARACIÓN DE LOS ÍNDICES FAO DEL ESTADO DE LAS POBLACIONES: METODOLOGÍAS ACTUALIZADAS FRENTE A METODOLOGÍAS VIGENTES PARA CUATRO GRANDES ZONAS DE PESCA DE LA FAO (AÑO DE REFERENCIA 2021)

NOTA: Principales áreas de pesca de la FAO: área 31 (Atlántico centro-occidental), área 34 (Atlántico centro-oriental), área 37 (Mediterráneo y Mar Negro), área 41 (Atlántico sudoccidental), área 57 (Océano Índico oriental) y área 51 (Océano Índico occidental). SoSI - índice FAO sobre el estado de las poblaciones.
FUENTE: Elaboración propia a partir del año de referencia 2021.

Infografía del área 57: importancia de la pesca en lo relativo al valor económico, el empleo, el esfuerzo de pesca y el estado de las poblaciones en la región

El Subcomité examinó un programa de trabajo detallado para respaldar la consecución de los objetivos de actualización del indicador del estado de los recursos marinos. En él se recogen ejemplos de los enfoques de comunicación y análisis escalonados por niveles (véase la infografía del Recuadro 28) que se presentarán en la edición de 2026 de este informe tras su plena implantación en la mayor parte de las áreas estadísticas de la FAO. En el proceso de actualización de la metodología se aprovecharán los esfuerzos de los ORP y otros asociados dentro del FIRMS (véase Recuadro 26, pág. 166) para recopilar, compartir y difundir oportunamente las evaluaciones publicadas y gestionar una lista única de poblaciones evaluadas mediante una base de datos específica en la que se almacene el análisis del estado de las poblaciones. El proceso también pretende aumentar la capacidad de las instituciones pesqueras nacionales y regionales para evaluar el estado de las poblaciones, gracias al uso de herramientas innovadoras y plataformas virtuales, como el entorno de investigación virtual iMarine. El programa fomentará una mayor participación en el análisis mundial. Habrá una participación más activa de las instituciones nacionales, que estarán facultadas para contribuir periódicamente con sus análisis a la publicación de la FAO, así como para presentar informes sobre los progresos nacionales en relación con el indicador 14.4.1 de los ODS. Esto puede propiciar una convergencia progresiva entre procedimientos de notificación y permitiría ampliar el uso de este indicador para múltiples objetivos.

Prioridades en la ordenación de la pesca continental

La pesca continental es casi exclusivamente artesanal y suele ser remota, estacional u ocasional por naturaleza. Suele ser también una pesca de especies múltiples, muchas de ellas especies migratorias que recorren a menudo grandes distancias. Además, la pesca continental se ve afectada tanto por la presión pesquera como por factores ambientales, que, a su vez, pueden verse afectados por agentes externos como el cambio climático, la generación de energía hidroeléctrica y riego, la contaminación y la extracción de agua. Dado el alto grado de diversidad y dispersión de la pesca continental, su ordenación recae, con frecuencia, en grupos locales y Pueblos Indígenas que utilizan conocimientos y prácticas de ordenación tradicionales. Estas prácticas suelen adaptarse a los cambios, incluso en otras oportunidades de subsistencia. Destacar los conocimientos y la experiencia inherentes a estas prácticas propiciará una mayor participación e interdisciplinariedad en las evaluaciones, revelando nuevas perspectivas sobre las contribuciones, a menudo ocultas, de la pesca continental a la seguridad alimentaria y la mitigación de la pobreza (véase el Recuadro 25, pág. 165).

Los datos relativos a las capturas por sí solos no aportan mucha información sobre la situación de la pesca continental. Es necesario abordar los vínculos y conexiones que existen en muchas pesquerías, tanto con los entornos acuáticos más amplios como con las comunidades y los sistemas alimentarios. Para ello se precisan enfoques metodológicos que amplíen el alcance de la evaluación y sean pertinentes para sus realidades prácticas.

Evaluaciones participativas e integradas

El enfoque ecosistémico de la pesca aborda estas necesidades, ampliando el alcance de la evaluación para incluir aspectos ecológicos, sociales, económicos, jurídicos e institucionales. En el EEP se reconoce asimismo la importancia de los conocimientos de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales para la planificación y la ordenación conjunta. Los enfoques y métodos tienen que abordar esta conectividad, prestando apoyo a los requisitos de evaluación de pesquerías de carácter dinámico y disperso con datos y recursos limitados. Este es el caso de los enfoques basados en el tamaño y en modelos empíricos que pueden ampliarse para contemplar las funciones y los valores de la pesca continental y sus relaciones con otros lugares y actividades de subsistencia. Dichos enfoques deben reflejar las distintas prácticas económicas que se constatan en la pesca continental, entre ellas la cooperación, la donación, la reciprocidad y las inversiones colectivas en la ordenación, que pueden reducir los conflictos y propiciar la protección social.

Evaluación en el contexto de las cuencas

Los responsables de la ordenación de la pesca continental suelen tener poca influencia o un papel limitado en las decisiones relacionadas con la utilización del agua y la tierra en el contexto de las zonas de captación o de las cuencas. La marginación de los intereses pesqueros puede tener consecuencias importantes para los hábitats acuáticos y las comunidades que dependen de ellos, por lo que es crucial concebir formas integradas e inclusivas de evaluación en el contexto de las cuencas. Uno de los enfoques aplicados en el contexto de las cuencas evalúa y presenta los diferentes tipos de amenazas y su grado de impacto (véase La situación de los recursos pesqueros, pág. 44). Puede ayudar a priorizar las intervenciones y mostrar la manera en que las distintas partes de una cuenca pueden contribuir al nivel de amenaza general, coadyuvando así a determinar las prioridades en materia de ordenación, conservación y restauración de los ecosistemas.

Indicadores de pesca continental

Partiendo de la evaluación de las amenazas en el contexto de las cuencas, otra de las prioridades es elaborar métodos para hacer un seguimiento de un conjunto de pesquerías de importancia mundial a través de una red de indicadores de pesca continental. Cada una de ellas aportaría información sobre el estado y las tendencias de los entornos acuáticos de la cuenca en cuestión. El uso de un marco común para estos indicadores de pesca continental conforma la base para las evaluaciones a escala mundial y ofrece oportunidades para que las organizaciones locales, nacionales y del contexto de las cuencas puedan contribuir al respecto de manera activa. Se pueden aplicar criterios para seleccionar los indicadores de pesca continental mediante los que se incluyan las pesquerías que son ya objeto de seguimiento y aquellas en las que es probable que el seguimiento aporte información sobre estado y tendencias, incluidos casos paradigmáticos en los que se prevé que las pesquerías se vean afectadas por el cambio. Deberían incluirse también entre los criterios las contribuciones a la seguridad alimentaria, las economías y los medios de vida. Deberían primar los protocolos de recopilación de datos fiables y sencillos, tales como el seguimiento de la composición de las capturas por especies o gremios ecológicos (por ejemplo, especies migratorias, especies longevas, especies alóctonas).

Tecnología e innovación para la pesca sostenible

La última década ha sido testigo de una nutrida serie de avances tecnológicos en relación con la pesca sostenible. Las innovaciones en tecnologías pesqueras como, por ejemplo, artes de pesca, embarcaciones, sistemas de propulsión y equipos de a bordo para la manipulación y conservación de las capturas han mejorado la eficacia de la pesca mundial, así como la capturabilidad y la calidad del pescado. Los procesos de ordenación y legislación de la pesca no siempre pueden seguir el ritmo de los cambios. Los incentivos económicos y el incremento de la eficiencia son los principales factores que impulsan la innovación en los aparejos. Por ejemplo, los dispositivos de concentración de peces pueden incluir localizadores de peces y transpondedores para informar a los pescadores vía satélite sobre la abundancia de peces en las cercanías. Las mejoras de los aparejos obedecen a las reglamentaciones pesqueras para reducir la incidencia de las operaciones de pesca en los hábitats acuáticos y la biodiversidad. Las innovaciones en las artes de arrastre suelen centrarse en medidas para reducir las capturas incidentales y mejorar la eficiencia económica. A este respecto, puede verse, por ejemplo, la clasificación de la FAO de los distintos tipos de artes de pesca (He et al., 2021) y las Directrices Internacionales para la Ordenación de las Capturas Incidentales y la Reducción de los Descartes de la FAO (FAO, 2011c).

Los científicos del Grupo de trabajo sobre tecnología pesquera y comportamiento de los peces, respaldado por el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) y la FAO (FAO, 2023g), comparten anualmente las innovaciones en artes de pesca procedentes de todo el mundo. Además, bajo los auspicios del CIEM, se celebran periódicamente talleres sobre artes de pesca innovadoras convocados por expertos europeos para elaborar fichas informativas sobre nuevas artes y métodos de pesca.

Se están introduciendo en todo el mundo innovaciones conformes a las Directrices voluntarias sobre el marcado de las artes de pesca (FAO, 2019) y los correspondientes manuales con objeto de facilitar la identificación de la propiedad de los aparejos y abordar la contaminación producida por la pesca, en particular los aparejos de pesca abandonados, perdidos o descartados (véase La pesca y la acuicultura en el contexto de los acuerdos mundiales sobre biodiversidad, pág. 221). El manual de la FAO para el marcado de las artes de pesca (Einarsson, He and Lansley 2023) ofrece orientaciones prácticas para cumplir los requisitos sobre el marcado de las artes de pesca establecidos en estos instrumentos y acuerdos internacionales.

Las innovaciones en las embarcaciones pesqueras suelen estar impulsadas por incentivos económicos, que normalmente se materializan en embarcaciones de mayor tamaño con mayor capacidad pesquera por lo que respecta a tonelaje, eslora y potencia del motor. La FAO ha actualizado recientemente su clasificación general de los tipos de embarcaciones de pesca industrial (Thermes et al., 2023), que documenta las tendencias en el diseño y constituye una base para mejorar la recopilación de datos estadísticos sobre embarcaciones pesqueras. En la fabricación de las embarcaciones de pesca en pequeña escala cada vez se utiliza más el plástico reforzado con fibra de vidrio en lugar de la madera. Además, recientemente se han incorporado a las operaciones de pesca embarcaciones artesanales con casco de plástico (polietileno [PE] o polietileno de alta densidad [PEAD]). Estas embarcaciones ofrecen mayor seguridad, durabilidad y posibilidades de reciclado. Existen también innovaciones tecnológicas para aumentar la seguridad en el mar, como puede verse en el Recuadro 29.

RECUADRO 29Innovaciones tecnológicas en apoyo de la seguridad en el mar

La pesca comercial es una de las ocupaciones más peligrosas del mundo. En 2019, la FAO calculó que se producían 32 000 muertes al año en la pesca en todo el mundo. Sin embargo, nuevas investigaciones sugieren que la tasa de mortalidad en la pesca es entre tres y cuatro veces mayor (Willis y Holliday, 2022). Si bien se declaran raramente, son también muy comunes entre los pescadores, acuicultores y trabajadores de la pesca toda una serie de lesiones que no son mortales como, por ejemplo, fracturas del brazo o la pierna, lesiones de la cabeza y el cuello, y amputaciones de dedos, manos, brazos y piernas.

La mayoría de los accidentes y muertes se producen en la pesca en pequeña escala, que constituye la mayor fuente de empleo en la pesca de captura en todo el mundo. El mal tiempo, los fallos del motor, las colisiones, los incendios, la construcción defectuosa de las embarcaciones, la sobrecarga, la fatiga y la falta de seguridad y formación son algunos de los muchos riesgos a los que se han de hacer frente los pescadores. Dado que la demanda de alimentos acuáticos está aumentando en todo el mundo y que el cambio climático está afectando a las condiciones de pesca, la pesca y las actividades conexas podrían volverse más peligrosas.

A través de proyectos sobre el terreno, la FAO colabora con organizaciones regionales, Miembros, pescadores y comunidades pesqueras en la mejora del diseño, la construcción y el equipamiento de las embarcaciones pesqueras, en particular por lo que se refiere a materiales y métodos, estabilidad y seguridad. A tenor de las recomendaciones de la FAO, las embarcaciones de pesca en pequeña escala deberían estar dotadas de equipo y herramientas de seguridad, que incluyan, como mínimo, chalecos salvavidas, flotadores, brújula marina, sistema de radiocomunicación, GPS para la navegación, botiquín de primeros auxilios, extintor de incendios, bengalas de emergencia, radiobaliza de localización de siniestros, ancla, remos y luces de navegación para la seguridad nocturna.

La utilidad de la tecnología de seguridad depende de la fiabilidad del equipo y de la capacidad de la tripulación para utilizarlo correctamente. Para la pesca de altura, el motor debe ser seguro y la tripulación debe saber utilizar los equipos de navegación, comunicación y extinción de incendios. La disponibilidad de chalecos salvavidas y la formación específica son fundamentales para fomentar la sensibilización sobre la seguridad, así como la capacidad necesaria para reducir los riesgos en el mar. La cooperación entre las autoridades y los constructores, los propietarios y la tripulación de las embarcaciones, junto con la participación de las aseguradoras y las comunidades, es esencial para crear una conciencia de la seguridad en la pesca. Las plataformas digitales de propiedad comunitaria y las tecnologías de la información y la comunicación se utilizan cada vez más para incrementar la seguridad en el mar, lo que incide positivamente en la tutela de la vida y la reducción de lesiones.

Entre las innovaciones tecnológicas recientes que contribuyen a mejorar la seguridad en la pesca y las condiciones de trabajo a bordo se encuentran los nuevos sistemas de arrastre de redes y almadrabas, las cámaras submarinas de arrastre, los buques autoenderezables e insumergibles, los chalecos salvavidas más seguros y los sistemas de navegación con capacidades ampliadas (que integran mapas y datos por satélite con altura de las olas, corrientes oceánicas, servicios meteorológicos, sistemas de información y visualización de cartas náuticas electrónicas, y sonares multihaz).

En la sexta Conferencia Internacional sobre Seguridad e Higiene en la Industria Pesquera, organizada por la FAO en enero de 2024, se examinaron las últimas innovaciones tecnológicas en materia de seguridad en la pesca industrial. En muchas partes del mundo, los responsables de la regulación de la seguridad marítima, los responsables de la ordenación de la pesca, los pescadores y los expertos en seguridad pesquera colaboran para garantizar que las innovaciones tecnológicas destinadas a mejorar la seguridad y las condiciones de trabajo a bordo beneficien también a los pescadores artesanales de todo el mundo.

Barco pesquero resistente al clima diseñado por la FAO, Sri Lanka
© FAO/Kolitha Bandara
Dispositivos flotantes personales y equipo de seguridad
© FAO/Kolitha Bandara
FUENTES: Willis, S. y Holliday, E. 2022. Triggering Death – Quantifying the True Human Cost of Global Fishing. Informe de investigación, noviembre de 2022. FISH Safety Foundation. https://fishsafety.org/wp-content/uploads/2024/02/White-Paper-Triggering-Death-November-2022.pdf

El avance de las tecnologías digitales ha posibilitado la creación de plataformas de datos sobre las embarcaciones, artes y dispositivos de concentración de peces para una amplia variedad de aplicaciones, por ejemplo, sistemas de localización de embarcaciones, cuadernos de bitácora, sensores para la detección de peces, grabaciones de vídeo, ordenación pesquera (véase el Recuadro 30) y datos de teledetección como el Sistema de Identificación Automática. Estos y otros avances tecnológicos, como el ADN y la elaboración de perfiles genéticos o las imágenes por satélite, generan nuevos flujos de datos y, a menudo, de macrodatos, que ofrecen nuevas oportunidades para mejorar los conocimientos científicos y técnicos sobre las pesquerías y su interacción con los ecosistemas.

RECUADRO 30La inteligencia artificial al servicio de la ordenación de la pesca en Arabia Saudita

Gracias a un sistema de seguimiento electrónico de la pesca elaborado por la FAO y la Arabia Saudita, se ha pasado de la recopilación analógica de datos a un sistema de ordenación pesquera completamente digitalizado en este país.

La Dirección General de Pesca del Ministerio de Medio Ambiente, Agua y Agricultura de la Arabia Saudita colaboró con la FAO en el desarrollo de la nueva tecnología, que ha posibilitado al Gobierno automatizar la recopilación de datos y estadísticas en los distintos sectores vinculados a la pesca. Las cámaras instaladas a bordo de las embarcaciones pesqueras, los puntos de desembarque y las lonjas permiten a los funcionarios de pesca recabar datos e información en línea. A continuación, los datos se procesan utilizando algoritmos de aprendizaje profundo y los resultados se analizan automáticamente por medio de programas informáticos estadísticos. El Departamento de Estadísticas Pesqueras del MoEWA reconoce que se trata de un importante paso adelante en el sistema de estadísticas pesqueras del país, ya que aumenta la cantidad y la calidad de los datos recogidos por los encuestadores en los lugares de desembarque, superando los problemas derivados de las condiciones meteorológicas extremas, la ubicación en zonas remotas y las dificultades de identificación de las especies.

La pesca de captura en la Arabia Saudí pasó de las 49 000 toneladas del año 2000 a las 79 500 toneladas de 2022. Hay más de 30 000 pescadores que participan directamente en las operaciones de captura y alrededor de 150 000 personas que trabajan en todo el sector, el cual ha registrado una rápida expansión en el país en los últimos años, gracias al apoyo del gobierno, los incentivos y la fuerte demanda del mercado.

Antes de la introducción de la tecnología digital en 2021, los funcionarios de pesca se desplazaban periódicamente sobre el terreno para recopilar estadísticas e información manualmente, un proceso costoso que retrasaba la presentación de informes, los análisis y la planificación de políticas. A finales de 2021, un nuevo sistema digital con aplicaciones móviles transformó esta larga operación en un proceso sencillo, que proporciona actualizaciones inmediatas sobre el sector en forma de mapas, gráficos y tablas interactivos. En 2023 se dio un paso más con la introducción de cámaras y algoritmos de aprendizaje profundo que automatizan la recogida de datos, con lo que se completó el funcionamiento autónomo de todo el sistema.

El nuevo sistema proporcionará al gobierno información rápida y precisa y contribuirá al crecimiento sostenible del sector, ayudando a los responsables de la toma de decisiones a la hora de planificar políticas e inversiones en el sector. Este sistema digital, una de las innovaciones clave del proyecto en curso de la FAO "Fortalecimiento de la capacidad del MoEWA para implementar su programa de Desarrollo Agrícola Rural Sostenible (SRAD) (2019-2025)", mejorará la gestión sostenible de la pesca y la acuicultura y ayudará a garantizar el cumplimiento de las normas internacionales en la gestión de los ecosistemas marinos.

Los alimentos acuáticos sostenibles pueden ayudar a hacer frente al hambre y la malnutrición, así como a reducir la huella ambiental de los sistemas agroalimentarios en la Arabia Saudita, al tiempo que proporcionan ingresos a las comunidades que dependen de la pesca y la acuicultura.

Miembros de una cooperativa reciclando plástico, Togo
© Agridigitale

En este contexto, la ordenación sostenible de la pesca debe cimentarse hoy más que nunca en sistemas sólidos de recopilación de datos, lo que requiere datos operativos y estadísticos de alta calidad y resolución (FAO, 2016). El aluvión de datos actual debe incorporar los principios relativos a los macrodatos en el diseño y el análisis, lo que entraña también la integración adecuada de datos en distintos ámbitos. Para garantizar que los datos cumplen los requisitos de calidad, la FAO ha elaborado recientemente una norma relativa a los metadatos sobre macrodatos para las estadísticas pesqueras. Con el fin de promover innovaciones basadas en datos cuya escala pueda ampliarse, la FAO colabora con otras partes interesadas en la normalización y armonización de los sistemas estadísticos y operativos (FAO, 2018b). Así, por ejemplo, el Grupo Coordinador de Trabajo sobre Estadísticas de Pesca está estudiando la manera de integrar como norma estadística los indicadores obtenidos de las embarcaciones que transmiten (macro)datos, como la actividad pesquera recabada a partir del Sistema de Identificación Automática. El Sistema de seguimiento de pesquerías y recursos (FIRMS, por sus siglas en inglés) compila mediante su política de gestión de la información las normas, definiciones y mejores prácticas subyacentes a los datos recopilados, almacenados y difundidos por el sistema, así como su uso adecuado en los sistemas de información pesquera.

La FAO ofrece además herramientas para las estadísticas de pesca nacionales y los sistemas de información en materia de ordenación pesquera, como, por ejemplo, Calipseo (FAO, 2020), y respalda las bases de datos de los ORP, que adoptan la norma del Grupo Coordinador de Trabajo sobre Estadísticas de Pesca para la armonización de referencias. Estas herramientas son un ejemplo de sistemas nacionales más eficaces de recopilación de datos sobre pesca y de sistemas regionales mejorados de intercambio de datos. Entre las innovaciones figuran el intercambio de datos y la publicación de datos abiertos a través de plataformas abiertas como la plataforma para datos geoespaciales de la Iniciativa Mano de la mano de la FAO, el Atlas mundial sobre el atún del FIRMS, el Sistema de información sobre la pesca del Atlántico Centro-Occidental y el Registro mundial de poblaciones de peces y pesquerías. La mayor normalización facilita las consultas entre las partes interesadas sobre la calidad y validez de los datos, lo que resulta en análisis colaborativos de datos pesqueros de mayor calidad.

Con la reciente aparición de herramientas de inteligencia artificial (IA) que hacen un uso intensivo de datos, los datos que poseen las organizaciones pesqueras pueden reutilizarse en contextos totalmente nuevos. Entre las últimas herramientas figuran los modelos de IA generativa, como ChatGPT, los modelos de clasificación mediante IA para imágenes por satélite, y el aprendizaje automático para la previsión de la distribución y la trazabilidad de especies invasoras. Sin embargo, los servicios de datos innovadores plantean numerosos desafíos y cuestiones en relación con la equidad social, la accesibilidad de los datos y la distribución de los beneficios de los productos. Por lo tanto, es necesario contar con orientaciones y políticas específicamente adaptadas para garantizar una contribución positiva a los ODS. La FAO participa activamente en varias asociaciones, como el Llamamiento de Roma para la ética de la inteligencia artificial (FAO, 2021c), con el objetivo de promover el uso seguro y equitativo de la IA dentro de un entorno inclusivo y mutuamente beneficioso.

En la actualidad, hay más de 7 000 millones de usuarios de teléfonos móviles y una cantidad innumerable de sensores e instrumentos que utilizan tecnologías de la información e inteligencia artificial para generar macrodatos. Estos datos pueden mejorar la ordenación pesquera, siempre que se respeten las orientaciones pertinentes sobre el acceso y uso responsables y equitativos a lo largo de toda la cadena de información. Por ejemplo, los indicadores de calidad, fiabilidad e integridad de los datos son esenciales para infundir confianza entre las partes interesadas. El desarrollo de la ciencia ciudadana, en la que los mismos agentes de la pesca son también proveedores de datos, requiere además considerar el acceso y la distribución de beneficios. La FAO adapta constantemente sus políticas de gestión de datos, en colaboración con sus asociados, para mantenerse al tanto de estos cambios y orientar el uso responsable de las nuevas tecnologías.

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