Panorama general de El Niño y los riesgos que entraña en las principales áreas de pesca de la FAO
El fenómeno de oscilación austral El Niño es un fenómeno climático natural que causa periódicamente el calentamiento (El Niño) y el enfriamiento (La Niña) del océano Pacífico e influye en el cambio de la temperatura del aire en la superficie y en las precipitaciones en todo el mundo. Durante los episodios de El Niño, las condiciones naturales del océano se alteran considerablemente debido a los cambios en la temperatura de la superficie del mar y el afloramiento, que inciden en la disponibilidad de alimentos y hábitats apropiados para los peces y otras especies marinas.
Los episodios de El Niño se han relacionado con cambios de las capturas de distintas pesquerías. Entre los principales episodios figuran las del Pacífico tropical y océano Índico, las pesquerías de especies altamente migratorias como el atún, y la anchoveta peruana en el Pacífico oriental. También afectan a la infraestructura de la acuicultura y a los organismos cultivados; por ejemplo, los aumentos de las temperaturas y la salinidad, asociados a condiciones secas, resultantes de episodios de El Niño pueden perjudicar gravemente el crecimiento y la supervivencia del musgo marino Kappaphycus alvarezii, un alga marina popular cultivada en Filipinas (véase el Recuadro 21, pág. 155). Esta industria sustenta a unas 200 000 explotaciones agrícolas familiares. Los efectos de El Niño tienen importantes consecuencias, ya que inciden negativamente en los medios de vida, la seguridad alimentaria y las exportaciones.
Según un análisis retrospectivo de la FAO, que abarca de 1950 a 2023, los episodios de El Niño de fuerte o extraordinaria intensidad que se produjeron en el Pacífico oriental, afectaron a la pesca marina en 11 de las 19 principales áreas marinas de pesca de la FAO. Las áreas sujetas a mayor riesgo fueron el Pacífico sudoriental, seguido del Océano Índico y el Pacífico centro-occidental y centro-oriental (Figura 62). En la figura se ilustra el análisis de los riesgos para la pesca relacionados con El Niño en cada una de las principales áreas de pesca de la FAO en función de los niveles de peligro, exposición y vulnerabilidad.
FIGURA 62Análisis de riesgos de El Niño en las principales áreas de pesca de la FAO
El Niño 2023-24: cambios en las condiciones del océano
La Niña prevaleció en el océano Pacífico tropical desde septiembre de 2021 hasta enero de 2023. En febrero de 2023, la temperatura de la superficie del mar (TSM) aumentó en el lejano Pacífico ecuatorial oriental, lo que parecía apuntar al inicio de un episodio de El Niño. A principios de marzo de 2023, las aguas se habían calentado, especialmente las cercanas a la costa peruana. De marzo a julio de 2023, el calentamiento anómalo del Pacífico ecuatorial sudoriental siguió aumentando.
Posteriormente, las anomalías del calentamiento de la TSM se extendieron hacia el oeste, expandiendo las condiciones de El Niño hacia el Pacífico ecuatorial central en mayo de 2023. El aumento de la TSM alcanzó su punto máximo en el Pacífico ecuatorial sudoriental en agosto de 2023 para disminuir después gradualmente. En cambio, en el Pacífico ecuatorial central y occidental, las anomalías siguieron aumentando durante la primavera de 2023. Entre noviembre y diciembre de 2023, El Niño alcanzó una intensidad de fuerte a muy fuerte en la TSM del Pacífico ecuatorial central. A pesar de ello, las anomalías en la TSM siguieron siendo más elevadas en el Pacífico oriental que en el occidental hasta febrero de 2024. En la Figura 63 se resumen las características espaciales y temporales de El Niño 2023-24.
FIGURA 63Anomalías mensuales promedio de la temperatura de la superficie del mar durante la evolución de El Niño 2023-24
La intensidad de El Niño disminuyó durante el primer cuarto de 2024 y el fenómeno se extinguió en la primavera. Sin embargo, es probable que las repercusiones en el sector de la pesca y la acuicultura duren más tiempo, ya que algunas poblaciones de peces y algunos hábitats pesqueros fundamentales, como los arrecifes de coral, podrían tardar años en recuperarse.
El Niño 2023-24: repercusiones sobre los recursos pesqueros
Las consecuencias de El Niño son distintas según las diferentes zonas geográficas, especies objetivo y tipos de pesca o acuicultura, y pueden ser tanto negativas como positivas. Por ejemplo, en 2023, El Niño causó la disminución del hábitat de especies de aguas costeras frías como la anchoveta peruana. La pesquería de anchoveta es la pesquería monoespecífica mayor del mundo, con un rendimiento promedio anual de 4,4 millones de toneladas y el 75 % del total de los desembarques peruanos en los últimos cinco años. Durante episodios de El Niño en el Pacífico oriental de intensidad fuerte, como los que se produjeron en 2023-24, se registra una reducción del hábitat y disponibilidad de alimentos de la anchoveta, con repercusiones en su distribución, reproducción y reclutamiento. Todo ello redunda, a su vez, en reducciones de la biomasa que pueden durar incluso una vez concluido el fenómeno. Para el Perú, los efectos negativos acarrearon una reducción en los desembarques industriales del 50 % en 2023 en comparación con 2022, aunque se espera una recuperación en 2024. Dado que la pesquería se utiliza en la producción de harina y aceite de pescado para la acuicultura con alimentación, las pérdidas de capturas no solo menoscaban los medios de vida locales, el empleo y los ingresos nacionales de exportación, sino que también perjudican a la producción de la acuicultura a escala mundial.
Por efecto de El Niño, la zona cálida situada generalmente en el Pacífico occidental empezó a desplazarse hacia el este, hacia el Pacífico central, en el verano de 2023. Durante la extinción de El Niño en el primer cuarto de 2024, la zona cálida seguía estando situada más hacia el este que durante los años en los que no se produjo el fenómeno. Por otro lado, las olas de calor marinas aumentaron en el Pacífico occidental y central durante la fase central del fenómeno. Debido a ello, las comunidades de arrecifes de coral de las islas situadas en esta zona se vieron expuestas a prolongados períodos de estrés térmico que aumentaron los riesgos de mortalidad de los corales y de los recursos pesqueros costeros asociados.
El Niño también incide en la pesca del atún de los países y territorios de las islas del Pacífico, donde esta pesquería contribuye significativamente al PIB. Los cambios en las condiciones del hábitat provocados por El Niño favorecen el desplazamiento hacia el este de la distribución del atún listado y tienden a aumentar la capturabilidad y el reclutamiento del atún rabil en el Pacífico occidental. En consecuencia, a finales de El Niño 2023-24 tuvo repercusión positiva en la pesca del atún listado en las ZEE de los países y territorios de las islas del Pacífico más orientales. Asimismo, es posible que aumente la disponibilidad para cerqueros del atún rabil se observó en 2023, debido al escoramiento de la capa mixta en las ZEE más occidentales, lo que redundaría en un incremento de los medios de vida y los ingresos en algunas zonas del Pacífico y en una disminución de los mismos en otras.
Estas repercusiones subrayan la necesidad de aplicar medidas de ordenación adaptativa de la pesca, sobre todo teniendo en cuenta que los modelos climáticos prevén una mayor frecuencia de episodios extremos del fenómeno El Niño a causa del calentamiento global. Prácticas como el ajuste dinámico de la temporada de pesca y la limitación del esfuerzo y del acceso a los caladeros en función de un seguimiento en tiempo casi real coadyuvarán a los responsables de la ordenación, los pescadores y las comunidades costeras a hacer frente a las consecuencias de El Niño y a reforzar su capacidad de adaptación, a través de la mejora de los sistemas de alerta temprana, el fortalecimiento de las evaluaciones del riesgo y una mayor sensibilización sobre el fenómeno. Asimismo, revisten una importancia crucial la preparación y la respuesta ante las catástrofes a escala local y nacional, junto con el fomento de la diversificación de los medios de vida.